Por Nahiara Toledo
Un 14 de septiembre, pero de 1977, Boca Juniors se consagraba campeón por primera vez en su historia de la Copa Libertadores de América luego de vencer a Cruzeiro en un partido de desempate que se definió por penales en el Estadio Centenario de Montevideo y que tuvo como figura a Hugo Orlando Gatti en el arco Xeneize.
El partido de ida se disputó en la Bombonera y el equipo dirigido en ese entonces por Juan Carlos Lorenzo se llevó la victoria por 1-0 con el gol de Carlos Veglio, pero en la vuelta sufrió el mismo resultado en contra en el Mineirão. La historia se definiría en una cancha neutral y se eligió que tuviera lugar en suelo uruguayo.
Frente a un estadio con aproximadamente 60 mil hinchas, el plantel de Boca se formó de la siguiente manera: Hugo Gatti en el arco; Vicente Pernía, José Luis Tesare, Roberto Mouzo y Alberto César Tarantini en la defensa; Jorge Benítez, Rubén Suñé, Mario Nicasio Zanabria y Ernesto Mastrángelo en el mediocampo; Carlos Veglio y Darío Felman en el ataque.
El Xeneize buscaba su revancha, luego de haber perdido en su primera final de Libertadores contra Santos en 1963 y así fue… Tras el empate de 0 a 0 en los 90 minutos, sumado al alargue, la historia concluyó en una tanda de penales.
Boca y Cruzeiro no se sacaban diferencias, en el equipo del “Toto” Lorenzo convirtieron Mouzo, Tesare, Zanabria, Pernía y Felman. Por su parte, en el equipo brasileño marcaron Darci Menezes, Neca, Morais y Livio. Fue en el último penal de la serie cuando Hugo Gatti le atajó el remate a Vanderley y le dio el título al conjunto azul y oro.
Ahí empezó todo. Aquel 14 de septiembre de 1977 quedó grabado para siempre en la memoria de los hinchas porque el Boca Juniors de Lorenzo, Veglio y Gatti alcanzó la gloria y no solo significó la revancha de una final perdida, sino también el nacimiento de una mística que abrió un camino de grandeza que luego se repetiría con otras cinco conquistas continentales.