jueves, noviembre 21, 2024

El patrón de abusos sexuales en la NFL sale a la luz

Por Ramiro Ohana

Tras anunciar el abandono del nombre “Redskins” por ser considerado racista y ofensivo para la comunidad nativa estadounidense, una nueva polémica vuelve a rodear a la franquicia de la NFL. El Washington Post recogió y sacó a la luz el pasado jueves los relatos de 15 antiguas empleadas del equipo que denunciaron distintos tipos de agresiones verbales y acoso sexual por parte de ejecutivos de los Washington Redskins.

Los reclamos sucedieron entre 2006 y 2019, durante gran parte del mandato de Dan Snyder. De las 15 mujeres que han contactado con el periódico de Washington, 14 han permanecido en el anonimato, ya que firmaron contratos de confidencialidad y tendrían que afrontar multas si hablaban mal del equipo. Solo una ha rebelado su identidad. Ella es Emily Applegate, que fue coordinadora de marketing de los Redskins entre 2014 y 2015, y define su tiempo en el equipo como “la experiencia más miserable de mi vida”.

De todos los actos relatados, los más frecuentes fueron los insultos, los comentarios sexuales y las obligaciones de usar vestimenta llamativa y sensual. “Me decían puta estúpida, que llevara vestidos ajustados a reuniones con clientes para que los hombres en la habitación tuviesen algo que mirar. Me agarraban la cola en los palcos durante los partidos y en la entidad había total indiferencia acerca de ello”, comentó una de las mujeres que se mantuvo en incógnito.

Con los testimonios de las antiguas empleadas de los Redskins, son varios los miembros de la franquicia sobre los que se centra la investigación del Washington Post. Algunos de ellos son hombres del círculo más cercano de Snyder. Otros son empleados del equipo que llevaban varios años en la entidad.

El primero de ellos es Larry Michael, vicepresidente de contenido y voz de la radio oficial del equipo hasta julio, cuando, tras los intentos del Washington Post para contactar con él, repentinamente decidió “jubilarse”. Las testigos coinciden en que Michael frecuentaba comentarios fuera de tono acerca de la apariencia física de varias mujeres. “Siempre las trataba como objetos, de una manera despectiva. Yo no sabía qué hacer, solo temblaba al verlo”, dijo un antiguo empleado del equipo.

El siguiente nombre protagonista en este escándalo es el de Alex Santos, director de personal, que recurría a los comentarios inapropiados sobre los cuerpos de las mujeres y en constantes intentos de salir con ellas. En 2019 fue investigado cuando una reportera de The Athletic le comentó al equipo los comentarios que Santos había hecho sobre su cola, además de los numerosos intentos para tener una cita con ella. Otra periodista, por aquel entonces en el Washington Times, contó que Santos le había dicho que “tenía una gran cola para ser una chica blanca tan pequeña”. En julio, tras 13 años en el equipo, Santos fue despedido.

Richard Mann es otro hombre que aparece en varios relatos de las trabajadoras. Era el mejor reclutador que asistía a Santos, y como su jefe, fue despedido tras nueve años en los Redskins. El portal estadounidense publicó varios mensajes de contenido sexual de Mann a sus empleadas. En uno de ellos, el reclutador le comentó a una de las chicas que había estado debatiendo con otros trabajadores si sus pechos eran operados. En otro mensaje, Mann le pedía a una mujer “un abrazo inapropiado”, a lo que seguía con un “no te preocupes, en mi bolsillo habrá una abrochadora, nada más”.

El cuarto nombre envuelto en esta polémica es el de Dennis Greene, antiguo presidente de operaciones comerciales. Las mujeres contactadas relatan cómo Greene las forzaba a llevar blusas escotadas y faldas ajustadas a las reuniones, además de tener que coquetear con los clientes para así vender más palcos. Con 17 años de experiencia en el club, Greene abandonó los Redskins en 2018, cuando un reportaje del New York Times desveló los abusos que sufrían las animadoras del equipo.

