viernes, octubre 18, 2024

Manu Ginóbili, el debut profesional de la leyenda

Por Bruno Toscano

Un 29 de septiembre, pero de 1995, un joven de 18 años oriundo de Bahía Blanca llamado Emanuel David Ginóbili, más conocido como Manu, debutó en la Liga Nacional de Básquetbol con Andino de La Rioja en un partido de visitante frente a Peñarol de Mar del Plata en el Estadio Polideportivo Islas Malvinas.

Tras dar sus primeros pasos en Bahiense del Norte, Manu, el menor de tres hermanos basquetbolistas, fue reclutado para formar parte del plantel de Andino, equipo que ya contaba con múltiples jugadores de renombre como Gabriel Riofrío, Daniel Farabello, Hernán “Pancho” Jasen, entre otros. “Fue uno de los equipos con más talento y experiencia que he dirigido. Deleitaban al público”, recuerda Oscar “Huevo” Sánchez, entrenador de Andino en 1995, a El Equipo.

¡Dale Sepo, entrá!”, le gritó Sánchez a Manu, quien lo confundió con Sebastián, uno de sus hermanos. Ingresó con el número seis en la espalda e hizo su debut profesional en la máxima categoría del básquetbol argentino. Trece minutos le bastaron para anotar nueve puntos, con tres triples en siete intentos. “Ese cuerpito no decía mucho, pero la rompió. No pasó desapercibido para nada”, afirma Sánchez. 

Lo que escaseaba desde lo físico, abundaba en lo mental. Sánchez sostiene que la personalidad de Manu fue la clave detrás de todo lo que logró a lo largo de su carrera: “Era un jugador valiente. A pesar de ser propenso a que le peguen en cada penetración, nunca dejó de atacar el aro”. 

No sé si Ginóbili está para la Liga”, prejuzgó Rubén “El Ruso” Muñoz, comentarista del partido frente a Peñarol, luego de unos pocos minutos del bahiense en cancha. La observación era lógica: era muy delgado y no tenía experiencia, pero mejoró y fue nombrado el mejor debutante de la Liga Nacional cuando finalizó la temporada.

Tras un año en el equipo riojano, Manu tomó la decisión de volver a su ciudad natal para jugar en Estudiantes hasta 1998, antes de irse a Europa. El destino elegido fue Italia, primero el Viola Reggio Calabria y luego el Kinder Bologna. Meses más tarde fue seleccionado por los San Antonio Spurs con el puesto 57 del draft de 1999 de la National Basketball Association (NBA), aunque recién se unió al equipo estadounidense en el 2002. Dieciséis temporadas seguidas y cuatro anillos (2003, 2005, 2007 y 2014) con los Spurs lo convirtieron en un basquetbolista histórico de la franquicia texana. 

Se retiró el 27 de agosto de 2018, a sus 41 años, tras conquistar hazañas que al debutar nunca hubiera imaginado. Ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 e integra el salón de la fama del básquet en Springfield. “Lo que hizo Manu Ginóbili es imposible que se vuelva a repetir”, asegura Sánchez. Se convirtió en el mejor basquetbolista argentino de la historia, para el asombro de quienes lo siguen desde sus inicios en Andino, un día como hoy hace 29 años.

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