sábado, septiembre 6, 2025
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Mario Alberto Kempes: 51 años de legado

Por Federico Maciel

Con apenas 17 años, hizo su debut en la Primera División con Instituto de Córdoba, marcando el inicio de una carrera legendaria. El ‘Matador’ comenzaba a dar los primeros pasos hacia una trayectoria que lo consagraría como uno de los máximos ídolos del fútbol argentino y mundial.

Aquella primera fecha del Torneo Nacional de 1973, ya era histórica para Instituto de Córdoba: fue la primera participación del equipo en torneos organizados por la AFA. El equipo que por entonces dirigía Enrique García recibía a Newells, que contaba con José Luis Pavoni, Arsenio Ribeca, Mario Zanabria y Andrés Rebottano como figuras. Los visitantes se pusieron en ventaja a los 37 minutos del primer tiempo, con un gol de Daniel Marangoni, y el resultado quedó 1 a 0 en lo que significó el estreno de La Gloria en el fútbol grande.

Tuvo su debut con la camiseta blanca y roja a bastones, y el número 9 en la espalda, un joven delantero llamado Mario Alberto Kempes, quien 5 años más tarde sería goleador y una de las figuras de aquella Selección campeona del Mundial 1978. Tres días después de su aparición, tuvo su primer grito un viernes a la noche frente a River. Instituto arrancó ganando, pero luego perdería por 3-1.

Rosario Central

En 1974, Rosario Central fichó a Mario Kempes por 130 millones de pesos, gracias a la recomendación del exfutbolista canalla Luis Indaco y el apoyo de Aldo Pedro Poy. Kempes rápidamente se integró al equipo, destacándose como goleador y generador de juego bajo la dirección de Carlos Griguol. En su debut marcó cuatro goles en nueve partidos del torneo local y otros tres en la Copa Libertadores. En 1974, fue el máximo goleador del Torneo Nacional con 25 tantos y llevó a Central al subcampeonato.

En 1975, repitió su éxito de 25 goles en el Torneo Metropolitano, y en su última temporada con Central, en 1976, cerró su etapa con 97 goles en 123 partidos, convirtiéndose en el máximo goleador del club. Su traspaso al Valencia en 1976 por 500.000 dólares fue un hito en la historia del fútbol argentino, marcando el inicio de su leyenda en Europa.

Valencia

A mediados de 1976 el Valencia CF de la Primera División de España lo compró por 30 millones de pesetas (300.000 dólares), allí dejó plasmada su facilidad para el gol obteniendo el Trofeo Pichichi al máximo goleador de la Liga en dos ocasiones (76-77 con 24 goles y 77-78 con 28). Es el único jugador en la historia de la Primera División de España en haber ganado el trofeo en sus dos primeras temporadas consecutivas.

Estuvo 7 temporadas y conquistó la Copa del Rey de 1979 y la Recopa de Europa de 1980.

River Plate

En marzo de 1981, regresó a su país para incorporarse a River en una operación que alcanzó los 300 millones de pesetas. El delantero, que ya había triunfado en Europa, llegó al club de Núñez con la expectativa de ser una pieza clave. No defraudó: durante el Campeonato Nacional de 1981, fue fundamental para lograr el título con un gol decisivo en la final contra Ferro Carril Oeste.

Sin embargo, las dificultades financieras impidieron que se completara el pago total de la transferencia. De los 300 millones de pesetas pactados, el club solo abonó 130 millones, lo que obligó a Kempes a regresar al Valencia CF en la temporada 1982-83. Allí continuó su carrera hasta la campaña 1983-84.

Últimos años

Continuó su carrera de manera inesperada, pasando al fútbol sala con el Autocares Luz de Valencia. Luego, retomó el fútbol profesional en el Hércules CF, donde jugó durante dos temporadas. Sus goles fueron clave para que el equipo alicantino mantuviera su permanencia en la máxima categoría del fútbol español, prolongando su trayectoria en la élite.

Después de su paso por el Hércules, inició un recorrido por equipos de menor nivel en el fútbol centroeuropeo. Militó en clubes como el First Vienna FC, Sankt Polten y Krems, donde siguió dejando su marca.

En 1995, protagonizó una aventura en el fútbol chileno al fichar por Arturo Fernández Vial, equipo de la segunda división. A pesar de su avanzada edad, Kempes brilló en la cancha, 5 goles en 11 partidos.

El último capítulo de su carrera como jugador fue en 1996, cuando se unió al Pelita Jaya de Indonesia, donde además de jugar, ejerció como director técnico.

Selección Argentina

Comenzó su carrera internacional con la selección juvenil en 1973, siendo una de las máximas figuras del Torneo Juvenil de Cannes al marcar 4 goles. Hizo su debut en la selección mayor el 23 de septiembre de 1973, en un partido de eliminatorias para el Mundial de Alemania, en el que Argentina venció a Bolivia. En 1974, marcó varios goles en partidos preparatorios y, aunque no anotó en el Mundial, fue parte del equipo en sus seis partidos.

En 1975, participó en la Copa América, anotando 3 goles, pero Argentina no logró el título. Durante 1976, obtuvo títulos amistosos ante Uruguay y Paraguay. 

Tras su transferencia al Valencia, Kempes volvió a la selección en el Mundial de 1978, donde se convirtió en pieza clave, anotando 6 goles y convirtiéndose en el máximo goleador del torneo. Argentina ganó el campeonato, y Kempes se destacó por su contribución en la final con dos tantos.

Segundo grito de gol de Kempes ante los Países Bajos, que acerca a Argentina al título mundial

Después de ser campeón del mundo, regresó a la selección en 1981, siendo parte en amistosos previos al Mundial de 1982. Sin embargo, Argentina fue eliminada en la segunda fase, y el partido contra Brasil el 2 de julio de ese año marcó su último encuentro con la albiceleste.

Kempes es, sin duda, uno de los futbolistas más grandes de la historia argentina. Con 367 goles en 649 partidos, su legado lo confirma como un verdadero Matador.

Segurola y Habana: otro símbolo de Diego

Por Pedro Fernández Perotti y Marcos Giglio

Mañana se cumplen 29 años del partido en el que Diego Armando Maradona volvió al fútbol argentino, más específicamente a Boca Juniors, en el encuentro que paradójicamente pasaría a la historia por el cruce que protagonizó con Julio César Toresani. El Xeneize recibía en la Bombonera a Colón de Santa Fe por la fecha 9 del Torneo Apertura de 1995. Diego encabezaba el dream team de Silvio Marzolini a través del túnel, se persignó con la mano derecha y con una pelota bajo el brazo izquierdo. Fue recibido con humo de color azul y oro y una lluvia de papelitos en toda la cancha que estremecía. La fiesta no estaba completa sin sus hijas, pero Dalma y Giannina llegaron sorpresivamente en una caja de regalos, con dos carteles en los que se leía “Gracias papá”.

