sábado, julio 26, 2025
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La Vinotinto y su cambio de filosofía

Por Santino Miceli

La Selección de fútbol de Venezuela, dirigida por Fernando Batista, llega en un gran momento de cara a la Copa América 2024 de Estados Unidos, con un equipo que se hace cada vez más fuerte y que lo viene demostrando en la tabla de las eliminatorias sudamericanas en la que están en el cuarto puesto, pero la actualidad de la Vinotinto no es casualidad, sino que viene de tiempo atrás con los nombres fundamentales del argentino José Pastoriza y el venezolano Richard Páez que cambiaron la filosofía y el pensamiento del fútbol en el país. 

José Omar Pastoriza, ex jugador de Independiente, fue un precursor para la Selección venezolana cuando asumió como técnico en 1998, ya que cambió la ideología y marcó un antes y un después. Su principal idea era darle a los juveniles un trabajo a largo plazo para potenciarlos. “Lo importante ahora es buscar la identidad que necesita el fútbol venezolano, con trabajo, mística y resultados”, expresó el Pato en aquel entonces.

Uno de los principales cambios fue darle un roce profesional a una selección que siempre fue tratada como amateur, tanto así que empezaron a tener mejores hospedajes y transportes, los viáticos aumentaron y los rivales también subieron de nivel. Luego de que los resultados no lo acompañen en la Copa América de 1999, la Federación Venezolana de Fútbol decidió prescindir de sus servicios, dándole paso al entrenador de la sub 20, Richard Páez. Pero el balance de Pastoriza fue más allá de los resultados, dado que cambió una forma de idea y personalidad en el seleccionado.

En consecuencia al enorme trabajo previo, Páez consiguió resultados históricos, durante su mandato como entrenador desde el 2001 al 2007, la Vinotinto obtuvo su primera victoria sobre Uruguay y su inédita posición del quinto puesto en las eliminatorias para la Copa Mundial de la FIFA 2006. Además, su destacada gestión permitió que Venezuela lograra su mejor posición en el Ranking FIFA, ubicándose en el 48º puesto en abril de 2004.

Estos logros hicieron que la selección empiece a ser vista de otra manera por el resto del mundo, con más prestigio. La gente por su estilo de juego llamó al equipo como los “Lanceros de Páez”, en honor al mando del ejército de José Antonio Páez durante la Guerra de Independencia de Venezuela. 

Páez es una persona histórica para el fútbol del país, dejó una huella imborrable, le dio un salto de calidad a una selección que hoy es uno de los protagonistas a competir con Argentina, Brasil y Uruguay en la Copa América algo inimaginable hace unos años, pero que fue cambiando con el tiempo desde la asunción de Pastoriza. 

¿Cómo llega Venezuela desde la última Copa América?

En la Copa América del 2021, el entrenador fue el portugues José Peseiro, y finalizaron en el último puesto de su grupo, pero al mes de finalizar el certamen renunció a su cargo por falta de pago, a partir de eso se hace cargo el interino Leonardo Gonzalez mientras la Federación Venezolana buscaba como candidato a Miguel Ángel Russo, ex entrenador de Boca. Finalmente fue otro argentino que arribó, José Pekerman, quien llegó a dirigir apenas 10 partidos y dejó el cargo por incumplimientos generales en el proyecto acordado. El 10 de marzo del 2023 lo reemplazó Fernando Batista, hermano de Sergio Batista, que formaba parte del cuerpo técnico de Pekerman.

Con un equipo cada vez más fuerte y consolidado con figuras como Salomón Rondón, ex River y Yeferson Soteldo, los dirigidos por Batista buscarán hacer historia en la Copa América.

 

 

México y Jamaica, una rivalidad que nace

Por Ramiro Bartaburu

México y Jamaica se enfrentarán por la primera fecha de la Copa América Estados Unidos 2024 el sábado 22 de junio a las 22 horas en el NRG Stadium, cancha ubicada en Houston, en el estado de Texas, y en lo que será el segundo partido de la jornada del Grupo B, que lo integran Ecuador y Venezuela que jugarán a las 19 el mismo día. 

Será el segundo encuentro entre los “Aztecas” y los jamaiquinos en esta competencia, ya que la primera vez que se vieron las caras fue en la edición del centenario en 2016, también realizada en norteamérica, y fue victoria de la “Tri” por 2 a 0 con goles del delantero Javier “Chicharito” Hernández y del punta retirado en 2022 Oribe Peralta para decretar en ese entonces la segunda victoria en el certamen y clasificar a los cuartos de final, instancia en la que México quedaría eliminado en la histórica goleada de Chile por 7-0.

Ese plantel de hace ocho años lo integraban jugadores como Guillermo Ochoa y Jesús Corona, entre otros. Ninguno de los convocados en ese momento están en esta lista para afrontar la Copa. Esto refleja el recambio que tuvo el conjunto Azteca en esta década y la aparición de nuevas caras en la selección. Además, la lista del torneo aumentó desde la Copa del Mundo de Catar 2022 a 26 futbolistas, lo que da la posibilidad de tener más recambio y opciones en el banco.

En total, jugaron 28 partidos, los mexicanos ganaron 20 encuentros, fueron derrotados en tres ocasiones e igualaron en cinco oportunidades. Entre las victorias más destacadas de la “Tri” se encuentra el último entre ellos que fue el 12 de julio del 2023 por la semifinal de la Copa Oro de la Concacaf y el pase a la final ante Panamá, rival que venció por 1-0 y obtuvo el título número 12 en su historia, seguido de los estadounidenses con siete trofeos.

Rondón, una inspiración para los jóvenes

Por Julián Martínez

Salomón Rondón se fue a los 17 años de su país natal para jugar al fútbol en lugares como Inglaterra, España, China, Argentina y México. Es el jugador venezolano más caro,  con 18 millones de euros.

Caracas, la capital de Venezuela, es un centro comercial y cultural ubicado en un valle montañoso del norte. El líder de la independencia Simón Bolívar está enterrado en el Panteón Nacional, establecido en el siglo XIX en el casco antiguo de la ciudad. Allí, nació Salomón Rondón, un revolucionario para el fútbol de su país, gracias a él y a una camada de jugadores, el deporte comenzaría a ser más conocido a nivel nacional e internacional y a cambiar ante los ojos del mundo, pasando de ser una selección menor a poder competir ante los mejores. El significado de su nombre es pacífico, que concuerda con él, un jugador que sería la inspiración para las jóvenes generaciones venezolanas. Debutó a los 16 con el Aragua FC y al año siguiente se iría de su lugar de origen para jugar al fútbol en España.

Nacido el 16 de septiembre de 1989, Rondón siempre se caracterizó por su poderío físico, teniendo una gran potencia tanto en el salto como en la carrera.  Logrando mantener la posesión bajo presión, combinando la explosividad y velocidad desde el principio al final del encuentro. Su dominio del juego aéreo, su altura y superioridad física hacen de que sea un jugador difícil de parar por arriba. Todos esos rasgos hicieron que desde muy chico fuera tenido en cuenta por distintos equipos, lo que hizo que a los 17 años se vaya a U.D Las Palmas.

