Por Tomas Escalante
El Mundial de rugby 2023 disputado en Francia presenta una diversidad impresionante en las naciones que participan, con solo tres selecciones enteramente compuestas por jugadores de su país como son Sudáfrica, Chile y Argentina.
La tendencia de nacionalización se ve favorecida por los criterios de elegibilidad impuestos por la World Rugby donde un jugador necesita únicamente presentar un derecho de nacimiento en su nueva nación, radicación en suelo de ese país y no haber jugado en ninguna selección durante 36 meses.
De Argentina emigraron tres jugadores para disputar el Mundial: Juan Ignacio Brex e Iván Nemer seleccionados por Italia y Baltazar Amaya nacionalizado uruguayo para jugar con los Teros.
Brex juega en la posición de centro para el Benetton Treviso italiano desde 2017, en el que disputó 73 partidos y anotó 55 puntos. Sus actuaciones le catapultaron a ser convocado por el conjunto “azzurro” de Rugby Seven en el año 2019 y, a sus 29 años, debutar con la selección mayor. Juan Ignacio tiene un pasado en las categorías inferiores de los Pumas mientras jugaba en las menores de San Cirano, equipo con el cual se estrenó en primera en 2012 y donde se mantuvo hasta el 2015 con breves pasos por la franquicia Pampas XV y por el sub seleccionado de Argentina XV. A sus 31 años está en su mejor momento deportivo como uno de los líderes de su equipo y del conjunto nacional italiano que intentará dar la sorpresa en el Grupo A. Este lo comparte con el país organizador Francia, los All Blacks de Nueva Zelanda, los Teros de Uruguay y el seleccionado de Namibia.
Iván Nemer también asistirá a la cita mundialista con Italia pero desde un rol más secundario. El pilar derecho nacionalizado, además de la selección, comparte en su equipo vestuario con Brex, pero un regalo de navidad arruinó su preparación previa al mundial. Con el afán de hacer una broma de mal gusto a su compañero Cheif Traore de origen guineano, le otorgó como presente en el amigo invisible una banana podrida, comparando su tono de piel y nacionalidad de origen con un mono. Traore decidió inmediatamente comunicarle este incidente racista a la dirección del Benetton que informó a la Federación Italiana de Rugby, la cual sancionó hasta el 30 de Junio de 2023 al pilar marplatense por actuar de manera racista.
Por último, el tercer argentino nacionalizado es Baltazar Amaya que jugará para el seleccionado uruguayo. El wing de los teros comenzó a jugar al rugby desde pequeño en el club Hindú. A sus nueve años y por motivos laborales, sus padres se mudaron al país limítrofe donde Baltazar continuó su carrera en el deporte de pelota ovalada para las categorías juveniles de British Schools. Luego dio el salto a Old Boys and Old Girls, club con el cual se consagró campeón del torneo uruguayo de 2021. Este título le permitió firmar un contrato con el club Peñarol integrante del Súper Rugby Américas. Más tarde en el seleccionado uruguayo de Rugby Seven explotó su nivel y le permitió ser titular en el conjunto nacional de rugby 15 para disputar el grupo D de este nuevo mundial, donde los Teros intentarán plantar cara a selecciones poderosas y ver si consiguen un triunfo ante un equipo de nivel parecido como Namibia.