martes, noviembre 4, 2025
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Mateo Silvetti, el suplente salvador

Por Máximo Rossi

Mateo Silvetti, delantero rosarino, compañero de Lionel Messi en el Inter Miami, marcó su tercer gol en el Mundial Sub-20, todos ingresando desde el banco de suplentes. El ex Newell’s entró a una racha goleadora a partir de la fase de eliminación, anotó ante
Nigeria en octavos, México en cuartos y el único gol de la semifinal ante Colombia para que
Argentina pase a la final luego de 18 años, la última en 2007.

“Newell’s termina siendo mi vida”

Nació el 14 de enero de 2006 en Funes, Santa Fe, y sus inicios deportivos no fueron con el fútbol sino el rugby, deporte heredado por su padre ex Puma. De a poco empezó a jugar al fútbol, y debido a un conflicto de horarios entre los dos tuvo que decidir: “Me incliné por la redonda”.

Su paso por las inferiores de Newell ‘s no fue fácil, por momentos no jugaba y el aspecto
físico también complicó su futuro: “Me había quedado de baja estatura. Tuve que corregir
muchas cosas, pero de eso se trata, de insistir”.

Es un delantero polifuncional, se puede ubicar por las bandas o como punta de área, y ya en la Sexta División se empezó a mostrar como una joya de la Lepra para el futuro. En 2023, todavía con la sexta división, ganó el Torneo Internacional Sub 17 ‘Canteras de América’, y con eso consiguió dos enormes saltos en su carrera: Subir a jugar con la reserva y su primera convocatoria con la selección sub-17. “El llamado a la selección no lo esperaba y siento que es un premio al esfuerzo. Tengo en claro que esa posibilidad se gana semana a semana entrenando acá en Newell’s”.

Con la Reserva, la Lepra llegó a la semifinal de la Copa Proyección y con eso se ganó la
convocatoria a la pretemporada con el plantel de Primera. Con Sebastián Méndez como
técnico, ‘Toto’ debutó ante Barracas Central y fue una de las primeras variantes durante el
ciclo de Méndez . Ya bajo las órdenes de Ricardo Lunari, tuvo su debut de titular y se retiró
ovacionado del Coloso en la victoria ante Tigre. “Los primeros partidos me sentí bien, siento que es un proceso, pero también entiendo que no hay mucho tiempo. El objetivo es
afianzarme en Primera, que todo vaya bien”.

En su paso por la primera de la Lepra, Silvetti jugó 37 partidos, marcó 6 goles y dio 2 asistencias. Un grupo de empresarios adquirió su pase por 4.2 millones de dólares y en agosto de 2025 arribó al Inter Miami.

En Miami junto a Messi

Ya en la MLS, Toto comparte vestuario con varias leyendas del fútbol mundial como Luis
Suárez, Sergio Busquets y principalmente Lionel Messi. “Tanto Leo como los demás
compañeros me hicieron sentir muy cómodo en el día a día”.

Mascherano, quien ya fue su técnico con la Sub-20, ayudó su llegada al club de Miami. “Un poco la idea de juego ya la entendía de antes”. Al poco tiempo tuvo su debut ante Seattle Sounders, donde ingresó por Tadeo Allende en la victoria de las Garzas 3-1. Por el momento suma 3 partidos oficiales en la MLS y aún no pudo marcar ningún gol. Se nota que su relación con el capitán argentino es muy buena, ya que le cedió la ejecución de un penal, que fue desviado, pero el gesto dejó clara la confianza que Messi tiene en él.

Chile 2025

En el Mundial Sub-20, Silvetti se encontró en el banco de suplentes, algo que no molestó al
rosarino. “A lo largo del torneo lo dije; Argentina es un país muy rico en jugadores. Los que
entran en el 11 y los que estamos afuera estamos en condiciones de ayudar”. Nuevamente se mostró instrumental para el conjunto de Diego Placente y metió el gol del pasaje a la final. Messi, nuevamente, apoyó a su compañero de equipo y le comentó en Instagram: “Felicitaciones Toto Silvetti por el gol”.

Perón y las hinchadas argentinas

Por Facundo Llano

Sin duda que el peronismo, nacido el 17 de octubre de 1945, es uno de los fenómenos más populares de nuestro país y un actor determinante en la práctica del fútbol en Argentina. Desde el primer momento, Juan Domingo Perón entendió su popularidad y lo integró a su estrategia política, lo que generó una relación tan cercana del movimiento y sus seguidores para con el deporte. 

Una clara representación de este fuerte vínculo de masas es la presencia de emblemas, canciones y banderas peronistas en las tribunas de una gran parte de los clubes argentinos. 

En algunos equipos la conexión fue variando con las épocas y los momentos, con otros estuvo siempre, incluso en la actualidad, en la que la aparición de la simbología se mantiene viva en las tribunas.

El primero de los casos de la lista es el de Racing Club de Avellaneda, en el que su estadio lleva el nombre del General Perón. Fue inaugurado en 1950 luego de créditos otorgados por el gobierno, en particular a través del ministro de Hacienda Ramón Cereijo. En 2015 se colocó un banderín en el icónico mástil del estadio para homenajear a Eva Perón, quien es socia honoraria de la institución. La Academia también canta una canción con la melodía de la Marcha Peronista, un ícono fundamental para el movimiento:

 “Esta es la número uno

Que te sigue a todas partes

Siempre con sus estandartes

Y un grito de corazón

Racing campeón, Racing campeón

En el este y el oeste

En el norte y en el sur

Brillará blanca y celeste

La academia Racing Club”

Boca Juniors, club del que era hincha Perón, también tiene un fuerte arraigo al movimiento Justicialista:  La 12, el nombre que obtiene la hinchada del Xeneize, acostumbra a mostrar una bandera con la frase de “Boca y Perón, un solo corazón”, y otra con un número 12 pintado de azul y amarillo entre medio del escudo del club y otro del PJ. 

Nueva Chicago también entra en la terna para el premio de los “Clubes más Peronistas”. El Torito de Mataderos posee una recordada historia envuelta en lealtad: el 24 de octubre de 1981, en plena dictadura cívico-militar, la policía arrestó a gran parte de los integrantes de la hinchada por entonar la Marcha durante un partido de la Primera B.

En Rosario, hay una hinchada que es bien peronista, y esa es la de Central.  

Debajo de la tribuna popular donde se encuentran Los Guerreros, flamea una larga  bandera desde hace ya varios años con la frase de “Central y Perón, un solo corazón”, y la cara de Juan Domingo a un costado. 

Algo similar a lo que ocurre con La 12 en La Bombonera.  El 24 de agosto del corriente año, en el clásico frente a Newells por la fecha 6 del Torneo Clausura, la gente del Canalla desplegó un trapo con el lema “Todos Unidos Triunfaremos”, una frase sacada de la letra del himno del movimiento al que Hugo del Carril le dio voz y muy usada para la militancia peronista.

El Club Atlético Chacarita Juniors es siempre reconocido como un club popular, un club del pueblo, identidad y valores que se vinculan plenamente con el movimiento peronista. Además, desde 1945 que el Funebrero se encuentra asentado en el partido bonaerense de San Martín, una zona ocupada históricamente por el sector obrero y un fuerte bastión del justicialismo. Quizás sea por eso que muchas de las banderas que vemos en la cancha de Chaca tengan el logo del PJ así como también las caras de sus más reconocidos líderes. 

Como último equipo de esta lista aparece River Plate, y es que una de las más míticas y reconocidas banderas del peronismo en el fútbol argentino la tienen Los Borrachos del Tablón, el nombre que se le da a la hinchada del conjunto millonario. Este estandarte, el cual no se muestra hace ya varios años debido al derecho de admisión que los líderes de la agrupación poseen, tiene escrita la frase de “Leales a nuestras banderas”, y las caras de Perón y Evita, una de cada lado. Además, al igual que todas las hinchadas de esta lista, la del Millonario tiene símbolos justicialistas pegados en sus bombos, paraguas y redoblantes.

Aunque River sea el último enlistado, si se habla de peronismo e hinchadas es imposible dejar afuera a El Tula, considerado para algunos como el hincha argentino más famoso del mundo. Era dueño del primer bombo que asistió a un Mundial de fútbol en Alemania 1974. En él tenía dibujado a Perón, Evita, el Papa Francisco, el escudo de Rosario Central y demás símbolos nacionales. En 2023, fue quien subió al escenario para recibir el premio que The Best le entregó a la Argentina como mejor hinchada del mundo, un momento que quedó escrito para siempre en la historia del deporte. 

El Tula falleció el 7 de enero del año pasado, pero seguirá siendo la clara muestra de que entender al movimiento peronista como algo ajeno al fútbol y su gente resultará imposible en cualquier intento.

30 grandes momentos del deporte argentino de los últimos 30 años

Lionel Messi alza el trofeo de campeón del mundo tras la victoria 4-2 ante Francia por penales en la final, el domingo 18 de diciembre de 2022, en Lusail, Qatar. (AP Foto/Martin Meissner)

Por Multimedia 2E TM

1- Equipos argentinos campeones de Libertadores

Por Lourdes Castaño

Argentina es el país que más títulos de la Copa Libertadores posee con 25. En la última década, cuatro clubes lograron la gloria eterna; Boca, Estudiantes, San Lorenzo y River ampliaron su palmarés. 

Situarnos en los principios de los 2000 es hablar de los prestigiosos años de Boca. En un lapso de siete años ganó cuatro campeonatos. Las finales ganadas contra Palmeiras en 2000, frente a Cruz Azul al año siguiente, ante Santos en 2003 y contra Gremio en 2007 lo situaron como el segundo máximo ganador. 

Dos años después, Estudiantes logró su cuarta Libertadores frente a Cruzeiro y tras un empate 0-0 en el estadio UNO, el Pincha se hizo grande en Brasil y ganó 2-1. 

En 2014, San Lorenzo consiguió su única Copa Continental. Derrotó en la final a Nacional de Paraguay con un resultado global de 2-1 y festejó en el Pedro Bidegain. 

Sólo un año más tarde, River alcanzaría su tercera Copa frente a Tigres de México tras golear 3-0 en la vuelta en el Monumental. En 2018, en una final histórica que se tuvo que mudar a Europa, le ganó a su clásico rival, Boca. En la Bombonera fue 2-2 y en el Santiago Bernabéu 3-1 para el equipo de Marcelo Gallardo. 

Luego de esto, los equipos brasileños arrasaron con las conquistas y los argentinos no lograron volver a levantar el trofeo más anhelado. 

 

2- Boca vs Real Madrid

Por Adrián Schneir

Tras consagrarse campeón de la Copa Libertadores 2000 por penales frente a Palmeiras, Boca obtuvo su tercer título en este certamen y por ende se clasificó para jugar la final de la Copa Intercontinental frente al ganador de la Champions League 99/00, que fue Real Madrid. El encuentro se disputó el 28 de noviembre de ese año en Tokio, Japón, en el Estadio Nacional. El enfrentamiento comenzó muy intenso, ya que al minuto tres de partido el Xeneize marcó el primer gol: pase filtrado a Marcelo Delgado, centro al área y remate de zurda que Martín Palermo mandó al fondo de la red. Los hinchas de Boca no pudieron prácticamente procesarlo ya que tres minutos más tarde, a los seis, el conjunto argentino recuperó la posesión, Juan Román Riquelme agarró la pelota y metió un pase de 60 metros para que nuevamente Palermo corra, defina cruzado y la mande a guardar frente a un vencido Iker Casillas. Si bien los Merengues descontaron seis minutos más tarde mediante Roberto Carlos, Boca lo aguantó y obtuvo un título clave para la historia grande del club. 

