viernes, noviembre 22, 2024

Catar 2022: cómo es la sede más pequeña en la historia de los Mundiales

Por Enzo Lutteral, Facundo Pereira y Julen Blanco

Catar es el país anfitrión de la próxima edición de la competencia más importante de selecciones, está ubicado en el Golfo Pérsico dentro del continente asiático. Es una península fijada en el mar Arábigo que limita, a nivel continental, con Arabia Saudita -el primer rival de Argentina- y los Emiratos Árabes Unidos, al sudoeste.

Su territorio abarca 11.437 km2 y por ende se convertirá en el país más pequeño en organizar la cita mundialista -se trata de uno de los más chicos de Asia y el 165º del Mundo-. A su vez, su población es de alrededor de 2,8 millones de habitantes, de los cuales el 83% viven en la ciudad de Doha, capital del país asiático. Trazando un paralelismo, el partido de La Matanza en la Provincia de Buenos Aires contiene tres millones de personas. En la capital, apenas un 10% de la población es nativa, es decir, nacidos en suelo catarí. Esta minoría es dueña de los pozos petrolíferos y quienes conservan la mayor riqueza.

Debido a las 27 islas con las que cuenta Catar en el mar abierto, en gran parte de su historia se caracterizó por ser un puerto en el que se comercializaban perlas y telas. Sin embargo, desde hace más de 80 años, cuando se descubrieron los primeros yacimientos de petróleo, el país tuvo un cambio radical que lo situó como una de las naciones más ricas del planeta. Actualmente posee uno de los aeropuertos más grandes y vistosos del mundo: el Aeropuerto Internacional de Hamad, entre otros lujos y excentricidades.

Ante la gran cantidad de turistas que concurrirán a la cita mundialista, desde hace dos años el gobierno catarí comenzó la construcción de 16 hoteles flotantes con una capacidad de 101 habitaciones cada uno, ubicados en las orillas de Qetaifan North Island, frente a la ciudad de Lusail, en donde se encuentra el estadio en el que debutará la Selección argentina, cuya inversión ronda los 700 millones de dólares, de acuerdo con la organización. Estas obras se pudieron llevar a cabo gracias a la amplia cantidad de recursos económicos con los que cuenta el país árabe, que desembolsó alrededor de 220.000 millones de dólares para la organización de la próxima Copa del mundo.

El estadio 974 se ubica cerca del puerto de Doha, enfrente de la Bahía Oeste.

Catar es una nación caracterizada por las altas temperaturas -motivo por el cual se aplazó el Mundial a noviembre-. La temporada calurosa es a mediados de año, en donde se alcanzan los 41ºC diariamente. Mientras que las bajas temperaturas suelen ocurrir desde diciembre hasta marzo, en donde el clima promedia los 25ºC.

Ignacio Artigas, periodista argentino de 26 años y licenciado en comunicación social, trabajó como tripulante de cabina para la aerolínea de bandera catarí Qatar Airways y vivió casi dos años en el país en donde se llevará a cabo el próximo Mundial: “Catar no se asemeja a nada que yo haya visto en mi vida. Es el presente y futuro. No se compara con nada porque es un desierto y sobre él se construyó una ciudad. Es muy artificial, no son autóctonos porque el clima de desierto no permite que crezca un bosque, pero ellos, de forma artificial y con tecnología, logran crear verde y abastecer todas las instalaciones con agua. Está todo construido de forma tal que sea soportable el calor”, comentó en diálogo con El Equipo. Además, agregó: “También recrean la arquitectura de algunos países como atracción. Por ejemplo, los shoppings son mini ciudades, hay cafés que recrean París y Venecia. Muy loco”.

A su vez, el auxiliar de vuelo que actualmente reside en Dubai, se refirió a cómo se manejan los aspectos geográficos y culturales en el país árabe, y explicó: “Como turista, es necesaria una visa que te dan en el aeropuerto por tres meses. Al ser un país musulmán, diferente a la Argentina que es más liberal, contiene muchas reglas que se respetan, por lo que se aconseja conseguir un trabajo antes de ingresar al país ya que las leyes no perdonan. La comida original de allí también es bastante cara. Hay que mantener distancia física, no se puede cantar en la calle, únicamente se puede el canto de Alá, y con respecto a la vestimenta, no se pueden mostrar los hombros ni las rodillas, tanto los hombres como las mujeres”.

La sede del certamen es un lugar distinto al resto, que contiene muchas reglas debido a las grandes diferencias entre la cultura occidental y la musulmana. Si bien la teoría puede diferir con la práctica, los y las simpatizantes que viajarán a Catar, deberán tener conciencia de cómo viven para poder sobrellevar una estadía amena.

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