Un solo año en en España le alcanzó para demostrar su valía, ya que se convirtió en el jugador más joven en anotar para el equipo de las Islas Canarias. Una velocidad, que no era su mayor virtud como jugador, marcaría su carrera, lo haría pasar al Málaga y superaría a Juan Arango, jugador venezolano con récord de 12 goles en una temporada hasta ese momento, marcando 14, en la Primera División española.

Conocido por conseguir logros, emigró a Rusia para convertirse en el primer venezolano en llegar a la liga para el equipo Rubin Kazán. Llegó a terminar en el puesto 34 entre los mejores goleadores del año según la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol. El delantero caracterizado por buscar nuevos lugares y clubes se fue al Zenit y fue el fichaje más caro en la historia de su país, con un valor de 18 millones de euros.

Su carrera se describe con la palabra “nómade” que significa no tener residencia, ni lugar fijo. Partió a Inglaterra, pasó por el West Bromwich y el Newcastle para luego, irse a China y ser la figura del Dalian Pro. Volvería a Inglaterra para jugar en el  Everton, equipo del cual rescindir´a su vínculo pero, por convertir 7 goles en 12 partidos, atraería la atención de distintos clubes. 

El gol de Salomón en la Bombonera, para el triunfo de River sobre Boca.

En 2023 llegaría a River club en el cual rescindió, no rindió como se lo esperaba pero aún así, marcó goles importantes como a Boca en un Superclásico.  Se fue a Pachuca de México en diciembre de ese mismo año. Actualmente, se consagró campeón de la Copa de Campeones de la Concacaf y clasificó al Mundial de Clubes 2025.

Su carrera fue marcada por ser pacifico, como dice su nombre, ya que jugó en distintos países y continentes, en los cuales tuvo que acostumbrarse a la cultura, la comida, las costumbres y a las hinchadas para triunfar en cada uno de ellos y dejar el nombre de su país en lo más alto.

Su debut en la Selección mayor de Venezuela fue frente a El Salvador y su primer gol oficial fue ante Argentina por Copa América. Rondón se destacó por luchar sin importar la camiseta que portara, fue parte de una de las mejores generaciones de su país, logrando su mejor clasificación en Copa América, cuarto lugar, y en eliminatorias. Se convirtió en el máximo goleador con una marca de 41 tantos en 100 partidos. 

Actualmente, en la clasificación para el Mundial 2026 se encuentran cuartos, La Vinotinto tiene la esperanza en su experimentado goleador y en sus jóvenes talentos para conseguir el tan ansiado pasaje a una Copa del Mundo por primera vez en su historia.

El colombiano Quiñones: del abandono paterno a la nacionalidad mexicana

Por Tomás García Mojica

Julian Quiñones será uno de los jugadores destacados que representarán a México en la Copa América 2024. El futbolista que hace poco menos de un mes se coronó campeón con el América del Torneo Clausura de la Liga MX, tiene una traumática historia de vida previo a su llegada al fútbol profesional.

Nacido y criado en Magüi Payán, municipio ubicado al sur de Colombia, Quiñones tuvo su primer desafío a una muy temprana edad: su padre los abandonó a él, sus tres hermanas y su madre, Gloria. Con el estudio como prioridad de la mujer mayor de la casa, la familia Quiñones se mudó a Buenaventura (Bogotá) para seguir con su vida alejados de su ciudad natal, dominada por narcobandas que se encargaban de la producción y movilización de droga. Allí, el hoy delantero mexicano tuvo que decidir entre seguir el estudio o comenzar su carrera como deportista de élite.

El Club Deportivo Fútbol Paz fue la primera institución que puso sus ojos en el delantero, un club con un proyecto serio y que le proporcionaba todas las comodidades que Quiñones necesitaba, por lo que su madre aceptó que su hijo siga con su sueño de convertirse en jugador. 

A los directivos del Club Tigres ,de México, les atrajo el trabajo que hacían en el equipo colombiano y por ello decidieron invertir en él, crear y ampliar un plan de desarrollo de jóvenes y capacitación de futuros talentos, entre los que estaba quien hoy se nacionalizó mexicano.

Un año después de su llegada al cuadro colombiano, en 2015, la vida de Quiñones tomó un giro rotundo: la institución mexicana decidió fichar para su equipo “B” al joven Julián, quien en su primera temporada impresionó a todos tras anotar 50 goles en 38 partidos con la casaca azul y amarilla.


“México me abrió las puertas para convertirme en la persona que soy ahora y  creo que la mejor manera de agradecerles todo eso es jugando en la Selección”.

 

Luego de disputar siete partidos con la sub-20 de los Felinos, fue enviado a préstamo al Lobos de la BUAP, conjunto que competía en la Primera División mexicana y en el que Quiñones se despachó con 17 tantos en 28 encuentros para así volver al club dueño de su pase y poder continuar su carrera pero en uno de los grandes del fútbol norteamericano.

En 2018, su primera temporada luego de su vuelta a los Auriazules, demostraría números mejores en respecto a los que había dejado en 2016, ya que se consagró campeón en cuatro ocasiones (dos veces de la Liga MX y un par de la Copa de Campeones), aportó seis anotaciones en 25 fechas. Los dos años siguientes no fueron los mejores para Quiñones, debido a que jugó 27 encuentros más y solo pudo convertir en dos ocasiones. A raíz de ello, Tigres tomó la decisión de venderlo y el Atlas Futbol Club fue quien apostó por él y se lo llevó.

Portó la camiseta rojinegra desde 2021 hasta 2023 y lo hizo en 78 ocasiones, en las cuales anotó 36 goles y propinó 11 pases-gol para sus compañeros de equipo. Su carrera empezó a tomar otro rumbo. Tal es así, que el futbolista que para ese entonces seguía siendo colombiano, empezó los trámites para ser ciudadano mexicano en ley y así portar la doble nacionalidad. “México me abrió las puertas para convertirme en la persona que soy ahora y  creo que la mejor manera de agradecerles todo eso es jugando en la Selección”, así fundamentó el futbolista su decisión.

Tras su paso de dos años en Atlas, y luego de conseguir tres títulos, el Club América adquirió los servicios del futbolista mexicano, quien sería una pieza clave en el elenco dirigido por el brasileño André Jardine. Fueron 14 los goles que convirtió esa temporada en 20 partidos, los cuales los llevaron a hacerse de tres títulos nacionales -dos Ligas MX y una Copa de Campeones-. Su instinto y olfato goleador, más a flor de piel que nunca.

Quiñones se convirtió en el jugador más joven en conseguir seis campeonatos de la primera división mexicana y forma parte de los 26 jugadores convocados por el entrenador de la selección de México para representar a su nación en la máxima competencia americana de selecciones este año. 

Jaime Lozano, la oportunidad de despertar a México

Por Nicolás Ezequiel Soto

Durante los últimos años, la selección azteca no estuvo a la altura de lo que su historia demanda tanto en mundiales como en competiciones de su confederación pero, de la mano de Lozano, el combinado mexicano tendrá una nueva chance de poner en alto al equipo en la Copa América.

