sábado, abril 27, 2024

Lucas Benaducci: capitán dentro y fuera de la cancha

Por: Karen Castelli 

Lucas Benaducci llegó hace un año a San Martín de Burzaco, equipo que se desempeña en la Primera C, cuarta categoría del fútbol argentino. Líderes de la tabla de posiciones y
con un solo objetivo para esta temporada: ascender. Capitán del Azul y apasionado
por este deporte. Lucas Benaducci es un claro ejemplo de la realidad que viven los
clubes del ascenso en Argentina, que debido a los bajos salarios que reciben, necesitan
de un empleo paralelo para complementar y poder llegar a fin de mes.

En la calle Cerrito 1158, de la localidad de Temperley, se encuentra el
gimnasio ENPERF donde Lucas da clases personalizadas todos los días. Hace diez
años que trabaja como entrenador y jugador. Su rutina arranca a las 6 de la mañana
con los ejercicios en el club, luego del mediodía y hasta altas horas de la noche recibe
gente en el lugar. Y aunque toda la semana sus horarios son complicados, cuando tiene
que concentrarse antes de los partidos, un poco más; se las ingenia con su hermano
que lo ayuda y lo reemplaza, para no fallarle a los clientes y cumplir en ambos lados a
la vez.

“En Sanma hay varios chicos del plantel que tienen trabajos extras, hay dos
peluqueros, otros que son deliverys. Por supuesto que el rendimiento y el
desgaste no es el mismo para el que puede vivir únicamente del fútbol, que para el que
necesita de otro sustento salarial y tiene que trabajar el doble”, agregó el capitán del
Azul. Aunque confirma que han mejorado las condiciones: “Ojalá hubiese ganado más plata con esta carrera. Hoy la categoría C está en 75 mil pesos, sigue siendo
amateur y los arreglos de sueldo son distintos para cada deportista, dependen del nivel
y de si tiene o no representante, entre otras cuestiones”.

A sus 31 años, el lateral izquierdo, disfruta de enseñarles a los más jóvenes y
transmitirles sus experiencias, ya que ha jugado con varias camisetas: Cañuelas, San
Telmo, Excursionistas y Deportivo Español. Hoy con la cinta en el brazo es quién
arenga a su equipo antes de cada encuentro y en algunos momentos también visita las
habitaciones de sus compañeros, durante las concentraciones, con el fin de sumar en el
estado de ánimo. “Soy bastante molesto con los más chicos. Con esta institución
empezamos a concentrarnos este año, variamos entre tres lugares: S.E.C.L.A, un spa
que está en Berazategui o en el club Temperley”.

Benaducci define al fútbol como una pasión con espíritu amateur, que aún conserva las
raíces de la vieja escuela, que prioriza jugar a la pelota por encima del espectáculo y
pretende dejar un mensaje en las categorías juveniles a modo de misión: “El deporte
va más allá de ganar plata o de ser conocido”.

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