Por Matías Pennacchio
La regatista Lourdes Hartkopf, quien se clasificó a Tokio junto a Belén Tavella este año en Mar del Plata en la carrera 470, comentó que la suspensión de los juegos le dio tranquilidad para prepararse mejor. Además, contó su experiencia en entrenar a chicos los fines de semana por zoom y porque se trasladó de Misiones a Buenos Aires y como fue su periodo de adaptación.
-¿Qué sensaciones tenes de haber clasificado a Tokio? y son tus primeros juegos ¿Cuál es la expectativa?
-Que se hayan retrasado un año permitirá qué lleguemos mucho mejor de lo que íbamos a llegar. Porque teníamos todo planificado y de golpe se cancelaron todos los eventos y no se podía navegar. La expectativa es ganar mucha experiencia, aprender un montón y ojala pueda conseguir un buen resultado.
-¿Cuál es el objetivo?
-La idea es llegar entre los primeros diez puestos pero hay que seguir entrenando. No se va ser fácil pero se puede.
-¿En qué tiene que mejorar?
-En la técnica del barco y también tenemos que subir de peso porque el barco necesita un peso y estamos muy livianas y trabajamos para que los días de vientos nos vaya mejor.
-¿Están con una nutricionista?
-Sí. Nos hace una dieta y nos dice que se puede pero tenemos cumplir.
-¿Cómo fue entrenarte en tu casa?
-Los primeros meses hacía rutinas que me mandaba mi preparador físico sin ningún elemento, después de mayo el Enard nos mandó cosas del gimnasio (mancuernas, barras, disco) y ahí pudimos hacer una rutina mejor y una vez que volvimos a entrenar no perdimos masa muscular.
-¿Cómo fue volver a entrenar?¨
-Estuvo bueno. Estamos yendo dos veces por semana, antes íbamos 2 horas, y ahora 1:30 pero esta bueno porque estamos muy juntos de vuelta. Además, está nuestro preparador físico y nos puede hacer un mejor seguimiento.
-Extrañaron el agua ¿cómo fue volver y que sentiste?
-Fue muy lindo volver a navegar al aire libre no había nadie en el rio. Ahora estamos los siete días y fue de golpe porque nos sacaron eso y quedamos encerrados en nuestra casa.
-¿Te preocupaba mucho?
-Sí. Porqué no sabía en que nivel íbamos a volver ni como íbamos a estar ,no nos costó tanto el tema de llevar el barco. Lo que nos costó fue adaptarnos al ritmo y nos cansamos muy rápido y tardamos un mes en volver a la normalidad.
-Se clasificaron en febrero en Mar del Plata ¿Qué sentiste?
-Estaba muy contenta y no me di cuenta de lo que era sentía y lo tomé como un campeonato más.
-¿Porque sentías que era un campeonato más?
-Cuando empezó el torneo ya sabíamos que estábamos clasificadas y porque un juego olímpico es distinto.
-Te viniste a Buenos Aires a estudiar ¿Cómo fue adaptarte?
-No me costó mucho porque tenía familiares acá. Cuando vine vivíamos juntas con mi hermana. Mi papá nos venía a visitar así que me sentí cómoda.
-¿Solo por estudio?
-Sí.
-¿Como fue tu vida en ese proceso?
-La carrera de comercio exterior la hice en 4 años pero al mismo tiempo seguía navegando y entrenaba todos los fines de semana ,más como hobby, para competir acá pero fue una linda época porque conocí nuevas amigas y cuando me recibí me sentí muy contenta.
-¿Fue difícil venirte acá?
-No. Ya lo tenía decidido que apenas terminaba el colegio me venía para acá y me quería venir porque no quería estar allá.
-¿Por qué te viniste?
-Venir a una ciudad grande, formarme acá en una universidad y poder ser más independiente, te abre un poco la cabeza.
-¿En qué te hizo abrir la cabeza?
-En estar sola. Si necesito algo lo tengo que hacer yo y no que lo haga alguien. También crecer intelectualmente, conocer gente nueva con otra forma de pensar o en otra formación y cuando llegué a la facultad mis amigas habían visto materias que no había visto. Llegué atrasada.
-¿Cómo fue trabajar en una empresa?
-Fue muy buena. Aprendí un montón, nada que ver a lo que vi en la facultad. Era una empresa chica y a mi medio era lo que había estudiado. Sabía que tenía que hacerlo bien que era todo a pulmón porque si algo salía mal la empresa tenía que pagar.
-¿Trabajar te hizo crecer?
-Si seguro. Fue mi primera experiencia laboral, crecí un montón en el manejo, en tener un jefe y como reportarme. Crecí un montón pero me falta mucho para aprender.
-¿Cómo fue esa experiencia? ¿Qué destacas?
-Fue muy buena, aprendí mucho. No creo que vuelva a esa empresa o a otra en otra área. Yo hacía importaciones y ahora me gustaría hacer exportaciones. Me quedé con una buena relación con el jefe y me llamó para ver si quería volver pero justo estaba navegando y le dije que no.
-¿La idea es quedarte acá?
-Sí por el momento. La idea es volver a competir. En marzo tenemos el mundial que se hace en Portugal y a fin de mes hay otro campeonato y en abril y mayo hay dos torneos, si se hacen en Francia y después ir a Japón.
-¿Cómo te ves a volver a competir?
-Va ser duro. Porqué no competimos en una flota muy grande desde hace un año en el mundial y tampoco tuvimos muchos campeonatos y va ser bueno, necesitamos correr. En nuestro deporte, entrenar no es lo mismo volver a competir.
-¿Porque?
-Competir te hace ganar experiencia en otras cosas.
-¿Qué expectativa tenes para el año que viene?
-Esperamos viajar para competir es lo que más queremos.
-¿En qué pudiste aprovechar en tiempo en tu casa en algo que no hacías?
-En poder estudiar cosas en navegación que normalmente no lo hacía porque llegaba cansada a mi casa.
-¿Como fue esa experiencia de entrenar a chicos por zoom?
-Fue raro. Al comienzo fue difícil, le tuve que agarrar la mano y me costó 6 meses. Entreno a chicos de 15 a 20 años como que ellos no se querían conectar a zoom y al final ya estaban casados porque no querían entrenar por zoom.
-¿Se acostumbraron?
-Sí. Pero estaban cansados era todo por zoom porque se aburrían.