Habría que ver cuantos entrenadores hubiesen tenido la astucia que Jaime Lozano demostró al agarrar el fierro caliente de la selección de México, una de las más futboleras a nivel mundial y que en los últimos años no solo no se desempeñó como sus hinchas hubiesen querido, sino que su rival más directo, Estados Unidos, empezó a ganar títulos y a opacar, al menos un poco, la imponente figura que representa El Tri entre los principales países de Centro y Norte América.

Tanto que ahora son solo cinco las Copa Oro que los distancian de los yankees, quienes se hicieron con este galardón por última vez en 2021 por 1a 0 justamente frente al seleccionado azteca, en ese momento dirigido por el argentino Gerardo Martino, quien además lo condujo técnicamente en el Mundial de Qatar 2022 en el que quedó afuera en fase de grupos y pospuso (una vez más) el sueño mexicano de alcanzar el sexto partido en una Copa del Mundo por primera vez en su historia. Pero por si fuera poco, el 15 de junio de 2023 fue eliminado nuevamente a mano de los estadounidenses por 3 a 0 en semifinales de la Liga de Naciones de la Concacaf.

Dichos resultados generaron un malestar general bastante lógico y notorio entre los hinchas mexicanos, quienes no dudaron en manifestar mediante las redes sociales su descontento con el Tata y a pedir su dimisión lo más rápido posible para empezar desde cero un nuevo ciclo de cara a la Copa América 2024. Es por eso que, tan solo dos días después de la eliminación ante Estados Unidos y tras un año de experiencia como entrenador del Necaxa, Lozano decidió aceptar la propuesta del cargo de director técnico del seleccionado nacional, ofrecido por el presidente ejecutivo de la Federación Mexicana de Fútbol (FMF), Ivan Sisniega, a falta de dos semanas para una nueva edición de la Copa Oro de la Concacaf. 

Si bien el elegido de Sisniega fue cuestionado en un principio por gran parte de la afición debido a la inexperiencia de la que se lo acusaba, lo cierto es que el primer torneo de Jimmy al mando de la selección dio vuelta su imagen rápidamente: en su debut como entrenador nacional, goleó 4 a 0 a Honduras en Houston por el primer partido de la fase de grupos de la Copa Oro 2023. Más adelante, derrotó a Haití por 3 a 1 y, posteriormente, cayó 1a 0 con Catar, el único país del Medio Oriente que en aquella edición fue invitado por el ente organizador del torneo.

Pero lejos de sentirse golpeado por aquella derrota, Lozano y sus dirigidos, con el arquero Guillermo Ochoa como capitán y máximo referente, dieron su primer muestra de carácter en fases eliminatorias. Tras la derrota ante los cataríes, vencieron en una seguidilla a Costa Rica por 2 a 0 en cuartos de final, a Jamaica por 3 a 0 en semis y a Panamá por 1 a 0 en una final que significó entonces la primera consagración de México desde la misma Copa Oro del 2019. 

Es por eso que, gracias a la obtención de este nuevo título, nada le quitaba al pueblo mexicano (en este entonces) la ilusión de alcanzar por tercera vez la final de la Copa América desde aquella edición del 2001 en la que cayó por 1-0 frente a Colombia en tierras cafeteras y, anteriormente, en 1993, en la que también alcanzaron el partido definitivo, pero también fueron derrotados por 2-1 ante la Argentina de Alfio Basile con un doblete del delantero Gabriel Omar Batistuta. 

Santiago Giménez es hijo del Chaco, ex futbolista de Boca en la era Carlos Bianchi.

Sin embargo, y para desgracia del también ex entrenador del sub-23 entre 2018 y 2021, estas ilusiones volvieron a derrumbarse por completo a principio de año, ya que luego de vencer a Honduras y a Panamá por los cuartos y las semis de la Liga de Naciones, México volvió a caer ante Estados Unidos y, para colmo, en el partido por el título. En este caso, los dirigidos por Gregg Berhalter se impusieron por 2 a 0 ante los de Lozano y prolongaron a siete su racha invicta frente a sus vecinos del sur, la cual incluye cinco victorias y dos empates.

A esto se debe que la continuidad del nacido en la capital mexicana esté nuevamente bajo la lupa del periodismo de aquel país como también de los hinchas, pero no de la FMF, quien mediante sus redes sociales respaldó al entrenador luego de la caída. “Es y será nuestro líder en la Copa América. ¡Equipo unido en este proceso rumbo al Mundial 2026!”, escribió la federación en su cuenta de Twitter en respuesta a los numerosos fanáticos que mediante esa misma red social pidieron por la destitución de Lozano.

Las dos duras derrotas que los mexicanos sufrieron en sus últimos amistosos internacionales frente a potenciales rivales en fases eliminatorias y candidatos al torneo como lo son Uruguay y Brasil, son un componente más. La primera, el 5 de junio ante los Charrúas por 4 a 0 en el Empower Field de Colorado y, la segunda, tres días después, frente a la Verdeamarela por 3 a 2 en el Kyle Field, mismo estadio en el que el 22 de junio deberá dar una nueva muestra de carácter en su debut en la Copa América frente a Jamaica, esta vez sin la presencia de Ochoa, pero sí con la de la nueva camada de estrellas mexicanas, integrada entre otros por Santiago Giménez y Édson Álvarez, quienes junto a Lozano tendrán la misión de guiar nuevamente a su selección al lugar donde en algún momento supo estar.

 

La Dely Valdez: los tres hermanos panameños del fútbol argentino

Por Juan Soñora

Un famoso dicho reza que “dos es compañía y tres es multitud”, pudiendo así definir a los hermanos Dely Valdez, nacidos con poco más de tres años de diferencia en la provincia panameña de Colón y luego compartiendo época durante los años 80 en el fútbol argentino.

En muchas ocasiones escuchamos el “Milito hay uno solo” bajar por las tribunas de algún estadio de Avellaneda, cuando Gabriel, Diego y sus diferencias se encontraron dentro del campo de juego. Intentando menospreciar al hermano menos querido según los colores, buscaban enaltecer la figura del otro: en este caso no ocurrió. Si bien fueron contemporáneos entre sí, la rivalidad nunca estuvo en juego entre estos tres delanteros centroamericanos que llamaron la atención de diferentes tipos de hinchas de forma individual, al punto de que muchos desconocen la vida de los otros.

Cuándo hablamos de Dely Valdez, ¿de cuál estamos hablando? Para los hinchas de Argentinos Juniors, nos referimos a Armando Javier: nacido en 1964 y formado deportivamente en el Club Técnica y Deportes previo a su paso al Bicho de La Paternal, donde salió campeón de dos torneos locales, una Copa Libertadores y una Interamericana. Walter, uno de sus hinchas, recuerda el gol ante el Defence Force de “el hermano más famoso”, como él lo define, y también al cántico que acostumbraban entonar: “Queremos ver al panameño Dely Valdez; si no lo vió, ya lo va a ver: es el hermano del negro Pelé”. 

