lunes, noviembre 25, 2024

Beach Handball: las chicas argentinas quieren gustar y ganar

Por Marcos Rados

Argentina quedó en la tercera posición en los World Games en julio de 2022, que tuvieron lugar apenas un mes después del Mundial de beach handball. En ese torneo, las Kamikazes obtuvieron el séptimo lugar. El seleccionado juvenil femenino también participó en esta última competición, donde alcanzó la quinta posición. Ivana Eliges, jugadora de la Selección y ganadora de la medalla de bronce, destacó: “Tenemos un buen nivel, de los mejores en el mundo. Hay que seguir por este camino”.

“Llegamos al beach handball, que no lo conocíamos, con los Juegos Olímpicos de 2018 porque el COI decidió achicar disciplinas como handball, rugby o básquet. Todas las que estábamos entrenando para ir al indoor terminamos en el beach, y ninguna lo conocía”, expresó Micaela Corimberto, también jugadora del seleccionado, acerca de un deporte que desconocían tanto ella como varias de sus compañeras.

Corimberto también destaca: “Yo siempre digo que lo único que tienen de parecido es la palabra ‘handball’. El beach handball es puro show y espectáculo. Eso es lo que más llama la atención. Visualmente el deporte es muy divertido”. A diferencia de su versión indoor, el que se juega bajo techo, su edición de playa tiene una cancha más pequeña, menor tiempo, menos jugadores en cancha, se divide por sets, y los goles “espectaculares”, a criterio del árbitro, valen doble. Si bien hubo un impacto en cuanto al crecimiento de esta actividad se refiere en los Juegos Olímpicos de la Juventud en 2018, sus primeros pasos en Argentina datan de 24 años atrás.

Inicios del beach handball en Argentina

Este es un deporte joven, reconocido por la IHF (la Federación Internacional de Balonmano, en español) recién en 1994. Es por esta razón que esta disciplina en Argentina no gozó de desarrollo real hasta 2006, año en el que Juan Manuel De Arma, director nacional de beach handball, fue designado por el entonces presidente Mario Moccia como el responsable de la actividad. Un año después, en 2007, Salvador Comparone se convirtió en el primer entrenador de la Selección femenina.

Esto no significa que este deporte no tuviera lugar en años anteriores. Tanto De Arma como Comparone lo disputaron en el seleccionado masculino. La “creación” de la Selección o, mejor dicho, las Selecciones mayores significa que se implementó un cuerpo técnico dedicado específicamente a los partidos del beach handball, ya que anteriormente iban íntegramente los equipo del indoor a los partidos.

El beach handball argentino había debutado en 1995 por una invitación de Brasil, país que estaba desarrollando un festival deportivo. Jugó en algunas ocasiones muy esporádicas como en los Juegos Panamericanos de 1999, primer gran escenario en el cual el país se hizo presente. De Arma afirma que se preparaban “muy poquito, éramos los jugadores de indoor que practicábamos una semana en arena”, a diferencia del tipo de entrenamiento en la actualidad por las instalaciones disponibles.

Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires e infraestructura

En 2018 ocurrió un fenómeno que cambiaría radicalmente al beach handball en Argentina: los Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires. Leticia Brunati, entrenadora del equipo femenino que se llevaría la medalla dorada en ese evento, aseguró: Buenos Aires 2018 es incomparable a cualquier otro torneo porque tuvimos una financiación mucho más alta. Por eso hubo tantos deportes con medallas. Nosotros tuvimos oro en hombres y mujeres. Fue y será el mejor Juego de la Juventud para Argentina. Tuvimos mucho apoyo y mucho crecimiento”.

A raíz de la realización de esos Juegos, el deporte argentino se preparó, como planteó De Arma, mediante la construcción de algunas estructuras. En el caso del beach handball, en 2017, en el CeNARD (Centro Nacional de Alto Rendimiento) fue inaugurada una cancha de arena que le daría muchas más posibilidades a los deportistas de playa. Creada en un principio para las disciplinas de handball, vóley y fútbol, hoy únicamente la utilizan las dos primeras ya que éste último actualmente posee muchos otros “cajones de arena”, según el director nacional de esta actividad en Argentina.

“El boom de los JJOO de 2018 significó que creciéramos con mucha más velocidad. Sin esos Juegos, muchas de nosotras jamás hubiéramos conocido este deporte. Esa decisión le hizo muy bien al beach handball. La segunda actividad más vista fue el beach handball. Hasta tuvieron que poner dos canchas más con pantallas para ver la final”, recordó Micaela Corimberto, quien fue parte de la preselección argentina para ese torneo.

