Por Cristian Sánchez
Lee Sin es un personaje de League of Legends que tiene una historia más que interesante: supo desde el principio que tenía un poder que no podía desaprovechar y aprendió a transgredir los límites que le impusieron durante toda su juventud. No es casualidad que sea el personaje más elegido por el mejor jugador argentino del momento, Josedeodo, quien también siempre supo que tenía dotes para los videojuegos y, además, sabía que los límites de Latinoamérica le quedaban chicos.
Brandon Joel Villegas es el jungla -así se llama la posición en la que juega- de FlyQuest desde fines de 2020, momento en el que se convirtió en el primer argentino en arribar a tierras ajenas al servidor latinoamericano. Él no sólo es un referente para el gaming sudamericano, sino que asimismo, es un orgullo para su familia y para quienes lo conocen desde que jugaba en la computadora de su casa o iba al “cyber”, cuando se le rompía.
Nació el 22 de mayo del 2000, en Hurlingham, en medio de una familia que sufrió una gran ruptura por la separación de sus padres. Desde sus primeros meses de vida, Brandon estuvo muy apegado tanto a su madre, Mickey, como la llaman, como a su abuela, en parte gracias a la complicidad de sus tres hermanos mayores para hacerle bullying y “volverlo loco” como a todo niño pequeño.
A pesar de que era muy tímido y vergonzoso, algo visto hasta en el presente; como en su reacción a toda la popularidad ganada en el mundial de 2020, demostraba su capacidad a la hora de jugar a la PlayStation con sus parientes y hasta con los amigos de ellos: “Un día Brandon le jugó al Fifa al mejor amigo de su hermano mayor (con quien se llevaba 9 años de diferencia) y de la paliza que le pegó, el pibe se fue llorando de la humillación. Y Tuki miraba para abajo, con el joystick en la mano, le daba vergüenza”, confesó su madre.
Con el League of Legends se enamoró de forma casi involuntaria. Un día lo probó en la casa de un amigo y le gustó, sin embargo, se dedicaba al Habbo; un videojuego que es similar a una red social, pero luego de varios robos de cuentas y dinero perdido, su cuñado se lo instaló y no pudo dejarlo: fue casi como una obsesión.
No obstante, no todo era alegría en su casa. Tras la ruptura de sus padres, luego de situaciones de violencia, no tenían la estabilidad económica de la que anteriormente gozaban, aunque Mickey intentaba que él no dejara de jugar, porque no sólo lo hacía por diversión, sino que por pasión. No daba problemas a la hora de estudiar, que era el único requisito que se le imponía para poder estar en la computadora cuanto quisiera.
Tampoco toda su vida estaba en su casa, porque forjó amistades que mantiene hasta la actualidad. La más querida es la que tiene con Grego, a quien conoció en séptimo grado: “Es una persona un poco tímida pero de corazón enorme. Quien lo conoce sabe que es una persona especial; además es súper divertido: siempre está riendo y haciendo chistes, nunca te vas a poder aburrir a su lado”.
Con el tiempo fue creciendo como jugador y empezó a tomárselo con seriedad: “Él me pedía que le prendiera la compu, porque cuando llegaba del colegio se metía al LoL, ya que se comprometía con el equipo”, recordó su madre. Y fue así como, a partir de su primer evento, en el que viajó a CABA, tuvo la oportunidad de elegir en qué equipo comenzar su carrera. Se quedó con Furious Gaming. Y el 21 de noviembre de 2017 fue oficialmente anunciado por la franquicia.
Sin embargo, esto no fue así de fácil. El padre de Brandon nunca apoyó que invirtiera tanto tiempo en la computadora, es más, creía que era una pérdida; pensaba totalmente distinto a su madre. Es por esto que la separación entre ambos terminó de abrirle las puertas al mundo gamer. Pero como tuvo la oportunidad de profesionalizarse a sus 17 años, su progenitor debía firmar su autorización: algo que nunca quiso hacer.
La franquicia, en ese momento, tenía la “gaming house” (residencia para el equipo) en Chile, por lo que tanto madre como hijo tuvieron que viajar allí, para que le diera el visto bueno. Luego de la visita, Brandon se mantuvo a la espera de la firma del padre. Pasaba el tiempo y no sucedía, hasta que unos días antes del plazo máximo, el dueño y CEO de Furious; Gonzalo, se encargó de darles pasajes para el país trasandino, así su madre terminaba brindándole la posibilidad de cumplir su sueño. Un mes después, en el que convivieron todos juntos y ella hizo de “nana”, ambos se despidieron y él se despegó por primera vez. “Brandon rompió en llanto: nunca lo vi llorar así, jamás. Él me mandaba mensajes agradeciéndome, diciéndome que me amaba y que sin mí no estaría allí”, relató ella.
Seguramente tenía el mismo nombre en cuentas de otros juegos, hasta en el mismo LoL, pero Josedeodo realmente entró en escena en este momento: fue gracias a ese gato al que su hermano mayor apodó así y que lo acompañó tanto tiempo, que se quedó con ese seudónimo y lo llaman de esta manera hasta los mismos miembros de su familia.
No tuvo un paso estelar, realmente, pero no porque tuviera malas performances, sino que no participó de plantillas ganadoras hasta 2020. Empezó hace tres temporadas, en el equipo secundario, una especie de reserva, realizando una buena dupla con otro debutante: Tomás Díaz Valente, mejor conocido como Aloned. A los pocos meses fue ascendido al primer plantel y no se movió de allí hasta fines de 2019, cuando se unió a Rainbow7. En el medio no pudo ganar ningún campeonato, aunque lejos tampoco estuvo: se asentó como uno de los mejores en su posición y es por esto que llegó a la franquicia mexicana.
En Rainbow estuvo 1 año. En ese ratito no sólo logró la mejor campaña de su historia, sino que se popularizó por completo en Latinoamérica y dejó esa marca que nadie más pudo.
Junto a uno de los quintetos más potentes del servidor, conquistó el título regional que se le negaba al equipo desde hace dos años, con actuaciones superlativas, una remontada de serie contra Isurus Gaming y, otra en la final, contra All Knights; los otros gigantes del país centroamericano, y logró así su clasificación al mundial de ese año. Aunque no todo fue gracias a él, ya que todos hicieron un gran papel, Josedeodo realmente marcó la diferencia en los momentos en los que lo necesitaron.
Y el Worlds 2020 fue el escenario donde su fama despegó, aunque quedaron afuera en las eliminatorias (ronda anterior a la fase de grupos). El mundo entero notó que el conjunto mexicano tenía un jungla con mucho potencial y a partir de ese fin de año, cayeron varias ofertas de Europa y Norteamérica. Pero FlyQuest fue el único que se arriesgó a prometerle un puesto titular en la LCS (liga norteamericana). El 20 de noviembre fue fichado oficialmente por la franquicia estadounidense y alcanzó lo que ningún latino pudo hasta ese momento. “Jose es como el peak (punto más alto) que alcanzó Latam: es un ejemplo de lo que la mayoría de los jugadores quieren lograr”, admitió Santiago Terminello, más conocido como Termo, mid de Stone Movistar.
Fiel a su esencia, Josesito disputó la campaña con idas y vueltas, pero con la misma confianza de siempre e intentando ser el mejor, cada vez que jugaba. Y, como se encuentra en un conjunto recién reconstruido, no llegó al mundial de este año, pero su adaptación está terminando.
A sus 21 años, ya marcó el camino y demostró a la escena latinoamericana, que si hay calidad y compromiso, se puede llegar a lo más alto.