Si viajamos en el tiempo a su tierra natal, va a sobresalir la figura de Julio César, categoría 1967, quien fue nombrado como el mejor jugador panameño del Siglo XX por la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol. Si bien comenzó jugando en la Primera D con Deportivo Paraguayo, se propulsó rápidamente a la élite del fútbol sudamericano al ser fichado por Nacional, pasando de la última categoría nacional a un club campeón del mundo. Además, jugó en otros equipos como el Cagliari, PSG, Real Oviedo o Málaga, acumulando un total de nueve títulos nacionales y tres internacionales.

En 2024, este apellido suena más cercano a la Selección de Panamá: Jorge Luis es el actual ayudante de campo de los canaleros, tras casi dos décadas ocupando los puestos de entrenador de las categorías mayores y juveniles. El “Panagol”, apodo utilizado en su etapa de futbolista, nunca logró sobresalir de la sombra de su mellizo a pesar de lograr buenos números en equipos que compartieron, como Deportivo Paraguayo y Nacional.

En libros sobre liderazgo y autoridad se suele citar la frase “la multitud siempre tiene un líder”, pero nunca se dice que el mismo puede cambiar con el paso del tiempo. Así, como su madre Delia María Valdés de Dely les enseñó a compartir durante su infancia, ellos no fueron egoístas entre sí y se distribuyeron los momentos de reconocimiento a lo largo de los años.

Marley, el reggae de la gambeta

Por Leandro Manganelli

“Don’t worry about a thing (No te preocupes por nada) / Cause every little thing gonna be all right (Porque todo estará bien)”, suena como una de las cartas de presentación de Bob Marley cuando se habla de su figura. Y, para los y las futboleras, abre las puertas de su música cuando dice que “el fútbol (football, como decía él, y no soccer) es libertad”.

Nacido en Nine Mile, una aldea marcada por murales con su cara y un mausoleo que reproduce el célebre “one love” en su cartel, Robert Nesta Marley, hincha del Liverpool -su padre nació en Sussex, Inglaterra-, jugaba al fútbol. Se divertía y soltaba una sonrisa de crack cada vez que sus amigos se comían sus amagues. Pateaba en el asfalto o en el pasto. No necesitaba de áreas delimitadas ni medidas reglamentarias. Los arcos estaban hechos con dos ladrillos rotos. Reivindicaba el fútbol en la calle que tanto se ha perdido en las últimas décadas, al menos en Argentina. Sus familiares, amigos o compañeros de The Wailers parecían no poder sacarle la pelota, ni seguirle el ritmo. Uno de ellos vestía una camiseta de Brasil manga larga llena de mística. Otro, en cuero y pantalones largos, con la mirada atenta a la Adidas Telstar de los años 70 con la que jugaban. Marley por momentos decidía jugar con su pelo suelto, y otras veces lo cubría con un gorro verde, amarillo y rojo, tonos que aparecen sin excepción en las tantas fotos a color que hay de Marley jugando al fútbol.

Pelusa sacude el barrio, se expone al animal / Este vacila buscando, Pelusa es inocente y se divierte / Su magia vuela en el pasto, la gente se alegrará / Un artista con un lazo de capitán que defiende”, cantan Los Cafres, en una de las mejores canciones que hay homenaje a Diego Armando Maradona, el astro que hizo la mejor actuación de su carrera sin Bob Marley de manera física en esta tierra -falleció en 1981, a cinco años del Mundial de México-. Y es que el reggae, además de la unión al deporte que le dio Marley, se relaciona con el fútbol mediante artistas argentinos como Mariano Castro -Dread Mar I- que jugó en las inferiores de Lanús y Boca y dijo, en una entrevista con Olé en 2011, que “el ritual de juntarse a tocar la pelota es impagable”. Muchas hinchadas del fútbol argentino usan las melodías de Dread Mar I para alentar a sus equipos: Hoja en Blanco y Así Fue son las más utilizadas. Independiente, Aldosivi, Atlético Tucumán e Instituto son algunos de los equipos cuyas hinchadas tuvieron que escuchar reggae para inspirarse.

Hemos tenido años enteros en los que jugábamos todos los miércoles; lo hacíamos en cancha de once, sólo Nonpa contra un grupo de amigos”, dijo Martín Mortola, tecladista de Nonpalidece. “La música le ganó al fútbol -explicó, en un caso parecido al de Mariano Castro-. Me animaría a decir que somos una banda que podría desafiar a cualquiera jugando a la pelota”. ¿Cuál sería el once titular de un combinado de bandas de reggae nacional?

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Wow, ¡Zico!”, llama Bob Marley a uno de sus amigos cuando recibe la camiseta del reciente campeón del mundo, en 1978. “¡Argentina!”, se sorprende el amigo. Marley dice que vio la final contra Países Bajos y que la albiceleste “es muy linda”. Hoy, el cantante y guitarrista se sorprendería con las cosas que hace Lionel Messi en la cancha: decía que el fútbol le encantaba porque había que “ser habilidoso para jugarlo”. “Me gusta el reggae”, dijo Messi en Fox Sports Radio en 2019. “Es uno de mis temas -reaccionó cuando los operadores pusieron Tú Sin Mí, de Dread Mar I-. El reggae es algo especial porque lo empecé a escuchar gracias a Antonella (Roccuzzo); me encanta cada vez que suena porque me recuerda a esos momentos del principio, a ella”.

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La selección femenina de Jamaica clasificó a los últimos dos mundiales. Desde el primero que organizó la FIFA en 1991, las Reggae Girlz no habían jugado ninguna copa del mundo. Y en Australia y Nueva Zelanda 2023 el equipo mostró una evolución respecto a Francia 2019. Este progreso también se reflejó en el Campeonato Femenino de la Concacaf, porque en las ediciones de 2018 y 2022 -en ambas consiguieron el tercer puesto- cortaron una intermitencia de resultados flojos y torneos a los que no se clasificaron. Todo este combo tiene a Cedella Marley, hija del cantante, como una de las responsables: recaudó fondos junto a la Fundación Bob Marley y hasta sacó una canción con su hermano Stephen y su medio hermano Damian -el único que Bob Marley tuvo con Cindy Breakspeare- para darle más visibilidad y prestigio a la selección femenina.

Bob Marley estaría contento con la actualidad del fútbol jamaiquino que, aunque no avanza a un paso tan firme, crece. Se detendría a mirar su estatua en la entrada al complejo del Estadio Nacional de Jamaica, y hubiese estado feliz de ver, en 2008, a los hinchas del Ajax en la cancha del Cardiff City, en Gales, cuando cantaron Three Little Birds con la paz y alegría que amerita una canción de Bob Marley. Ese día, cuando terminó el amistoso de pretemporada entre ambos equipos, los de Ámsterdam se tuvieron que quedar unos minutos más dentro del estadio y el encargado del sonido reprodujo el tema que quedó como himno del Ajax y hasta fue retratado en una camiseta especial. “Hicimos música para todas las clases”, dijo Aston “Family Man” Barrett, el bajista-arquitecto de Bob Marley & The Wailers: mientras haya reggae y fútbol todo estará bien.