Antes de la construcción de la cancha en el CeNARD, el beach handball debía entrenar en el Parque Sarmiento porteño, lugar en el que también se jugaron los partidos de los Juegos Olímpicos de la Juventud. Tras el hito que supuso obtener dos medallas doradas, varias canchas de buena calidad fueron construidas. Hay en Mercedes (creada en un principio por el programa gubernamental de las Escuelas Deportivas Argentinas, cuyo objetivo es extender el desarrollo deportivo en los jóvenes, y ahora cedida a la Confederación Argentina de Handball), en Lanús, en Vicente López, en Banfield, en el sur del país y la del Club Ituzaingó, la cual es catalogada por De Arma como la más reciente al ser inaugurada en marzo de este año. En el norte no hay canchas de calidad.

El directivo sostiene que el objetivo no pasa por la mejora de las canchas y de las instalaciones en Buenos Aires, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en distintas provincias del sur como Chubut o Neuquén, y sí por mejorar la gestión en provincias del noroeste y noreste argentino: “Rápidamente tenemos que desarrollar el norte, es algo clave que se unan al resto del país en cuanto al nivel del beach handball. Necesitamos tiempo, tenemos experiencia y un plan coherente para poder mejorar la situación. Necesitamos también sponsors privados para poder realizar todo esto”.

Leticia Brunati, coordinadora de las selecciones juveniles, expresa que hay instalaciones de alto nivel en el CeNARD, y compara a Argentina con el resto del subcontinente sudamericano: “No hay otro país que tenga una cancha de estas condiciones. Ni Brasil. Ellos directamente se concentran en ciertas ciudades costeras. Pueden entrenar fácilmente en playas, al igual que Venezuela. Pero no tienen las comodidades del CeNARD. Desde el vestuario hasta la existencia de un laboratorio”. Asimismo, se lamentó por la lejanía respecto a Europa ya que “la inversión que hacen en el deporte es otra”.

Comparone, por su parte, coincide parcialmente porque dice que el beach handball no requiere tanta infraestructura: “Solo se necesita poner un cajón de arena, dos arcos y tener algunas pelotas. Es todo montable y desmontable”. Sin embargo, aunque advierte que es “clave” que los clubes puedan entrenar más a menudo. Los objetivos que el entrenador considera que deben ser los más importantes son: tener más equipos y competencias, además de torneos para divisiones a nivel local. A nivel internacional, señala que sería muy importante que el deporte pase a ser parte de los Juegos Olímpicos.

Eliges, quien participa de la Selección desde que fuera creada, es crítica con la situación: “Es muy importante que tengamos una liga de beach handball, sin eso va a ser realmente complicado, debido a que únicamente hay competencias en verano, lo que nos deja un parate muy largo, a diferencia de lo que ocurre en Europa o en Brasil, ahí tienen circuitos y una liga bien definidas que marcan una distancia y provocan que no jueguen solamente de noviembre a marzo como nosotras”.

El circuito argentino

El circuito argentino fue creado en 2020, previo a la pandemia. Consiste en seis torneos, denominados Arena 1000, que tienen un carácter meramente clasificatorio rumbo a la Copa Argentina.

Los Arena 1000 de 2022 fueron albergados por Neuquén, Entre Ríos, Chubut, Misiones, Mendoza y Buenos Aires en los primeros días de febrero. De Arma aclara que un mismo equipo puede competir en más de una de estas competiciones hasta obtener la clasificación a la Copa Argentina, la cual está reservada para los dos primeros torneos de cada torneo. Uno de los pioneros del beach handball en Argentina añadió: “Igualmente damos wild cards para completar los 16 equipos, aunque en el femenino solo haya habido 15 este año”.

La Copa Argentina 2022 fue realizada íntegramente en Puerto Madryn, Chubut, entre el 24 y el 27 de febrero. El club campeón en la rama femenina fue IFES Fly Summer, por tercera ocasión consecutiva. El primer día de marzo inició el Sur-Centro de Clubes, competición que pretende reunir a los mejores equipos sudamericanos. En el apartado femenino hubo ocho equipos, y el ganador —el 3 de marzo— fue la Municipalidad de Avellaneda, equipo para el que jugó Micaela Corimberto, quien expresó que hay un “gran nivel” en el circuito argentino, por lo que el nivel de la Selección va a ser mayor y con más resultados importantes”.

Torneos destacados de la Selección femenina

En 2017, Argentina se quedó con la medalla de plata en esa edición de los World Games, en Polonia. Eliges, quien en ese entonces llevaba 10 años como jugadora de la Selección, aseguró que ese fue el premio por todos los años que llevaba el deporte en desarrollo. La histórica especialista —esa es su posición en la cancha— reveló qué sentía en los años previos: “A medida que íbamos avanzando, sabía que nos podíamos acercar a las primeras posiciones. A las chicas después les empecé a decir que el objetivo no era ganarles a las europeas, era ganar medallas. Porque teníamos para más como se terminó notando. Estaba segura de que llegaríamos a ese punto”.

