Por Nazareno Rosen
En 2001, el país atravesaba una de las crisis más importantes de su historia. En ese entonces, gobernaba Fernando De La Rúa y ya se vislumbraba la grave crisis económica y social que se desataría en diciembre de aquel año. A pesar de esto, se llevaron a cabo varios acontecimientos deportivos.
Julián Zícari, autor del libro Camino al colapso, cómo llegamos los argentinos al 2001, manifestó: “La crisis del 2001 fue un período muy traumático y muy caótico, con muchos sacudones sociales, políticos y económicos y muy imprevisible desde sus consecuencias. Había varios niveles de crisis que fueron combinándose y por eso la trascendencia o importancia del fenómeno”.
Meses antes de la hecatombe en Argentina, más precisamente entre el 17 de junio y el 7 de julio, se disputó en el país el Mundial juvenil Sub 20, en el que el seleccionado argentino, liderado por el entrenador José Néstor Pekerman, se consagró campeón en el estadio José Amalfitani de Vélez luego de vencer por 3 a 0 a Ghana en la final con goles de Diego Colotto, Javier Saviola y Maximiliano Rodríguez.
Saviola, goleador con 11 tantos y mejor jugador de ese Mundial, recordó cómo era jugar los partidos a pesar de la situación social que atravesaba la Argentina: “No éramos conscientes del momento que se vivía en el país. Sí escuchábamos y veíamos si sufrían nuestros familiares y amigos, pero nosotros solo estábamos enfocados en el campeonato del mundo”.
Cinco meses luego del Mundial, el 3 de diciembre de 2001, el entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo, implementó entre otras medidas de emergencia la rebaja del 13% del sueldo a los empleados estatales y fuerzas de seguridad y el tan recordado “Corralito”. La finalidad que tenía esta herramienta económica era lograr a través de las restricciones bancarias y los límites a los retiros de los depósitos de los bancos evitar la fuga de dólares del sistema.
Debido al alto nivel de conflictividad social, con una crisis económica sin precedentes, por la falta de apoyo de los distintos sectores políticos, gremiales y de la sociedad en general, luego de las revueltas producidas entre el 18 y 20 de diciembre que dejaron como saldo 39 muertos, un día más tarde, el 21 de diciembre, De La Rúa renunció a su cargo de presidente de la Nación retirándose de la Casa Rosada en helicóptero en una imagen icónica en la historia Argentina. En el transcurso de los siguientes once días, pasaron cinco presidentes hasta que finalmente Eduardo Duhalde fue elegido como el titular del Poder Ejecutivo Nacional hasta el nuevo llamado a elecciones generales en 2003.
Cuando renunció De La Rúa, la conflictividad social y el deterioro económico y político era altísimo. La situación era caótica y turbulenta y se reflejaba en la desorganización de la política institucional. Toda esta situación refleja lo difícil y complejo que fue ese momento para el país.
El torneo de fútbol de la Primera División había comenzado el 17 de agosto y transcurría con normalidad hasta las últimas fechas. Racing se ubicaba en el primer puesto buscando quedarse con el título luego de 35 años y le llevaba una mínima diferencia de puntos de ventaja a River. La definición del campeonato estaba pactada para el domingo 23 de diciembre cuando el conjunto dirigido por Reinaldo “Mostaza” Merlo visitaría a Vélez en el estadio José Amalfitani mientras que El Millonario recibiría a Rosario Central en el Monumental. Sin embargo, debido a la actualidad del país, estos dos partidos para definir quién se quedaría con el Torneo Apertura debieron postergarse para el jueves 27 de ese mismo mes, cuando finalmente La Academia se consagró campeón luego de igualar 1 a 1. El resto de los partidos de la última fecha debieron disputarse a comienzos de febrero del año siguiente.
Francisco Maciel, defensor de aquel equipo de Racing que se consagró campeón afirmó: “Realmente era un momento muy difícil porque si bien nosotros estábamos con el objetivo en la cabeza desde el día uno, el país estaba explotado, había muertos en la Plaza de Mayo, manifestaciones, cacerolazos, el país se incendiaba y nosotros por dentro decíamos ‘Por favor que no se suspenda el campeonato porque habíamos luchado tanto para eso y estábamos ahí nomás de conseguirlo’”. Además recordó cómo era estar saliendo campeón en medio de un país en crisis: “Fue un momento muy duro para mucha gente, nosotros estábamos como en una burbuja porque era algo raro estar saliendo campeón cuando el país explotaba, creo que era lo único que le faltaba a Racing estar saliendo campeón en un momento así”.
Al mismo tiempo, otro torneo que se estaba definiendo era la Copa Mercosur que comenzó el 21 de julio y que tuvo a San Lorenzo y a Flamengo de Brasil en la definición. Las finales estaban estipuladas para el 12 y 19 de diciembre -ida y vuelta, respectivamente-. El partido de ida se llevó a cabo con normalidad en el estadio Maracaná de Río de Janeiro donde ambos equipos empataron sin goles.
Debido a la situación extraordinaria, el segundo encuentro tuvo que ser postergado para el 24 de enero de 2002 en el estadio Pedro Bidegain donde finalmente el conjunto argentino se consagró campeón de un título internacional por primera vez en su historia luego de igualar 1 a 1 pero imponerse 4 a 3 en los penales.
Bernardo Romeo, delantero que integró el plantel campeón con San Lorenzo, se refirió a este tema y declaró: “Fue un año muy difícil, nosotros estábamos concentrados en conseguir este título pero a su vez no podíamos dejar de lado lo que pasaba en el país. Yo tuve la mala suerte de no poder jugar el partido definitorio contra el Flamengo en la cancha de San Lorenzo porque me vendieron al Hamburgo de Alemania. Me hubiera encantado haber podido jugar ese partido pero hay situaciones que uno no puede manejar. Pero aún así estaba muy satisfecho por haber sido el goleador de ese torneo con 10 tantos”.
Pero lo que se vivía en aquel entonces no solo afectó al fútbol sino también al boxeo ya que Marcela La Tigresa Acuña buscaba hacer historia y convertirse en la primera boxeadora argentina en lograr un campeonato. La contienda inicialmente se iba a desarrollar el 22 de diciembre pero el estado de sitio decretado por el Gobierno obligó a la postergación del combate.
De este modo, el 19 de enero de 2002 se disputó por primera vez en la historia del país un título nacional de boxeo femenino en la Federación Argentina de Box. La Tigresa Marcela Acuña venció por knockout, a los 15 segundos del primer asalto, a Patricia La Leona Quirico y se consagró campeona argentina de peso pluma.
De esta manera, el deporte en la Argentina se vio afectado por las situaciones conflictivas que se vivían en ese momento y la mayoría de estos eventos no pudieron desarrollarse con normalidad y debieron ser pospuestos. Estos espectáculos se realizaron en momentos poco oportunos en los que el país no se encontraba en condiciones para llevar a cabo ningún acontecimiento deportivo.