Tomás Rajneri
Los dirigidos por Aristóbulo Deambrossi llegaron con más desgaste encima porque en ese momento el formato del certamen favorecía al campeón de la edición anterior. Los ocho participantes se repartían en tres grupos y los punteros se clasificaban a semifinales, instancia en la que esperaba el cuadro paulista. El Xeneize finalizó primero en el grupo 3 que compartía con Olimpia y Universidad de Chile, y en la instancia siguiente eliminó a Peñarol.
La ida en el Maracaná tuvo como protagonista al equipo paulista, que en menos de 30 minutos del primer tiempo ya ganaba 3-0 con dos goles de Coutinho y uno de Lima. En el complemento, el equipo de la Ribera descontó con un doblete de José Sanfilippo. El equipo dirigido por el francés Marcel Albert Bois fue superior, pero la serie quedó abierta.
En el partido de vuelta, Boca sorprendió con un gol de Sanfilippo, pero el Santos sacó a relucir toda su jerarquía y dio vuelta el partido 2-1, y se consagró campeón por segundo año consecutivo del máximo certamen continental. Luego del partido, “O Rei” expresó su asombro y admiración por el club Azul y Oro: “Jugué en todos los estadios del mundo, pero jamás sentí un terremoto cuando un equipo sale al campo como en La Bombonera”.