domingo, diciembre 22, 2024

Cestoball, el deporte argentino que busca crecer

Por Marcos Rados

En líneas generales, es un deporte que se asemeja al básquet. Sin embargo, las
diferencias radican en que los jugadores no pueden picar la pelota (la cual no rebota
al estar recubierta con material sintético o cuero, y rellena con estopa o materiales similares), únicamente tienen permitido dar dos pasos, el máximo de tiempo con el balón en su poder es de tres segundos y sólo pueden darle el pase a un compañero que esté a, por lo menos, dos metros de distancia. El objetivo es anotar en el cesto—cuya altura es de 3,30 metros y el diámetro, de 50 centímetros— defendido por el rival, situado a 5 metros del límite del fondo.

La cancha mide 28 metros de largo y 16 de ancho. La línea central define cuál es la
zona defensiva y la ofensiva, con el aro propio y el custodiado por el rival
respectivamente. A 10 metros del fondo de la cancha se marca la raya penal. Los
equipos están conformados por seis jugadores titulares, mientras que hay dos
árbitros, uno para cada mitad de cancha.

Los partidos son disputados con dos tiempos netos de 20 minutos, con un intervalo
de 5 en el medio. También hay tarjetas: amarilla para advertir, roja para expulsar y
ambas cruzadas significan la salida del jugador de la cancha durante tres minutos.
Estas últimas dos sanciones dejan al equipo del infractor con uno menos.

Los goles valen dos puntos si son de campo o tiro libre en zona de ataque (como en
el básquet), al igual que en el penal y el lanzamiento técnico. En el caso de ser
desde la demarcación defensiva, las anotaciones sumarán tres. Una falta a un
jugador en acción de lanzamiento, en contraste con una infracción común, deriva en
pase o tiro directo, según decida el que la haya recibido. Una quinta falta significa un
lanzamiento desde la línea penal, del mismo modo que una sexta, con la diferencia
de que el infractor tendrá que ser reemplazado sin regresar en el encuentro.

El cestoball nacional

A diferencia de deportes como el fútbol, el básquet, el rugby, entre otros, el
desarrollo del cestoball es, sobre todo, en la rama femenina. El periodista y
secretario de la Asociación Internacional de Cestoball, Juan Payllalef, aseguró que,
en un principio, esta disciplina era vista para ser jugada por mujeres.

Por lo tanto, hay una disparidad en cuanto a la cantidad de divisiones de un género
respecto al otro: el femenino tiene dos categorías para menores (sub-14 y sub-17) y
las dos divisiones más importantes (Liga A y Liga B). A diferencia de la única que
existe en el masculino.

Valeria Gaccio, jugadora de la Selección Femenina, aseveró que es un reflejo de la
importancia del cestoball como actividad, anteriormente, disputada por mujeres:
“Empecé a jugar en 2004, con 5 años, y llegué a jugar en sub-14. Lo conocí gracias a que lo jugaban mi mamá y mi hermana. Que sea uno de los pocos deportes
principalmente femeninos lo hace más especial para mí”.

Las competencias de máxima importancia a nivel país adquieren el nombre de Liga
Nacional, es decir, son jugadas por los equipos clasificados por cada federación
provincial. Los más recientes campeones fueron el Club Ciudad de Buenos Aires, el
18 de septiembre, y Dorrego de Santiago del Estero en el femenino (32 ediciones en
total) y masculino (7) respectivamente.

Por otro lado, existe el Campeonato Argentino, en el que cada provincia compite en
todas las categorías contra las demás. Según Federico ‘Chipi’ Véliz, jugador del
seleccionado argentino, dicho torneo —que se juega una vez al año— determina
quiénes integrarán la Selección que representará al país, al estar allí la gente “con el
nivel más alto”. En la última edición participaron Capital Federal, San Luis, Santiago
del Estero, Buenos Aires, Corrientes, La Pampa, Córdoba, Tucumán, Chaco,
Misiones, Salta y La Rioja.

Otras provincias como Jujuy y Entre Ríos conforman aún su Federación, mientras
que las demás se encuentran actualmente en la etapa inicial de los trámites para ser
parte de la Confederación Argentina de Cestoball (CADC), ente rector del deporte
en el país. Estas regiones contrastan con Capital Federal y Tucumán, señaladas por
Payllalef como los lugares con mayor cantidad de equipos, competencias y nivel.

El creador de la página “Cestoball Argentino” remarcó que esta disciplina también
tiene una versión de playa y una adaptada. La primera se juega principalmente en las provincias desde La Pampa hacia el norte, con regionales que clasifican a una
final nacional. Por otro lado, su modalidad adaptada sigue en un “desarrollo inicial”,
con reglamento oficial y presentado, pero sin competiciones oficiales aún.

