sábado, diciembre 21, 2024

Arthur Friedenreich: Pelé antes que Pelé

Por Ignacio Maida

Arthur Friedenreich fue un futbolista brasileño que se desempeñó como jugador desde 1909 hasta 1935 cuando, con 43 años de edad, decidió retirarse. Se estima que convirtió más goles que Pelé, con quien se lo compara por su parecido físico y por sus logros.

Arthur recibió el apodo de El mulato de ojos verdes debido a que era mestizo ya que su padre era un alemán de raza aria y su madre una mulata brasileña.

Durante sus 26 años de carrera jugó en 18 clubes y ganó ocho Campeonatos Paulistas. Además, logró ser el máximo goleador de ese torneo en diez oportunidades. Dicen que anotó un total de 1379 goles contra los 1284 de Pelé, lo que lo llevó a ganarse el mote de Rey de Reyes o Pelé antes que Pelé.

Con la Selección de Brasil debutó en 1914 y llegó a disputar 23 encuentros con, presuntamente, 10 goles. En la Verdeamarelha disputó un total de cuatro Copas Américas –por entonces llamada Campeonato Sudamericano- en 1916, 1919, 1922 y 1925. Logró ganar salir campeón en 1919 -en la que se proclamó goleador con 6 tantos y además anotó el gol del título en el tiempo extra de la final-  y en 1922.

Pero no todo siempre fue color de rosas para El Tigre ya que siempre debió luchar contra los estigmas por sobre su color de piel y eso lo llevó a blanquearse la cara con polvo de arroz para que lo dejasen jugar en paz, pero eso no fue suficiente debido a que en 1920, Epitafio Pessoa, por entonces presidente de Brasil, “aconsejó” que los jugadores de tez morena no fueran al campeonato para evitar incidentes vinculados con el racismo. Y, en esa ocasión el maquillaje en la piel de Fredenreich no fue suficiente y fue marginado.

Una vez concluido ese torneo, el diario Crónica recibió al conjunto carioca, que venía a jugar un amistoso en Buenos Aires, con una caricatura de monos vestidos con la equipación de Brasil y una nota titulada “Monos en Buenos Aires. Un saludo a los ilustres huéspedes”. Esta publicación del medio argentino agravó aún más el conflicto en el seno de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF).

Resulta que al año siguiente Argentina era sede del Campeonato Sudamericano y Pessoa, a raíz del revuelo que se armó por el artículo de Crónica el año anterior, dispuso que: “al campeonato no vayan más que jugadores rigurosamente blancos”.

El resultado fue que esas dos ediciones de la Copa América el conjunto brasileño estuviera diezmado y realizara un desempeño deslucido.

Para 1922 la copa se jugaba en territorio verdeamarelho y el pueblo, cansado de los malos rendimientos, exigió la vuelta de Friedenreich y al presidente no le quedó otra que acatar. La decisión no pudo ser más acertada: Brasil obtuvo su segundo título continental y, aunque El Tigre se lesionó en el primer partido y no jugó más, el equipo recuperó su gran juego.

De allí en más Arthur Fredenreich acuñó el apodo de El mulato de ojos verdes y no paró de hacer goles hasta que falleció en 1969, con una Brasil bicampeona del mundo y con un futbolista de tez negra apodado O Rey como la gran figura del fútbol mundial.

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