 

3- El mejor jugador de pádel de la historia argentina

Por Manuel Alfonso

Fernando Belasteguín es, sin discusión, el mejor jugador de pádel de la historia. Nacido en Pehuajó, Argentina, en 1979, “Bela” revolucionó el deporte con una carrera marcada por la constancia, la humildad y un dominio inigualable. Alcanzó el número uno del mundo en 2002 y mantuvo ese puesto durante 16 años consecutivos, un récord absoluto en el pádel profesional. A lo largo de su trayectoria, conquistó más de 230 títulos, entre ellos más de 120 torneos del World Padel Tour y numerosos campeonatos internacionales. Su sociedad con Juan Martín Díaz primero, y luego con Pablo Lima, marcó una era de supremacía total. Más allá de los logros deportivos, Belasteguín es símbolo de profesionalismo y ejemplo de longevidad: siguió compitiendo al máximo nivel más allá de los 40 años, demostrando que la mentalidad y la disciplina pueden desafiar al tiempo. En la historia del pádel, su nombre es sinónimo de leyenda, y por qué no de maestro, debido a que fue pareja de Arturo Coello y Agustín Tapia, ambos número uno del mundo en la actualidad.

 

4- Las Leonas campeonas del mundo

Por Camila Martinez

El 8 de diciembre de 2002 quedó grabado en la historia del hockey sobre césped argentino. En la ciudad de Perth, Australia, las Leonas conquistaron su primer título mundial tras vencer a Holanda en una final agónica e inolvidable. El encuentro terminó 1 a 1 y se definió en una apasionante tanda de penales, con ocho ejecuciones por lado. 

Mariela Antoniska, imbatible bajo los tres palos, fue una de las grandes figuras de aquella jornada en la que la Copa del Mundo finalmente se tiñó de celeste y blanco.

Ocho años después, el 11 de septiembre de 2010, la ciudad de Rosario vivió una verdadera fiesta. El equipo dirigido por Carlos “Chapa” Retegui consiguió su segundo título mundial, nuevamente frente a Holanda, al imponerse por 3 a 1. Fue un campeonato especial, celebrado en la ciudad de Luciana Aymar, quien fue elegida en ocho ocasiones como la mejor jugadora del mundo y es la única mujer argentina con cuatro medallas olímpicas.

Solo cuatro jugadoras formaron parte de ambos campeonatos del mundo, Perth 2002 y Rosario 2010: Luciana Aymar, Soledad García, Mariné Russo y Claudia Burkart, verdaderas leyendas que marcaron un antes y un después en la historia del hockey argentino.

 

5- Los anillos de Ginóbili

Por Manuel Martinez Cataldo

El 15 de junio de 2014, Emanuel Ginóbili ganó su cuarto y último anillo de campeón de la NBA con los San Antonio Spurs, luego de derrotar en cinco partidos al Miami Heat de LeBron James. Este título en particular tiene un gusto especial para Manu; el año anterior habían perdido increíblemente en la misma instancia y ante el mismo rival, lo que motivó a los de Texas a dar todo la temporada siguiente y despedir la dinastía con un quinto campeonato (el primero, en 1999, fue antes de la llegada del argentino).

De los cuatro anillos de Ginóbili, puede que el último sea el más significativo, pero el segundo, ganado en 2005, fue en el que mostró su mejor versión. Luego de ser clave en los playoffs, el oriundo de Bahía Blanca jugó un rol vital en las finales ante los Detroit Pistons, siendo eficiente con sus tiros y cargándose el equipo al hombro en los momentos decisivos. Tal es así que salió segundo en la votación al MVP de la serie tras sus 23 puntos en el séptimo juego, el cual los Spurs ganaron 81-74.   

Además de los años ya mencionados, Manu fue campeón en 2003 (primer argentino en lograrlo) y 2007 con San Antonio, y es uno de los dos basquetbolistas en ganar una medalla dorada olímpica, un título de Euroliga y un anillo de la NBA.

 

(AFP)

 

6- La final argentina de Roland Garros 2004 

Por Bautista Ramirez

El 6 de junio de 2004 se ganó el derecho a tener un puesto sobresaliente en la historia del deporte argentino. Por primera vez en la historia, dos tenistas argentinos se enfrentaban en una final de Grand Slam. Guillermo Coria, número 3 del mundo y máximo favorito para llevarse el cotejo, y por su parte, Gastón Gaudio, número 44 en el ranking ATP.

Ante un Philippe Chatrier sold out y repleto de ese glamour tan característico de París, El Mago se lucía ante un Gaudio impreciso. Tal es así, que se llevó los primeros dos parciales por 6-0 y 6-3. La final parecía no tener sorpresas y que se inclinaría a favor del santafesino.

Pero el partido daría un giro de 360º cuando El Gato empezó a dominar ese revés a una mano que lo había llevado hasta ese partido final, y se adueñó del tercer set por 6-4.  Ante la levantada del oriundo de Temperley, aparecieron problemas físicos para Coria y decidió ceder el cuarto (6-1) para jugársela en el último.

Ese partido opaco había quedado en el olvido y teníamos un final apasionante. En el quinto parcial, el Nº44 hasta ese entonces, levantaría dos puntos de partido y ganaría el último 8-6 para entrar en la historia grande del tenis.

 

7- La Generación Dorada en Atenas 2004

Por Santiago Llorente

El 28 de agosto de 2004, la selección nacional de básquetbol se consagró campeona en los Juegos Olímpicos tras vencer a Italia por 84  a 69. Esto fue un antes y un después en el deporte argentino. Muchos de los jugadores que formaron parte del Team, habían obtenido el subcampeonato en el Mundial de Indianápolis 2002

Comenzaron con una victoria ante Serbia y Montenegro, perdieron frente a España e Italia y se recuperaron frente China y Nueva Zelanda y accedieron a cuartos de final. Allí se enfrentaron a Grecia, a quienes vencieron por 5 puntos. En semis llegaría la hazaña más grande de la historia del básquet argentino: enfrentaban al Dream Team de Estados Unidos, los monarcas de los Juegos Olímpicos en este deporte. Sin embargo, los dirigidos por Rubén Magnano lograron lo que parecía imposible tras ganar por 8 puntos. Formaron parte del equipo nombres como Manu Ginóbili, Luis Scola, Andrés Nocioni, Fabricio Oberto, Alejandro Monteccia, entre otros. Estos cinco fueron los que más puntos aportaron al equipo, un promedio superior a 6,6 por partido.

 

8- Los oros olímpicos en fútbol

Por Joaquín Delaloye Castro

El 28 de agosto del 2004, en Atenas, la selección sub 23 de Argentina ganaría su primer oro en esta disciplina tras vencer a Paraguay por 1 a 0, con gol de Carlos Tevez. A su vez, ganó todos sus partidos consagrándose campeón invicto, en fase de grupos consiguió puntaje perfecto, venciendo a Túnez (2-0), Serbia y Montenegro (6-0) y Australia (1-0), mientras que en instancia eliminatoria derrotó a Costa Rica (4-0) en cuartos de final y a Italia (3-0) en semifinales. En aquel equipo dirigido por Marcelo Bielsa había grandes jugadores como: Javier Saviola, Javier Mascherano, Andrés D’ Alessandro y Gabriel Heinze, entre otros.

Para Pekín 2008, Argentina conseguiría por segunda vez consecutiva la medalla dorada tras vencer a Nigeria por 1 a 0, con aquel mítico gol de Ángel Di María. Juan Román Riquelme se encargaría de ser el líder en ese equipo, en lo que sería uno de sus últimos torneos con la camiseta albiceleste. Sin embargo, el resto del equipo no se quedaba atrás con jugadores que luego se convertirían en subcampeones del mundo en 2014 como Sergio Romero, Pablo Zabaleta, Ezequiel Garay, Javier Mascherano, Fernando Gago, Ángel Di María, Lionel Messi, Ezequiel Lavezzi y Sergio Agüero.

 

9- La medalla de bronce de Los Pumas

Por Mateo Lopardo

Hace 18 años, Los Pumas obtuvieron la prestigiosa medalla de bronce del Mundial 2007 en Francia, donde marcó un antes y un después en el rugby argentino. Este certamen fue disputado por 20 naciones y Argentina se posicionó en el podio e hizo historia, firmando hasta el momento su mejor producción histórica en un torneo internacional del deporte ovalado.

Esta hazaña que logró el seleccionado argentino con constancia y disciplina fue un festejo que para ellos fue como consagrarse y levantar la copa. Las piezas claves que hicieron diferencia en los diferentes cotejos, fueron: Agustín Pichot, los hermanos Felipe y Manuel Contepomi, Patricio Albacete y Juan Martin Hernández. Un momento destacado fue la semifinal perdida ante Sudáfrica, el campeón de la competición, que derrotó al conjunto Marcelo Loffreda por 37-13. Pero ahora sí, el equipo retomó y se recuperó de esa derrota con un bronce histórico frente a Francia 34-10, en el que Felipe Contepomi marcó 19 puntos.

 

10- Del Potro campeón del Us Open

Por Tomás Calegari

Juan Martín Del Potro se consagró campeón del US Open en 2009 ante el suizo Roger Federer, quien iba a disputar su sexta final en Nueva York de manera consecutiva, por 3-6, 7-6 (5), 4-6, 7-6 (4) y 6-2. El argentino llegaba al torneo como Nº6 del mundo, con 20 años y perdió apenas cuatro sets en todo el cuadro.

La Torre de Tandil venció en semifinales al español Rafael Nadal, Nº3 del ranking ATP en ese momento, por triple 6-2 y se trató de la única vez en la que todos los integrantes del denominado “Big 3” llegaron a esta instancia y ninguno terminó con el trofeo en sus manos. Los últimos 21 Grand Slams en singles previos al de Estados Unidos habían sido ganados por europeos, mientras que los 63 posteriores también, por lo que Delpo se sostiene como el único campeón no nacido en el Viejo Continente de las últimas 85 ediciones. 

Esta conquista fue la más importante de la carrera del tandilense, que lo consolidó como uno de los cuatro argentinos campeones de un Grand Slam, junto a Guillermo Vilas, Gabriela Sabatini, ambos en el US Open, y Gastón Gaudio, en Roland Garros. 

 

 

11- Los 8 Balones de Oro de Messi

Por Gerónimo Bourquin

Ocho veces el mundo se rindió ante los pies de Lionel Andrés Messi. Ocho consagraciones que retratan perfectamente la carrera del mejor futbolista de la historia. Desde su primer galardón en 2009, cuando con apenas 22 años fue la estrella de un Barcelona campeón de todo, hasta el último en 2023 tras ser campeón del mundo con la Selección Argentina, cada trofeo narra una versión distinta de Messi.  En 2010, 2011 y 2012 dominó el fútbol con cifras increíbles, rompiendo récords estadísticos en cada temporada. En 2015 volvió a coronarse, demostrando un estilo de juego más asociativo junto a Luis Suárez y Neymar Junior. Ya en 2019, consolidado como una leyenda, fue premiado tras ponerse a un Barcelona débil futbolísticamente al hombro, jugando “solo” toda esa temporada. En 2021 lo obtuvo tras romper un maleficio que lo venía persiguiendo toda su carrera, ganó una Copa América siendo el mejor jugador de Argentina en la competición. Finalmente, en 2023, fue galardonado luego de conseguir un mundial con una actuación histórica, cumpliendo su sueño y acercándose al fin de su carrera de manera soñada. 

 

12- El descenso de River

Por Juan Franco Gómez Sacks

El 26 de junio de 2011, River descendió por primera vez a la Primera B Nacional. Belgrano fue el encargado de empujar al abismo a una institución que pendía de un hilo desde varios años atrás producto de negligencias dirigenciales. Aquella tarde fría de Núñez, el equipo cordobés, pese a empezar perdiendo por un gol de Mariano Pavone, aguantó el resultado conseguido en Alberdi y esperó su momento para, a través del gol de Guillermo Farré, liquidar la promoción y desencadenar la guerra que se vivió en las tribunas e inmediaciones del estadio. De hecho, Sergio Pezzotta, el árbitro del partido, se vio obligado a finalizar el encuentro en tiempo de adición. Los hinchas piratas aguardaron hasta entrada la noche para poder abandonar su codo de la Centenario Alta. Tras campañas para el olvido, incorporaciones cuestionadas y gobiernos incapaces, José María Aguilar y Daniel Passarella fueron los principales apuntados de una tragedia difícil de olvidar para el millonario, un club acostumbrado a su gloria e ideología futbolística.

 

13- Maravilla Martínez vs Chávez Jr.