El local se impuso 1 a 0 con un gol de Darío Scotto a los 89 minutos. A los 38´ del primer tiempo, luego de un tumulto entre los jugadores y una fuerte discusión entre los protagonistas, el árbitro del encuentro, Francisco Lamolina, amonestó a ambos pero el capitán del conjunto santafecino fue expulsado por doble amarilla.

Esta situación desató el escándalo en el post partido, y “El Huevo” Toresani culpó al 10 de Boca por su expulsión: “A mí me echó Maradona. Lo que diga después que escuche esto, me importa un carajo. Lo que sí, me gustaría tenerlo enfrente a ver si me dice las cosas que me dice en la cancha, que después del partido me iba a agarrar. Yo me la banco. Lo iría a buscar hasta la casa”.

Diego no se quedó atrás y se defendió con los tapones de punta: “A ver si este tiene cara. Este Toresani, que no existe. Que le pregunten a Lamolina si yo le dije que lo echara. Lo juro por mis hijas. Entonces, le vuelvo a repetir a Toresani: Segurola y Habana 4310, séptimo piso. Y vamos a ver si me dura 30 segundos”.

Así fue como este ida y vuelta dejó inmortalizado no sólo el domicilio del ídolo argentino, sino también la frase. Casi 30 años después, es común escucharla entre los fanáticos del fútbol y aún se siguen viendo flores y otros reconocimientos para el astro argentino en los carteles que identifican esta famosa esquina en la Ciudad de Buenos Aires.

Selección argentina de natación: plantel chico, corazón grande

Por Franco Zabala

La selección argentina de natación carreras, integrada por 9 nadadores entre ambas ramas, consiguió el tercer puesto en el medallero del Sudamericano Absoluto de Cali, con un total de 5 oros, 2 platas y 7 bronces. El primer puesto fue de Brasil y el segundo, de Colombia.

Argentina logró el 3º lugar del medallero del Sudamericano Absoluto de Deportes Acuáticos que tuvo lugar en la ciudad colombiana de Cali, en la disciplina de natación carreras. El seleccionado nacional alcanzó un total de 14 medallas (5 de oro, 2 de plata y 7 de bronce) con un plantel de 9 nadadores.

Para poner en perspectiva la diferencia de cantidad, se pueden utilizar a Brasil y Colombia, que ocuparon el primer y segundo lugar en cuanto a preseas se refiere. La verdeamarela llevó a 28 deportistas, mientras que los locales presentaron 18. 

Solo con ese dato, el resultado final toma otro color. Medirse de igual a igual ante dos potencias con la mitad o menos de los nadadores que llevaron, es un logro en sí. 

Un punto a resaltar es el rendimiento individual de Macarena Ceballos, quien además de conseguir el oro de los 50m y 100m pecho, se llevó la marca técnica del certamen, gracias a su rendimiento en la primera de estas pruebas. Verdaderamente un broche de oro para la cordobesa, que viene de alcanzar la semifinal olímpica en París. En los relevos también jugó un papel fundamental y ayudó a conseguir los bronces de la 4x100m libre y 4x100m combinado.

A su vez, Andrea Berrino tuvo un torneo espectacular. Sumado a los oros en 50m y 100m, espalda, también consiguió ser subcampeona en 50m libres. Como dato de color, posee el récord absoluto argentino de todas esas carreras. En las pruebas en conjunto, ganó dos bronces: el de 4x100m combinado y 4x100m libre.

Los otros dos representantes de la albiceleste que ya habían dicho presente en un Sudamericano de mayores eran Lucía Gauna y Federico Ludueña

(En orden de izquierda a derecha: Berrino, Gauna, Ceballos y Portela, el relevo de 4x100m combinado femenino)

La nadadora del club Nados de Castellón se llevó 3 bronces, 1 por cada relevo que integró (4x200m libre, 4x100m combinado y 4x100m libre). Por si fuera poco, también alcanzó la final en los 100m y 200m libres, donde fue 6ª y 4ª, respectivamente. 

El atleta de Once Unidos, uno de los últimos en sumarse al listado tras lograr la entrada en el clasificatorio que se realizó en Parque Roca, terminó en el 6º puesto de los 200m mariposa.

De allí en más, todos los nadadores argentinos fueron debutantes. Ninguno tenía un currículum flojo, pero por distintos motivos no habían formado parte del plantel del Sudamericano de Buenos Aires 2021.

(Cazau, con su oro de los 100m mariposa).

El más destacable sin ninguna duda fue Ulises Cazau, quien en su primer torneo con la selección mayor estableció un nuevo récord juvenil de 50m mariposa y pisó lo más alto del podio. El “Titán” también supo quedar entre los 3 mejores en los 100m de su estilo principal, donde se llevó el bronce. 

El deportista platense viene en alza desde el año pasado y ya posee los récords juveniles de 100m y 50m mariposa, que le pertenecían nada más y nada menos que al dos veces olímpico Santiago Grassi. A esto se le agrega el 3º lugar que consiguió en el Pan Pacific Junior, hace menos de 1 mes. 

(Barbeito, con la plata que ganó en los 200m pecho).

Otra debutante que brilló en el certamen fue Martina Barbeito. La nadadora del Club San Fernando fue subcampeona en los 200m pecho y tercera en los 100m del mismo estilo. Esto sin contar el bronce del relevo 4x200m que integró.

En esa prueba también estuvo presente Magdalena Portela, designada a las 2 pruebas de medley y los 200m mariposa. Su mejor resultado individual en el torneo fue el bronce en los 400m combinado, aunque es prudente mencionar que se metió entre las mejores 8 de las otras carreras que corrió.

(Portela, con el bronce que ganó en los 200m mariposa).

Otra de las integrantes de la 4x200m libre fue la más chica de la delegación: Cecilia Dieleke. La deportista nacida en 2009 fue parte de la posta y también corrió las 3 distancias de espalda. Alcanzó la final en los 50m y los 200m, donde se quedó a un segundo de alcanzar el podio. 

La última medalla individual del certamen vino de la mano del cordobés Francisco Vullo, quien también estaba de estreno. Nadó los 200m mariposa y alcanzó el bronce en su primera carrera del campeonato.


Gracias a la destreza y entrenamiento de sus representantes que Argentina consiguió ser uno de los 3 mejores países de Sudamérica en cuanto a medallas se refiere. En la tabla general finalizó 5ª, aunque es fundamental aclarar que bajo esta métrica, la cantidad de atletas pesa mucho. 

