viernes, noviembre 22, 2024

Ricchetti: “Los jugadores necesitan el dinero para mantener a su familia”

Por Rodrigo Cabrera

“El futbolista puede estar seis meses o un año sin cobrar”. La frase de Carlos Tevez, jugador de Boca Juniors, respecto a la situación económica de los jugadores de fútbol no puede estar más lejos de la realidad. Solo unos pocos pueden tener una vida llena de lujos, que son los más conocidos, y esto provoca confusiones. Pablo Ricchetti, entrenador de Santamarina de Tandil, en una videoconferencia con alumnos de Deportea, graficó la realidad de sus futbolistas: “Necesitan el dinero para mantener a su familia”.

En los tiempos que corren no solo preocupa el COVID 19. Muchas problemáticas que ya tenían historia comenzaron a incrementarse. La más alarmante -luego de la salud- es la económica. La cuarentena obligatoria hizo que todos paren la pelota. Y literalmente esto fue lo que tuvieron que hacer los deportistas. Entrenamientos controlados virtualmente, rutinas físicas en departamentos y la incertidumbre del retorno a las canchas. Pero la pausa en la actividad tiene sus consecuencias: clubes en estados críticos por la falta de ingresos por las entradas a los partidos, la falta de pago de sus socios y el dinero por la televisación que no ingresa.

Son escasas las instituciones que pueden afrontar esto con cierta comodidad. La brecha económica entre la Primera División y las categorías del ascenso se nota más que nunca. Ricchetti explicó que Santamarina puede pagarles los sueldos a algunos y a otros, no. “Seis meses o un año sin cobrar” no es viable. “No tenemos la posibilidad que tiene otros clubes de más envergadura de facilitarles herramientas para los entrenamientos. Nuestros jugadores levantan bidones de agua”, agregó.

Crítico del control de los entrenamientos, el ex ayudante de Jorge Almirón (de último paso por Al Shabab de Arabia Saudita), confía en la profesionalidad de sus dirigidos y no los vigila. Con su cuerpo técnico planificaron rutinas personales centradas en lo físico en base a lo que dispongan en sus hogares. Pero lo que priorizan es lo emocional en tiempos de distanciamiento social. “Intentamos que nadie se sienta abandonado. Les brindamos información y libros para el tiempo libre, además de videos de análisis táctico de su posición y del equipo”. Agregó que comenzarán a hacer challanges (desafíos como los jueguitos con papel higiénico) en redes sociales entre el plantel para pasar el rato.

Antes de la pandemia sus entrenamientos estaban pensados en base al juego. La parte física la dedicaban a la pelota para ensayar acciones de partido. Le gusta que su equipo recupere, no que defienda, y que genere más ocasiones en ataque. “Los profes toman importancia porque los técnicos trabajan cada vez menos horas”, explicó. La cuestión táctica también es fundamental: hacen análisis propios y del rival, en base a eso diseñan su semana de entrenamiento. Todo varía según a quien se enfrenten y tratan de brindarles toda la información posible: “Nunca se puede hacer que un plantel se adapte a tu idea, sino que nosotros debemos adaptarnos”.

No solo el presente es difícil, sino que el futuro también lo será. Piensa que cuando todo esto termine y la vuelta a la actividad sea un hecho, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) les dará un mes para poner a punto la parte física para la exigencia deportiva. Piensa. También van a haber negociaciones de contratos, ya que a algunos se les vence al final de la temporada y no saben qué va a suceder. Otros son grandes y tampoco saben si van a continuar jugando u optarán por el retiro. Expresó que el plantel está preocupado y cansado, esperando una confirmación oficial.

Nadie sabe qué pasará y cuando se volverá a las actividades normales. La incertidumbre es lo que ronda en la cabeza de todos y hace que la desesperación se apodere de los pensamientos. Pero lo que sí se sabe y dejaron claro es que no todos los futbolistas pueden estar un año sin cobrar.

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