Mitch Gershman es el último empleado implicado. Antiguo director de operaciones de los Redskins dejó la franquicia en 2015. Los testigos remarcan sus continuos insultos acerca del rendimiento de sus empleadas acompañados de varios piropos. Applegate también recordó las órdenes que recibió de Gersham, sobre cómo llevar siempre tacones y vestidos ajustados, además de las constantes preguntas que hacía a las mujeres sobre su vida amorosa. Gersham fue el único que atendió la llamada del Washington Post, en la que rechazó las acusaciones. “No puedo hablar de algo que no recuerdo. Los Redskins eran un gran lugar de trabajo, y lo siento si alguien se sintió verbalmente ofendido”, comentó.

Dentro del equipo, silencio. Nadie se atrevía a denunciar estos sucesos. Applegate cuenta cómo Eric Schaffer, asesor general y vicepresidente de operaciones, fue el único que habló con ella sobre estos incidentes, y se ofreció a dar su testimonio o contactar con un abogado para que Applegate denunciase, aunque ésta rechazó la propuesta porque deducía que, de hacerlo, ambos perderían sus puestos.

Quienes no aparecen vinculados directamente, aunque sí son mencionados, en los relatos son Daniel Snyder, propietario del equipo, y Bruce Allen. Este último era el hombre de mayor confianza de Snyder, y ocupó varios puestos en la franquicia entre 2010 y 2019, entre ellos el de director general hasta su despido. “Creo que Bruce lo sabía. Me sentaba a diez metros de él, me veía llorar en la oficina varias veces por semana”, relató Applegate.

Ante el destape de esta noticia, Snyder dio a conocer su parecer sobre esta denuncia a través de un comunicado y partió señalando que “el comportamiento descrito en el artículo del Washington Post no tiene lugar en nuestra franquicia o sociedad”. A lo que le agregó: “Esta historia ha fortalecido mi compromiso de establecer una nueva cultura y estándar para nuestro equipo, un proceso que comenzó con la contratación del entrenador Rivera a principios de este año”.

Ron Rivera, entrenador del equipo, también dio su opinión sobre lo acontecido, pero se ha limitado a comentar: “Tenemos que avanzar en esto. Mi hija trabaja para la franquicia y no voy a permitir este tipo de cosas”.

En lugar de lanzar su propia investigación, la NFL dijo que actuará con base en los hallazgos de los abogados contratados por Snyder. Beth Wilkinson será la encargada de realizar la investigación dentro de la institución, para buscar a los responsables de estos hechos. Asimismo, implementarán nuevas políticas de respeto y apoyo a quienes trabajan allí.

Estos asuntos, como se ha informado, son graves, inquietantes y contrarios a los valores de la NFL. Todos en la NFL tienen derecho a trabajar en un ambiente libre de cualquier forma de acoso”, dijo la liga en una declaración.

Washington ha prometido que dará su total cooperación al investigador y esperamos que el club y todos los empleados lo hagan. Nos reuniremos con los abogados al concluir su investigación y tomaremos cualquier acción basada en los hallazgos”, afirmó.

Desde la franquicia no tardaron en “cooperar” con la noticia que revolucionó al mundo del fútbol americano. El club, como primera medida, decidió disculparse por mail con cada uno de los trabajadores de la organización a través del siguiente mensaje redactado por Daniel y Tanya Snyder, su esposa.

Equipo,

Estamos tristes y decepcionados, como todos ustedes, después de leer la historia en el Washington Post ayer. En nombre de la organización, queremos disculparnos con cada uno de ustedes y con todos los afectados por esta situación.

Las acciones en la historia no tienen lugar en nuestra franquicia o en la sociedad. Como ya sabrán, cuando los problemas anteriores descritos en el artículo se nos presentaron inicialmente, se abordaron en ese momento.  Sin embargo, algunos de estos problemas se presentaron solo en los últimos días y posteriormente hemos realizado cambios y los hemos abordado también.

Claramente, hay trabajo por hacer para construir una mejor cultura organizacional. Necesitamos mejorar y ahora es el momento.

Para crear la cultura que todos queremos, necesitamos su ayuda. Queremos que seas parte de este proceso. A medida que avancemos, escucharán más del liderazgo de nuestro equipo en el futuro cercano sobre este plan de acción.

Para finalizar, queremos agradecerles por todo lo que hacen por esta organización. Esta pretemporada ha sido difícil, y su trabajo y compromiso lo son todo. Nos comprometemos a garantizar que esta organización es una de las que promete un alto nivel de conducta personal, al tiempo que representa los valores de inclusión, respeto y diversidad.

 Sinceramente,

Dan y Tanya.

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