viernes, noviembre 22, 2024

Signorini: “Menotti era el tipo que más me había sorprendido”

Por Victoria Leccadito

Cesar Luis Menotti fue indudablemente uno de los emblemas más importantes que tuvo el fútbol argentino ya que, no solamente fue el autor de un equipo inolvidable como el de Huracán en el 73´, o quien llevó al seleccionado argentino a lo más grande del mundo en la Copa Mundial de 1978, sino que además inculcó una ideología humana en la cual el fútbol no es solo una gran máquina de ingresos y más bien un deporte limpio, que no muchos promueven hoy en día.

A su lado siempre estuvo la gran figura de Fernando Signorini, expreparador físico de la Selección Argentina y entrenador personal de Diego Armando Maradona, a quien conoció 41 años atrás en España cuando era el DT del Barcelona. El deseo de Signorini era conocer al hombre que más lo había seducido con su creencia de que el fútbol tiene que ser una maravillosa excusa para ser feliz, además de que ganar es importante, pero más son los medios que se utilizan para lograrlo. 

Gracias a la invitación por parte del profesor Ignacio Levy, estudiantes de tercer año de Deportea tuvieron la oportunidad de escuchar aquellas anécdotas y enseñanzas que El Profe tiene para contar, además de una detallada descripción sobre la vida de Diego y como él estuvo a su lado para realmente ayudarlo a diferencia de otros que celebraban sus logros y callaban en los tropiezos. 

Comenzó la charla haciendo hincapié en aquellos estudiantes que quieren dedicar su vocación al ambiente del fútbol, aconsejándoles ir al lugar donde nacieron las grandes promesas del mismo: La Villa 21-14 en Zavaleta. Allí donde realmente se ve el esfuerzo de los chicos por llegar a lo más alto, toda su dedicación y sacrificio por una vida mejor, sin olvidarse de quienes viven en las mismas condiciones que ellos. Justamente esto fue algo que le dijo a Maradona, que tenía que ser fiel al hecho de haber nacido en la villa, ya que, de lo contrario, seguramente se habría dedicado al polo. Algo parecido a lo que el Flaco le respondió a René Houseman cuando este admiró la fuerza de los jugadores alemanes en un entrenamiento que presenciaron: “¿Fuertes?, No digas bobadas, si a cualquiera de esos rubios lo llevamos a la casa donde usted creció, a los tres días lo sacan en camilla. Fuertes es usted que sobrevivió a toda esa pobreza y juega al fútbol diez mil veces mejor que esos tipos”.

Continuó hablando, entre otros temas, acerca de los jugadores de la actualidad y el sistema perverso del profesionalismo que los quiere “estúpidos, vulgares y tramposos”. Cómo hoy el fútbol se volvió un negocio en el cual solo importa ganar sin medir las formas, porque con el éxito viene la recompensa valuada en millones de dólares. Un sistema en el cual los niños piensan más en el dinero que ganarían como profesionales para gastarlo en autos lujosos, mujeres o fiestas, en vez de disfrutar del deporte y aprender de lo que él mismo le enseña. “La mejor forma de educar o aconsejar a un niño es con un beso, un mimo, un abrazo, o mismo preguntarle sobre su familia”, remarcó Fernando ante la duda de uno de los estudiantes sobre cómo se lo podría acompañar a un chico en su sueño de ser futbolista. 

Por último, recordó al primer entrenador campeón del mundo y confesó que detrás de esa gran coraza de 1,93 metros, existía un “tierno oso de peluche” cuya sensibilidad era su arma fundamental para haber logrado todo lo que se propuso. Cómo este encarnaba a través de sus manos a un encantador de serpientes porque, además de utilizar su notable voz para seducir, lograba transmitir con total claridad lo que pensaba y llegar a todo aquel que lo presenciara.

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