Por Juan Pablo Manera
Mediocampista central o por derecha y marcador de punta tenaz, aguerrido, solidario, incansable y con gran remate de media distancia que supo destacarse en momentos difíciles de la institución. Así lo define la sección Ídolos de la página oficial de Racing. Carlos Squeo dejó una marca importante tanto en el club de Avellaneda como en el resto del fútbol argentino. Un hombre de perfil bajo que siempre fue querido en el ambiente de este deporte.
Arrancó su carrera en Dock Sud con tan solo 16 años, en 1965. Su gran nivel en el Docke, club en el que se destacó como volante derecho, lo llevó a La Academia, conjunto en el que jugó un total de 7 temporadas divididas en 3 etapas, una de ellas mientras Racing disputaba el Campeonato de Primera División B. Fue uno de los estandartes del equipo en la década del 70, en la cual jugó 306 partidos y se ubicó como el séptimo futbolista con mayor cantidad de encuentros en la historia de esa institución.
No solo los de Avellaneda lo disfrutaron en su etapa como jugador. En Boca Juniors logró el único título de su carrera, nada menos que la Copa Libertadores de América. Fue en 1978, la segunda del bicampeonato que ganó el Xeneize en esa década.
Además de su estadía en Dock Sud, Racing y Boca, Squeo pasó por Vélez Sarsfield, Loma Negra de Olavarría, Instituto, Belgrano y Alumni de Villa María. También realizó una corta experiencia en el Jalisco de México.
Y, cómo no, su perseverancia también lo llevó a vestir la camiseta de la Selección Argentina. Disputó 2 partidos en el Mundial de Alemania 1974, que fue uno de los picos máximos de su carrera. Estuvo presente en el 0-4 ante Holanda, en el que le tocó marcar a una de las figuras del momento, Johan Cruyff.
Tras retirarse del fútbol profesional se convirtió en un fiel ayudante de campo de Miguel Ángel Brindisi, con quien había compartido plantel en la Selección y en Racing (1984). Tan buena fue la relación que formaron que el director técnico terminó siendo padrino de Camila, la hija menor de Squeo.
El pasado domingo 8 de septiembre, Carlitos falleció a sus 71 años, y este suceso provocó una catarata de saludos y reconocimientos para él en las redes sociales. Gracias a su personalidad tanto dentro como fuera de la cancha, dejó una huella imborrable en la memoria de todos los hinchas argentinos.