 

Jamaica, un fútbol todavía emergente

Por Leandro Manganelli

Es 20 de junio de 2015. En la Copa América de Chile, Deshorn Brown, el delantero de Jamaica que usa la 6 en la espalda, se acerca a Lionel Messi cuando se consuma la victoria 1 a 0 de Argentina sobre los centroamericanos. No quiere la camiseta; saca su celular y le pide una selfie a un Messi de brazos en jarra, cansado y sin la sonrisa de una victoria. Siete años después, en un amistoso contra Jamaica previo al Mundial de Catar 2022, Messi ingresó por Lautaro Martínez a poco más de 30 minutos del final del partido e hizo dos golazos que tuvieron a los jamaicanos como espectadores privilegiados. A la hora de ir a los vestuarios, no hubo sorpresa: los Reggae Boyz hicieron fila para llevarse sus camisetas con la 10 de Argentina. Entre ellos estaban Curtis Tilt, Amarii Bell y Jamal Lowe, tres de los diez jugadores de ese plantel que permanecieron casi toda su carrera en el fútbol de Inglaterra. Ese 27 de septiembre de 2022 solo cuatro de los 11 titulares jugaron en al menos un equipo de Jamaica -todos por poco tiempo, antes de irse a Estados Unidos o Europa-. Leon Bailey, uno de ellos (jugó en la Phoenix All Stars Football Academy), dijo a poco más de diez días del comienzo de la Copa América 2024 que el fútbol “no es nada profesional” en Jamaica, que muchas veces tuvo que reservarse sus propios vuelos desde Inglaterra y que “ni siquiera hay material deportivo adecuado; lo único que te dan es una camiseta”. Bailey no jugó las semifinales de la Liga de Naciones de Concacaf contra Estados Unidos por haberse ido de la concentración jamaicana cuando no debía. Aunque el delantero figura entre los convocados por el islandés Heimir Hallgrímsson -dirigió a Islandia en el Mundial de Rusia 2018-, Craig Butler, su papá y representante, posteó en su cuenta de Instagram que Bailey “se toma un descanso de la selección de Jamaica por su salud mental y para pasar tiempo con su familia”, y que “el cambio debe llegar…”.

Leon Bailey, que juega con Dibu Martínez en Aston Villa, se bajó de la lista de convocados a la Copa América.

En 1998 Jamaica jugó su primer y único Mundial a nivel masculino -la selección femenina, las Reggae Girlz, participó de los de 2019 y 2023-. Ellos jugaban con la bandera hasta en sus muñequeras, pero debutaron con una derrota ante la joven y novedosa Croacia, perdieron 5 a 0 con Argentina de la mano de Batistuta y Ortega y, ya eliminados, festejaron una victoria sobre Japón en su tercer y último partido. A nivel continental Jamaica jugó 15 veces la Copa Oro de la Concacaf: salió tercera en las ediciones de 1993 y 2023, y tuvo dos subcampeonatos seguidos (2015 y 2017). En esa época de finales, también jugó sus primeras dos y hasta ahora únicas Copa América; en ambas se quedó afuera en fase de grupos y perdió todos sus partidos. Con un currículum sin demasiadas aptitudes, la Liga de Naciones de la Concacaf -de apenas tres ediciones, todas ganadas por Estados Unidos- le suma una medalla de bronce a Jamaica, conseguida en marzo de este año: los Reggae Boyz vienen embalados.

A principios de abril, Iokin Lobo y David Bandera, representantes de la preparación física y de optimización de talento de Osasuna, respectivamente, llegaron a Jamaica para presentar el modelo de trabajo de la cantera del Osasuna, uno de los cuatro equipos de España que no es una sociedad anónima deportiva. El proyecto duró cinco días y se realizó con chicos de entre 8 y 17 años. Sports Innovation Group (SIG) -empresa jamaicana que gestiona eventos deportivos- trabaja con clubes europeos y mueve hilos en un país que no tiene una base fuerte de inferiores; de hecho, el fútbol parece todavía no hacer pie en la sociedad jamaiquina: en el sitio web del diario The Star, de Kingston, el cricket tiene protagonismo en la sección de deportes. Y en Jamaica Observer, además del cricket, el backgammon tiene su cobertura: el fútbol no es un deporte central y ocupa casi el mismo lugar que la NBA en ambos portales. En julio de este año SIG va a recibir representantes del Benfica en un proyecto que comparte características con el de Osasuna. “Nos preocupa la cantidad de jugadores jamaicanos que no pueden hacer una transición exitosa al fútbol profesional en el extranjero debido a la dificultad de adaptarse al ritmo, el físico y la capacidad técnica de esas ligas. Creemos que presentar las metodologías de esos clubes, especialmente en Europa, a nuestros niños jamaiquinos a una edad más temprana conducirá a una mejor adaptación en el futuro”, dijo Paul Campbell, director de SIG: habla de transición y adaptación al fútbol del exterior, no de hacer fuerte el fútbol local y que no haga falta mudarse a Estados Unidos o Inglaterra. Y el campamento de fútbol se paga: el de Benfica cuesta 47.000 dólares jamaiquinos (300 dólares estadounidenses) e incluye la semana de entrenamiento, un conjunto de la academia del equipo portugués y agua y refrescos, pero sectoriza la formación y deja a muchos niños y adolescentes afuera de todas las enseñanzas que pueden traer las escuelas europeas.

“El atletismo es el deporte nacional de Jamaica; el mundo se rinde al fútbol, pero no tenemos muchos resultados”, dijo el entrenador jamaiquino Jerry Holness. El atletismo, claro, tiene en Jamaica su semillero del mundo, sobre todo porque ojeadores de universidades internacionales frecuentan en distintas partes de la isla caribeña para ver a los futuros y futuras velocistas, que pueden conseguir becas importantes en el exterior. Es muy común ver podios 100% jamaiquinos en las pruebas de atletismo de los Juegos Olímpicos: de las 87 medallas que ganó Jamaica en su historia, apenas una es fuera del atletismo -el ciclista David Weller ganó el bronce en Moscú 1980-. Y se trata de un deporte que practican hombres y mujeres por igual: en la tierra del Reggae, ritmo pausado, hipnótico y rico en recursos musicales, los deportistas son los más rápidos de todos.