El sistema premia con puntos a los ocho finalistas: 9 al 1º, 7 al 2º y de allí desciende 1 punto por puesto hasta el 8º. Por este motivo es fundamental tener un equipo polivalente, para así cubrir la mayor cantidad de pruebas. 

En el listado de la albiceleste se podían contar dos ausencias fuertes: Agostina Hein y Ulises Saravia.

Hein se dio de baja porque debía hacerse una operación respiratoria, la cual ya se confirmó que transcurrió correctamente. Tenía 3 obstrucciones que le dificultaban nadar, según informó su entrenador, Sebastián Montero.

En cuanto al marplatense, en la propia convocatoria se anunció que no podría salir de España, lugar donde reside desde la temporada pasada, por encontrarse en medio de “trámites migratorios que le imposibilitarían volver”.

Más allá del nivel de estos dos jóvenes atletas que recientemente tuvieron su debut olímpico en París, el impacto en la delegación llegó por los lugares que ocupaban en la misma. 

Saravia era el 4º varón del equipo, por lo que sin él, Argentina se quedó sin posibilidad de armar relevos masculinos. Sumado a esto, que no es un detalle menor, también figuraba como el único anotado en pruebas de espalda, en las cuales tenía muchas chances de ganar el oro. ¿Qué significa que sus probabilidades de campeonar eran altas? Bueno, su mejor marca en 100m espalda es de 53.95, en París registró 55.03 y en Cali, Pedro Henrique Figueiredo ganó con 56.07

(Hein al término de los 800m libre en París).

Hein, por el gran año que ha tenido, se perfilaba como la candidata máxima a llevarse el oro en todas sus carreras principales, que son las de fondo, pero también podía dar pelea en las periféricas de su programa (400m combinado y 100m mariposa). Por dar un ejemplo, el récord personal de la campanense en 800m libre es de 8:29 y el oro se lo llevó nada menos que Kristel Kobrich, con 8:40.84.

Más allá de los 400m medley, donde Portela se puso la prueba al hombro y consiguió una presea, Argentina no tuvo nadadores en ninguna carrera de fondo, lo que genera una fuerte repercusión de cara a la ubicación en el tablero final. Algo similar sucedió en las pruebas de velocidad de la rama masculina.

Los 50m libre se los llevó Diego Aranda, un joven uruguayo de 17 años y gran futuro que registró 22.73. El récord juvenil argentino que posee Matías Santiso es de 22.72 y el absoluto, que Guido Buscaglia rompió el pasado junio, está en 22.16. 

Mismo caso el de los 100m libre. El campeón del Sudamericano, Kaua Marinho Pereira, marcó 50.29. Santiso y Buscaglia han sabido romper la barrera de los 50 segundos en diferentes ocasiones.

Son estas faltas las que toman fuerza de cara al puntaje final del torneo. La proporción de medallas es muy positiva (14 con 9 atletas) y es donde se debe hacer foco. 

 

Argentinos en el ATP Masters 1000 de Shanghai

Por Matías De Mare

El certamen masculino que reúne a los mejores tenistas del mundo se encuentra en fase de clasificación al maindraw, la cual disputaron seis argentinos en busca de la gran final del 12 de octubre en la ciudad más poblada de China.

Mariano Navone, Francisco Cerúndolo, Marco Trungelliti, Sebastián Báez, Facundo Díaz Acosta y Tomás Etcheverry ya jugaron sus respectivos primeros partidos en el torneo que otorga 1000 puntos de ranking ATP al ganador, el que más recompensa a los tenistas por detrás de los cuatro Grand Slams.

Sin embargo, no todos corrieron la misma suerte. En primera ronda, cayeron Navone frente al japonés Nishikori, el santiagueño Trungelliti ante el canadiense Diallo y Díaz Acosta contra el neerlandés Griekspoor, mientras que en la segunda fase, Sebastián Báez, el argentino mejor ubicado en el ranking (26), fue derrotado por el francés Gaël Monfils y Francisco Cerúndolo, por el kazajo Shevchenko.

Tomás Etcheverry fue el único de estos seis jugadores que consiguió el boleto a la tercera ronda del torneo tras haber vencido a Botic van de Zandschulp en un partido que duró 3 horas y 43 minutos, el más largo de la historia del Masters de Shanghai. Hoy se enfrentará a Jannik Sinner, el actual número uno del mundo, con el objetivo de ingresar al maindraw de esta competición por primera vez en su carrera. El platense de 25 años buscará repetir las hazañas conseguidas por sus compatriotas Juan Martín Del Potro, Guillermo Vilas, David Nalbandian, José Luis Clerc, Guillermo Coria, Alberto Mancini y Guillermo Cañas en las distintas ciudades donde se disputa este torneo. Pese a que la edición de Shanghai no la ganó ningún argentino, sí tuvo un finalista: Del Potro, exnúmero tres del mundo, que fue derrotado en 2013 a manos de Novak Djokovic.

Además de participar en este torneo, Tomás Etcheverry, Francisco Cerúndolo y Sebastián Báez también representan al equipo nacional en la Copa Davis junto a los doblistas Máximo González, Andrés Molteni y el capitán Guillermo Coria. El 19 de noviembre, en Málaga, España se enfrentarán por cuartos de final a Italia, el último campeón, que además cuenta con Sinner en su nómina.

Etcheverry, que este año consiguió el mejor puesto en su carrera (27), busca lograr su primer título ATP tras haber sido finalista en Houston, Lyon y Santiago. Por otro lado, consiguió tres torneos Challenger en singles (Perugia, Trieste y Biobío), los cuales permitieron que “Retu” ascendiera a la posición 35, su ranking actual. “Estoy tratando de volver a estar entre los 30 mejores, mi ranking bajó un poco cuando no pude jugar. Tuve que saltarme algunos torneos debido a una lesión y eso me costó muchos puntos. Estoy jugando mejor cada semana y tengo mucha confianza en que el camino que estoy siguiendo me traerá esos grandes resultados”, aseguró el tenista diestro en una entrevista con Tennis.com.

Froilán González, el Pepe de la gente

Por Thiago Cammarota

El 5 de octubre de 1922 nació Froilán González, el primer piloto en ganar una carrera de F1 con la mítica escudería Ferrari y uno de los preferidos de Don Enzo. Sus inicios, los éxitos internacionales y el paso por el TC de una leyenda del automovilismo argentino.

