viernes, noviembre 22, 2024

Marcos Delía, la rueda de auxilio

Por Francisco Di Giusto

El triunfo de Argentina sobre Polonia por 91-65 dejó a los dirigidos por Sergio Hernández como punteros definitivos del grupo I y clasificados a cuartos de final, en donde se enfrentarán a Serbia. Además, el plantel estará con un ojo en el encuentro de mañana entre Estados Unidos y Brasil, ya que en caso de victoria de los norteamericanos, estará asegurado el boleto para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Más allá del gran desempeño de Luis Scola esta mañana, quien anotó 21 puntos y seis rebotes, fue fundamental para el seleccionado el aporte de Marcos Delía, que selló 12 tantos, cinco rebotes y una asistencia. El nacido en Saladillo, fuera de los focos principales que enmarcan a las figuras del equipo, se ha consolidado como una pieza esencial y miembro del quinteto titular del Oveja.

El pívot que actualmente milita en la Liga Nacional Profesional de Baloncesto de México, defendiendo la camiseta del Fuerza Regia de Monterrey, estuvo desde el comienzo de su carrera con la albiceleste pegada al cuerpo. En 2009, incluso antes de debutar en la Liga Nacional para Boca, debutó para la Selección juvenil en el Sudamericano sub 17 y se coronó con el oro. Con pasaje también por un Panamericano sub 18 y Mundial sub 19, llegó a la selección mayor, donde fue avanzando paso a paso, bajo el ala de la Generación Dorada, para luego tomar la bandera luego de que los históricos comenzaran a retirarse.

Ya en 2012, obtuvo el Sudamericano, su primer título con el seleccionado, y a partir de ahí comenzó su colección de medallas que no tendría fin: dos oros (Juegos Suramericanos 2014 y Panamericanos 2019), tres platas (Sudamericano 2014, FIBA Américas 2015 y 2017) y un bronce (FIBA Américas 2013), además de haber disputado el Mundial de España 2014 y los Juegos Olímpicos de Río 2016. Con el paulatino retiro de los jugadores legendarios para el seleccionado argentino, fueron quedando plazas vacías que alguien debía ocupar, y Delía lo aprovechó. En silencio, con trabajo y con muy buenas actuaciones, se convirtió en un habitual en el plantel, adaptándose a distintas funciones dentro de la cancha, ya sea para llegar al aro o con una labor más defensiva. En los últimos Panamericanos, se consolidó como parte del quinteto inicial, aprovechando la confianza que le otorgó el técnico Hernández y canjeándola por muy buenos rendimientos. En la previa al Mundial de China, el Oveja confirmó que llevaría la subcapitanía, por detrás de Luis Scola.

En cuanto a su carrera, luego de cuatro años en Boca, migró a Obras Sanitarias, donde disputó dos temporadas marcando más de 600 puntos en ambas. Luego de su gran paso por el Tachero, emigró a la Liga ACB española, donde se calzó la camiseta del UCAM Murcia. Allí, jugó desde 2016 hasta finales de 2018, dejando una gran imagen y quizás sus mejores partidos en su carrera. Luego de seis meses donde no se destacó en el Joventut Badalona, actualmente milita en el Fuerza Regia mexicano, donde parece haber encontrado su lugar.

Lejos de los reflectores y atendiendo siempre que lo llamaron, el pívot de 27 años va camino a ser de los más destacados de esta copa con la casaca argentina. Su aporte fundamental esta mañana ante Polonia no hace más que confirmar su gran pasar, y soñar, por qué no, con el título.

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