viernes, mayo 3, 2024

Tamara Vital, una mujer de fierro

Por María Lucía Sandoval

El sol empieza a salir en el horizonte. Olor a café y medialunas. Una foto que podría ser de una casa de familia un domingo a las diez de la mañana, pero es la postal de una joven promesa en la dirección de un equipo de automovilismo. Se acerca la hora de largada y el sonido de los motores, sumado al murmullo de los mecánicos, se empieza a escuchar cada vez más fuerte: se combinan y aceleran al ritmo de sus corazones. Los autos se acercan a la pista. Semáforo rojo, 3, 2,1, luz verde: largaron. Sus pulsaciones, a pesar de estar abajo del auto, también aumentan con la velocidad en la pista.

Es la primera vez que una escudería argentina conformada íntegramente por mujeres se lanza a competir en un mundo dominado por hombres como el automovilismo. Ahí está Tamara Vital, directora y encargada del equipo Vitarti Girl’s Team en el Top Race Junior. “Arranque en el mismo puesto en la escudería R36 Team, pero acá eran todos pilotos y mecánicos hombres”, resalta Vital. La escudería R36, que le abrió las puertas, es ahora su vecina en los boxes. Rodrigo Ortega, dueño de R36 y amigo de Vital, fue uno de los que le dio una mano para emprender este nuevo camino, un hito en el automovilismo. “Él -dice Vital- me dio algunas herramientas para probar ahí y ahora me da una mano en el mío”.

-¿Tenés algún referente en tu puesto?

-No tengo ningún ni ninguna referente en mi puesto, pero sí miro mucho lo que hacen los demás equipos que están en el Top Race hace años y también a los de las categorías de afuera porque se aprende mucho de allá.

El estilo único de Vital al mando del Vitarti Girl’s Team marca historia en Argentina en un contexto en el que el rol de la mujer empieza a resurgir aún más. Pero además, para coronar esta presentación oficial, la piloto Rocío Migliore consiguió el segundo lugar en la primera carrera oficial del 2021 en el Autódromo Oscar y Juan Gálvez el 4 de abril. El auto blanco con detalles en rosa y celeste rugió como nunca. “No hay género para un deporte”, dice Vital, no como un lema, sino como la visibilización de la inclusión en el ámbito deportivo. Según estadísticas nacionales brindadas por las diversas asociaciones, hasta 2021 más de 150 pilotos de sexo femenino corren desde las categorías zonales hasta los campeonatos de karting, “teloneros” de otras competencias como el TC Mouras.

A Vital, la vida le deparaba un futuro en los autódromos pero nunca imaginó que sería de esta magnitud. El lugar al que de chica iba con su padre, madre y hermanos a alentar a la marca Chevrolet se convirtió en su segundo hogar y ahí emprendió un hito para miles de chicas y chicos fanáticos de los motores. “Nunca se me pasó por la cabeza el pensamiento de llegar a marcar historia en el automovilismo nacional porque la verdad que fue todo muy normal desde la creación y la comunicación con mis pilotos -admite-. Como dice el dicho: ‘El tiempo ubica a las personas en los lugares correctos’”.

Mediante las redes sociales, Vital conoció y comenzó el trato con algunas de sus pilotos y mecánicas. A las demás las conocía de los autódromos. Terminó de conformar su Team con Valentina Funes, Agustina Mattio y Rocío Migliore frente al volante. A diario y en plena pandemia fue poniendo a prueba todo lo que conlleva formar un equipo, algo que para ella es una rutina normal porque la costumbre de estar vinculada con el deporte la lleva en la sangre. Sin embargo, el día que le cayó la ficha de lo que estaba pasando fue el del debut, el 4 de abril en el Autódromo de Buenos Aires. “Al principio estaba súper relajada porque sé manejarme acá en distintos rubros, pero el domingo empecé a caer de lo que estábamos viviendo”, confiesa.

La incorporación del Vitarti Girl’s Team destaca un antes y después dentro y fuera de las pistas. Los pilotos, acostumbrados a competir entre ellos mismos, se alegraron de que se marque este suceso en el automovilismo y se incremente la presencia femenina. Facundo Di Gennaro, piloto del Yerobi Racing Team en el Top Race Junior, la conoce a Vital y no duda en demostrar la emoción: “Cuando me enteré que llegaba al Top Race Junior me puse muy contento porque a pesar de que no tenga mucha trayectoria, ver a un equipo completamente de mujeres es algo totalmente innovador”. Di Gennaro destaca que esto evidencia que así como ella puede, muchas jóvenes también son capaces y que el automovilismo no es un deporte de hombres.