Por Eros Ghiglione

El 15 de septiembre de 2012, en el Thomas & Mack Center de Las Vegas, Sergio “Maravilla” Martínez y Julio César Chávez Jr., hijo de la leyenda mexicana, protagonizaron una de las peleas más recordadas de la última década. Martínez llegaba como uno de los mejores libra por libra, tras vencer a Kelly Pavlik, Paul Williams y Matthew Macklin. Chávez Jr., invicto y campeón mediano del CMB, había defendido exitosamente su título ante Marco Antonio Rubio y Andy Lee.

Desde el primer asalto, el argentino impuso su estilo: movilidad constante, velocidad y precisión. El oriundo de Sinaloa no encontraba respuestas ante el dominio de Maravilla, quien se quedó con claridad con once de los doce rounds. Pero en el último asalto, un derechazo del mexicano lo derribó, desatando el histórico “¡Salí de ahí, Maravilla!”, por parte del relator Walter Nelson.

Maravilla se levantó y resistió hasta el final, sellando una victoria por decisión unánime y arrebatándole el invicto a Chávez Jr. Aquella noche, el argentino escribió una página dorada en la historia del boxeo.

 

14- El descenso de Independiente

Por Luciano Mollo

El sábado 15 de junio de 2013 Independiente descendió por primera vez en su historia a la segunda categoría del fútbol argentino tras perder como local por 1 a 0 frente a San Lorenzo.

El descenso se produjo por el promedio obtenido tras varias malas campañas del Rojo. En el Torneo Apertura 2010 finalizó último con 14 puntos y solo 2 victorias en 19 fechas. En 2011 el equipo cambió la cara y finalizó sexto en el Clausura y octavo en el Apertura, sumando 56 puntos en total.

Para 2012 se produjo un cambio político rotundo en la institución tras la victoria de Javier Cantero en las elecciones presidenciales, que decidió eliminar a la barra brava del club. En el Clausura, el Rojo terminó 16° con 20 puntos, y el descenso se hizo muy presente luego de que en el Apertura empeore su rendimiento y termine 18° con 17 unidades.

El descenso se consumó en el Torneo Final 2013, en el que Independiente terminó en la posición 12 con 24 puntos. En este lapso de 3 años, sin contar interinatos, el equipo tuvo 6 directores técnicos diferentes.

 

15- Las finales perdidas de la Selección

Por Santiago Llorente

La Selección Argentina esperó 28 años para volver a ser campeona: tras la última Copa América lograda en 1993 por el equipo de Alfio Basile, llegaron los títulos en Qatar 2022 y el bicampeonato de América. Pero antes hubo tres finales perdidas.

La primera fue en Brasil 2014, con un equipo de Sabella que, sin grandes figuras además de Lionel Messi pero con enorme entrega, ganó todos sus partidos salvo la semifinal ante Países Bajos, definida por penales. En la final ante Alemania, un duelo polémico —por el penal no cobrado a Higuaín y la patada a Mascherano— se resolvió 1-0 en la prórroga con gol de Götze.

Las otras dos caídas fueron ante Chile, en las Copas América 2015 y Centenario 2016, ambas por penales tras 120 minutos intensos y oportunidades claras, como la de Higuaín. Al igual que en el Mundial, los equipos dirigidos por Gerardo Martino lograron llegar a esa instancia sin perder. Tras esa tercera derrota, Messi anunció que no volvería a la Selección, ¿Qué hubiera pasado si mantenía esa decisión?

 

 

16- Fallecimiento de Julio Grondona

Por Luciano Mollo

Julio Grondona comenzó su carrera dirigencial en 1957, cuando fundó el club Arsenal de Sarandí. Se desempeñó como presidente de la institución hasta 1976, cuando asumió como máximo mandatario de Independiente de Avellaneda y se mantuvo en el cargo hasta 1979. En sus tres años en el club obtuvo la Copa Interamericana de 1976, el Torneo Nacional de 1977, en el que venció a Talleres de Córdoba con ocho jugadores, y el Nacional de 1978, en el que derrotó a River.

El 6 de abril de 1979 se convirtió en presidente de la Asociación del fútbol Argentino (AFA) hasta la fecha de su muerte, el 30 de julio de 2014. Es quien más tiempo ocupó el cargo, con 35 años ininterrumpidos. Bajo su mandato, Argentina fue campeón del mundo en 1986, ganó dos medallas de oro en Atenas 2004 y Pekín 2008, las Copas Américas de 1991 y 1993, la Copa Confederaciones de 1992 y 6 mundiales juveniles Sub 20. 

Además, desde 1988 fue vicepresidente primero de la FIFA. Ocupó la presidencia de la Comisión de finanzas y el Consejo de mercadotecnia y televisación de la entidad. 

 

17- La medalla de oro de la Peque Pareto

Por Faustino Sedano

El 6 de agosto de 2016, Paula “Peque” Pareto se quedaba con la medalla dorada en la categoría hasta 48 kilos de judo en los Juegos de Río tras vencer a la surcoreana Bokyeong Jeong en la final y se convertía en la primera mujer argentina en obtener una medalla de oro olímpica, un logro que desconocía y del cual se enteró cuando un periodista se lo comentó en zona mixta. Antes, había derrotado a la rusa Irina Dolgova en octavos de final, a la húngara Eva Csernoviczk en cuartos y a la japonesa Ami Kondo en semifinales. Sus antecedentes olímpicos eran un tercer lugar en Pekín 2008 y una quinta posición en Londres 2012 (perdió el combate para subirse al podio). Sin dudas, la presea dorada fue la gran recompensa y consagración como emblema para una deportista que, mientras competía y triunfaba en el más alto nivel, estudiaba y dos años antes se había recibido médica especializada en traumatología. Un gran ejemplo de esfuerzo y perseverancia. 

 

18- La medalla dorada de Los Leones en Río 2016

Por Federico Esteban Bontempi

El 18 de agosto de 2016, en el marco de los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro, Brasil, la Selección Argentina de hockey sobre césped lograría su primera, y hasta el momento, única medalla en su historia… pero con un condimento especial: sería dorada.

Los dirigidos por Carlos Retegui vencieron en la final a Bélgica por 4 a 2. Con goles de Pedro Ibarra, Ignacio Ortiz, Gonzalo Peillat y Agustín Mazzilli, sentenció el encuentro y logró aferrar la medalla al seleccionado albiceleste.

Con ese campeonato, Los Leones se consagraron punteros en el Ranking Mundial de la Federación Internacional de Hockey (FIH) gracias también a los importantes puntos conseguidos con el tercer puesto en la Copa Mundial de La Haya, Países Bajos, dos años antes.

Tras esa gran etapa en los circuitos mundiales, seguida de una medalla de plata en la Liga Mundial temporada 2016-17, el combinado nacional consiguió destacarse a nivel continental con dos oros (2019 y 2023) en los Juegos Panamericanos, en la Copa Panamericana tres campeonatos (2017, 2022 y 2025) y dos Juegos Suramericanos (2018 y 2022).

 

19- Argentina campeón del mundo en futsal

Por Mauricio Rojas Gil

La Selección Argentina de futsal se consagró por primera vez en su historia de la Copa Mundial el 1 de octubre de 2016 en Colombia y cortó la hegemonía de Brasil y España en esta competencia.

En octavos de final, Argentina venció a Ucrania con gol de Leandro Cuzzolino. En cuartos goleó 5 a 0 a Egipto. En semifinales eliminó 5 a 2 a Portugal para meterse en la gran definición. Los dirigidos por Diego Giustozzi se midieron en una final dramática ante Rusia, quienes dieron el primer golpe a falta de cuatro minutos y cuarenta segundos para finalizar el primer tiempo. Alamiro Vaporaki en la siguiente jugada convirtió el gol del empate. Antes del final de la primera mitad, Cuzzolino dio vuelta el partido. Alan Brandi y Constantino Vaporaki convirtieron los otros dos tantos para que Argentina gane por 5 a 4 la final del Mundial. Luego de ese momento, la Selección disputó todas las finales que siguieron, marcando un antes y un después en la historia del futsal argentino.

 

20- Argentina campeón de la Copa Davis

Por Manuel Martinez Cataldo

El 27 de noviembre de 2016, en Zagreb, Argentina rompió una racha negativa de cuatro finales perdidas y se consagró campeón de la Copa Davis por primera vez en su historia. El encargado de cerrar la serie fue Federico Delbonis, que tuvo la difícil tarea de jugar el quinto punto ante Ivo Karlovic, número 20 del mundo y especialista en canchas rápidas, superficie en la que se jugó aquella final. El azuleño derrotó al croata en sets corridos y le dio al seleccionado su primer título en la competencia.

Sin embargo, lo más recordado de esa serie es la labor de Juan Martín del Potro, quien se comprometió a la Davis tras años de ausencia para disputar los Juegos Olímpicos de Río 2016 y se mantuvo en el equipo una vez terminada la competencia. En semifinales derrotó a Andy Murray en un partidazo para que Argentina ganara el primer punto de la serie ante Gran Bretaña, y en la final le remontó dos sets a Marin Čilić en el cuarto duelo para forzar un quinto. 

Tras derrotas en las finales de 1981, 2006, 2008 y 2011, el equipo argentino saldó en Croacia una deuda histórica con la competencia y logró su única Copa Davis hasta la fecha.

 

 

21- La final de Madrid

Por Valentino Paglia

Noviembre de 2018: Boca Juniors y River Plate, los dos clubes más populares del país, disputarían la final de la Copa Libertadores.

El 10 de noviembre se iba a jugar el partido de ida en La Bombonera, pero debido a cuestiones climáticas, se disputó al día siguiente, y dicho cotejo finalizó en empate 2-2. Los tantos de los dirigidos en aquel entonces por Guillermo Barros Schelotto fueron marcados por Ramón “Wanchope” Ábila y Darío Benedetto, mientras que los goles del Millonario fueron de Lucas Pratto y Carlos Izquierdoz en contra.

Trece días después se tendría que haber jugado el encuentro de vuelta en el Estadio Monumental, pero habría otra postergación, pero esta vez por un motivo que generó repudio en todo el país, en el que hinchas de River lanzaron piedras y gas pimienta al micro que transportaba a los futbolistas de Boca, generando daños físicos en ellos. Ante eso, la CONMEBOL decidió suspender el partido.

Pasados los días, la CONMEBOL tomó una decisión inédita: mudar la final de la Copa Libertadores 2018 a España, más precisamente al Estadio Santiago Bernabéu de Madrid. Dicho duelo se jugaría el  9 de diciembre, y la Gloria Eterna la alcanzarían los Millonarios, tras ganar el encuentro por 3-1 con los goles de Lucas Pratto, Juan Fernando Quintero y Gonzalo “Pity” Martínez.

 

22- La primera victoria de Los Pumas ante los All Blacks

Por Manuel Martinez Cataldo

Argentina no llegaba al duelo ante los All Blacks en Parramatta como favorito, o menos que nunca; era el primer partido del año para Los Pumas luego de meses de inactividad causados por la pandemia, y enfrente estaba Nueva Zelanda, rival al que nunca habían vencido. No obstante, ese 14 de noviembre de 2020, la historia se torció para siempre. 

El seleccionado dirigido por Mario Ledesma salió decidido desde el comienzo y capitalizó los errores de los maoríes para cerrar un primer tiempo brillante con parcial de 16-3 a favor. En el complemento, la arremetida de los All Blacks fue neutralizada por una inspirada defensa, que evitó las chances de una remontada y emocionó a un país entero. El penal de Nicolás Sánchez, autor de los 25 puntos de Los Pumas, faltando tres minutos, liquidó el encuentro en la madrugada argentina. 

Fue 25-15 y triunfo histórico para el conjunto albiceleste, que inició una racha positiva: desde aquel partido, Los Pumas volvieron a ganarle a Nueva Zelanda en 2022, 2024 y 2025, esta última siendo la primera victoria en suelo argentino.

 

23- La muerte de Diego Maradona

Por Ramiro Sierra Lombardi

El 25 de noviembre de 2020 se despidió del mundo terrenal una de las personas que más representó a la bandera argentina frente al mundo. A sus 60 años recién cumplidos, Diego Armando Maradona falleció a causa de una insuficiencia cardíaca en su residencia del barrio de San Andrés, consecuente a una vida de adicciones.

