sábado, noviembre 23, 2024

Diego Giustozzi, el ADN del futsal argentino

Por Agustín Kuc

Apegado a la actividad deportiva desde su niñez, Diego Giustozzi se destacó por ser una persona criada con una raqueta de tenis, pero seducido por el fútbol de salón. Aquel joven que rompió con la timidez mientras negociaba con la gente en su puesto laboral como despachante de aduana y que reforzó su carácter con una pelota a gajos bajo la suela de su botín, se convirtió en palabra autorizada luego de ser el directo técnico de la selección argentina que se consagró campeón del mundo en 2016 y afirmó en una nota con El Gráfico que, “cuando estoy un minuto en el auto, solo y tranquilo, escuchando música, pienso ¡puta! ¡Soy campeón del mundo!”.

El ahora ex director técnico del conjunto Albiceleste, que inició su camino al mando del equipo el 5 de enero de 2014, provocó un cambio abrupto en los jugadores que integran el plantel no solo a nivel táctico, sino también psicológico. El capitán de la plantilla que se coronó en Colombia, Fernando Wilhelm, aseveró: “Cuando nos reunió por primera vez a todos, nos dijo que ahora importaba solo el Mundial y lo demás quedaba afuera de nuestro radar, el proceso de preparación de Diego nos convenció por completo”. Asimismo, Pablo Taborda, libero de aquel equipo, expresó en Rugido Sagrado que “hacía rato no sentía en la Selección lo que sentí cuando llegó Diego. Me di cuenta que quería hacernos protagonistas de todos los torneos que jugáramos; sólo apuntaba al primer lugar”

Padre de Nicolás y Camila, fanático de River Plate y con la figura de Ariel el Burrito Ortega como bandera, Giustozzi inició su carrera como jugador en Atlético Lugano en 1995, con tan solo 20 años emigró al viejo continente (ligas italiana y española), vistió durante 10 años la camiseta argentina, y se retiró en el club de sus amores a los 35.      

“La clave está en encontrar la coordinación entre los principios y conceptos. Cada país tiene su identidad, su ADN, la planificación, los conceptos y los principios, hacen a la identidad del equipo, del club o de la selección que uno entrene”, afirmó el actual entrenador del Pozo Murcia, club que milita en la máxima categoría del futsal español, en una conferencia dictada por el departamento de prensa de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).

El campeón de la Copa América 2003 como jugador y 2015 como cabeza de equipo, quedará marcado en la vitrina del futsal nacional. Como resaltó en su charla con la revista El Gráfico, posterior a obtener el máximo galardón: “Ni en mis mejores sueños hubiese imaginado todo lo que repercutió en mi país el haber salido campeón de un Mundial y lo que generó en la gente: eso sí que me suena extraño”.

Más notas