“Cuando veas que es 99% imposible, ten el 1% de fé”, dice Vital. La frase la escuchó de una piloto mexicana y desde ese momento se convirtió en su inspiración diaria para todos los aspectos de su vida. Vital quiere traspasar el legado a las demás mujeres que sueñan con llegar en algún momento a las máximas categorías en cualquier rol, pero dice que las oportunidades son limitadas por cuestiones de género: “Estamos haciendo algo copado que puede ayudar a generar que más chicas se sumen. A veces no es miedos, sino posibilidades”.

Si hay algo que diferencia su escudería son sus cualidades de empoderamiento y su nombre tan distintivo: “Vitarti” proviene de cómo se llama el taller mecánico del que es propietaria y maneja con su novio en Tandil, donde juntaron sus apellidos para formarlo en uno solo; mientras que “Girl” -chica en inglés- fue seleccionado como una palabra que las diferencie del resto e identifique, además que es femenina. La opción terminó siendo “Girls” ya que las que eran en español no llegaban a convencer.

Esta disimilitud es solamente en el cómo se identifica a la hora de estar en la grilla de partida porque fuera de eso, sus colegas de rubro, al igual que los pilotos, están muy felices de compartir la profesión. Alejandro Leguizamón, propietario del DM Team en el Top Race Junior, resalta que este hito demuestra algo que siempre tuvo que haber estado presente en la sociedad: que las mujeres están igual de capacitadas que los hombres. “Es cuestión de actitud y tiene que ser algo natural que ocupen este lugar dentro del automovilismo -dice Leguizamón-. El caso de Vital es un ejemplo”.

No todo es fácil en cualquier ámbito ya que el machismo de alguna forma u otra está presente. Ser la cara visible del equipo conlleva a que también cumpla el rol de buscar los sponsors que aparecen en el ploteado del auto y no es tarea difícil. Al ser una escudería novata, las empresas femeninas aún no creen que existan pilotos mujeres que corran. “No es un trabajo simple aunque se piense que al ser nuevas va a ser más accesible. Es otra puerta cerrada dentro del automovilismo”, explica Vital.

La realidad es distinta a la que se vive en el extranjero, donde ciertos temas quedaron en el siglo pasado, pero en la Argentina todavía se hacen presente porque las empresas no creen que la pasión por los fierros corra por sangre femenina. Pero no es obstáculo para Vital. “El Vitarti está contando con mucho apoyo de los habitantes de los pueblos que somos cada una. A través de los sorteos y rifas que hacemos, la gente aporta entre 200 y 300 pesos, o aportan con el bono contribución. Entonces con este granito de arena se nos hace más fácil concurrir a las carreras hasta que la situación se normalice y las empresas confíen en nosotras”, dice Vital. Se estima que para disputar una sola fecha en el Top Race Junior 2021 se necesitan alrededor de 450.000 pesos.

La mirada empresarial no es la única machista. Muchos y muchas fanáticas del automovilismo juzgan que una mujer no puede manejar un equipo o un auto por el simple hecho de ser del sexo contrario al acostumbrado a ver en la pista o por alguna mala maniobra en los boxes. Las redes sociales son un reflejo de la sociedad que critica, que discrimina, que odia. “El machismo está fuera del deporte porque dentro está siempre la mejor predisposición. Ahí estoy súper tranquila porque siempre supe que de este lado esto no iba a pasar”, plantea Vital y establece un paralelismo respecto al recibimiento de sus compañeros con el de cierto sector de simpatizantes.

Hace cerca de una década que Tamara Vital viene formando parte del Top Race Junior pero la aparición del Vitarti fue sorpresiva hasta para sus propios amigos. Julián Ronaldo García, quien además de ser compinche de Vital es periodista en Carburando – principal medio de comunicación de la Argentina que cubre al deporte motor -,  muestra las veces que a Tamara los planes no se le daban: “A veces me contaba por WhatsApp que estaba armando un proyecto nuevo y quizá no se concretaba después. La recompensa llegó y ahora es un ejemplo para que más mujeres incursionen en el automovilismo”.

La vida tarde o temprano premia porque los motores empiezan a despertarse, y la historia a acelerar. Para Vital, el Top Race Junior es una familia en la que la paridad y la transparencia son las principales cualidades. “Mi deseo es seguir escalando en la categoría y tener a los tres autos dentro de la máxima, donde los motores son V6, pero también me gustaría estar en el Super TC2000”, dice. Como enuncia la famosa frase de Antoine de Saint-Exupéry, escritor de El Principito: “Haz de tu vida un sueño, y de tu sueño una realidad

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