Por Clemente Medina
Diego Armando Maradona es una de las personas más fotografiadas de la historia. Dice ser fotogénico aquella persona que da buena imagen fotográfica, según el diccionario de la Real Academia Española. Hay varios ejemplos de personas fotogénicas, entre ellas Elizabeth Taylor, Jennifer Aniston y Angelina Jolie, a pesar de ser algo inusual en las personas. Ser fotogénico no es una característica que pase desapercibida. Por el contrario, es tan distinguido como también subjetivo, en cierto punto.
Según una encuesta realizada en agosto de 2011 por MyMemory, sitio de contenidos y productos fotográficos, Elizabeth Taylor es la celebridad que deslumbró a la sociedad cuando fue fotografiada. Siete de cada diez personas optaron por la actriz británica. En tercer lugar finalizó David Beckham, ex jugador de fútbol y presunto modelo, quien se quedó con el 66% de los sufragios virtuales, al ser una encuesta en su sitio web. Es incongruente pero Maradona no figura en el top 10 de este sondeo de My Memory. Tampoco forma parte en la lista completa, ni fue mencionado por los 1.800 ingleses que votaron. Dentro de la página de Getty Images, el archivo de imágenes más rutilante del mundo, existen alrededor de 115.000 fotos del mito argentino. Este dato no comprende fotos que se exhiben a diario en redes sociales, ni las que todavía no salieron a la luz. Porque van a seguir apareciendo fotos inéditas de Diego de manera cotidiana.
Es extraño concebir a Maradona solo como futbolista. Esa era solo una faceta, no menor, de su persona. Diego sigue y seguirá estando inmerso en la sociedad. Partiendo de este disparador que tiene como premisa al Diego no-jugador quizá se pueda comprender la magnitud de él como persona. Puede asimilarse como un amigo, un familiar o un conocido, a pesar de no estar interiorizados -aunque se piense lo contrario- en su vida en la mayoría de los casos.
Es un domingo cálido de fines de junio de 1986. El verano asusta con sus altas temperaturas en suelo mexicano. Pasado el mediodía, la Argentina se mide ante Inglaterra en busca de avanzar a la semifinal de la Copa del Mundo México 1986. Dani Yako tiene en su maletín su principal herramienta de trabajo: la cámara de fotos Nikon FM2k, con la que va a asistir al Estadio Azteca, como lo hizo en todos los encuentros del seleccionado argentino en la cita mundialista. Lo que el fotógrafo no sabe es que el lente de su cámara le va a traer problemas no menores, como un juicio, al retratar a Maradona segundos después de hacer el que en la jerga futbolera se conoce como el Gol del Siglo.
“Fue una de las mejores imágenes que saqué en mi vida” recuerda Yako (foto) mientras observa el retrato en uno de los tantos cuadros que adornan el living de su casa. Por aquel entonces el fotógrafo, que también oficiaba como periodista, se debía laboralmente a la agencia Diarios y Noticias (DyN). Había concurrido al Estadio Azteca con su compañera de trabajo Adriana Lestido y con los periodistas Martin Caparrós y Ezequiel Fernández Moores, quienes también trabajaban con él en el medio. Lestido, Caparros y Fernandez Moores son quienes ofician como testigos en defensa de Yako ante el juzgado, en una causa de derechos de autor que, según fotógrafos y asociaciones gráficas, es la más importante en lo que a derechos de autor se refiere.
La foto luego del segundo gol de Diego a Inglaterra, junto con la imagen del astro argentino festejando el gol de la victoria de Argentina en la final frente a Alemania, fueron las que utilizó la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) sin ofrecer regalías por derechos de autor al establecer el Día del Futbolista Argentino y para homenajear a Maradona el 30 de octubre de 2021, cuando hubiera cumplido 61 años. Yako señala que fue menospreciado por la AFA al reclamar por los créditos: “Observé que la foto utilizada en la campaña era la que yo había capturado. En ese momento me comuniqué con Nicolas Novello (jefe de prensa de AFA) y recibí una respuesta que considero, cuanto menos, inoportuna. Me dijeron que debería estar agradecido”.
Para Yako, Maradona era “la figura ideal” para capturar fotos ya que “hasta en sus peores momentos lograba salir bien bajo el lente de la cámara” y, a su vez, rememora cómo fue su primer cara a cara con Pelusa: “Cuando terminó el Mundial 86 le obsequié la secuencia de fotos y muchos años después vi que las utilizaban sin mi aprobación. Por lo tanto, tuvimos una mediación donde le dije: ‘La obra de arte es tuya, pero la foto mía’. Y lo sigo sosteniendo”.
Rebobinamos. Maradona fue no solo una celebridad fotogénica sino uno de las personas a las que más fotos le tomaron. El fotoperiodista Yako confiesa que tiene más de 500 fotos de Maradona en su haber y que hay algunas de las que solo él sabe de su existencia. Es por ello que asoma una nueva hipótesis en las redes sociales, ese micromundo donde se inflan muchas ideas sin sentido: el planteamiento a priori lógico de que Maradona es un sujeto de los más fotografiados históricamente. Se dificulta obtener una cifra aproximada de la cantidad de imágenes sobre su persona. Algo imposible de dilucidar.