Su muerte significó un antes y después para todos los argentinos. Su velorio se llevó a cabo en la Casa Rosada, el día después de su partida. Los restos fueron enterrados en el cementerio privado Jardín Bella Vista, junto con Don Diego y la Tota. En aquel entonces, Diego era el director técnico de Gimnasia y Esgrima La Plata, aunque los partidos previo al hecho no había estado presente por notorios problemas de salud.

Maradona, quien es y será considerado por muchos como el mejor futbolista de la historia, dejó un vacío difícil de llenar, no solo en el deporte, sino también en el corazón de millones de personas que lo veneraban. Sin dudas, su historia trascendió el campo de juego. Con su partida, el fútbol no solo perdió a uno de sus grandes íconos, sino que el mundo entero se despidió de un ser humano complejo, brillante, y lleno de matices. Diego será recordado siempre como un eterno gigante del balompié, cuyas huellas jamás se borrarán.

 

24- Argentina campeón de la Copa América

Por Amparo Reynoso 

La Copa América 2021 marcó un momento histórico para el fútbol argentino y, especialmente, para Lionel Messi. Disputada en Brasil en un contexto difícil por la pandemia, el torneo se convirtió en el escenario donde el capitán argentino consiguió su primer título con la selección mayor, un logro largamente esperado por él y por millones de hinchas.

Argentina mostró solidez y carácter durante todo el campeonato, con un Messi inspirado, líder dentro y fuera de la cancha, autor de goles y asistencias decisivas. El punto culminante llegó el 10 de julio en el mítico Maracaná, donde Argentina venció 1-0 a Brasil con gol de Ángel Di María. Aquella noche, Messi rompió años de frustraciones y críticas, levantando el trofeo que tantas veces se le había escapado. 

Más que una victoria deportiva, fue una reivindicación emocional y simbólica: el mejor jugador del mundo alcanzaba, finalmente, la gloria con su país, algo que había soñado todo su vida y lo que le faltaba para consagrarse como el mejor de todos los tiempos.

Ese título no solo unió a una generación, sino que también selló el legado de Messi como leyenda absoluta del fútbol argentino y mundial.

 

25- La partida de Messi de Barcelona

Por Román López

La salida de Lionel Messi del FC Barcelona en agosto de 2021 marcó el final de una era inolvidable en el fútbol mundial. Tras más de 20 años en el club catalán, el argentino se convirtió en su máximo goleador histórico, con 672 goles en 778 partidos oficiales. Messi dejó la institución debido a problemas financieros y administrativos que impidieron su renovación de contrato. Aunque ambas partes deseaban continuar, las restricciones impuestas por La Liga y la crisis económica del club hicieron inviable su permanencia. El anuncio de su partida fue un golpe duro para los hinchas culés, que vieron partir a su ídolo entre lágrimas. Su emotiva despedida en conferencia de prensa reflejó el profundo vínculo que mantenía con el club y con la ciudad de Barcelona. Durante su paso por el Barça, Messi conquistó 35 títulos: 10 Ligas, 7 Copas del Rey, 8 Supercopas de España, 4 Champions League, 3 Supercopas de Europa y 3 Mundiales de Clubes.

Luego continuó su carrera en el Paris Saint-Germain, aunque su legado en el Barça permanecerá imborrable. Más que un jugador, Messi fue el símbolo de una época dorada. Su talento, sus títulos y la conexión única con la afición marcaron un antes y un después en la historia del club y del fútbol mundial.

 

 

26- La medalla de bronce del vóleibol

Por Anna Safranchik

La historia se repite y aquella madrugada del 7 de agosto de 2021 el vóleibol argentino logró un milagro. Un bloqueo de Agustín Loser marcó el 15-13 en el marcador y con él, un momento para retratar. La selección consiguió la medalla de bronce de los Juegos Olímpicos de Tokio tras vencer 3-2 a Brasil, 33 años después de la primera y única presea argentina en esta disciplina. 

Del otro lado de la red estaba el número 1 del ranking, último campeón olímpico y equipo que venía de ganar la última Liga de Naciones. Pero el seleccionado albiceleste había hecho un gran torneo, de menor a mayor. Perdió sus dos primeros partidos, pero remontó y se llevó victorias importantes como el 3-0 a Estados Unidos y el 3-2 frente a Italia en cuartos de final.

Una mezcla de experiencia y caras jóvenes formó al conjunto de Marcelo Mendez en una noche llena de coincidencias. Facundo Conte llevaba el 7 en la espalda, igual que su padre aquella noche en otra capital asiática, contra el mismo rival. Ese día fue el pico más alto del ciclo más exitoso de la selección argentina de vóleibol que marcó un antes y un después en este deporte. 

 

27- Argentina campeón del mundo en Qatar

Por Joaquín Heredia Steimberg

El 18 de diciembre de 2022, la Selección Argentina conquistó el mundo en una final que quedará grabada para siempre. En el Estadio Lusail, ante Francia, el equipo de Lionel Scaloni coronó un camino de unión, sacrificio y talento que sació el hambre mundialista que veníamos pasando los argentinos hace 36 largos años. Con un Messi extraordinario en lo futbolístico, y más líder y guapo que nunca. Una nueva faceta más maradoneana que encantó a los argentinos. Tal es así, que marcó dos goles en la mejor final de la historia de los Mundiales, y un total de 7 goles y 3 asistencias en todo el torneo.

De todas maneras, no podríamos estar hablando de esto sin mencionar el plantel y el grupo que se armó de la mano de Scaloni, unos jóvenes que podían morir dentro de la cancha de ser necesario para traer la copa a suelo argentino, pero con “La vieja guardia” como Di María, Otamendi y el “10”. Qatar 2022 no solo significó el sueño cumplido de un país, sino también la reivindicación de su capitán. Messi alcanzó la cima que persiguió toda su vida, demostrando que la perseverancia siempre encuentra su recompensa y pudo llevar felicidad a un país golpeado.

 

28- Agustín Canapino en Indycar

Por Luciano Mollo

Agustín Canapino, piloto argentino identificado con Chevrolet, con la que fue campeón del Turismo Carretera en 4 ocasiones, se subió a un monoplaza de Indycar por primera vez en octubre de 2022. Realizó pruebas en el circuito estadounidense de Sebring, ubicado en Florida. Luego, giró en el autódromo de Buenos Aires a modo de exhibición durante la fecha que el TC disputó en el circuito porteño. 

El debut del Titán en la divisional estadounidense se produjo en la temporada 2023, en la que disputó todas las carreras con un Dallara con motor Chevrolet del Juncos Hollinger Racing, propiedad del argentino Ricardo Juncos. El Titán completó todas las pruebas, siendo el 12° lugar su mejor ubicación, el cual repitió en tres ocasiones. Además, fue 26° en las 500 millas de Indianápolis, siendo el cuarto argentino en correr la tradicional carrera. Sumó 180 puntos y finalizó en la posición 21 del campeonato.

Para la temporada 2024, Canapino continuó con la misma estructura, y disputó 12 de las 18 competencias. En el Gran Premio de Thermal Club terminó 10°, alcanzando su mejor resultado en Indycar. Por otro lado, mejoró su marca anterior en las 500 millas de Indianápolis, en la que culminó 22°. A falta de 5 carreras para que finalice el campeonato, se confirmó su desvinculación del equipo. A pesar de su abrupta salida, Canapino confirmó que no fue por problemas presupuestarios, además que estaría dispuesto a volver a competir en la categoría.

 

29- La medalla dorada del Maligno Torres

Por Luciano Frecha

José Torres Gil, más conocido como “El Maligno”, escribió una de las páginas más importantes del deporte argentino en los Juegos Olímpicos de París 2024. Con una espectacular primera ronda que alcanzó una puntuación de 94,82, el cordobés se quedó con la medalla de oro en BMX freestyle, la primera para Argentina en la historia de la disciplina. 

Nacido en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, el 28 de marzo de 1995, ”El Maligno” se mudó con su familia a Córdoba a los 11 años. Desde 2009 compite profesionalmente y se consolidó como uno de los máximos exponentes del BMX argentino. Consiguió una medalla en los Juegos Panamericanos de Lima 2019. Y por una lesión quedó fuera de Tokio 2020 (2021), pero esa frustración se convirtió en impulso. 

El año 2023 fue su punto de inflexión: consiguió la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Santiago, y ese resultado lo encaminó a París con la confianza intacta.

En la final olímpica, su actuación fue impecable y dejó al británico Kieran Reilly con la plata y, al local, Anthony JeanJean con el bronce. Pero ese día quedó grabado por el vuelo del “Maligno”, que convirtió su historia de perseverancia en un hito para el deporte argentino.

 

30- Franco Colapinto en la Fórmula 1

Por Matias Travaglini

Luego de 23 años sin pilotos argentinos en la Fórmula 1, exactamente desde el Gran Premio de San Marino de 2001, en el cual Gastón Mazzacane tuvo su última participación, el 1 de septiembre del 2024 se cortó con esta sequía. Franco Colapinto se subió al Williams para reemplazar al estadounidense Logan Sargeant en Monza, Italia y logró finalizar la carrera en la duodécima posición. 

En su primera temporada dentro de la máxima categoría del automovilismo participó de las nueve carreras pactadas y consiguió cinco puntos, cuatro de ellos en el GP de Azerbaiyán en el que finalizó octavo y uno en Austin (10° lugar). Al finalizar el año fue contratado como piloto de reserva de la escudería francesa Alpine, y en Emilia Romagna, luego de las primeras seis fechas del 2025, suplantó al australiano Jack Doohan, quien no tenía el rendimiento esperado por el equipo. Finalmente Colapinto se mantuvo como titular y este fin de semana correrá en el GP de Estados Unidos, la cual será su 13° competencia del año.

Diego Placente, escribir la propia historia

Por Serena Pettovello

“Primero lo creés, después lo creas” dicen las portadas de los cuadernos en blanco que Diego Placente les obsequió a sus dirigidos de cara al Mundial Sub-20. Para que no se olviden de quiénes son. Para que puedan permitirse soñar cuando nadie los mira. Para que no se pierdan a ellos mismos cuando llegue el éxito.

 En un mundo de inmediatez, plagado de aparatos electrónicos y de sentimientos efímeros, Placente los alienta a dejar plasmado todo lo que vivieron y continúan viviendo en este Torneo. Un obsequio simbólico para que puedan expresarse libremente sin miedo a ser juzgados: para que se visualicen campeones, sosteniendo una copa y corriendo a abrazar a mamá. Y. también, para que se permitan sentir miedo e incertidumbre, para que aprendan a convivir con eso que los hace humanos.
 Tras recorrer un largo camino que, según los propios jugadores, los ha convertido en familia, el técnico de la selección argentina, que se encuentra a un paso de la gloria eterna, ya ha logrado su cometido: formar personas.
 El próximo domingo jugarán la final ante el seleccionado de Marruecos. Quizás los cuadernos estén a punto de llenarse de promesas y de sueños que reflejen su ansiedad. Tal vez guarden algunas hojas en blanco para relatar los festejos y ese partido final o en el peor de los casos, queden vacías por la tristeza de haber estado tan cerca sin conseguirlo. Pero con la certeza de que han hecho todo lo que estaba a su alcance para lograrlo.
 Resulta que, en 2016, cuando la Selección Sub-20 estaba disputando el Torneo L’Alcudia en España, y aunque probablemente sin cuadernos, también se compartía esa ilusión por la gloria. Si bien no llegó ese año, uno de los jóvenes que integraban ese plantel acabaría alcanzado el máximo éxito futbolístico. Porque, batallando con las mismas preguntas y dudas, e impulsado por esa ambición de ganar, hace nueve años, el equipo contaba con quien se convertiría en uno de los que fueron titulares en la Argentina campeona del mundo en 2022: Lautaro Martínez.
 Lo curioso es que este seleccionado iba a comenzar a escribir su historia ante el mismo rival con el que ahora la cerrará el equipo de Placente: Marruecos. Sin embargo, el partido fue suspendido. Quizás las primeras páginas de esos hipotéticos cuadernos hubieran sido llenadas con palabras de decepción porque les habían arrebatado el debut, o con el optimismo bilardista de: “ganar es ganar”, incluso si el rival no quiso presentarse.
 Sucedió que el acto inaugural de aquel torneo que se disputó en Valencia contó con la presencia de niños saharauis que desplegaron con orgullo su bandera y, si bien estaban disputando una competencia infantil paralela a la que habían sido invitados por una ONG, representaban a un país que Marruecos no reconoce. Además, según la delegación marroquí, habían silbado cuando se escuchaba su himno, por lo que la Federación les ordenó a sus futbolistas retirarse de la competición sin haber alcanzado a jugar. Una vez más, el fútbol quedaba opacado por conflictos internacionales.
En este caso, por el del Sahara Occidental. Un territorio de casi 270.000 kilómetros cuadrados principalmente de arena y casi inhóspito que es el objeto de una disputa territorial desde la década de los 70, entre Marruecos, que reclama a esta zona como propia, y el Frente Polisario, que defiende su independencia.
 ¿Qué habría escrito ese futuro campeón del Mundo en un cuaderno en blanco al enterarse que su debut en el Torneo no iba a ser como lo había planeado? ¿Imaginaría que la gloria tardaría en llegar, pero lo haría de forma épica?
 De lo único que se tiene certeza es de que, como insinuó Diego Placente en la portada de esos pequeños cuadernos, creer en uno mismo es el primer paso para crear la propia historia. Porque, para consagrarse, también hay que fallar, aprender y seguir escribiendo.

