Por: Joaquin Pasquini
La carrera de Agustín Sosa está marcada por la constancia y el sacrificio, no hubo suerte, fue mucho trabajo y responsabilidad. Estos principios inculcados por sus padres desde que era muy chico le permitieron cumplir su sueño de jugar en la primera del club de sus amores, Temperley. ” Mis viejos siempre me recalcaron que nunca hay que bajar los brazos y eso valores que me dieron en la casa los tomé para la vida, por eso, este presente lo disfruto como un premio”, comentó el defensor.
Cemento como lo apodaron sus compañeros, porque trabajó en la construcción junto a su padre y a su hermano mayor, que son albañil y maestro mayor de obras respectivamente. Se desempeña de lateral derecho y debutó en el Gasolero en 2018, en un empate sin goles ante Newell ‘s. Si bien ahora el entrenador, Alejandro Orfila, lo tiene en cuenta, en 2019 sin lugar en el equipo de Cristian Aldirico, se fue a préstamo a Talleres de Escalada para jugar en la Primera B y, después, nuevamente relegado con Walter Perazzo, marchó a Don Benito, club del ascenso español para sumar minutos.
“A principios de 2018 empecé con clases de fútbol infantil en la escuelita del Club La Farola, el que me formó. Me queda cerca de casa y necesitaba tener otro trabajo aparte de jugar porque no me alcanzaba. Me alejé un poco de los trabajos de albañil porque era muy desgastante”, contó Agustin sobre sus inicios como futbolista profesional. Pero en la pandemia volvió a trabajar con su familia, laburaba en una obra en Adrogué y se llevaba toda la indumentaria y el material que necesitaba para entrenar. A las 8:30 se conectaba por Zoom para entrenar. Después de eso terminaba y volvía a sus labores.
El defensor criado en las inferiores de Temperley y que hoy disfruta de un lindo momento personal en el Celeste, sueña con ganar algo con el club de sus amores: ”Para mí, es como mi segunda casa (recorre sus pasillos desde que tenia cuatro años) lograr el ascenso sería algo muy lindo y marcaría mucho mi carrera, sería fantástico poder ascender a Primera, y sueño con ganar un título con estos colores”.
Lejos quedaron aquellos préstamos por Talleres y Don Benito en búsqueda de minutos, hoy ya afianzado en el equipo con tan solo 23 años, renovó su contrato hasta finales de 2024, se alejó del oficio de albañil dedicándose por completo al fútbol para seguir creciendo como futbolista, y de esta manera lo expresó: “Si bien tengo cinco años en primera, todavía me considero joven y sigo aprendiendo de los más experimentados, presto atención a lo que me dicen porque sé que me sirve para seguir aprendiendo. Siempre entreno al 100 por ciento porque quiero ser una opción para el técnico”, así entiende Cemento esta profesión, compromiso y sacrificio es lo que lo caracteriza. Igualmente, cada tanto ayuda a su familia si tienen que hacer alguna obra. Ahora tienen un proyecto de piscinas. Armaron una página que se llama Piscinas Sosa construcción. Además de piletas hacen refacciones de todo tipo.