En 2018 estuvieron los Juegos Olímpicos de la Juventud en Buenos Aires, los cuales fueron destacados como un punto de inflexión para el deporte tanto por las jugadoras Corimberto y Eliges, como por Comparone, Brunati y De Arma. Medalla de oro para un seleccionado juvenil que rápidamente pasaría a competir en los torneos de mayores.

Los Juegos Suramericanos de Playa de 2019, realizados en Rosario, también tuvieron como ganadoras de la medalla de oro a Argentina, país que nunca había siquiera obtenido un set en mayores frente a Brasil en la rama femenina, en ninguna competencia oficial. Cinco de las campeonas en Buenos Aires ya formaron parte de este plantel, ya en la Selección mayor. Ese mismo año, las Kamikazes finalizarían en la segunda posición del Sur-Centro de Maricá, máxima competición sudamericana. Ese mismo año se celebraron los World Games de Playa, evento en el que el seleccionado quedó sexto, con victoria ante la, en ese entonces, campeona Grecia incluida.

Tras el momento más álgido de la pandemia, el calendario del beach handball regresó con varios torneos en 2022. El primero fue el Sur-Centro Juvenil, en Buenos Aires, en marzo, con oro para Argentina. Luego, el mismo torneo para mayores (en mayo), en Maceió, Brasil, y las dirigidas por Comparone hicieron historia: derrotaron al local en la final, lo que supuso la clasificación albiceleste y la eliminación, por primera vez, de la gran potencia sudamericana antes de los World Games.

La tercera edición de los Juegos Suramericanos de la Juventud fue en mayo, en Rosario, y Argentina continuaría obteniendo grandes resultados al lograr una nueva medalla de oro. Brunati enfatizó en que hubo nuevamente un gran apoyo económico, al igual que en Buenos Aires 2018: “Gracias a eso y al trabajo en conjunto con la Confederación Argentina de Handball y el Ente Nacional de Alto Rendimiento (ENARD) obtuvimos enormes resultados. Por eso ya ahí vimos que había que aspirar a las semifinales en los mundiales juveniles a corto plazo”.

Un mes después, comenzó el Mundial Juvenil de Beach Handball en Grecia. Los resultados teñidos de dorado obtenidos a nivel juvenil en Buenos Aires 2018, el Sur-Centro Juvenil y los Juegos Suramericanos —estos últimos de 2022— provocaron, según Brunati, quien dirigió al seleccionado en el torneo en suelo griego, que el mundo considerara a Argentina un país fuerte: “Recibimos varios elogios. No nos favoreció el cruce y nos tuvimos que conformar con el quinto puesto, estamos para más”.

El Mundial de Adultos en Grecia tuvo como resultado, a las dirigidas por Comparone, con el séptimo puesto. El técnico aseveró que la falta de “roce internacional” fue un inconveniente respecto a las selecciones europeas. Sin embargo, sí remarcó que había una base sobre la cual construir, y que esa posición sabía que la iban a mejorar en los World Games de julio.

Dicho evento fue organizado por la ciudad estadounidense de Birmingham, y es el último torneo que disputó la Selección argentina femenina. Un nuevo podio en los World Games, esta vez con la medalla de bronce (foto). Eliges se lamentó por no haber llegado a la final: “Nos merecíamos ser finalistas por la riqueza y la variedad de nuestro juego. Incluso creo que tenemos más variantes que las finalistas de los World Games, Noruega y Alemania”.

Expectativas a futuro

Leticia Brunati es parte de las reuniones que determinan los pasos a seguir para este deporte junto a Juan Manuel De Arma y Salvador Comparone. Ella considera que el objetivo es mantener a la Selección al nivel continental actual (peleando siempre con Brasil por el oro): La idea es acceder a todas las finales. Eso sí, en los mundiales nos falta un poco más de experiencia para poder meternos ahí. Es difícil, pero primero tenemos que ver el desarrollo interno. Ahora salió el primer curso de entrenadores de beach handball que va a dar a más y mejores técnicos”.

Corimberto es clara respecto a su posición acerca del futuro deportivo del beach handball argentino en el plano internacional: “Yo creo que estamos en otro nivel que hace que otros países nos vean como una amenaza. Nos ganamos un respeto y saben que le podemos ganar a cualquiera. De a poco nos vamos a meter entre las potencias”.

Podemos ser potencia, nos falta estar un poco más arriba. Siempre estamos ahí, dando batalla con un juego dinámico y atractivo. Capacidad tenemos, nos falta ganar algunos partidos importantes. La experiencia con más torneos nos va a ayudar a ser mejores”, cerró Comparone, entrenador de la Selección.

 

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