Zoe Manggia: “Mi objetivo es estar dentro de las top 10”

Por Santiago Prato

Zoe Manggia mira y admira a su hermana Valentina, seis años mayor, patinando dentro de la pista de un club de barrio, ubicado a la vuelta de su casa. Esta actividad se volvió costumbre y el sentimiento de querer imitarla le nace. Esa pequeña Zoe que se adentraba en el mundo del deporte a los tres años, nunca hubiese imaginado que quince años después viajaría a China para representar a su país.

En busca de profesionalización y nuevos aprendizajes, la inexperta aprendiz llegó al Club Social y Deportivo Defensores de Banfield a los ocho años, donde el patinaje deja de ser un pasatiempo. Le pide a su madre, Karina, unos nuevos patines  ”que no sean sólo para un hobby, sino más profesionales”. Con ellos, las ganas de mejorar, aprender y demostrar un espíritu competitivo que nunca buscó, pero encontró.

Horas de entrenamiento, viajes, decisiones que marcan y miles de emociones acompañan su camino hacia el profesionalismo, pero esto no es problema. “Es como una misión. Siempre quiero que me salga algo nuevo, avanzar”, describe. Durante el proceso, Zoe renunció a muchas cosas:  juntadas, cumpleaños, y hasta debió a completar su último año de colegio de manera virtual, dejando de lado Bariloche, su viaje de egresados. “Es un momento donde tenés que elegir y priorizar vos lo que más quieras. Una de las cosas que me hacen sentir un poco más comprometida con lo que hago.”

-¿Qué fue lo que te motivó a dar el salto al alto rendimiento?

-Yo creo que es el hecho de empezar a entrenar muchas más horas y muchos más días y ver mejoras. Eso de ir a entrenar y decir: “Bueno, hoy me salió esto y mañana quiero que me salga otra cosa”. El estar todo el tiempo queriendo que me salgan más cosas, avanzar. Yo creo que eso me salió solo. Es como una misión de querer ir siempre por más. Llega un momento en el que tenes que decir: “Hasta acá llegó mi momento más tranquilo. Ahora si quiero tal cosa me tengo que esforzar más, tengo que dejar un par de cosas de lado para dar ese salto al alto rendimiento que es mucho más complicado”.

Primero fue un juego, luego una pasión y hoy una elección que trasciende toda su vida. Desde ese momento, nunca más soltó los patines. Su camino hacia el alto rendimiento es la definición de compromiso y amor por lo que hace. Desde situaciones que tuvo que sacrificar, hasta las medallas y podios que permitieron que hoy se encuentre en preparación para representar por tercera vez consecutiva a Argentina en un mundial.

-¿Qué tuviste que dejar de lado?

-Muchas juntadas, muchos momentos, cumpleaños. Yo el último año de secundario lo cursé en una institución del CENARD que tiene convenio, se llama CEADE. El último año, que para muchos es super importante, un momento que nunca te vas a olvidar, las fiestas, Bariloche, todo eso lo dejé de lado por temas de competencia. 

-Ahora que terminaste el colegio ¿Estudias o estudiaste algo?

-Arranqué el primer cuatrimestre en una universidad que me quedaba muy cerca y era cómoda. Estudiaba diseño gráfico, hice todo el primer cuatrimestre. Después se me complicó con el tema de las faltas y los viajes, fue un año en el que viaje un montón, entonces decidí pausar el segundo cuatrimestre para darle un poco más de prioridad a eso y que no se haga como muy pesado todo.

-¿Te sentís conforme con estas decisiones o te hubiese gustado que sea distinto?

-Es una de las cosas que me hacen sentir un poco más comprometida con lo que hago. Yo creo que todos los esfuerzos, eso de dejar el colegio como decis, o no ir a Bariloche, que para mi sea fácil dejar de lado, para otra persona quizás es como: “No, cómo vas a faltar a tal cumpleaños, o cómo no vas a ir a tal fiesta”. Es una muestra de esfuerzo que uno hace por uno para que estar más tranquilo en la competencia y decir: “Hice todo lo que pude para llegar hasta acá, voy a dar el máximo”. Así que estoy cómoda y de acuerdo con haberlo dejado.

Llegó el momento. Con su inocencia, viaja, junto a su madre, a Brasil, donde los nervios se mezclan con la emoción de vestir por primera vez la malla celeste y blanca. Debido a la ansiedad y a su escasa experiencia, el resultado no fue bueno, pero eso no importaba. Gracias a esto, Zoe entendió que además de lo técnico, lo mental también se trabaja, y que “la meta más difícil es competir como estás entrenando”.

-¿Cómo recordás tu primer torneo internacional?

-Mi primer torneo fue cuando era muy chiquita, en el 2017/18 a Brasil. Justamente viajé con mi mamá y todo porque era chiquita pero era un viaje de selección. No me fue muy bien, creo que fue de los peores. Más que nada porque estaba muy nerviosa, no sabía muy bien cómo manejar la situación de que sea un torneo internacional y encontrarme con tantas cosas diferentes a lo que estaba yo acostumbrada. Era muy diferente el torneo y no supe manejar bien los nervios.

-¿En qué sentís que evolucionaste más, que no sea lo técnico, de ese momento a hoy que tenes mucha más experiencia?

-Yo creo que la experiencia lo que hace es trabajar mucho lo mental. Eso de controlar los nervios, tratar de hacer lo mejor posible en la competencia, porque una cosa es entrenar y otra cosa es competir, y la meta más difícil es competir como estás entrenando. Yo creo que eso, el poder demostrar lo que sé en competencia fue lo que más aprendí desde ese momento que me fue mal.

Tras una gran cantidad de competencias internacionales integrando la delegación argentina, y el primer puesto en los dos nacionales juniors del año, Zoe se prepara para el Mundial de China. Las horas en pista aumentan y la coreografía se repite una y otra vez. En este proceso de preparación la acompañan Agustina Fernández, su entrenadora de patín y la cabeza del equipo, su coreógrafa, una nutricionista y una psicóloga. Este último es muy importante dentro de cada proceso hacia las diferentes pruebas, ya que Zoe afirma que ”un 50% fija es lo mental”. Eso que arruinó su primer torneo, hoy, con el trabajo duro, la perseverancia y ayuda de profesionales, se convirtió en uno de sus fuertes.

-¿Qué valor le das a lo mental?

-Para mí es muy importante, porque más allá de que uno tenga todo lo técnico, si te falla la cabeza estas al horno, como me pasó ahí, por ejemplo, en 2018.

-¿Cómo llegas a clasificar a un Mundial?

-El Mundial es la última instancia del año casi siempre, entonces desde que arranca el año competitivo, hasta hace unos meses, se evalúa. Tengo torneos nacionales, en los que si o si tenes que quedar primera o segunda para ya ir clasificando. Cómo quedé primera en los dos, ya estaba clasificada directamente.

-¿Cómo te estás preparando para este torneo?

-Como siempre, es mucho entrenamiento. Cuando vienen las competencias suben las horas de entrenamiento. También como decíamos, lo mental es una parte fundamental que se trabaja mucho antes de la competencia con muchas visualizaciones, preparándote como si estuvieses ya compitiendo. Te desgasta un montón mental y físicamente pero es así.

-¿Qué es lo que cambias en tu preparación en comparación a un nacional o al resto del año?

-La planificación de entrenamiento ya cambia. Es mucha coreografía qué es lo que se compite, no es probar cosas nuevas o entrenar elementos por separado, sino la coreografía que es muy diferente a como entrenamos por ejemplo en la pretemporada que no hay torneos. Es mucho de eso con la música y como si estuvieras compitiendo.

-¿Qué significa para vos representar a Argentina?

-Para mí es un orgullo, es la meta a la que cualquier deportista quisiera llegar. Es un orgullo para mi, para mi familia y para mis entrenadores ver lograr una meta. Me pone muy feliz poder llegar ahí y que no sea la primera vez, que ya me mantenga en esto de representar a Argentina.

-¿Hay algo que vos hayas vivenciado o algún aprendizaje que te hayan dejado los torneos internacionales que te ayuden a llegar con la mejor versión a este Mundial?

-Principalmente la experiencia, llegar hasta acá con una formación previa de torneos internacionales me da mucha más confianza y seguridad. Los resultados positivos que tuve anteriormente me dejan más tranquila, y los que no también me han enseñado un montón. Los que me fue mal, o que tuve resultados que no quería, me enseñaron un montón a levantarme y decir: “Si en este me fue mal en el próximo me tiene que ir mejor”, y me motiva.

-¿Qué experiencia o competencia en concreto sentís que fue la que más te marcó?

-Yo creo que mi primer Mundial, en Colombia. Ese fue como un mundo nuevo, como decir: “wow, ya llegué a un Mundial”, y esa motivación de decir: ”a partir de ahora me voy a entrenar mucho mas así puedo llegar a mas mundiales” y ya tener la cabeza más profesional, por así decirlo.

-Ahora se hizo la primera edición de los Juegos JADAR ¿Cómo fue la experiencia?

-Estuvo buenísimo. La clasificación fue parecida al mundial, solo que en este torneo competimos las junior en conjunto con las senior, competimos todas juntas en una misma categoría, algo que no suele pasar. Es el primer torneo que se hace esta edición de competir todas juntas y fue una experiencia muy buena. La verdad que eso, al ser diferente, fue súper motivador y está bueno porque te comparas con las chicas de senior que son más grandes y yo, personalmente, es la categoría a la que subo el año que viene, entonces está bueno ya ir comparándome con ellas.

Prepararse para un mundial no solo es entrenar lo físico y mental. Para viajar, un alto costo debe ser cubierto, y para ello la patinadora organizó un bingo solidario en conjunto al Club Defensores de Banfield, que prestó sus instalaciones, donde vecinos, compañeros, amigos y familiares se acercaron con un mismo objetivo: colaborar. Esos son los valores del barrio, los que están presentes desde que, la hoy deportista de alto rendimiento, observaba a su hermana dentro de una pista. 

Cada sacrificio, cada entrenamiento, cada decisión toma un valor extra. Familia, lealtad, humildad, perseverancia, sencillez y compañerismo son algunos de los valores que el barrio inculcó en Zoe.

-Organizaste un bingo solidario en Defensores De Banfield con el fin recaudar fondos para el viaje al mundial. ¿Recibís apoyo económico desde la Federación, el municipio o algún ente gubernamental?

-Para el mundial, que es en China, la confederación de patín nos becó una gran parte del viaje. Como decis, el bingo que también, Toda la gente que vino a aportar, la gente que vino a jugar, o sino venía a jugar, a aportar, eso estuvo buenisimo. También hicimos un campus donde los mundialistas fuimos a dar clases y todas las nenitas fueron y aprendieron un montón, también nos ayudaron mucho a viajar. De parte del ENARD, que es el ente nacional, mensualmente recibimos un apoyo.