“Al tener un jefe de estado jamaicano, cada rey y reina jóvenes de Jamaica pueden aspirar a ser algún día jefe de estado de su propio país, y ya no tendremos que, en sentido figurado o no, mostrar respeto o jurar lealtad a un monarca extranjero”, dijo Alando Terrelonge, viceministro de Relaciones Exteriores de Jamaica en The Independent y agregó que “el poder real reside en el gobierno y el pueblo de Jamaica”: aunque el país se independizó de Reino Unido en 1962, todavía responde a la monarquía inglesa de Carlos III. En su mayoría, los Reggae Boyz son nacidos en Inglaterra e hicieron sus carreras futbolísticas en el país británico: de los 26 convocados de Jamaica para la Copa América 2024, sólo nueve jugaron en al menos un equipo jamaiquino; unos pocos, cuatro, sólo jugaron en equipos estadounidenses. Pero, así como muchos nacieron en Inglaterra y se nacionalizaron jamaicanos, también están los jugadores como Raheem Sterling, que nació en Kingston -capital de Jamaica- pero jugó tres mundiales y dos eurocopas con la selección británica. De hecho, entre los convocados por Gareth Southgate para la Eurocopa 2024, Kyle Walker e Ivan Toney -tercer máximo goleador de la Premier League 2022/23 con Brentford- tienen ascendencia jamaicana y podrían haber sido parte de la selección que baila reggae, se viste de gala, y mira el Mundial de Estados Unidos, México y Canadá 2026 con buenos ojos por la ausencia de esas tres selecciones en las Eliminatorias: se abre paso al fútbol todavía emergente de Jamaica.

Ángel Di María: una historia celeste y blanca que será leyenda

Por Tomás Allami

Toda historia tiene su fin. Puede ser una increíble, digna de ser contada, que logre levantar de la silla y sorprender al que tenga la suerte de solo escucharla; o más pobre, sin mucha luz que la haga brillar por sobre el resto de ellas, que abundan en el tiempo, pero todas ellas comparten el mismo destino. Tarde o temprano, siempre terminan quedando guardadas en el baúl de los recuerdos, o cayendo en la inmensa oscuridad del olvido. Solo unas pocas tienen lo que se requiere para quedar inmortalizadas en los recuerdos de la gente, que trascienden generación tras generación y no pierden notoriedad. Esta es una de características notables, con momentos y relatos que sobrepasan lo extraordinario, y con un arco de redención digno de un héroe de película, que está llegando a su fin. Ángel Di María tendrá su última función con la camiseta de la Selección argentina este domingo en la final de la Copa América de Estados Unidos.

A pesar de haberse convertido en un icono de la historia de la Selección por todo lo que logró, aguantando el recambio generacional luego de Rusia 2018 y consagrándose con una Copa América, Finalissima y la Copa del Mundo, siendo importante en cada una de ellas, su camino a la gloria estuvo repleta de sinsabores, tristezas y finales perdidas que se encargaron de complicar el paso. Sin embargo, lo más difícil fue enfrentar un sinfín de críticas que llovieron a lo largo de toda su etapa representando al país, como flechas afiladas que apuntaban directo a su cabeza.

Su comienzo en la selección fue prometedor. Jugó los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 con la Sub 23 y dio destellos de grandeza. Se evoca el golazo en la final contra Nigeria, que significó la obtención de la medalla de oro para Argentina, tras la consagración en 2004, pero llama la atención el vago recuerdo del gol que le convirtió a Países Bajos en cuartos de final, para romper la paridad y clasificarse al duelo con Brasil. Pasa casi desapercibido al hablar de esa competencia, más allá de haber sido de los más importantes en el torneo. Da la casualidad que ambos goles fueron asistidos por Lionel Messi, del que sería su gran compañero, además de compartir el foco principal de las críticas, durante los próximos años en la mayor.

Apenas un mes más tarde, y con el motivo de su buena participación en Beijing, Di María debutó en la Selección Mayor de la mano de Diego Maradona por las Eliminatorias sudamericanas rumbo al Mundial de Sudáfrica, ante el difícil y rocoso Paraguay de Gerardo Martino, en el estadio Monumental. Portó la 7, la cual lució muchos años hasta tomar la decisión de cambiarla por la 11, post Copa América 2016 y pensando en el Mundial de Rusia, motivado por una racha de finales perdidas y el vivo recuerdo de la consagración en los Juegos Olímpicos.

 

“Capaz que es mi último Mundial, la última oportunidad que puedo tener de estar en la selección y me gustaría poder hacerlo con la ’11’, que fue con la que gané”

En la antesala del Mundial de Sudáfrica, marcó su primer gol. Impactó desde fuera del área con el borde externo del botín zurdo, del famoso golpeo de tres dedos, la clavó al ángulo en un amistoso contra Canadá, para el estallido de los hinchas que acompañaron en el Estadio Monumental.

Quizás uno de los momentos más recordados, que luego trascendería en el tiempo, fue poco antes de comenzar la Copa del Mundo en Sudáfrica. Diego Maradona, quien era el técnico de la Selección, charlaba en el predio de la AFA en Ezeiza con el periodista Fernando Niembro sobre cómo veía a su equipo de cara a la competencia internacional. En un momento, el tema de “Angelito”, que en ese momento residía en el Benfica de Portugal, y las dudas que generaba al ser citado por no estar rondando el ojo público del hincha argentino, fue tema de conversación.

-Con Di María encontraste una pequeña joyita.

-A Di María me lo resistían. Acordate que contra Uruguay todos querían que ponga a otros jugadores en ese puesto. Y yo le dije al pibe “yo muero con vos”.

-Pasa que no había mucho conocimiento de Di María, se lo tenía de los Juegos Olímpicos…

-Sí, pero yo lo veía. Yo lo veía. El pibe pasaba la línea de la pelota con una facilidad bárbara y te encaraba. De punta, como dicen los italianos, te hace destrozos. Tiene enganche para adentro, para afuera… y tiene un remate bárbaro y unos centros bárbaros. Y es guapo. Es así (levanta su dedo meñique), lo marcan estos marcadores de punta portugueses y él los encara, le pegan y los vuelve a encarar.

 

Varios años después, luego de haberse cumplido su arco de redención que quedó enmarcado en la historia de la selección, Di María recordó con cariño el apoyo de Diego, que le sirvió como motivación para sobreponerse a los momentos difíciles que le tocó atravesar en su carrera, y encontrar la luz en un mundo repleto de oscuridad.

“Diego es todo. Me bancó en los momentos más difíciles y puso el pecho por mí cuando todo el mundo me mataba y no quería que esté en la Selección. Siempre me bancó y le dio lo mismo lo que digan. Una persona así es imposible que no sea un ídolo para uno”, declaraba el Fideo.

Con Maradona como técnico, y con estrellas de gran calibre en el plantel, tales como Lionel Messi, Gonzalo Higuain, Juan Sebastián Verón y el propio Ángel Di María, Argentina se postulaba como uno de los principales contendientes al Mundial de Sudáfrica. Sin embargo, fue la primera decepción. El Fideo quedó sujeto a jugar en el medio, posición que no le favorecía, por la superpoblación de delanteros que había en el plantel. Junto con Mascherano y algún otro volante, que al principio fue Verón y luego Maxi Rodríguez, no pudo lucir su talento y pasó sin pena ni gloria. Esta competencia fue quizás el principio de un proceso, largo y complicado, caracterizado por las críticas de los periodistas y los hinchas argentinos a la selección nacional, como un tsunami que comienza a formarse en las costas del océano, preparándose para destruir todo a su paso. En un principio, Di María no fue de los más apuntados , pero con el paso del tiempo se convirtió en uno de los principales focos de ataque para el periodismo.