No me olvidaré de usted mientras viva”, le dijo, mirándolo fijamente a los ojos, Enzo Ferrari a Froilán González, días más tarde de la victoria del argentino en el Gran Premio de Silverstone de 1951, la primera de la escudería de Maranello en su historia. “El viejo ya tenía una foto mía de la carrera y estaba loco de contento. Me pegó un abrazo que me cortó la respiración. Tuve que contarle toda la carrera, me pidió que le firmara la foto y, además, me regaló un reloj de oro con el Cavallino Rampante grabado”, detalló el oriundo de La Colonia, pequeña localidad bonaerense situada entre Salto y Arrecifes. También le ofreció un contrato de seis millones de libras y la oportunidad de ser uno de los pilotos titulares del equipo.

Antes de retirarse del despacho de Don Enzo en Maranello, Gonzalez vaticinó el futuro de la escudería: “Ferrari será un gran equipo, Commendatore, y se escribirán libros enteros contando su historia, enumerando triunfos y más triunfos. Yo solo seré Pepe González, el piloto argentino que ocupará la primera línea de esa lista”. Hoy, Ferrari es el equipo que ha conseguido más victorias (243), más campeonatos de Pilotos (15) y de Constructores (16) en la historia de la Fórmula 1.

En 1954, González alcanzó el subcampeonato de la Fórmula 1, detrás de su amigo y rival, Juan Manuel Fangio, elaborando un inédito 1-2 para la Argentina. Además, ese año volvió a ganar en Silverstone, el que sería su segundo y último triunfo en la categoría. En total corrió 26 Grandes Premios en nueve temporadas (1950 a 1957 y 1960), acumuló dos victorias, siete segundos puestos, cuatro terceros lugares, tres poles y seis vueltas rápidas. Fue piloto de las escuderías Ferrari, Maserati y Vanwall

Pero antes de sobresalir en la escena mundial, Pepe debió ganarse un lugar en el ámbito nacional. Sus inicios fueron en la categoría Fuerza Limitada a bordo de un Chevrolet 4 cilindros y bajo el seudónimo de Canuto para que su familia, quienes no aprobaban que se involucre en automovilismo, no lo descubriera. Cuando su padre se enteró, lo echó de la casa y Froilán debió buscar un trabajo para sustentarse. Lo encontró en el transporte de ganado porcino y cereales al Mercado de Liniers. 

Nunca dejó de lado las carreras. En 1947 se le presentó la chance de correr en el Turismo Carretera, año en el que participó en las Mil Millas Argentinas de 1947. Al año siguiente, compitió en las mítica prueba Buenos Aires – Caracas. En suma disputó seis carreras en la categoría más antigua del mundo, las últimas cinco arriba de una cupé Chevrolet. Durante su paso por el automovilismo nacional, conoció a Fangio, quien lo recomendó para formar parte del equipo argentino que el ACA envió a Europa en 1950. Ese fue el puntapié inicial para su exitosa trayectoria internacional.

Tras su retiro, se convirtió en preparador de coches para el Turismo Carretera, categoría a la que revolucionó con el desembarco del Chevitú a mediados de los 60, el primer auto compacto que llegó al país para romper con la tradición de las cupecitas. El prototipo de la marca estadounidense Chevrolet logró 14 triunfos entre 1964 y 1966.

González falleció el 15 de junio de 2013 a la edad de 90 años, como consecuencia de una enfermedad respiratoria. Su destacada carrera deportiva hizo que Pepe sea uno de los pocos pilotos, quizá el único, que logró ganarse el corazón de los fierreros argentinos y de los tifosi italianos.

Fabbiani: “Les pido a mis jugadores que sean responsables, pero que también aprendan a disfrutar”

Por Yessica García e Iván Cardozo

Independiente y Deportivo Riestra se enfrentan una vez más; En esta ocasión, el Rojo recibe desde las 15 al Malevo en el Estadio Libertadores de América-Ricardo Enrique Bochini en el marco de la fecha 17 de La Liga Profesional.

Los dirigidos por Cristian “Ogro” Fabbiani buscan repetir la victoria que obtuvieron en marzo en el estadio Guillermo Laza -cuando el director técnico del equipo de Avellaneda era Carlos Tévez -, donde ganaron 1 a 0 con gol de Pedro Ramírez, por la Copa de La Liga.

En la antesala del choque del domingo, Fabbiani contó cómo se prepara su plantel para enfrentar al de Julio Vaccari:

-Se viene el enfrentamiento contra Independiente. Destacando que, hasta ahora de los partidos que jugaron contra los denominados grandes, ganaron cuatro y perdieron uno ¿Hay alguna preparación distinta para estos encuentros cuando van de visitante? 

-No, yo creo que hoy los jugadores de Riestra ya están motivados por estar en Primera División, porque les costó mucho llegar hasta acá. Entonces, la motivación es clave, encima jugar contra un equipo tan grande, a nosotros nos sube la expectativa. Entonces, el equipo está bien.

-Tomando en cuenta tu experiencia como ex futbolista, que formaste parte también de equipos importantes y jugaste en canchas muy relevantes, ¿tratás de transmitirle eso a tus jugadores?

-Sí, yo mantengo un ida y vuelta con el jugador atípico, porque soy cercano con la edad. Entonces tengo una manera de expresarme, convencerlos y llevarlos a que también pueda disfrutar los partidos. Porque si no, con mucha presión, a veces los jugadores no funcionan. Eso es lo que me funcionaba a mí. Yo trataba de entrar a la cancha y divertirme. Y es lo mismo que le pido al equipo, que sea responsable. Pero también, llega un momento que se tiene que aprender a disfrutar. 

El 27 de octubre, el plantel de Deportivo Riestra enfrentará a otro grande, visita a Boca por la fecha 19 y el Ogro -confeso hincha de River– ya palpita el encuentro que será histórico para el equipo de Pompeya:

-Damos un salto más y pensamos a futuro, se viene Boca a fin de mes. ¿Qué les genera a ustedes, a vos como entrenador y a los jugadores, estos partidos? 

No, la verdad que, en lo personal es un partido más. Tuve la chance de jugar en cancha de Boca y cuando estás en juego la gente no se escucha. Es muy difícil oírlos cuando estás tan concentrado. Va a ser el primer partido de muchos en una cancha histórica como La Bombonera, pero yo creo que una vez que pita el árbitro, ya se olvidan de todo. Una vez que empieza a rodar la pelota no escuchan a la gente, a veces ni me escuchan a mí por la concentración. Entonces, tenemos que pasar a estos partidos. Se viene un mes muy difícil para tratar de mantener la categoría.

-¿Cómo creés que te va a recibir la gente de Boca ese día?