Zoe no solo destaca la ayuda del club, sino que también menciona y aprecia la presencia económica de entidades como la Confederación Argentina de Patinaje, que cubrió una gran parte del viaje, y el ENARD, que aporta un respaldo mensual. Individualmente cuenta con sponsors de vestuario y medias.

-¿Sentís que en ese sentido la federación está presente?

-Si, totalmente. Y el club también, siempre que tenemos un viaje o algo por el estilo también suele apoyar económicamente.

-¿Tenes sponsors?

-Tengo de vestuario y de las medias que usamos siempre para pátina.

-¿Cual es tu objetivo para este Mundial?

-En cuanto a lo técnico, a lo de patín digamos, mi objetivo es estar dentro de las top 10 como en el primero. Después, respecto a lo personal, poder dar lo mejor de mi, como te decía antes, poder competir realmente como sé, demostrar lo que sé y que sea una experiencia más y poder disfrutarla.

-¿Qué objetivo te planteas para el año que viene que pasas de categoría?

-El año que viene es como empezar de cero, como algo nuevo porque es otra categoría, el ranking nacional vuelve a cero. Yo ahora tengo un puntaje en el ranking nacional por estar en esta categoría estos años, y ahora cambia. Así que nada, empezar de cero, tranquila y también poder mantenerme en esto de lo internacional de representar a Argentina aunque sea una categoría más.

-¿Cómo aprendiste a manejar la presión?

-Con esto de los torneos se va aprendiendo un montón. La experiencia te deja un montón de enseñanzas. Y también con la psicóloga desde que proyectamos mi torneo, o desde principio de año te diría, que empezamos a trabajar esto de los nervios con visualizaciones, con audios, con los auriculares poner la música y simular competencias. Todo eso te hace llegar al mundial un poco más tranquila y más confiada.

-El patinaje artístico hoy no es un deporte olímpico ¿Te gustaría que lo sea?

-La verdad que le daría un cambio muy grande al deporte. Si bien es visible, que sea olímpico cambiaría un montón. Yo creo que ya es merecedor de ser olímpico. A todos los patinadores nos gustaría.

-Al no ser un deporte olímpico ¿Para que te preparas vos durante el año?

-Es como que durante todo el año tenemos muchos torneos. Esto de prepararse cada cuatro años es imposible porque es un torneo tras torneo y todo el tiempo estas con metas nuevas. Pero yo creo que a los patinadores les daría un cambio de visión al deporte y a todos los expectantes también.

En sus brazos, Zoe cuenta su historia con dos simples pero poderosos tatuajes. En su antebrazo derecho, un patín. Este demuestra su pasión y amor por el deporte, su historia. En el izquierdo, una frase, corta pero muy poderosa: “Enjoy the ride”. Con o sin la intención de hacerlo, esta marca representa su camino. Su fervor, perseverancia y orgullo por representar a Argentina, y dando un valor importante al camino que construyó para llegar a lo que es hoy. “Que sea una experiencia más y poder disfrutarla”, impone como su objetivo para este mundial la joven figura nacional, mientras un enorme y desconocido futuro sigue a la espera.

 

“Gano la maratón o me recoge la ambulancia”: la promesa que llevó a Juan Carlos Zabala a la gloria olímpica

Por Merlina Lichtenstein

El Ñandú Criollo, huérfano de Marcos Paz, desafió la pobreza, recorrió el mundo y el 7 de agosto de 1932 hizo flamear la bandera celeste y blanca en el mástil olímpico de Los Ángeles. Con apenas 21 años, ganó el maratón con récord olímpico —2h31m36s— y se convirtió en un símbolo de coraje y sacrificio.

Huérfano de padre y madre, el rosarino Juan Carlos Zabala, nacido el 11 de octubre de 1911, fue criado en el Hogar Escuela Ricardo Gutiérrez de Marcos Paz, en la provincia de Buenos Aires. Allí, entre trabajos duros y largas caminatas, forjó la resistencia que más tarde lo llevaría a la historia. Alejandro Stirling, el entrenador que lo descubrió, vio en aquel adolescente menudo un potencial único: piernas veloces, corazón indomable y una fe que no conocía límites.

Los primeros éxitos en las pistas porteñas lo llevaron a Europa en 1931. La Nación organizó una colecta para costear el viaje y allí, en Berlín, enfrentó al mítico Paavo Nurmi. “Estoy muy satisfecho por todo, después de un viaje tan largo no podía pretender más”, dijo tras llegar tercero en los 10.000 metros ante el finlandés que dominaba el fondo mundial. Poco después, en Viena, demolió el récord mundial de 30 kilómetros en pista y debutó en maratón en la ciudad de Kosice con una victoria épica bajo lluvia y frío.

Con apenas 20 años viajó a Estados Unidos para aclimatarse a los Juegos Olímpicos de 1932. En las semanas previas ganó pruebas en Nueva York y Chicago, pero también abandonó una carrera en Los Ángeles por ampollas y calor. Nadie imaginaba que ese muchacho de apenas 56 kilos y sonrisa permanente estaba gestando la hazaña más grande del atletismo argentino.

El 7 de agosto, ante 80 mil personas, Zabala largó el maratón olímpico en el Memorial Coliseum con la audacia que lo caracterizaba. “Voy a demostrar que puedo largar en punta y ganar. Los que quieran, que me sigan… llegarán después o se rompen”, había desafiado a los cronistas. Salió rápido, soportó la presión de los finlandeses y británicos y, pese al dolor en una rodilla, recuperó la punta a pocos kilómetros de la meta. “Quería ganar, llegar primero costara lo que costara, sin importarme ni el dolor ni el riesgo de mi futuro. Quería darle esa gloria a la Argentina”, contó después.

Cuando ingresó al estadio, las trompetas anunciaron la llegada del líder. La multitud rugió mientras el pequeño corredor de gorra blanca aceleraba en la recta final. Cruzó la meta en 2h31m36s, récord olímpico, con apenas 21 años. “Cumplí lo prometido. Cuando empecé la prueba, sabía que ganaría”, declaró exhausto, mientras agitaba durante más de media hora una bandera argentina. Damon Runyon escribió en el Los Angeles Examiner: “Por su espíritu, su corazón y su resistencia, Juan Carlos Zabala, ese pequeño y ágil hijo de la Nación Argentina, fue la verdadera reencarnación de Filípides”. En El Gráfico, Félix Frascara sintetizó la emoción nacional: “Por Zabalita, el héroe, se alzó la bandera en el mástil olímpico. Por Zabalita, el campeón, se tocó el himno argentino, malísimamente, pero nunca pareció más lindo”.

Tras el oro llegaron giras, récords y también conflictos con dirigentes. Viajó a Europa, sufrió suspensiones, volvió a competir y siempre defendió su condición de amateur. Nunca perdió la sencillez: cantaba tangos, tomaba mate, manejaba su Dodge hasta el Tigre y entrenaba bajo cualquier clima. Así vivió Juan Carlos Zabala, el muchacho que convirtió el sacrificio en una forma de alegría.

En la noche de Los Ángeles, cuando le preguntaron cómo había corrido con tanta audacia, Zabala solo repitió la promesa que lo acompañó desde el embarque: “Gano la maratón o me recoge la ambulancia”. Y cumplió.

El renacer del proyecto juvenil argentino: la huella de Romeo y el legado de Pekerman

Por Matías Huentelaf

Bernardo Romeo, campeón mundial Sub-20 en Malasia 1997 y actual coordinador de Selecciones Juveniles, asumió su cargo en enero de 2020 con una misión clara: reivindicar la imagen y la filosofía de José Pekerman, el hombre que marcó una época dorada en las divisiones inferiores de la AFA al conquistar tres títulos mundiales Sub-20 (1995, 1997 y 2001). Más tarde el legado Pekerman tuvo a Francisco “Pancho” Ferraro (2005) y su ladero Hugo Tocalli (2007) como continuadores y partícipes del proyecto.

Romeo buscó recuperar los valores que Pekerman inculcó a aquella generación: el sentido de pertenencia, la formación integral y la identidad con la camiseta argentina. Para ello, rodeó a las selecciones juveniles de exjugadores del seleccionado nacional, hombres que habían pasado por “la escuela del Profe”.

Hoy, Diego Placente está al frente de las selecciones Sub-17 y Sub-20, mientras que en otros momentos Pablo Aimar también dirigió la Sub-17 y Sub-15. Además, se conformó un departamento de scouting internacional, encabezado por Juan Martín Tassi, con sede en Europa. Su función es seguir de cerca a los llamados “europibes” —como Alejandro Garnacho, Nico Paz o Valentín Carboni— y detectar nuevos talentos argentinos en distintos puntos del mundo.

La nueva gestión trajo una estructura centralizada, con coordinación entre las divisiones menores y la selección mayor, encabezada por Lionel Scaloni. todas las selecciones nacionales trabajan hoy bajo un mismo modelo. Con la creación del Departamento de Metodología de Selecciones Juveniles masculinas y femeninas, que tiene como objetivo mantener una identidad común con la Selección Mayor, adaptable a cada categoría.

Los resultados: señales de un cambio

En el Mundial Sub-17 de 2023, Argentina finalizó en el tercer puesto, igualando su mejor posición histórica en el certamen (Italia 1991, Ecuador 1995 y Finlandia 2003). Un progreso notable si se compara con el pasado reciente: en Brasil 2019, la Albiceleste quedó eliminada en octavos de final; en India 2017, no logró clasificarse; y en Chile 2015, no superó la fase de grupos.

Por su parte, la Selección Sub-20 alcanzó las semifinales de un Mundial por primera vez en 18 años, un logro que refleja el renacer del proyecto juvenil. En el período intermedio, Argentina se despidió dos veces en octavos (2019 y 2023), en cuartos de final en 2011, no clasificó en 2009 y 2013, y se quedó en fase de grupos en 2015 y 2017.

Los números muestran una tendencia clara: el trabajo encabezado por Bernardo Romeo y su equipo empieza a dar frutos. El foco no está únicamente en los títulos, sino en la formación humana y profesional de los futbolistas, con una estructura sólida que apunta al desarrollo integral.

Aunque las coronas todavía no lleguen, el cambio es evidente. Argentina volvió a tener un proyecto de selecciones juveniles con identidad, planificación y un objetivo común: formar jugadores y personas que sientan orgullo de vestir la celeste y blanca.

 

Alejo Barrios, de héroe en Yupanqui y un fugaz sueño europeo a reinventarse en la docencia

Por Tomás Schenkman

Alejo Barrios vivió una montaña rusa de emociones en los últimos cinco años. Cuando creyó que había cumplido su sueño, la vida lo catapultó más alto. Pero él lo tuvo siempre claro.

Desde sus inicios a los 5 años en el baby del club Sargento Cabral de Lomas de Zamora hasta el desafío de jugar en cancha de once en una filial de Argentinos Juniors en Villa Celina —cuando aún no llegaba a los 15 años—, el nacido en Lanús tenía una meta fija: ser futbolista profesional.

Cuando fue creciendo, se acercó a otros clubes de AFA para probarse, pero la suerte no lo acompañó. Hasta que en 2016 le llegó la chance de quedar en Yupanqui, que en ese momento militaba en la Primera D. Allí hizo inferiores hasta 2021, cuando se produjo su debut en el primer equipo, donde obtendría el primer ascenso en su historia en octubre de 2022. Ese hito lo clasificaría a disputar por primera vez la Copa Argentina, otro de los sueños que Alejo tuvo que renovar a medida que fue cumpliendo los anteriores.

Antes de su debut como profesional había probado estudiar la carrera de periodismo deportivo, pero desistió al poco tiempo por falta de entusiasmo y encontró algo que le cerraba por todos lados: el profesorado de Educación Física. Un amigo se lo había sugerido y, sumado a que a él siempre le atrajo el deporte, decidió meter las fichas ahí.

-¿La carrera te gustó desde un inicio y dijiste “che, esto es lo que me gusta”? ¿O lo hacías más por una salida a futuro?

