Por Felicitas Pérez Millán
La selección de Ecuador llegó para disputar el cuarto Mundial de su historia de la mano del delantero Enner Valencia, de 33 años, como capitán y referente del equipo. El actual jugador del Fenerbahçe S. K. de Turquía es el máximo goleador de la historia de su selección con 37 goles en 75 partidos, pero, detrás de los logros conseguidos en los clubes en donde jugó y en su país, Valencia tuvo un duro comienzo en el fútbol. Con tan solo 19 años fue adquirido por Emelec, y, al estar lejos de su ciudad natal y no contar con los recursos necesarios, el delantero tuvo que dormir muchas noches en el estadio de su club, George Capwell, junto a varios de sus compañeros. Luego, por la mañana, se presentaba a entrenar sin desayunar dada la escasez monetaria.
Pasados dos años de no ser tenido en cuenta, Enner fue convocado por Jorge Sampaoli y logró debutar en el primer equipo contra Newell’s Old Boys por la Copa Libertadores. Desde allí, su carrera fue en ascenso, jugando para equipos como Pachuca, luego dando el gran paso a Europa en el West Ham y el Everton, volviendo posteriormente a México para vestir la camiseta de Tigres y actualmente encontrándose en el fútbol turco.
El capitán de Ecuador juega en Qatar su segundo Mundial luego de participar en el de Brasil en 2014. Siendo capitán, figura, y una pieza clave para Gustavo Alfaro, tuvo que luchar desde el primer momento para cumplir su sueño de ser futbolista profesional y poder ayudar a su familia, ya que se encontraban viviendo en situaciones precarias. Ese jugador de 19 años que dormía en las instalaciones del estadio, que no podía comer por la falta de dinero y esperó dos años para poder jugar un partido profesional, es este fin de año el capitán de su selección, de su país, con miles de personas coreando su nombre. No es fácil el comienzo ni tampoco justo, pero sin importar el resultado de esta copa del mundo, Enner Valencia es y será uno de los jugadores más importantes en la historia de Ecuador.