Por Mateo Alvarez
Desde el momento en que Qatar fue designada como sede allá por diciembre del 2010, la organización del Mundial por el país asiático no paró de estar envuelto en polémicas. Tras revelarse que los números de trabajadores muertos desde que comenzaron las obras superaron los 6500 (dando un promedio de 12 muertes por semana) las selecciones de Noruega, Alemania, Holanda, Bélgica y Dinamarca se han manifestado en contra de las condiciones laborales en las que se encuentran los obreros que trabajan en la organización del evento.
El seleccionado noruego fue el primero en protestar. Antes del partido, sus jugadores posaron con una camiseta que decía: “Derechos Humanos dentro y fuera de la cancha”. Posteriormente su DT confirmó que la protesta buscaba “presionar a la FIFA” para que sea más firme con las autoridades de Qatar e imponer requisitos más estrictos para el cuidado de los trabajadores.
Alemania siguió los pasos de Noruega, y cada uno de sus jugadores salió al campo con una letra distinta en su remera, que juntas formaban la frase “Derechos Humanos”. Los combinados de Holanda, Dinamarca y Bélgica se unieron a la protesta y salieron con una camiseta que decía “El fútbol apoya el cambio”.
Ante las protestas se esperaba que la FIFA tomara medidas. Sin embargo emitió un comunicado asegurando estar a favor de la libertad de expresión y por lo tanto no sancionará a estas selecciones. Por otro lado, las autoridades de Qatar sostienen que las críticas son injustas y que han logrado un gran progreso en cuanto a las condiciones laborales de los trabajadores.
“Qatar apoya plenamente a los futbolistas y las asociaciones de fútbol que utilizan sus plataformas para promover los derechos humanos. Sin embargo, sus críticas sobre la Copa del Mundo de 2022 están fuera de lugar. Qatar ha logrado un progreso tangible en la reforma laboral y ha demostrado su compromiso de continuar el proceso en cooperación con sus socios internacionales. El progreso de Qatar ha sido reconocido por la Organización Internacional del Trabajo, los sindicatos y las ONG” dijo un funcionario del país anfitrión al medio AFP.
Por el contrario, desde Amnistía Internacional (organismo reconocido por la ONU) informan que los trabajadores de las obras para el Mundial sufren amenazas, trabajo forzoso, explotación y pagos atrasados o inexistentes. Es por eso que la organización le exigió al presidente de la FIFA, Gianni Infantino, que proteja a los empleados.
Toni Kroos, figura de la selección alemana, también se expresó en contra de las condiciones laborales y criticó la designación de Qatar como sede del próximo mundial por ser un país sin tradición futbolística y en el que la homosexualidad está penada.
“La adjudicación de la Copa del Mundo a Qatar no fue algo bueno. Primero por las condiciones de los trabajadores. Luego el hecho de que la homosexualidad está penalizada y castigada. También que no es un país de fútbol. Muchos obreros trabajan sin descanso, a temperaturas que pueden llegar a los 50 grados (centígrados). A veces sufren de falta de comida o de agua potable, lo cual es una locura en esas temperaturas. No tienen cobertura médica y hay cierta violencia contra ellos.”, exclamó el mediocentro del Real Madrid.
Desde el gobierno de Qatar, en cambio, aseguran que los trabajadores cuentan con una gran atención médica y explicaron el motivo del elevado número de muertes: “La tasa de mortalidad entre estas comunidades está dentro del rango esperado por el tamaño y la demografía de la población. Sin embargo, cada vida perdida es una tragedia y no se escatiman esfuerzos para tratar de evitar cada muerte en nuestro país. Todos los obreros tienen acceso a atención médica gratuita de primer nivel y ha habido una disminución constante en la tasa de mortalidad”.
No obstante, desde el Comité Supremo para la Organización y el Legado, creado por la FIFA para la organización de este mundial, desmienten esos números: “Desde que comenzó la construcción en 2014, ha habido tres muertes relacionadas con el trabajo y 35 muertes no relacionadas con él”, aseguró un vocero del Comité. Pero si la FIFA y Qatar trabajan juntos en la organización de la Copa del Mundo ¿Por qué se contradicen? ¿Cómo saber que números son los reales?
Cabe recordar que este mundial ya está manchado por la corrupción. Fue enorme la sorpresa cuando se designó a Qatar como sede. Un país sin tradición futbolística y con temperaturas extremadamente calurosas que obligarán a cambiar el calendario futbolero para que la competición se dispute. Pese a todo esto ¿Cómo hizo para imponerse ante países como Estados Unidos, Japón, Australia y Corea del Sur? La respuesta es simple: con dinero.
Tan solo 21 días antes de la designación de la nueva sede, el estado de Qatar ofreció a la FIFA 400 millones de dólares y ejecutivos de una cadena de televisión catarí firmaron un acuerdo con una cláusula que indicaba que debían pagar 100 millones más en caso que se designase. Tres años después se conoció un segundo contrato televisivo en el que Qatar ofreció 480 millones de dólares, el cual está siendo investigado por la policía suiza.
Pero aparentemente no hay dinero para ofrecer condiciones laborales decentes a los obreros del proyecto. ¿Qué vale más, los millones y entretener al mundo durante un mes o la vida de miles de trabajadores? Al parecer la FIFA lo tiene muy claro.