Por Lucas Valenzuela
Lucas Farach, ex arquero de Boca en futsal, recordó su único y emotivo año en la institución Xeneize, en la cual salió campeón de la Supercopa ante Newell’s y en la que llegó a convertir seis goles. Actualmente se encuentra en Kimberley, club dueño de su pase.
“Mi paso por Boca me terminó de formar como un profesional del deporte, me faltaba poder jugar en un equipo grande y lo logré”, dijo Farach, quien además contó que fue lo que más le sorprendió del mundo boquense: “Esta camiseta tiene mucha repercusión, capaz voy caminando por la calle y me conocen, no sabía que la gente de Boca seguía tanto el futsal”.
“Me acuerdo que mi primer partido fue contra El Talar, tengo la suerte de ser un pibe tranquilo y disfrutar cada momento, no tuve nervios antes ni después”, continúo el arquero y remarcó que el equipo “ayudo a sobrellevar ese partido con tranquilidad”.
A su vez, comentó acerca de su posición en la cancha y de sus partidos más difíciles en el Xeneize: “Los del mundial de clubes fueron complicados pero lindos. También los duelos frente a San Lorenzo en las finales”. En cuanto a su tarea bajo los tres palos, Farach explicó lo difícil que es debido a la jerarquía de los jugadores: “Te llegan pocas veces al arco y tenes que estar muy concentrado. A veces ganábamos y en la que nos llegaban nos convertían, entonces me iba enojado a pesar del resultado”.
Respecto a su pase a Kimberley, Farach no ocultó sus ganas de poder continuar en Boca: “Este año tenía que volver, desde Boca me comunicaron que querían que siga pero no pudimos llegar a un acuerdo. Me quedé con ganas de seguir en el club. Me encantaría volver y poder ganar algún título importante, es un club soñado y muy profesional”.
Por último, rememoró el histórico gol de arco a arco que le convirtió al Barcelona en el Mundial de Clubes celebrado en Bangkok: “Fue un sueño, es difícil que haga un gol más importante que ese”. Boca venció al equipo español por 3 a 1 y accedió a la final, en la que perdió por penales frente a Magnus.