La eliminación sufrida en la Copa América que se jugó en Argentina en el 2011, sirvió para empezar a tirar leña al fuego, que comenzó a convertirse en un incendio luego del Mundial de Brasil 2014. El equipo de Alejandro Sabella llegó como candidato tras la gran actuación en eliminatorias y con sus principales estrellas disfrutando de un nivel superlativo en Europa. Su gol a Suiza para la clasificación agónica a cuartos de final, el desgarro en el pique contra Bélgica, y la famosa carta del Real Madrid previo a la final del mundo con Alemania para que no jugara, fueron los tres momentos que marcaron al Fideo en esta competencia, y construyen una parte vital de su legado con la selección. El dicho de que se “cagaba” en las finales, comenzó a resonar por las calles de Argentina, y empezaba a ser la frase favorita del periodismo para arremeter contra él.

“Venía con el desgarro desde el partido con Bélgica, estaba con lo justo, a un 90%. La pierna no estaba bien del todo pero quería jugar, no me importaba nada si no volvía a jugar al fútbol, era una de las cosas que me habían dicho que podía pasar pero para mí era la final del mundo, era mí final”.

“Llegó la carta, Daniel (Martínez) me la dio y me dijo que era del Real Madrid, no quise ni siquiera mirarla y la rompí. Fui a hablar con Alejandro (Sabella) y le dije llorando que no estaba al 100%. Yo sabía que él me amaba y quería que yo jugara, pero buscaba lo mejor para el equipo. Me iba a infiltrar pero lo quería intentar y después en la reunión decidió finalmente poner a Enzo (Pérez) en mi lugar”.

La Copa América del año siguiente, disputada en Chile, profundizó la daga que la Selección tenía clavada en el pecho después de la derrota en la final del Mundial. Una nueva caída en una final, esta vez contra el anfitrión, desató la furia de toda la Argentina. Di María fue reemplazado a los 29 minutos por una molestia, lo que reavivó el fuego de las críticas que afirmaban que era un jugador con el que no se podía contar para partidos de ese calibre. También empezó a ser cuestionado por sus ganas de jugar con la Selección, y como muchos otros futbolistas, se le echaba en cara que en Argentina no jugaba con la misma intensidad que en Europa.

En una de sus mejores etapas como futbolista, siendo una pieza clave en el flamante París Saint-Germain campeón de Francia, llegaba la Copa América Centenario 2016, que se veía como una oportunidad para cortar con la mala racha, la ola de críticas y la ansiedad del pueblo argentino, que soñaba con ver a su selección campeona de un título, habiendo logrado su última conquista en 1993. Con una nueva ilusión, llegó una nueva derrota en la final con Chile. A pesar de su gran momento futbolístico, el Fideo no hizo pie en la copa. Pasó desapercibido. Para esta época, el tsunami ya había llegado a tierra firme y comenzaba a arrasar con todo a su paso, por lo que el único consuelo que Di María tenía, es que no era el único que estaba siendo arrastrado por esa ola monstruosa de críticas a la Selección.

La impaciencia y el malhumor de los argentinos crecía. Angelito sufría. Se encontraba cada vez más sofocado por el accionar del periodismo, que parecía haber tomado un gusto especial por denigrar al propio rosarino. El periodista Martin Liberman fue uno de los mayores detractores, no solo de Di María, si no de la selección en su totalidad.

“Se terminó el tiempo de Di María muchachos, basta de Di María. Cuánto tiempo más vamos a esperar a Di María, que nunca termina de arrancar. En cada momento clave que tuvo en la selección nacional, el chico no estuvo a la altura psicológicamente hablando”.

El peso de las críticas se vio evidenciado en el festejo del golazo que el Fideo le convirtió a Francia en octavos de Rusia 2018, donde se sacó toda la bronca e hizo gestos que son sinónimo de garra y aguante. El catastrófico Mundial de la Selección no llamó la atención, pero como venía pasando hasta ese momento, era nafta que se seguía derramando en el fuego y que dio lugar a un recambio generacional importante, que sentó las bases de una nueva y renovada Argentina.

En un marco caótico y lleno de incertidumbre, Lionel Scaloni tomaba las riendas de un equipo destruido y sin gracia, con la difícil tarea de revertir una situación que hace años se repetía. Di María gozaba de buenas temporadas en Europa, como tenía acostumbrados a los hinchas, pero su talento parecía borrarse cuando se ponía la camiseta de su país, o por lo menos, esa era una de las afirmaciones que sus detractores le espetaban en los medios.

Luego de otro sinsabor como lo fue la polémica Copa América 2019 en Brasil, donde Argentina quedó afuera en semifinales ante el anfitrión, el cambio generacional que se estaba llevando a cabo terminó por alcanzar al Fideo, que con gran pesar, dejó de ser citado tras el torneo continental, habiendo jugado su último partido frente a Chile, por el tercer puesto. Parecía que la era de Ángel Di María terminaba, junto con la de muchos otros futbolistas que vivieron el mismo proceso, y que los periodistas que tanto lo criticaban, que afirmaban con certeza que en el seleccionado no sería recordado por nada, tenían razón. Lo cierto es, que no podían estar más equivocados.

En septiembre del 2020, tras un año de ausencia en el combinado nacional y disfrutando de lo que puede haber sido su mejor temporada en Europa, el Fideo seguía sin ser citado.

“Si me rompo el ojete en el club es para intentar tener la chance en la Selección y poder competir. Es difícil de entender que estando en un buen momento no soy convocado, y tampoco me la han dado. Si no estoy convocado es porque no me quieren convocar, seguiré peleando para estar en la Selección ¿A los 32 años estoy viejo?”

Scaloni escuchó y se convenció de que podía haber una chance mas. Lo volvieron a llamar en la jornada de Eliminatorias en la que el combinado nacional recibió a Paraguay un 12 de noviembre, y visitó a Perú, el 17. Angelito había vuelto, y estaba listo para disputar la Copa América del 2021. Sin embargo, el odio que se había apagado con su ausencia, se volvió a encender, más fuerte que nunca, tras la citación al certamen que se disputó en Brasil, en especial durante la previa. El pedido de Juan Carlos Toti Pasman en el programa “El Show Del Futbol” fue quizás el más recordado de ese entonces. Muchos lo respaldaron, unos pocos lo desmintieron.

“Como hincha de la Selección, le pido a Scaloni que no lo ponga más de titular a Di María. ¿Qué hemos hecho los hinchas de la Selección argentina para ver 13 años seguidos a Di María de titular? Por favor, no lo pongan mas. Lo sacaste y ponía cara de culo. Vos no lo convocabas y lo llamaste de nuevo por las declaraciones que hizo y porque lo quiere Messi. Con respeto, eh. Es un fenómeno, es un crack, son millonarios, son mejores que nosotros. Pero por favor, Scaloni, de titular no más”.

