martes, diciembre 3, 2024

Jajarabilla: junto a su arco sigue la flecha y en París ve un escenario medieval

Por Valentín Albano

La individualidad que conlleva el tiro con arco, lo lleva a Damián Jajarabilla, un joven marplatense apasionado en el deporte desde que su madre Alicia le compró su primer arco y su primera flecha en Mar del Plata, a imaginarse escenarios medievales mientras apunta, comentó en una entrevista para La Nación. Con su perseverancia consiguió la clasificación a París y será el primer  arquero argentino de este siglo en ir a un Juego Olímpico y el representante nacional más joven de la historia en la disciplina.

El marplatense realiza una disciplina que desde 1972 no falta a los Juegos. Consiste en tirar las flechas con el arco hacia una diana a una distancia de 70 metros y dependiendo donde se clave, se suman más o menos puntos (1 al 10). Jajarabilla parece tener un don en la arquería, como los romanos durante la época dorada del imperio, para cazar o luchar contra los persas. Él opina que si se concentra solo en competir es perjudicial. Fuera de la actividad deportiva, él comentó que aprovecha el tiempo libre para leer anime y novelas fantasiosas o medievales. Usa un muñeco de “chimuelo” en su espalda cuando compite, un personaje de la película animada “cómo entrenar a tu dragón”. 

Jajarabilla, es el distinto de los arqueros argentinos. Jano Espinosa y Lucas Pianigiani, arqueros compatriotas que lo conocen y que han competido con él, hablaron con El Equipo y coinciden en que el marplatense se destacó por su perseverancia y sus ganas de mejorar: “Él es una persona que desde siempre fue muy comprometida. Le apasiona y se dedica al tiro con arco, cosa que no es común en este deporte y menos en Argentina”, dijo Espinosa, quien compartió viajes y concentraciones con el deportista olímpico. Por su parte, Pianigiani, compañero de Jajarabilla en la selección Argentina de tiro con arco, dijo que Damián tiene mucha constancia individual: “El tiro con arco es un deporte complicado si no transmitís una personalidad fuerte, porque el entrenar solo y mantener la motivación sin alguien que  te sostenga es difícil”. Además, Pianigiani agregó que Jajarabilla logró explotar al máximo sus recursos y capacidades y que merece la clasificación porque trabajó mucho para eso.

Ángel Bello y Claudio Pafundi son los únicos representantes argentinos de Tiro con Arco que participaron en unos juegos olímpicos, los dos en Seúl 1988. Bello terminó en el puesto 81 y Pafundi en el 75. Es complicado competir contra los países potencia del deporte, que son: Corea y Estados Unidos. Sin embargo, Pianigiani tiene esperanza en “Jaja”, como lo llama él amistosamente: “Tiene la capacidad de abstraerse de cualquier foco y concentrarse en ir a tirar flechas, que es a lo que fue. Le tengo mucha fe, en parte también por esta cualidad que maneja. Seguramente le va a ir muy bien”. Espinosa, por su parte, dijo que Jajarabilla aprovechó todas las oportunidades de aprender que se le presentaron, que participó en torneos de alta competitividad como son copas del mundo en distintos países y se preparó con entrenadores de otros países para explotar su habilidad en el deporte. Damián hace 10 años que está en el tiro con arco. Dejó en claro que Jajarabilla irá preparado. 

Jajarabilla, junto a su mundo de fantasía medieval, irá a París 2024 a competir. Si bien su perseverancia y su preparación dan fe, Jano Espinosa y Lucas Pianigiani coinciden que es un deporte que requiere de “habilidades psicológicas más que físicas” porque el tiro con arco es un deporte de repetición. Los arqueros, para tirar siempre a un mismo número (idealmente el 10), deben hacer siempre la misma técnica y para hacerlo deben pensar siempre lo mismo. El manejo de la ansiedad, los nervios y la confianza en tu técnica son aspectos psicológicos fundamentales.

 

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