Por Guido Fradkin
Marcos Delía, al igual que Julio Jorge Olarticoechea, otro destacado deportista argentino, nació en la ciudad de Saladillo, a más de 170 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires. Desde chico se destacó por un recurso escaso en el país: la altura. “Se hace difícil enfrentar a equipos de mayor talla, pero la Argentina nunca tuvo un pívot de 2,15 o 2,20 metros como suelen tener otros seleccionados”, declaró previo al Mundial pasado, al que llegó con 22 años, recién traspasado de Boca a Obras. Curiosamente, al país asiático también arribó con nuevo club: para sorpresa de muchos, hace menos de dos meses cambió la liga española (Joventut de Badalona) por la mexicana, para formar parte del roster de Fuerza Regia de Monterrey, el vigente campeón de la LNBP.
Campazzo-Scola-Delía. Gran triangulación para la volcada de Marcos. pic.twitter.com/8pGdPhxPEH
— CAB (@cabboficial) September 4, 2019
El pívot de 211 centímetros es el más alto de toda la plantilla argentina, motivo por el cual era indispensable que estuviera presente hoy ante las torres rusas. El salto inicial ratificó el dato: el argentino llegó antes que Vladimir Ivlev (2,07) y le dejó la pelota a Patricio Garino. El mismo Delía fue también el que rompió la sequía del partido, cuando sumó los primeros dos puntos a falta de 6’ 53’’ para el final del primer cuarto, que lo jugó -como el tercero- de manera completa. Realizó el trabajo sucio aguantando el porte de Antonov, Ivlev y Vorontsevich en defensa, y realizó su mayor producción en ataque en lo que va del torneo (13 puntos), incluso más que todo el equipo europeo en el tercer cuarto (ocho contra siete). El Chapu Nocioni, ex compañero suyo en la Selección, reconoció vía Twitter una de sus facetas: el juego silencioso.
Hace unos meses, Juan Gutiérrez, ante la pregunta sobre quiénes asumían el rol de liderazgo post Generación Dorada, manifestó: “Me parece que hay dos jugadores que de a poco van asumiendo el liderato. Uno es Campazzo, y hay un tapado que es Marcos Delía, un jugador con muchísimo criterio que contagia con su trabajo diario y su manera de manejarse. Obviamente es mucho más callado, y de cara al público en general son prácticamente desconocidos sus dotes de líder, pero los tiene”, aseguró. El desconocimiento, algo que tal vez empiece a cambiar desde hoy, día en el que fue tendencia en twitter, red social que no lo tiene como usuario -al menos públicamente-, y sea tal vez una muestra de su perfil bajo fuera (y dentro) de la cancha.
La albiceleste se enfrentará a Venezuela y Polonia en la ronda de ganadores, el viernes y domingo próximos respectivamente, ambos desde las nueve de la mañana. Marcos Delía buscará continuar con su constancia, porque llevar más de 40 partidos al hilo en la Selección no es fácil. Y ganar el reconocimiento, al parecer, tampoco.