-Y…la gente es rara, la gente de la cancha es rara. Capaz que te putean, a veces te piden fotos. Es raro el fútbol argentino. Yo tengo la suerte de que soy, para mí, uno de los jugadores… Sí, puteado dentro de la cancha, pero también afuera querido. Entonces, obvio que me van a putear porque soy hincha de River y alguna vez los chicanee. Pero no, con todo el respeto. Y aparte, no me afecta, ni me afectaba como jugador, ahora menos como técnico, porque te aíslas de una manera que no escuchas a la gente. Entonces, muchas veces te putean, cuando dejás de estar un poco atento; Ahí capaz escuchas una puteada. Pero si no, es algo a lo que estoy acostumbrado.

Los jugadores Ignacio Arce, Alan Barrionuevo y Braian Sánchez también palpitan el duelo contra Independiente y la próxima visita a Boca:

-¿Cómo se preparan para el encuentro de este domingo? ¿Creen que tienen chances de ganar?

-Ignacio Arce. Sí, son partidos por ahí, no sé si especiales, pero siempre marcan un antes y un después. Ya nos pasó que a Independiente le ganamos en nuestra casa. Y sabemos que podemos dar un buen partido, un buen resultado, que vamos a ir en busca de eso. Pero siempre la motivación es extra contra clubes tan grandes y un club tan representativo para el fútbol argentino como es Independiente.

-Alan Barrionuevo. La verdad que va a ser seguramente un partido muy difícil. A nosotros nos cuesta mucho de visitante, esperamos sacarlo adelante y creo que tenemos plantel para igualarlos. Pero bueno, son partidos lindos que se quieren jugar y sabemos que nos va a costar.

-Braian Sánchez. Yo creo que sí tenemos chances, estamos confiados, pero bueno, sabemos que Independiente es un grande. Estamos trabajando el partido para poder traernos algo de la cancha Independiente. Así que bueno, estamos con confianza, pero sabemos que es una cancha difícil también.

-Llevan una racha de 5 victorias y un empate en el estadio Guillermo Laza ¿Cómo llegaron a hacerse tan fuertes de local?

-Barrionuevo. No, la verdad que con trabajo, todo trabajo de la semana, el tratar de estar bien ordenado y por suerte casi siempre somos los mismos los de abajo y pudimos tomar esa confianza entre nosotros y creo que cada vez estamos más sólidos.

-Sánchez. La unión y el trabajo del grupo es clave, completamente. Es un grupo que se esfuerza mucho, la verdad que pensamos mucho cada partido. Así que creo que hoy la tabla lo demuestra, lo demuestran los resultados. Así que bueno, estamos contentos y esperamos seguir por este camino.

-Arce. Uno  trabaja, se entrena y se busca perfeccionar día a día para llegar bien al fin de semana. Y con el equipo y el plantel los venimos logrando, superándonos día a día, esto lleva a uno a tener esa motivación extra de seguir creciendo.

-A fin de mes les toca ir a la Bombonera, ¿Qué les genera jugar contra Boca?

-Barrionuevo. No, la verdad que seguramente va a ser algo muy lindo, es algo que todo jugador quiere jugar en esa cancha, pero bueno, primero tenemos que jugar ahora contra Independiente y esperemos sacar ese partido adelante. 

-Sánchez. Va a ser algo histórico para el club. Obviamente que todavía faltan un par de partidos, pero bueno, de reojo ya estamos palpitando lo que va a ser el encuentro con Boca. Realmente estamos muy contentos y con mucha expectativa por lo que pueda pasar.

 

 

 

El camino hacia la segunda estrella 

Por Tobías Gallardo

La selección Argentina de futsal jugará su tercera  final consecutiva de Copa del Mundo y será frente a Brasil. El equipo dirigido por Matías Lucuix demostró una contundente eficacia desde la fase de grupos, donde se consolidó como uno de los favoritos para llevarse el título.

En el primer partido del grupo, Argentina enfrentó a Ucrania y no dejó lugar a dudas de su poderío ofensivo. Con un aplastante 7 a 1, el equipo albiceleste dejó su huella desde el inicio. Kevin Arrieta, con dos tantos, se destacó junto a Alan Brandi, Matías Rosa, Cristian Borruto (también con doblete) y Lucas Bolo, quienes contribuyeron a una victoria que mostró el nivel de la Argentina.

El segundo encuentro contra Afganistán fue el más ajustado, en la fase de grupos, pero Argentina se llevó los tres puntos gracias a un doblete de Matías Rosa, a lograr un 2 a 1 clave para mantener el liderato del grupo y asegurar su pase a los octavos. Afganistán mostró resistencia, pero la solidez defensiva y el oportunismo de Rosa marcaron la diferencia.

El cierre de la fase de grupos fue un festival de goles para Argentina. En un vibrante 9 a 5 frente a Angola, Alan Brandi se lució con cinco goles, mientras que Borruto, Arrieta, Lucas Tripodi y Ángel Claudino completaron la goleada para cerrar el Grupo C.

En los octavos, Argentina enfrentó a una Croacia que planteó un partido físico y cerrado, pero con paciencia y precisión, el conjunto argentino se impuso 2 a 0 con goles de Brandi y Rosa. Fue un triunfo trabajado, pero que reflejó el control de los dirigidos por Lucuix.

Ya en cuartos de final, Argentina volvió a mostrar su versión más arrolladora al vencer 6 a 1 a Kazajistán. Matías Rosa, Ángel Claudino, Kevin Arrieta (con dos goles), Sebastián Corso y Lucas Bolo fueron los encargados de marcar los goles que llevaron al equipo a las semifinales. La defensa argentina, una de las más sólidas del torneo, supo defender cuando más complicado estaba el partido.

El duelo más complicado llegó en semifinales contra Francia. El partido fue una verdadera batalla táctica y física. Kevin Arrieta abrió el marcador de penal, pero Francia no tardó en igualar. Ángel Claudino devolvió la ventaja a los argentinos, pero nuevamente los franceses empataron. Cuando parecía que el tiempo extra era inevitable, Argentina encontró una sexta falta a tres minutos del final. Arrieta, experto en penales y tiros libres desde los 10 metros, no falló. Con un potente disparo, sentenció el 3 a 2 que selló el pase a la final.

El camino hacia la final no fue fácil, pero Argentina mostró carácter, talento y una gran capacidad para resolver los partidos complicados. Kevin Arrieta, uno de los máximos goleadores del torneo y pieza clave en los momentos decisivos, ha sido el encargado de llevar a la selección a este último paso.

El domingo 6 de octubre a las 12:00 horas, Argentina enfrentará a Brasil en búsqueda de su segunda estrella, en una final que promete ser memorable. Será un nuevo capítulo en la histórica rivalidad entre ambas potencias del futsal, con la gloria mundial en juego.

