jueves, noviembre 21, 2024

Juan Cruz Villagra: El legado de una familia futbolera

Por Rocco Miño

Un día fresco, pero soleado en el “Coliseo de Bajo Belgrano”. Allí está Juan Cruz Villagra, que recién terminaba de hacer unos ejercicios regenerativos. Acomoda la mesa, abre la silla y se sienta, está con la vestimenta del club. Tiene el buzo puesto, en el pecho está el 11, número que usó en aquel desempate contra San Martín de Burzaco en el estadio Único de La Plata, marcó el gol para el campeonato y el ascenso de Excursionistas. Y no es casualidad lo que le tocó, “Juanchuli” como es apodado, “no iba a ser titular pero mi compañero Ian Puleio, llegó a la quinta amarilla y me tocó jugar de titular”. El destino lo quiso así, el primer gol del torneo 2023 lo había marcado él y el último del campeonato tenía que ser de Villagra y lo festejó con el “Topo Gigio” a lo Juan Román Riquelme. 

Juan Cruz Villagra festejando el gol con el topo “Gigio”, Foto sacada de Lulibidegainph

-¿Te esperabas ser el autor del gol  y el más importante en la final?

-La verdad que no, cuando pasó lo de Puleio en el partido con Central Córdoba de Rosario, sabía que iba a jugar. Desde ese día me preparé y me mentalicé para la final. Después no me imaginé que iba a hacer el gol, pero me sentí importante y muy participe de la conquista. 

 

-¿El festejo fue por Riquelme, por qué tiras para Boca o por algo en particular?

-No, fue porque días previos del lado de Burzaco, venían hablando que a Excursio le estaban dando muchos penales y demás cosas. Fue más que nada por eso, dijeron cosas que no iban. Salió en el momento del gol y la tiré, igualmente tiro más para Boca, me gusta más que River. 

 

-¿Los hinchas te deben agradecer por el gol, cuando te lo cruzas en la calle o en el estadio?

-Sí me lo recuerdan bastante, son muy agradecidos y te hacen notar el cariño. Eso es algo bueno y me da la satisfacción de que hice las cosas bien. 

 

 

El delantero de 24 años, oriundo de Villa Yapeyú, Santa Fé, dio sus primeros pasos en el baby fútbol de Nuevo Horizonte. De ahí pasó a San Cristóbal en cancha de once, para finalmente recalar en Defensa y Justicia. No solo Juan Cruz surgió del club de Florencio Varela, sino que viene de familia, es hermano de Leandro quien “abrió el camino”, Brian y Nicolás “Uvita” Fernández. Su debut fue en cancha de Colón de Santa Fe, de cual es hincha y de su ciudad natal. “Sentí mucha emoción y satisfacción, es lo que anhelaba”, pero no solo fue eso, ya que ese día fue “maravilloso” porque entró al mismo tiempo que su hermano Brian. 

-¿Te imaginabas ese debut y con todo ese marco?

-Fue algo hermoso e inolvidable. Parecía que estaba todo guionado, iba a ingresar entre los 10 y 15 minutos del segundo tiempo, pero se lesionó Adonis Frías y se paró el cambio mío. Después cuando Hernán Crespo me llama a mí, justo lo llaman a Brian y ahí me puse nostálgico. En el club de nuestro amores, entrar de la mano de mi hermano que me dijo unas palabras de aliento, fue impresionante. 

 

-¿Te acordas qué te dijo?

-Me dijo que no importaba el resultado, que entre y disfrutara del momento. Que no iba a poder revertir el marcador solo, eso me alivió e hizo que viva esa oportunidad.

Juan Cruz a punto de debutar y al lado su hermano Brian

Cada uno de tus hermanos dejó una marca registrada en el club. Leandro convirtió varios goles, Brian hizo el gol del ascenso a primera y “Uvita”, el gol para clasificar por primera vez a primera. Pero vos lograste la Copa Sudamericana 2021 ¿Qué pensas del logro que conseguiste?¿Te lo imaginabas?

-Tuvimos la suerte de tener un paso bueno por Defensa. A mí me tocó ser parte del plantel y jugar dos partidos, quizás no fui tan partícipe, pero fue una locura ese momento. No me lo imaginaba para nada, pero con el correr del tiempo, ver que cada día íbamos creciendo se presentía y sentía el olor a campeón. 

 

-¿Qué es Defensa para vos?¿Te gustaría volver?

-En lo futbolístico y lo cotidiano fue muy importante. Fue el inicio de todos mis hermanos, el crecimiento de mi familia, pudimos salir de Santa Fe, gracias a Defensa que nos dio todo. Es mi vida. Tengo una espina, me hubiera gustado jugar más y es por eso que en un futuro me gustaría volver para devolverle un poco más. 

 

Él no es Fernández, como sus hermanos, sino que lleva el apellido de su mamá Rosana. Pero se nota en esos ojos achinados, en las gambetas a la hora de jugar y con eso basta para afirmar que uno más de la “dinastía” Fernández-Villagra.

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