Pleno 2010. Maradona transita lo que es su segundo año como Director Técnico de la Selección Argentina. Damián Cukierkorn convive con una inquietud universal al momento de hablar de Maradona: ¿Qué decir de Diego que no se haya dicho ya? ¿Tendrá una foto para cada día de su vida? Cukierkorn, co-fundador de Proyecto Pelusa, libro destinado a la recolección de imágenes de Maradona, imagina cómo llevar a cabo una recopilación de retratos del astro argentino. “Comenzamos coleccionando fotos de amigos, de gente cercana, gente no tan cercana y así íbamos reuniendo diferentes tipos de archivos, pero a los meses se me hacía muy difícil seguir buscando y seguir encontrando imágenes e historias.”
Luego de tomar un sorbo de café, Cukierkorn recuerda los principios de Proyecto Pelusa, plan que ideó junto a su amigo Sebastián Schor: “El pensamiento inicial era hacer en un museo, poner todas fotos de Diego con gente de distintas épocas y contar la historia de Maradona a través de estas fotos. Después, las redes permitieron esta bifurcación/difusión enorme que tuvimos y ya con tantas historias presentadas y viendo la retribución también de la gente que leía las historias, decidimos hacer el primer libro”, cuenta Damián.
Todo proyecto cuenta con algún giro inesperado, de los que a veces se anhelan pero no siempre llegan. Así recuerda Cukierkorn lo que, según él, cambió el rumbo de su libro maradoniano: “Uno de los grandes incentivos que tuvo el proyecto y yo de forma personal fue el día que me fui a dormir con 4 mil seguidores y cuando me desperté eran 8.500. Me puse a revisar y resulta que Gianinna había descubierto el proyecto y empezó a ver fotos y a resubir historias de Instagram. Desde entonces comenzó un vínculo por redes, aún no nos conocimos , pero cada tanto nos escribimos de buena onda, les mandamos el libro y demás. Con Gianinna y con Jana (Maradona) también, tenemos una linda relación”.
El 25 de junio de 2024 se difundió una nueva foto del ídolo argentino en la red social X. Walter Rotundo, @WalterRotundo, posteó fotos de Diego cuando formaba parte de “Los Cebollitas”, etapa formativa de Maradona entre fines de la década de los 60 y principio de los 70, cuando apenas era un niño y ya jugaba en Argentinos Juniors. Se observa a Diego compungido, sentado con el ceño fruncido, y se logra visualizar a quien por entonces era su entrenador, Francis Cornejo.
Maradona no estuvo exento de conflictos por derechos y uso de su imagen, los cuales aparecieron tras su fallecimiento en 2020. ¿Por qué el uso de la marca Maradona atrae a personas que no tuvieron influencia en la vida del Diez? ¿Es realmente una marca? Stefano Ceci es un empresario napolitano de 48 años que reside en Dubai. Pero su historia con Diego tiene lugar en 2001 en La Habana, Cuba, y parece una película de suspenso, de esas que tienen final abierto.
Diego transitaba un periodo de “rehabilitación” por sus problemas con las adicciones. Ceci lo acompañó en lo que fue una etapa difícil para el astro argentino y aprovechó para hacer su trabajo; le organizó eventos y hasta tuvo la suspicacia de patentar la huella del pie y mano izquierda de Diego. Como si hubiese sabido lo que se aproximaba, en agosto de 2020 firmó un contrato que establecía que él cuenta con la potestad de comercializar durante 15 años y quedarse con el 50% del uso de la “marca Maradona”. El contrato, el que según le confesó Ceci a Clarín es “la Biblia”, le trajo un juicio por parte de los hijos Dalma, Gianinna, Diego Junior, Jana y Dieguito Fernando Maradona (este último representado por Verónica Ojeda, la madre, debido a su minoría de edad).
Ceci, fastidiado por el no reconocimiento por parte de los herederos de Maradona, no comprende por qué no le otorgan lo que, según él, merece: “Combiné pasión y negocios. Eso no es un pecado. Y cuando he hecho dinero, siempre mandé la parte que le correspondía a Diego. Él me lo dijo: ‘Tanito, ¿sabés cuánto te quedás vos si no estoy yo? Treinta segundos. La patada en el culo que te van a dar… Te rajan en 30 segundos’. Tengo fotos de Dalma con mi hija en brazos. He convivido con toda la familia”.
En la estadía de Maradona en territorio cubano, fueron sus hijas Dalma y Giannina las que colaboraron con su padre para reponerse física y mentalmente. Es llamativo que no pudieran replicarlo en los últimos meses de Diego en vida, cuando se conocía -en contra de su círculo “íntimo”- que padecía problemas de salud. La imagen que lo retrata fehacientemente es cuando lo exhibieron para que, junto a Marcelo Tinelli (presidente de la Liga Profesional de Fútbol y Claudio Tapia (presidente de la AFA), esté en la cancha -a puertas cerradas- de Gimnasia La Plata, en el que fue su último cumpleaños, en el año 2020 en plena pandemia por Covid-19. ¿Qué hacían Tinelli y el presidente de la AFA ese día junto a él? ¿Era apropiado que asistiera al partido? El año que lo tuvo a Maradona como DT del Lobo aporta un sinfín de incógnitas, la mayoría sin respuesta. Cualquiera que no tiene intereses de ningún tipo hubiese bregado para priorizar el estado de salud.
En la búsqueda de una definición convencional, como si eso existiese, acerca de Diego Armando Maradona, nos encontramos ante la imposibilidad. Ernesto Cherquis Bialo, periodista ex director de El Gráfico y jefe de prensa de AFA dice que hay (por lo menos) siete u ocho Maradonas. Quizás la tarea se encuentre allí: es absurdo reducir al Maradona persona-futbolista. Es más que eso. Pero cada uno tiene el Maradona que se merece, claro. Porque al final, la imagen no se mancha.