El futsal argentino la pega con las dos

Por Thomas Marquez

En un rato nada más la selección argentina enfrentará a Brasil por la final del Mundial de Futsal, donde buscará conseguir su segunda estrella en la tercera final consecutiva que disputa, pero a su vez, el seleccionado ya terminó un Mundial en el cual finalizó cuarto, porque cayó derrotada 2-0 con Venezuela. Está claro que el elenco argentino no puede competir en dos competencias en simultáneo, por lo menos el mismo, ya que en una sede (Bucaramanga) la cita mundialista ya terminó y la otra, que se ubica del otro lado del mundo (Uzbekistán), está a un puñado de minutos de recibir una final entre los argentinos y los brasileños. 

Hay dos Copas del Mundo, una la organiza la poderosa FIFA, este año en el país asiatico, y la otra, jugada en tierras colombianas, está a cargo de la terrenal Federación Internacional de Fútbol de Salón (FIFUSA), que en el año 1990 se disolvió por problema económicos pero en 2022 volvió a reactivarse para hacerse cargo del originario fútbol de salón, desplazando a su predecesora la Asociación Mundial de Futsal (AMF). La explicación del porqué no existe una unificación de organismos para el mismo deporte está sujeta a que en el pasado se dieron ciertos desacuerdos mientras se buscaba suplir los interés de ambas federaciones, y también, en gran parte, se debe a que existen distintas reglas dentro de una misma disciplina. Algunas de las diferencias en el reglamento acentúan aún más la disyuntivas que existe entre las organizaciones, porque habría que solucionar de raíz y de cierta forma uno de los ”futsales” debería cambiar. Por ejemplo en FIFA aparece un término recurrente que es el “arquero jugador”, un movimiento ofensivo en el cuál un hombre de campo sustituye al arquero original y se suma a los ataques para lograr diferencia numérica con respecto al rival, algo imposible del lado de la FIFUSA porque el portero no puede avanzar más allá de la mitad del campo. Otro punto que vale la pena mencionar es la utilización de las manos para sacar los laterales y los corners en las máximas de la FIFUSA, mientras por el lado de la FIFA es todo con el pie. Además existen algunas complejidades hasta para los árbitros, que cuando dirijan en FIFUSA deberán tener como vestimenta destacada un pantalón blanco largo y llevar una tarjeta azul sumada a las clásicas roja y amarilla.

Obviamente si partimos de una grieta a nivel internacional, esto desemboca a nivel local, por ello se explica que hay dos selecciones en el país, que están a cargo cada una de un ente regulador a nivel nacional, la AFA y la Confederación Argentina de Fútbol de Salón (CAFS), y por supuesto son responsables de los torneos que cada uno hace en la República Argentina.

El seleccionado CAFS disputó la Copa Mundial FIFUSA Bucaramanga 2024 del 13 al 22 de septiembre, donde arrolló a sus rivales sin muchas complicaciones durante la fase de grupos, octavos y cuartos de final, hasta que se topó con Brasil en semifinales, perdió 3-2 y quedó eliminado. Luego enfrentó a Venezuela por el bronce y cayó 2-0. Igualmente Argentina ya tiene dos Copas Mundiales (1994 y 2019) en su bolsillo, ambas ediciones en territorio argentino, un segundo puesto en Argentina 2007 y tres terceros puestos (Bolivia 2000, Colombia 2011 y Bielorrusia 2015). En toda la historia se disputaron 13 campeonatos mundiales, en 6 la albiceleste se metió en el podio y en 8 estuvo entre los cuatro mejores.

La selección AFA se encuentra a un paso de conseguir la gloria, enfrentará a Brasil por la final de la Copa Mundial de Futsal Uzbekistán 2024. También adoptó un paso firme hasta las semifinales, donde se cruzó a Francia, y luego de un partido muy trabajado, pudo superarlo por 3-2. Los comandados por Matías Lucuix buscarán bordar la segunda estrella en el escudo, la primera fue obtenida en Colombia 2016. La selección argentina además acumula un segundo puesto en Lituania 2021 y un cuarto puesto en China Taipei 2004. En 10 mundiales que se realizaron, el combinado argentino se ubicó cuatro veces dentro de los cuatro mejores, contando Uzbekistán 2024, y ojalá que sea con dos primeros puestos.

Sin dudas que la relación entre los argentinos y la pelota atraviesa cualquier frontera, porque sea el fútbol que sea, siempre la albiceleste está en las primeras filas, en busca de los máximos objetivos. Así que sea de un lado o del otro, la certeza es que la Argentina en el futsal, la pega con las dos.

 

Fútbol, pasión de élites y de multitudes

Por Juan Pablo López

Mientras Lionel Messi ofrecía otra actuación memorable con la Albiceleste, firmando tres goles y dos asistencias en la victoria 6-0 sobre Bolivia, miles de estudiantes seguían el encuentro desde las tomas en facultades de todo el país. El partido, disputado a las 21 horas, coincidió con un contexto de creciente agitación en las universidades, en medio del rechazo al veto de Javier Milei a la ley de financiamiento universitario.  

El descontento estalló después de que en Diputados se desestimaran los reclamos estudiantiles el pasado 9 de octubre. Desde entonces, alumnos y docentes organizan movilizaciones que se intensificarán entre el 21 y el 26 de este mes, con clases públicas en las calles más emblemáticas de Buenos Aires, desde el Congreso hasta la Avenida de Mayo.  

Pese a la importancia del conflicto, ni los jugadores ni Lionel Scaloni se pronunciaron al respecto. ¿Deberían ensayar una postura en medio de un eje relevante que atraviesa a la sociedad? Es poco habitual que los protagonistas del fútbol se manifiesten. Sin embargo, Matías Manna, analista de video del cuerpo técnico y egresado de la Universidad Nacional de Rosario, reforzó aquella definición de abril en una entrevista con La Garganta Poderosa:  “Uno dice: ‘La universidad no tiene vínculo con tu trabajo ahora en el fútbol’, pero yo digo que no, que tiene mucho vínculo. La forma de trabajar que tengo, la forma de pensar, tiene que ver con mi paso por la universidad. Soy un agradecido de esa formación”.  

Del mismo modo, y en sintonía con el reclamo, Estefanía Banini, futbolista de Levante Badalona de España y excapitana de la Selección Argentina, se sumó al pedido cuando en la primera marcha federal del 23 de abril, miles de personas se movilización por las distintas ciudades del país.  “No sé si al Gobierno le conviene tener a gente ignorante para poder manejarla mejor, por así decirlo. Sería bueno que cada deportistas se posicionara en esto“.

El 5 de septiembre de 2001, con Marcelo Bielsa como entrenador, el seleccionado salió al campo de juego con esta bandera y remeras alusivas al conflicto. Luego, venció a Brasil 2 a 1 por las Eliminatorias del Mundial 2002.