En un plantel en el que aceptó ser recambio, se metió en el once de la final. A partir de ahí, la historia es conocida por todos. Con un toque sutil, como lo había hecho con Nigeria 13 años antes, casi que elevando la pelota con un guante, se la picó al arquero Alisson Becker y convirtió el gol de la redención, que significó el título tras 28 años de sequía. Llorando de alegría, y de alivio, Di María dejaba atrás una etapa negra en la historia de la Selección, y un fuego interminable de críticas, que se fue apagando con una lluvia, que traía paz y bienestar. Se marcaba el fin de una era, y el inicio de otra, mucho más dulce y próspera, con la que el Fideo completó su redención y quedó inmortalizado en la historia.

Como tenía que ser, también se la picó a Gianluigi Donnarumma, arquero italiano, para contribuir en la obtención del título de la Finalissima que enfrentó a los campeones de América y Europa, respectivamente. Sobre el final de ese mismo año, como si hubiera sido un cuento de fantasía, o una película de sucesos mágicos, bailaba a los franceses en la final del mundo. El pobre Jules Koundé no sabia qué hacer para detener a un Fideo desatado, motivado por su deseo de ser campeón del mundo y los hinchas argentinos, que a diferencia de lo que fue el pasado, le proporcionaron un amor incondicional que no solo era un alivio, sino que lo fortalecía. Provocó el penal del primero y convirtió el segundo, tras una jugada magnífica que quedará tallada en la historia de los mundiales. Al final se sufrió, pero solo hizo que el final fuera más dulce. Tras la victoria por penales luego de haber igualado 3 a 3, Argentina se consagró campeón del mundo por tercera vez en su historia.

Di María dejó en el pasado todos esos años llenos de críticas y tristezas, evidenciando su amor incondicional por la Selección argentina, prevaleciendo ante la adversidad y demostrando la clase de jugador que es.

“Lo que más me dolía era esa crítica que te terminaba lastimando. El que no nos daba para estar en la Selección. Por ejemplo para mí, personalmente, que me cagaba en las finales, que nunca estaba para las finales, que siempre me pasaba algo. Al final Dios me dio esa revancha y después de tres finales en las que no pude estar al 100% (Mundial 2014 y Copa América 2015 y 2016), y en las tres siguientes (Copa América 2021, Finalissima 2022 y Mundial 2022) pude estar al 100% y demostrar que realmente no era eso lo que me pasaba”.

Ángel Di María pasó de ser un jugador frecuentemente criticado a convertirse en un héroe nacional. Su determinación y capacidad para superar las adversidades y las lesiones le ganaron el respeto y la admiración de los hinchas, además de probar que todo lo que se dijo sobre él, no pudo haber estado más alejado de la realidad.

La redención de Di María es una historia que da cuenta de su perseverancia y pasión, demostrando que, a pesar de los obstáculos y las críticas, es posible alcanzar la grandeza y dejar una marca indeleble en la historia del deporte. Sin embargo, no se conforma con lo obtenido, y buscará cerrar su carrera con broche de oro en la Selección argentina en la Copa América 2024, la que será la última función para disfrutar del Fideo con la celeste y blanca. Al final de la competencia, se bajará el telón.

Alphonso Davies, el embajador de la ONU que ama a Messi

Por Francisco Gentile

Nació en un campo de refugiados, atravesó la soledad, idolatra a Messi y ahora es estandarte de Canadá. Alphonso Davies es la figura de la selección que enfrentará este jueves a Argentina en el partido inaugural de la Copa América, a sus 23 años fue cuatro veces mejor jugador de la temporada de su país, lo llevó al Mundial tras 36 años y disputará el certamen continental como capitán. Hoy embajador de la ONU, es una muestra de superación personal.

Sus padres escaparon de la Segunda guerra civil liberiana en 2000 y fueron acogidos en el Children Better Way Park, un campo de refugiados en Buduburam, una ciudad ghanesa de 50.000 habitantes, donde dieron a luz al cuarto de sus seis hijos. Cinco años más tarde fue Canadá quien les dio la bienvenida, luego de aprobar su solicitud en un programa de reasentamiento y se mudaron a Edmonton, donde inició su camino en el fútbol competitivo.

Vivienda de Davies durante sus primeros cinco años, hoy en pie.

Ya asentado en la tierra del arce, decidió que quería ser futbolista en la Saint Nicholas Soccer Academy, institución donde jóvenes carenciados practican el deporte, posteriormente se incorporó a los Edmonto Strickers, hasta que recibió la oferta de sumarse a la academia de los Vancouver Whitecaps en 2015, cuando tenía 14. Un año después fue el segundo jugador más joven en debutar en la liga estadounidense.

Celebrando un gol contra el Portland Timbers.

En 2018 llegó al Bayern Munich por 14 millones de euros, precio récord para un jugador de la MLS, se afianzó rápidamente en el sistema de juego del conjunto bávaro, pero la adaptación a Alemania le costó, el ghanes de nacimiento afirmó sufrir la soledad lejos de su familia y su pareja. “Es preocupante no tener nada que hacer luego de entrenar, no tengo familia, mi novia vive lejos y tengo cómo cinco amigos. Soy un perdedor popular”, afirmó durante una transmisión en vivo, aunque también reconoció ser un “privilegiado” y que “la vida de un futbolista es genial para relajarse y disfrutar”.

Con la nación septentrional se convirtió en el debutante más joven a los 16, un mes después, fue el máximo anotador de la Copa Oro 2017, también premiado como mejor jugador joven de aquel torneo. Encabezó también el regreso de Canadá a la Copa del Mundo 36 años después y fue el autor del primer gol del país en la historia de la competición, ahora será capitán por primera vez y declaró sentirse “enormemente gratificado” con la decisión de su nuevo entrenador, Jesse Marsch de otorgarle la cinta.

Confeso fanático de Lionel Messi, contó en una entrevista con UEFA.TV que estaba emocionado por enfrentar a su ídolo en la antesala del encuentro ante el Barcelona por la Champions League en 2020, que terminó con la goleada por 8-2. Al término, le pidió la camiseta a su héroe, pero no pudo lograr su cometido, sin embargo se llevó otro tipo de souvenir: una foto que al día de hoy tiene enmarcada en la que el diez lo levanta tras cometerle una infracción en ese encuentro. Finalmente, tres años después, cumplió su misión durante la estadía de Leo en París, fue derrota para el argentino por 1 a 0 en aquella oportunidad y doble victoria para el lateral, que se quedó con el triunfo y la casaca de su héroe de la infancia.

Fotografía que el 19 enmarca en su casa.

A pesar de todos sus logros, el zurdo no se olvida de sus orígenes, su padre Debeah dijo asegurarse de que su hijo “permanezca en la tierra”. En 2021 se convirtió en el único futbolista en ser Embajador de Buena Voluntad Global del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, junto al gobierno canadiense lanzaron la campaña “juntos para aprender”, que promueve un fácil acceso a educación de calidad para personas refugiadas alrededor del mundo.

Firmando su compromiso con la ACNUR.