-A mí siempre se me inculcó trabajar o estudiar. Entonces yo sabía que algo tenía que estudiar. Quería estudiar y con el tiempo me gustó. Después, cuando me di cuenta, ya estaba llegando a lo último y la verdad que lo disfruté mucho.

Sin embargo, Alejo sostiene que “siempre está el pensamiento de que algo más se puede hacer o que se puede llenar un espacio con más conocimiento”. Y lo supo traducir a la realidad: por ser de los promedios más altos de la carrera en el Club Lanús, en 2021 lo llamaron para hacer prácticas a cargo del plantel de Novena División, pero al debutar en Primera aquel año le costó poder ejercer como profesor de Educación Física.

Esa primera parte del año, Yupanqui tuvo una pésima campaña, finalizando en el último lugar. Para la temporada siguiente, el entrenador Adrián Tossi “se enfocó mucho en lo que era la calidad humana del grupo, cambiaron ciertos jugadores y ciertas normas que nos ayudaron a terminar peleando. En 2022 es cuando ya se ensambló todo y salimos campeones”, detalló.

El desafío más grande llegaría luego de esa conquista histórica. Los egos y las distintas formas de pensar dividieron al plantel: una parte se aliaba con el técnico y la otra con la dirigencia. Cerca de mitad del 2023, los malos resultados se hacían notar y terminaron desencadenando en la salida del entrenador. Conforme sucedió eso, cada uno de los futbolistas que pensaban igual que él fueron quedando libres, incluido Alejo.

En medio de la incertidumbre, la respuesta rápida era ir a buscar trabajo, algo fijo, porque mientras jugaba en Yupanqui hacía “changas” con el auto, ayudaba a su padre, que era electricista, y le hacía envíos a una amiga que tenía un emprendimiento. Y a pesar de vivir con sus padres, eso no le sobraba porque en el club le daban el viático que apenas alcanzaba para que viaje al predio. “Anímicamente estaba desganado, había visto que un día sos héroe y al otro día se olvidan todos de vos, y llegué a pensar: ¿para qué se hace tanto por esto?”, confesó.

Ya en enero de 2024, el que había sido su técnico en el club y con quien mantenía una gran relación le ofreció trabajar en una cooperativa de residuos, llamada “Primavera”, en Bajo Flores, que además le servía porque “si Adrián (Tossi) agarraba algún equipo, sabía que me iba a tener en cuenta y no se me iba a complicar con los horarios para hacer ambas cosas”, explicó.

Y en esos meses entre que saliste campeón y te quedaste libre, ¿pensabas en jugar en algún club de una categoría superior o trascender de alguna forma?

No sé si alguna vez soñé tan grande. Hoy me arrepiento porque yo creo que si de más chico hubiera soñado más grande, quizá hubiera hecho mil cosas más. Y ahí ya no le echo la culpa a nadie, el único responsable soy yo. Mi meta siempre fue jugar en la Primera cuando estaba en Yupanqui, jugar Copa Argentina y salir campeón. No fui más allá.

En su tiempo como jugador libre y como empleado de la cooperativa, “no estaba con tanta fuerza ni ganas para buscar un club que me coordine los horarios con el laburo y que encima me quede cerca porque la mayoría estaban a dos horas de mi casa. Ya tenía la visión en trabajar para comprarme mi casa, mi auto y formar una familia, pero sabía que si me ponía a buscar club, iba a conseguir porque venía de un ascenso histórico”, repasó.

Sus días de semana comenzaban bien temprano, ingresando a las ocho de la mañana a la cooperativa, ubicada en la esquina de Balbastro y la Avenida Perito Moreno, y saliendo a las tres de la tarde. En el interín, al ser uno de los nuevos, no tenía una tarea fija como otros; iba variando: a veces le tocaba salir con los camiones a cargar materiales reciclables y otras se quedaba en el galpón abriendo bolsas y separando el reciclado. Pero esa no era toda su jornada.

A la par de lo que hacía a la mañana, un amigo con el que había estudiado en Lanús y que había estado trabajando allí desde entonces, le avisó que buscaban un profesor de Educación Física para los chicos de jardín: “Se laburaba por duplas y eran dos veces por semana para probar a ver cómo estaba porque yo nunca había ejercido oficialmente. Entonces hubo un tiempo que salía de la cooperativa los lunes y jueves y me iba dos horas al jardín para retomar lo que había estudiado”.

Esa vida la pudo llevar a cabo solamente cuatro meses. Si bien el fútbol ya no era su prioridad, al ser el deporte una de sus mayores pasiones, se mantenía entrenando y jugando torneos amateurs cada tanto.

Y ahí fue cuando le tocaron la puerta.

Su amigo y excompañero de inferiores en Yupanqui, Ezequiel Solaga, estaba con el trámite de la ciudadanía italiana en curso por un pariente cercano y se había armado videos a modo de currículum para enviarle a una persona que trabajaba allá con clubes de ascenso. “Mi amigo me dijo que le habían preguntado por un delantero, y que le ofrecían casa y un pequeño sueldo para la comida y necesidades, entonces me preguntó si tenía videos para mandar y le dije que sí, y a las semanas nos contactaron para viajar”, comentó Alejo.

Entre la inquietud de si esos mensajes que intercambiaban con el dirigente de un club cercano a la ciudad de Pescara eran ciertos, había una inversión económica inusual y un cambio de rumbo rotundo, impulsado por un sueño de toda la vida. “No fue algo planeado, yo empecé el año calculando cuánto tiempo iba a tener que laburar para poder comprarme mi auto, y a los seis meses me surgió esta posibilidad de viajar a Italia a jugar a la pelota”, dijo con cara de asombro e ilusión.

Apenas surgió la chance, habló con su jefe y extécnico para avisarle con antelación y no dejarlo tirado con el trabajo a último momento. Un jueves le confirmaron que se iba y el lunes ya estaba con su amigo sacando el pasaje para arribar al Viejo Continente el martes. Sus padres lo sabían, pero sus tres hermanos menores y su círculo íntimo no; entonces, ese mismo día se puso a mandar mensajes para que todos estuvieran al tanto.

Torre de’ Passeri era el pueblo de 3.000 habitantes que lo esperaba, a treinta minutos de la ciudad de Pescara, a orillas del Mar Adriático. El club donde iba a reencontrarse con su fútbol era el Real Torrese, que militaba en la Seconda Categoria —Girone C en la región de Abruzzo—, equivalente a una octava división. “Es como el Federal o un Regional de acá, a diferencia de que allá te dan casa todos los clubes”, agregó Alejo.

Ya instalado en el pueblo con su amigo, entrenaba tres veces por semana con el equipo y competía los fines de semana. En octubre llegaron sus primeros goles: convirtió un triplete en el 7-1 de su equipo ante Greco. Pero al poco tiempo sufrió un desgarro y, para suerte de él, se perdió solo dos partidos porque justo coincidió con el receso de invierno.

En la vida diaria, el club, además de brindarles la vivienda, les daba 400 euros al mes para que pudieran comer y organizarse. Eso les alcanzaba bien y a veces les sobraba, pero si querían más dinero tenían que conseguir otro empleo. Después venía la adaptación a lo futbolístico: como allí la intensidad del juego era menor en comparación con Argentina, cada vez que él quería gambetear, era recriminado por el entrenador, que le pedía jugadas más colectivas. “Ellos me llevaron para que dejara todo en la cancha, y cuando lo hacía con la intensidad que tuve siempre, me pedían que baje un cambio”, manifestó entre risas.

“Gira la pala” era la frase que le reiteraban constantemente sus compañeros y el cuerpo técnico, haciendo alusión a que pase la pelota y dé la vuelta para encontrar más espacios. Se vivía peleando hasta que se terminó acostumbrando y ese choque de estilos se volvió su manera de desenvolverse en el césped sintético, superficie mayormente utilizada en los estadios del ascenso italiano.

-¿Cómo era vivir en un pueblo de 3.000 habitantes y con la barrera del idioma?

-Teníamos una casa alejada del centro, al principio era tímido, no salía a hablar mucho, pero una vez me solté, y al ser pueblos chicos, se conocen todos con todos. De tanto ir a hablar a las casas de los vecinos para aprender el idioma, me terminaban invitando a comer porque era la cara nueva ahí. Es más, ahora estoy haciendo un curso de italiano para seguir con ritmo y complementarlo con lo que ya sé.

Desde el arribo allí, “me sentía como en Disney, mi familia me miraba por transmisiones, me preguntaban todos cómo me iba, pero me faltaba la cotidianeidad de estar con mis afectos; veía la bandera italiana por todos lados y me chocaba un poco”, analizó sobre sus meses en Italia.

Para su desgracia, no todo es color de rosa. Al no tener ningún familiar directo con sangre italiana, no podía sacar la ciudadanía, y el cupo de extranjero que lo habilitaba a jugar allá se terminó venciendo porque te dan un permiso para quedarte como residente, pero si tenés un trabajo específico. Su amigo tenía la ciudadanía en trámite y le cedieron un permiso especial que le permitió quedarse hasta entonces allí, pero Alejo tuvo que regresar en febrero de 2025 a Argentina.

Sin embargo, él le da un gran valor a lo que pudo vivir en esos seis meses en Europa: “Lo veo como algo bueno, porque yo creo que si hubiera sabido todo lo que sé ahora, nunca hubiera intentado ir para allá. Pero prefiero quedarme con la anécdota de haber vivido ese sueño”.

-Y cuando volviste, ¿qué pensaste hacer? ¿Querías dedicarte de lleno a ser profesor de Educación Física, probar suerte en algún club o seguir martillando con lo de la ciudadanía?

-Para yo tener la ciudadanía, al no tener ningún pariente, tengo que casarme con una italiana. La otra es quedarse a vivir allá por trabajo o estudio, pero tenés que estar 10 años sin moverte de ahí. Con el tema del trabajo, yo cuando volví había dejado todo. Entonces fue como empezar de cero otra vez. Me ofrecieron la oportunidad de volver a trabajar en la cooperativa. Volví, estuve un par de meses, pero sentía que era una etapa para ver si había algo más. Ahí fue cuando me llegó el pensamiento de ‘yo tengo el título, tengo dos opciones, me quedo o arriesgo y veo cómo me va con lo que estudié’.

Pensó que se acababa todo, y ahí fue cuando la vida le volvió a sonreír. Entró en una escuela como profesor de Educación Física y a veces ejerce como preceptor, a la par de haber conseguido estar en la preparación física de básquet femenino de un club que está cerca de la estación de Lanús.

-¿Cómo es tu agenda ahora?

-Me dedico a laburar en la escuela todos los días a la mañana, y los martes y jueves me voy a laburar a básquet de 17:30 a 21:30 horas. Pesa el hecho de estar hasta tan tarde, pero es algo que estoy disfrutando hacer.

Un día soñó con ser jugador profesional, y no solo lo logró, sino que consiguió un ascenso heroico y jugó por primera vez la Copa Argentina ante un equipo de Primera División. Lo dejaron libre, pero apareció la oportunidad de jugar en Europa. Tuvo que abandonar su travesía por algo que lo excede, y se reinventó consiguiendo trabajo gracias al título universitario por el que había estudiado.

Más allá de sus logros, a sus 26 años él sigue buscando más y aclaró que, por el momento, sus propósitos no están ligados al fútbol: “Hoy mi cabeza está más por otro lado, no quiero estar acomodando mi laburo a mi horario de entrenamiento para poder cumplir con el club. La mentalidad está en encontrar la estabilidad económica necesaria para cumplir ciertos objetivos personales”.

Alejo Barrios desafió lo utópico, dejó huella en todos los sueños que persiguió y, aunque la pelota ya no sea la que corra a su lado, siempre habitará en él ese espíritu que lo impulsó a no rendirse cuando la vida le quiso truncar el camino.

El Lobo solitario

Por Alen Franco

“No se puede, realmente con él no se puede hacer nada”, le decía Alejandro Galán a Mariano Amat, el entrenador de la pareja que fue la mejor del mundo por tres años, sobre su compañero luego de caer en octavos de final del Major de Qatar en 2024. El día que explotó lo que ya estaba roto.