La situación educativa en Argentina es compleja: siete de cada diez estudiantes universitarios representan la primera generación en sus familias en acceder a estudios superiores, y el 42,6% vive en condiciones de pobreza. Esta realidad se extiende también al ámbito laboral docente, evidenciando las dificultades económicas del sector.  

Un profesor con jornada completa (36 horas semanales) percibe un salario mensual de 1.196.712 pesos. Si ese docente soñara con asistir al estadio Monumental junto a su esposa y tres hijos, debería desembolsar 1.050.000 pesos solo en entradas a plateas bajas. Si además quisiera cenar en el estadio, el menú básico de hamburguesa, papas y bebida le costaría 87.500 pesos por cinco personas. Así, la salida total alcanzaría los 1.137.500 pesos, dejando apenas 59.212 pesos para el resto del mes.  

Para un maestro con jornada simple (9 horas semanales) y un ingreso promedio de 598.356 pesos, el panorama es más ajustado: apenas podría costear dos entradas en platea Belgrano y comida para dos personas, quedándole 153.000 pesos disponibles para subsistir el resto del mes. Peor aún es la situación de los asistentes de cátedra, cuyo salario promedio de 36.500 pesos no les permitiría acceder a ninguna entrada, obligándolos a buscar transmisiones en línea tras la desaparición de la señal de los partidos en la TV Pública.  

Otro sector golpeado es el de los jubilados, que reciben una pensión mínima de 244.320 pesos. Si uno de ellos quisiera asistir al partido con su combo de comida incluido, le sobrarían apenas 15.000 pesos para vivir hasta fin de mes.  


“La universidad moldea nuestra manera de ver el mundo, y eso influye en todo lo que hacemos, incluso en el fútbol”, dice Matías Manna, integrante del cuerpo técnico del seleccionado y egresado de la Universidad Nacional de Rosario.

Mientras el seleccionado lidera cómodamente las Eliminatorias rumbo al Mundial 2026, los salarios de los docentes universitarios en el país ocupan un puesto mucho más relegado en el continente. Argentina se encuentra por debajo de naciones como Brasil (US$ 4.231), Uruguay (US$ 3.443), Ecuador (US$ 2.786) y Bolivia (US$ 2.170).  

La Selección, esa que dio una clase de fútbol frente a Bolivia en el Monumental, tuvo en sus comienzos a un futbolista que en el Mundial 1930 no disputó el segundo partido ante México porque viajó de Montevideo a Buenos Aires para rendir una materia en la UNLP. Manuel Ferreira, su capitán, asistió al examen en su carrera de escribano. Tiempo después, el futbolista integrante de un equipo de Estudiantes recordado como Los Profesores, ejerció la docencia. 

 

Padel, un talento argentino

Por Mateo Herrera Olmedo

Es 2014. El argentino Fernando Belasteguín cierra una nueva temporada como número uno del ranking mundial del pádel. Su 11° temporada consecutiva en lo más alto. Felipe Calleja tenía 13 años. Nacido en Victoria, ciudad de la provincia de Entre Ríos, se dedicaba a practicar deportes en su tiempo libre. El fútbol y el tenis, principalmente. El segundo lo practicaba en el Club Libertad, ubicado en su ciudad natal, con la enseñanza de un profesor, Ricardo Basualdo. En ese mismo club, aparte de las canchas de tenis, había dos canchas de pádel, lo que le llamó la curiosidad al pequeño aspirante a tenista.

Calleja, a su corta edad, desconocía lo que era el pádel. No era como el tenis. La pelota pasa más tiempo en el aire y siempre vuelve al rebotar en las paredes de blindex o de concreto. No se va lejos. Su profesor lo tenía claro. Entonces, con su formación en el tenis, invitó a su alumno a jugar al pádel y a inscribirse a un torneo que organizaba el Club Libertad de forma independiente. Sin tanto convencimiento por el novedoso deporte, Calleja encontró una pasión que lo movilizó más que en el tenis. No podía seguir tres disciplinas en simultáneo. Un esfuerzo que también se veía volcado para poder llegar a terminar la escuela. Así que se decidió a dos de ellas. Quedó afuera el tenis.

El entrerriano comenzó a practicar en la escuelita de pádel de su profesor, Ricardo Basualdo, en Victoria. Ahí arrancó su carrera como jugador de pádel profesional. Primero al jugar torneos informales, sin organización de la Asociación del Pádel Argentino (APA), y luego sí un torneo oficial de la Asociación Victoriense de Pádel (AVP). Lo disputó con su papá, Alejandro Calleja, miembro de la asociación. La pareja ganó el Torneo Pares de la AVP.

“Tuve suerte porque la pegué”, cuenta Felipe (foto) en 2024 a sus 23 años. Cuando arrancó la escuelita en 2013, comenzaron muchos chicos y el pádel volvió a tener un crecimiento exponencial. Iban a jugar todos los días. Entonces, durante ese mismo año y con más práctica, decidieron ir todos juntos al primer Nacional de Menores (torneo de pádel organizado por la APA). Competición que disputan jugadores de toda Argentina, en diversas categorías menores. Fue un antes y un después. En ese año arrancó a subir categorías, hasta llegar a lo más alto. Hoy es top 4 del ranking de Argentina.

Felipe Calleja (@FeliCalleja) / X

Pero a sus 15 años estaba decidido con lo que quería seguir una vez terminada la escuela. Y así pasó. En 2015 dejó de jugar al fútbol en el Club Atlético Sarmiento de Victoria para enfocarse ciento por ciento en su nueva etapa que lo apasionaba: el pádel. Comenzó a entrenarse “en serio” con un preparador físico y a prepararse por fuera de la escuelita con una profesora de pádel, Maria Irene Arreseygor, que formaba parte del cuerpo técnico de las selecciones nacionales menores de la APA. En ese año se coronó como número uno del ranking de su categoría, la Sub 15.

La importancia de su formación para llegar luego a lo más alto como profesional fue una de las claves. Federico De Pascual, actual entrenador de las selecciones nacionales y parte de la comisión técnica de la APA, considera que “los principales formadores” son los profesores. “Entre los 13 y 18 años hay una etapa formativa en la que los chicos se forman como deportistas y como personas. Eso es fundamental”. Y aclara: “Creo que hay una parte en la vida del deportista que no se la pueden perder”. En Argentina, la parte de los selectivos de menores es sumamente importante. Y una vez llegado a los 18 años, dice, “ya estás capacitado para despegar como jugador y encarar torneos con un buen nivel”.

La formación y los entrenamientos que tuvo Calleja fueron esenciales para estar en lo más alto de Argentina hoy. En búsqueda de mejorar en todos los aspectos para tener un gran nivel para competir, entrena dos horas en la cancha la parte técnica y dos horas la parte física.