Una de las muestras de avance del cestoball en estos últimos años radica en que se
está buscando jugar un partido contra Bolivia (masculina y femenina). Aún no está
confirmado al depender de la logística que puedan trazar. Sería la primera vez que
Argentina dispute un encuentro ante otro país luego de 9 años: la última ocasión se
dio en el Sudamericano 2013 contra Paraguay en Asunción.

El cestoball internacional

El progreso internacional de este deporte permitió la realización de un Mundial a
desenvolverse en 2023, organizado por India. El mismo será jugado por ocho
países, cada uno con su seleccionado femenino y masculino. Los participantes
serán, en un principio, los que se inscriban y sean aceptados por la Asociación
Internacional de Cestoball.

“Más allá de un resultado deportivo, que es lo de menos aunque Argentina sea
candidata, la expectativa es generar impacto a nivel mundial y motivar la
participación de más países”, expresó Payllalef, quien, además, destacó que los
cuatro países con mayor avance son India, Kenia, Francia y República Dominicana.

El secretario de la Asociación Internacional de Cestoball hizo énfasis en que la
prioridad es lograr la inclusión en los eventos internacionales, como los Juegos
Olímpicos, además de hacer una Copa del Mundo propia: “Sería ideal entrar a los
World Games (comprende deportes y disciplinas deportivas que no tienen lugar en los Juegos Olímpicos) u otras competiciones dentro de los próximos 10 años”.

Instituciones

Véliz pondera el trabajo de la CADC desde su punto de vista como jugador:
“Personalmente, me parece que la gestión es excelente. Se organizaron cursos,
capacitaciones, campus, contactos con otros países del mundo, gestiones de becas
deportivas y otros trabajos que son para aplaudir de pie”.

El taficeño fue uno de los becados por la Secretaría de Deportes de la Nación el 26
de mayo de 2021, día histórico para el cestoball al tratarse de un hecho inédito.
Actualmente, los jugadores de los seleccionados de ambas ramas reciben esta
recompensa. “Cuando recibimos la noticia, los jugadores no lo podíamos creer. Fue,
es y será algo histórico en nuestro país, y ojalá que sea el puntapié para continuar
creciendo”, subrayó el jugador albiceleste.

También fue parte del reconocimiento Gaccio, quien sintió que era un premio al
esfuerzo económico de los jugadores. Asimismo, recalcó lo que significó la beca:
“Justo en 2021 no hubo viajes, pero fue muy importante porque ayudó a comprar
ropa para jugar en cuanto volviera la competencia. Y ahora que está todo
normalizado nuevamente, es de mucha ayuda para solventar los gastos de viajes”.

Económicamente, el cestoball —al menos por el momento— no es un deporte
rentable para los jugadores. Los clubes no les pagan por representarlos y los
torneos tampoco otorgan premios en este sentido, lo cual significa que quienes lo
disputan necesitan otro trabajo para seguir haciéndolo.

Por su parte, Payllalef ve a la Confederación quedándose “felizmente” chica debido
al crecimiento del deporte. “El objetivo debería ser que se juegue en más lugares,
además de brindar el apoyo y el conocimiento para que todas las provincias sigan
creciendo. A esto mismo debe apuntar la Asociación Internacional”, planteó.

Respecto a esa entidad, el periodista recordó que en 1986 se cambió el nombre de
“pelota al cesto” a “cestoball” con el fin de darle un “toque internacional”, para ser
más vendible y visible al deporte. Explicó que en 2019 empezaron contactos con
India, por lo que arrancó la expansión por Asia. Desde ese momento, y con el
interés de países como Kenia o Zimbabue, comenzó la idea de hacer una
Federación internacional, finalmente concretada en 2021.

La presencia del cestoball

Payllalef enfatizó en la importancia de los organismos nacionales al afirmar que
deberían apoyar al deporte. Respecto a esto, sostuvo que sí se logró en “algunas”
provincias, y que el cestoball incluso consiguió ser uno de los deportes más
practicados en Argentina, por detrás del fútbol, el básquet, el vóley, el handball y el hockey porque se practica en varios colegios a lo largo del país.

“Hay una buena predisposición por parte de todo el ‘mundo cesto’ para hacer
campus y cursos para potenciar el deporte, ya sea en modalidad virtual o presencial
con el fin de tener más árbitros y jugadores”, añadió Gaccio, quien también aseguró
que muchos de estos espacios fueron y son organizados por las federaciones
provinciales.

Finalmente, Véliz manifestó que el cestoball merece un lugar en los medios: “Es un
deporte argentino y un baluarte argentino creado por uno de nosotros que se juega en todas partes, que debería ser conocido por todos y todas. Ojalá podamos seguir
así para llegar a más gente y que un deporte creado acá alcance la mejor posición
posible”.

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