Ese compañero se define como un tipo sencillo y normal, nacido en un pueblo de 2.500 habitantes, el menor de tres hermanos, deportista desde los 15 años y que como muchos, se mudó solo a una pensión a los 17 para progresar en su carrera. Pelo corto color castaño claro y rizado, cejas muy gruesas y que casi se unen en medio, siempre una barba apenas crecida de dos días y una contextura delgada que le hace sobresalir su largo mentón. Juan Lebrón Chincoa es el primer jugador de pádel español en convertirse en el número 1 del mundo, y allí se mantuvo por cuatro años, esto ya nos da la imagen de que no es uno más. 

El hijo menor sí, pero también el más caprichoso y consentido, el favorito de la madre pero no el de su padre (más de una vez contó que su padre nunca le dijo que estaba orgulloso por sus logros). Siempre entrenando, exigente desde el día uno que comenzó a querer ser profesional. Cuando ganaba un título pocas veces lo festejaba, ya que siempre al día siguiente estaba nuevamente entrenando. Exigente y acelerado, un hombre que toma cuatro o cinco cafés al día. Dentro de la cancha riguroso, competitivo y muy “cabrón”, fuera de la cancha “Vivo igual pero con menos palpitaciones por minuto”, expresó él mismo. 

“Cabrón”, como lo definieron contrincantes, excompañeros, entrenadores, periodistas y espectadores del deporte. Lebrón siempre fue de un juego muy acelerado, él junto a Galán cambiaron el ritmo del deporte, crearon una nueva manera de jugar. Agresividad ante todo, subidas constantes a la red, voleas desde la línea de saque y un entrenamiento físico que elevó el desarrollo de los atletas en la disciplina. Así se ganó su apodo, a la hora de rematar se encorvaba de más pero le daba el ángulo para tener la barbilla en punta para ver bien dónde contactar la pelota, esta postura junto a su cantidad de vello en la cabeza dieron lugar a que lo llamen El Lobo. Como todo lobo, aúlla. Discusiones durante partidos con compañeros, con entrenadores, con rivales, con jueces y hasta con espectadores fueron las razones para que además de Lobo, lo llamen cabrón.

Lebrón-Galán es sinónimo de 33 títulos ganados y tres años consecutivos siendo la pareja número 1 del mundo, pero también es antónimo de amistad. Desde el primer año no se mostraban felices uno al lado del otro, nunca festejaron juntos sus trofeos y la razón ya fue nombrada. La alta exigencia de Juan lo llevó muchas veces a enojarse en partidos con Alejandro, partidos en los que terminaban ganando porque eran realmente los mejores, pero eso no importaba para El Lobo, que quería que sean excelentes pero no lo pedía bien. En el último año juntos Lebrón se lesionó por cuatro meses, llegó para cerrar la temporada pero en los octavos del Major de Qatar contra sus compatriotas Yanguas y Garrido volvió a enfadarse y ser un cabrón. Yanguas pidió la revisión de una pelota de Lebrón, era un partido ajustado y cada punto contaba. “Vete a tomar por culo”, le dijo Lebrón a Yanguas. Ya era muy desubicado el accionar de Juan, pero no acabó ahí, al ser quebrado su saque en el último set, este lanzó un pelotazo que casi le pega a Yanguas, que no lo tomó bien y pidió su descalificación, el juez no hizo caso y el partido siguió. Fue derrota, Lebrón se fue rápido a los vestuarios y como ya era costumbre, Galán quedó muy avergonzado y con la cabeza baja iba pidiendo disculpas a todos. Habló con su entrenador y con los ojos llorosos se retiraba del estadio, sabía que ya no quería ser pareja de ese cabrón.

Juan asiste a una psicóloga deportiva desde los 18 años, hoy con 30 él afirma ya haber mejorado, dice que siempre trata de volver a su mejor versión, la versión número 1 del mundo. Se enfoca en lo mental, sabe que ahí falla, aceptó haberse portado muy mal con su compañero aunque para él la historia fue distinta. Él le dio lugar a un Galán no conocido, le dio patrocinadores y fue siempre la mejor persona posible. En su tiempo lesionado lo acusó de que nunca se contactó y dijo que fue eso lo que lo rompió como persona. Juan ahora está enfocado en su nuevo compañero, el argentino Franco Stupaczuk, hace unos meses en una entrevista dijo: “Estamos muy bien y podemos pelear por el primer puesto”. 

La realidad otra vez nos muestra otra cosa, pues Franco y Juan no se concentran juntos, desayunan y cenan por separado durante los torneos, y ya tuvo varios episodios de enojos el cabrón. Este fin de semana insultó al árbitro y golpeó su paleta contra la reja varias veces, sorprendentemente solo fue advertido dos veces. Pero el enojo más grande del Lobo con Stupa fue durante los octavos del P2 de Valladolid hace unas semanas. “Boludo, no la metes, pedazo de subnormal”, le gritó Lebrón al argentino en una pausa entre sets. A lo que entró su actual entrenador y le dijo: “Estás muy mal vos, no tenés salvación papi, no tenés salvación Juan”. 

Después del debut con roja de Lionel Messi, hubo otro debut en la Selección

El 8 de octubre de 2005, Lionel Messi escribió la primera página de su historia personal en las Eliminatorias Sudamericanas. El escenario fue el estadio Monumental de Núñez, en un encuentro entre Argentina y Perú válido por la clasificación al Mundial de Alemania 2006.

Aunque el joven rosarino ya había tenido el debut absoluto con la camiseta albiceleste en un amistoso frente a Hungría (donde vio la primera roja en la Selección), esta vez la cita era diferente: la presentación oficial en la competencia más dura y exigente del continente.

El clima en Buenos Aires aquella jornada también acompañaba la magnitud del evento. Desde temprano, los alrededores del estadio se poblaron de camisetas celestes y blancas, algunas hasta con el número 19 en la espalda, aunque un par de ellas improvisadas con marcador negro, según cuentan las personas que estuvieron presentes aquel día. Las calles cercanas al Monumental se llenaron de carteles y puestos de venta callejera, donde ya se hablaba de él como si fuese un ídolo. Incluso antes de que comenzara el partido, los periodistas en las radios repetían la misma frase: “Hoy puede comenzar una nueva era”.

Messi llegó a ese partido con apenas 18 años, después de haber brillado en el Mundial Sub-20 disputado en Holanda meses atrás, donde Argentina se coronó campeón y él fue elegido mejor jugador. La expectativa alrededor de su figura era enorme: en Barcelona ya mostraba cosas de crack, y en Argentina la prensa deportiva lo señalaba como el heredero natural de los grandes ídolos.

En los días previos al partido, los principales diarios argentinos dedicaban titulares a la joven estrella. Clarín, por ejemplo, publicaba: “Messi, el chico que ilusiona a todos”, mientras que La Nación destacaba: “Un talento precoz listo para el gran salto”. En tanto, la revista El Gráfico lo describía con entusiasmo: “El fútbol argentino vuelve a sonreír: Messi ya está aquí”. Se lo veía como un revulsivo, alguien capaz de desequilibrar defensas cerradas con velocidad y gambeta.

El técnico José Pekerman lo incluyó desde el arranque con la camiseta número 19. La gente en el Monumental recibió con una ovación al muchacho de Rosario que, a pesar de la corta edad, parecía cargar con un destino especial. La Selección, liderada por figuras como Juan Román Riquelme, Hernán Crespo y Roberto Ayala, tenía el desafío de asegurar la clasificación al Mundial, y la inclusión de Messi era una apuesta fuerte hacia el futuro.

El partido comenzó con Perú intentando complicar a Argentina desde la solidez defensiva, pero Messi pronto se encargó de romper esquemas. A los pocos minutos mostró el repertorio: gambetas cortas, piques explosivos, sociedades con Riquelme. Cada vez que tocaba la pelota, el estadio se ilusionaba. No le pesó en absoluto el contexto: jugaba como si estuviera en un potrero.

En la primera mitad, Argentina abrió el marcador con un gol de Crespo, pero fue en el complemento cuando Messi dejó su huella. Tras una combinación rápida, filtró un pase perfecto a Riquelme, que asistió a Crespo para el segundo tanto. La jugada quedó grabada como el primer aporte decisivo de Messi en las Eliminatorias. El Monumental explotó en aplausos y la ovación fue unánime: la nueva joya ya brillaba en el máximo escenario sudamericano.

Al finalizar el partido, que terminó 2-0 a favor de Argentina, la prensa coincidió en el impacto de su actuación. Clarín tituló: “Messi debutó en Eliminatorias y ya marca diferencias”. La Nación escribió: “Con apenas 18 años, juega como si tuviera 30”. Por su parte, El Gráfico fue aún más categórico y lo llevó a su tapa con un encabezado simple y contundente: “Nació para esto”. En el interior, la revista remarcaba: “No hizo goles, pero generó fútbol y contagió ilusión. El futuro ya es presente”.

La comparación con Diego Maradona fue inevitable, aunque Messi, con su habitual timidez, prefirió bajar el tono a esas voces. “Yo solo quiero ayudar al equipo y aprender de mis compañeros”, declaró en la zona mixta, rodeado por micrófonos y flashes. Sus palabras contrastaban con la euforia de los hinchas, que ya cantaban su nombre como si fuera un veterano en la selección.

Ese 8 de octubre de 2005 significó más que un simple debut en Eliminatorias. Fue el comienzo de un camino que lo llevaría a disputar cinco Mundiales, conquistar dos Copa América y finalmente alcanzar la gloria máxima en Qatar 2022. En retrospectiva, aquella noche en Núñez fue el prólogo de un acontecimiento deportivo que cambiaría para siempre la historia de la Selección Argentina.

Lo que la prensa describió entonces como promesa pronto se transformaría en certeza. Y lo que los hinchas gritaron como ilusión, con el tiempo se convirtió en orgullo. Porque el chico que debutó contra Perú en 2005 acabó siendo el capitán que levantó la Copa del Mundo 17 años después.

El contraste más fuerte estuvo en cómo Messi vivió todo aquello. Mientras el entorno lo puso en la categoría de crack, él mantenía un perfil bajo, como acostumbraba. Su familia, instalada en Rosario, siguió el partido por televisión y después relató el orgullo mezclado con nervios que sintieron al verlo desenvolverse con tanta soltura. En entrevistas posteriores, Messi confesó que esa noche apenas pudo dormir, repasando mentalmente las jugadas, las sensaciones, el ruido de la gente. No lo hacía desde la vanidad, sino desde una necesidad de aprendizaje permanente. Estas pequeñas cosas, como la autocrítica silenciosa, fueron una de las claves de su posterior crecimiento.

El hincha, protagonista esencial de toda historia futbolera, también guardó recuerdos indelebles. Muchos aseguran haber estado allí aunque no hayan pisado el Monumental, una señal de cómo los grandes acontecimientos se mitifican con el tiempo. En cada relato, la figura de Messi aparece como símbolo de pureza futbolística, como si se tratara del potrero en el escenario más exigente. Para quienes lo vieron en vivo, fue como asistir al nacimiento de una estrella fugaz que, en lugar de desaparecer rápido, se transformó en una luz que sigue brillando hasta el día de hoy.

Ese debut, además, sirvió para comprender que las Eliminatorias Sudamericanas no solo son un torneo clasificatorio: son también un espacio de construcción de identidad, donde los jugadores aprenden a cargar con el peso de una camiseta que representa mucho más que un equipo de fútbol. Messi asumió ese desafío desde el primer día, con humildad y talento, escribiendo la primera línea de una historia que, años más tarde, alcanzaría su clímax en Lusail, con la Copa del Mundo en alto.

En definitiva, el 8 de octubre de 2005 no fue un simple debut. Fue un acto magnífico, único de presenciar, un instante que encendió una llama que ardería durante casi dos décadas. Porque más allá de los goles, de los títulos y de las estadísticas, lo que aquella noche empezó fue un lazo emocional entre Messi y su pueblo. Un lazo tejido con ilusiones, frustraciones y alegrías que, con el correr del tiempo y la producción de hazañas, se convirtió en una de las historias más conmovedoras del deporte mundial.