Por Federico Bajo, Fernando Bajo, Valentín Gogorza, Ignacio Gutierrez, Martín Mulhall, Daniel Melluso, Fabrizio Ramos y Mauro Vito.
A pesar de estar ubicados en distintos continentes, Argentina y Alemania se han enfrentado en varias oportunidades. En Copas del Mundo lo hicieron en ocho ocasiones –una de ellas fue ante Alemania Democrática cuando aquel país estaba dividido-, lo cual ha generado el nacimiento de una rivalidad futbolística que se convirtió en el partido más disputado en la historia de los mundiales. Además, tras los cruces definitorios en México 1986, Italia 1990 y Brasil 2014, el enfrentamiento entre ambas selecciones se transformó en la final más repetida de la competencia.
Pero como suele decirse, el amor no entiende de distancias y el fútbol no se queda ajeno. La pasión que genera este deporte es tal que va más allá de la razón, de las rivalidades y los colores de su país, lo que permite la existencia de historias que en otros ámbitos no se podrían desarrollar.
De Buenos Aires a Dortmund
Federico Chabin tiene 27 años y es presidente de la peña del Borussia Dortmund en Argentina. Se recibió de periodista y es hincha del club alemán desde 1997 cuando el conjunto de camiseta amarilla y negra se consagró campeón de la Champions League.
Si bien el club los reconoció formalmente este año, el grupo de simpatizantes viene operando como tal desde febrero de 2014. De hecho, la propia institución declaró dicha fecha como la de su fundación.
Y en esta cuestión de ser oficial o no, Federico explica que en el listado de socios que tiene el club son diez los integrantes de la peña porque ese era el requisito mínimo para el reconocimiento. “Queríamos agilizar el trámite. Puntualmente, para el Borussia somos esa cantidad, pero existe un centenar de personas en espera y me llegan consultas todos los días para asociarse”, enfatiza Chabin.
El pasado 13 de octubre, en el Planetario Galileo Galilei de Buenos Aires, donde el 20 de junio de 1867 se jugó el primer partido de fútbol en el país, treinta hinchas se juntaron para celebrar la segunda #JuntadaDortmund. La reunión estaba pactada para el sábado 12, pero por cuestiones meteorológicas se pospuso para el día siguiente. La lluvia que afectó a la Capital no permitió que finalmente Lucas Barrios, actual delantero de Huracán y con pasado en la institución alemana, se acercara a pasar un rato con los simpatizantes, razón por la cual envió un video a través de las redes sociales.
La primera concentración, en diciembre del año pasado, fue todo un éxito. Concurrieron más de cincuenta personas y no solo de Buenos Aires, sino también de Córdoba, San Luis y hasta de Uruguay. Hubo partidos de fútbol, sorteos de remeras, tazas y gorras, pero el premio mayor fue una camiseta firmada por el delantero alemán Marco Reus.
El clima que se vive en las tribunas del Westfalenstadion cuando el Borussia Dortmund juega de local, es una de las razones que destacan a nivel mundial al club campeón de la Champions League en 1997; sin embargo, para Chabin no es la única. “Más allá de los éxitos futbolísticos, lo que termina por enamorarte de la institución es su gente, su ideología, su compromiso social, y más allá de los buenos o malos resultados, uno sabe que pertenece a un lugar distinto”, concluye.
Atracción sin fronteras por el fútbol argentino
En el oeste de Alemania, a 11.558 kilómetros de distancia de Buenos Aires, entre Dortmund y Osnabrück, se encuentra una ciudad de trescientos mil habitantes llamada Münster. Allí vive Ronny Schulz, un alemán de 38 años, quien se considera fanático del fútbol argentino.
Desde 2007, cuando Ronny visitó Argentina por primera vez con tres amigos, intenta viajar cada dos años para poder ver la mayor cantidad de partidos. “Luego del primer encuentro que viví dentro de un estadio, supe que Argentina era diferente. El ambiente es increíble y todos los campos tienen su historia”, afirma el dueño del blog Fußball in Südamerika, donde sube las fotos de todos los estadios a los que concurre.
Su última visita fue en septiembre del año pasado y, en la actualidad, se encuentra ahorrando para realizar su octavo viaje al país en 2020. Desde Alemania se le hace imposible seguir el torneo argentino por la diferencia horaria. Además, ningún canal de televisión emite fútbol sudamericano y las transmisiones por internet se bloquean por cuestiones legales de región.
Según Schulz, hasta la fecha presenció más de 150 partidos y de todas las divisiones del fútbol argentino. “No hay otro país en el mundo donde puedas, todos los días de la semana, estar dentro de un estadio y presenciar un choque”, remarca.
Fanático del Preussen Münster, que se desempeña actualmente en la tercera división de Alemania, se lamenta por la situación actual que sucede en la Argentina con respecto a la prohibición que existe sobre el público visitante, porque era una de las razones que hacía singular a los estadios argentinos sobre las canchas que visitó en los más de setenta países en los que estuvo.
Desde el día que nació, el camino de Ronny estaba predestinado a cruzarse con el fútbol. Sus padres lo llamaron así por el arquero sueco Ronnie Hellström, considerado uno de los mejores en su posición durante la década del 70.
Y aunque parezca una historia extraída de un cuento, San Lorenzo de Almagro y Huracán Las Heras son sus equipos argentinos favoritos. Pudo ver al Ciclón más de una docena de veces, tanto de local como de visitante, mientras que asistió solo una vez a un encuentro del equipo mendocino, fue en 2012 ante San Martín de la misma provincia. Aquel encuentro fue suficiente para quedar totalmente enamorado del Globo.