Sucede lo mismo con los jugadores a los que entrena De Pascual. Los chicos de sub 14 hasta sub 18 de los seleccionados nacionales tienen dos horas y media de entrenamiento en la cancha. Ejercicios de canasto, control y de partido durante todos los días de la semana; al mismo tiempo se ejercitan en el gimnasio. La receta del éxito de los jugadores argentinos se diferencia del pádel de la década del 90, en el que no había tanta profesionalización ni dedicación a la hora de entrenarse individualmente. Por eso es el deporte de mayor crecimiento. “Y habrá que cuidarlo como no se lo cuidó en los 90”, dice De Pascual.

El encanto del juego es el mismo ahora que el de hace 30 años”, añade el vicepresidente de la APA, Oscar “Cacho” Nicastro (foto). Pero hay una “espectacularidad”, agrega, que no se veía antes. Sucede que los jugadores de ahora, en la élite y en las categorías menores, tienen una mayor capacidad física que antes. Son versátiles. A lo que se suma la técnica y el uso de canchas y paletas nuevas. Por eso Argentina fue, es y será potencia en el pádel. Tuvo a Belasteguín como el único jugador en la historia en ser número uno del ranking durante 13 años (2002-2014). Tiene ahora, desde 2020, a Agustin Tapia, de 25 años, el mejor de la clasificación en 2023 y parte del 2024. Hay hambre de gloria.

Las personalidades que siguieron de cerca el Buenos Aires Master Padel - Infobae

Es un deporte de paleta, para jugadores de muñeca sensible por la variedad de sus golpes y no solo del remate fuerte y preciso, que lo prefieren por encima del tenis. De esos sobran en Argentina. Esos que lo arrancan como un hobbie y compiten fuerte en torneos internacionales como Premier Pádel. Como Calleja, Tapia y Belasteguín.Y eso es: la competencia, que al argentino lo implica a ser talentoso en deportes como el pádel.

La importancia de Argentina en los inicios del deporte

No es casualidad el nivel que tiene hoy el pádel argentino. Para adentrarse en este mundo hay que saber que fue importado en 1969 desde Acapulco, México, lugar en el que se creó. Luego de expandirse en España, en especial en Marbella,  los argentinos que vacacionaban allí, como Julio Menditeguy y Roberto Rivera, lo trajeron al país como un deporte novedoso que combinaba cosas del tenis, racquetball, squash y algo del ping pong.

Y de ahí, en 1982, es que surgen unas ocho canchas en Argentina pero de forma privada y dirigidas más hacia la clase alta. En el San Juan Tennis Club, en el barrio de San Telmo, en San Juan y Chacabuco, en un edificio de gran altura con poca apariencia de una institución, se pusieron dos canchas de pádel en el subsuelo. Lugar donde arrancan a jugar a este deporte muchos ex jugadores de otras disciplinas, como Cacho Nicastro.

De 80 años, Nicastro jugó al rugby como apertura gran parte de su vida. Primero en el Buenos Aires Cricket & Rugby Club y después en Hindú. Y antes de terminar su carrera, deportista de raza, comenzó a pensar a qué actividad podría dedicarse. Su despedida fue en 1983, cuando Guillermo Vilas deslumbraba por el mundo con la hazaña de que el tenis podía ser un deporte popular en Argentina.

A Cacho Nicastro, quien ya había agarrado una raqueta en búsqueda de nuevos rumbos, le pareció que el tenis carecía de alegría. Por lo que se pasó al squash y de ahí encaró hacia el pádel. Se convirtió en pionero en Argentina: fue presidente, fundador y actual vicepresidente de APA.

Viviana Dellavedova, esposa del mexicano Enrique Corcuera, creador del pádel en Acapulco, describe como “maravillosa” la llegada de Nicastro a México. Un revolucionario. Luego organizaría por primera vez un encuentro entre ambos países. Él “hizo todo” para perfeccionar el pádel-tenis, llamado así en su año de creación, en 1962. “Nosotros lo inventamos y él lo perfeccionó”, cierra Dellavedova. Y así fue, en el San Juan Tennis Club. Se organizaron pequeños torneos entre los amigos de Nicastro, unos pocos que sabían jugar al pádel. Hasta consiguieron, a través de Constancio Vigil, dueño de la Editorial Atlántida, el nombre de El Gráfico para darle visibilidad a su torneo y que la copa llevase el nombre de la conocida revista deportiva. Pleno crecimiento de un nuevo deporte.

“Se competía con la formación que teníamos de un deporte nuevo. Éramos jugadores de distintos deportes que creíamos que jugábamos a lo que era el pádel. Y el éxito fue también por la inclusión de la mujer, que no se sentía favorecida con otro deporte de paleta o raqueta, y en el pádel era incorporada con mucha facilidad”, dice Nicastro. Esa “incorporación” tan marcada llevó a las parejas a formar duplas y a jugar un partido juntos, al igual que con sus hijos. Así creció todo el desarrollo y se repartió por la provincia de Buenos Aires, Córdoba, Misiones, Chaco y hasta en Uruguay, Chile y Paraguay.

El 21 de noviembre de 1987, Nicastro decidió juntar a todos sus amigos practicantes (16) para fundar la APA, la federación representativa del pádel en Argentina, en la que se establecen todos sus objetivos reglamentarios y técnicos para planificar, ejecutar y administrar la conducción del pádel a nivel nacional. Ahí se empezó a darle formato. A partir de la marca de paletas Sport Connection, que tenía como uno de los dueños a Nicastro, hubo contacto con España para que traiga un seleccionado capitaneado por Don Rafael Silvela a Argentina y jugar un torneo de exhibición. “Por mi formación en el rugby, siempre le di un carácter institucional al pádel”, dice el vicepresidente de la APA.

Pero no todo fue belleza y crecimiento. A fines de la década del 90, el deporte sufrió una recaída. La hiperinflación durante esos años, un común denominador que persiste en las distintas etapas de la historia argentina, llevó a que muchas de las canchas fuesen vendidas para que el terreno se utilizase en la construcción de nuevos edificios. Disminuyeron la cantidad de jugadores practicantes. La cantidad de canchas. Y las marcas de paletas que estaban en el mercado, como Dobber o Royal Pádel, se redujeron. Sin embargo, en el interior del país, las canchas siguieron de igual manera, lo que permitió que se mantuviera encendida una mínima chispa. Y esa chispa se encendió como fuego tan solo una década después, en 2000, para llegar a que en octubre de 2024 haya, por lo menos, seis jugadores argentinos en el top 10 del ranking internacional del pádel.