Por Juan Mentasty
Mauricio Pellegrino es el claro ejemplo de lo meticulosa que puede llegar a ser una persona. Tiene como norma llegar 15 minutos antes a un sitio, y siempre con un libro bajo el brazo, lo que demuestra que es un hombre que no deja nada librado al azar, tanto en la vida como en el fútbol.
El Flaco, nacido en Leones, Provincia de Córdoba, tiene entre sus hábitos cotidianos salir a correr una hora por día, leer un libro e ir al cine, cocinar paella o asados. Suele utilizar chomba deportiva, y es un director técnico que no lleva en sus genes la protesta hacia el árbitro durante el encuentro, pero sí es alguien que da muchas indicaciones hacia sus dirigidos.
Idea de juego
Habitué del 4-2-3-1 (aunque se definió como un técnico que no queda atrapado con una formación), la búsqueda constante del arco contrario a través de transiciones rápidas, el estudio del rival, y el mantenimiento del equilibrio defensivo a través de líneas escalonadas, son algunas de las características de Longaniza como entrenador. Su cuerpo técnico está conformado por Carlos Compagnucci y Xavier Tamarit Garino en el rol de ayudantes de campo, Gustavo Campagnuolo como entrenador de arqueros, y Mariano Fanesi en el puesto de entrenador físico.
Pellegrino eligió a Rafa Benítez y a Van Gaal como dos de sus mentores, entre los doce entrenadores que tuvo en su carrera.
Longaniza debutó como entrenador en el año 2012, a sus 41 años, y al mando del Valencia, luego de dirigir al conjunto Che, pasó por Estudiantes de La Plata (donde obtuvo el tercer puesto, su mejor posición como DT), Independiente, Alavés, Southampton y el Leganés, para luego recalar en Vélez, club en el que asumió el 17 de abril del 2020.
Como futbolista, jugó siete años en Vélez, uno en el Barcelona, cinco en el Valencia, uno en el Liverpool, y uno en el Alavés. Además de realizar los estudios en Valencia para recibirse de entrenador, fue ayudante de campo de Rafa Benítez en Liverpool e Inter. Pellegrino eligió a dos de los doce técnicos que lo dirigieron como sus mentores: Benítez y Van Gaal (a quien casi le pegó una piña en su paso por Barcelona), ya que en un encuentro en el que ganaban 3 a 0, lo sustituyó y eso despertó el enojo del marcador central.
El entrenador de Vélez es una persona que intenta mantener todo dentro de sus cabales, y así poder cumplir los objetivos, tanto en su vida personal como en el deporte, y además, constantemente le transmite a sus dirigidos que en sus equipos nunca puede faltar el compromiso, la exigencia y la competitividad.