jueves, abril 25, 2024

Natalia Espinosa: “Las mujeres queremos más porque es lo que merecemos”

Por Clara Palacio

Natalia Espinosa es oriunda de Necochea y viene de una familia voleibolista. Comenzó a jugar en el colegio, en el club al que frecuentaba. Cuando tuvo edad suficiente se animó y arrancó ya que allí no existían escuelas de vóley. Desde ese día hasta abril de 2019 jugó por 20 años ininterrumpidos. También hizo paddle, handball y atletismo aunque con el profesorado de Educación Física terminó practicando todos.

Su llegada a Buenos Aires se la debe a Rodolfo, el marido de Alicia Casamiquela, que un día caminando en Necochea se encontró a Natalia y a su mamá por la calle y le preguntó si le gustaría jugar al voley porque le había llamado la atención el largo de sus piernas. Así fue como se mudó a La Plata y comenzó su carrera en GELP, donde jugó desde 2001 hasta 2006.

Sus primeros años en la gran ciudad se adaptó muy bien y lo recuerda como una aventura: “Terminé el colegio y tenía mucho tiempo libre, en ese momento habían llegado muchos necochenses para estudiar. De repente me encontraba llena de amigos, La Plata parece un pueblo porque hay mucha gente del interior”.

Su etapa con las Gladiadoras comenzó en 2012 y con Boca fue multicampeona al conseguir seis títulos. Allí comenzó un gran fanatismo que la llevó a hacerse socia del Xeneize, un tema delicado en su familia ya que su padre y hermano son fanáticos del club Estudiantes de La Plata.

Durante su último año de carrera se preguntaba por qué todavía la profesionalización del vóley no se daba y cuándo iba a ser, pero siempre su respuesta era “ojalá suceda”, “ya va a venir” hasta que en enero de este año tomó riendas en el asunto. En plenas vacaciones, la Selección argentina de voley femenino clasificó por segunda vez consecutiva a los Juegos Olímpicos y eso la impulsó a crear una lista de difusión de whatsapp con las capitanas de distintos clubes para armar una movida femenista.

El segundo paso fue publicar un tweet con una solicitud para que el deporte se profesionalice firmando una petición. Rápidamente tuvo una buena repercusión en las redes sociales y eso hizo que empezaran a organizarse mejor.

“Se aproximaron muchos profesionales voluntariamente para asesorarnos, fue una abogada la que nos aconsejó que formaramos un colectivo bajo un nombre”, aseguró. La ex jugadora recuerda que ellas también comenzaron a tocar puertas en las provincias para profundizar el detrás de escena del voleibol femenino que en realidad es patriarcal.

Gracias a una diputada que se les acercó pudieron presentar formalmente en marzo el colectivo Doble Cambio. El nombre hace alusión a una característica de variante estratégica que tiene el vóley: “En este caso, sacar la desigualdad y la naturalización de diferentes actos por el ingreso de nosotras las mujeres en búsqueda de cambiar eso”, agregó.

En relación a la comparación de porqué el fútbol femenino sí es profesional, la entrevista afirmó que la FeVA (Federación del Voley Argentino) no tiene el peso político para generar algún cambio. “El fútbol tiene mucho más peso social y cultural, cuando salió la movida de Maca Sanchez la AFA estuvo detrás”.

La multicampeona sostiene que hay muchos avances pero hay tanto por hacer que cualquier cosa chiquita es un progreso: “El primer gran paso es que estamos siendo escuchadas, alzando nuestra voz. Queremos más porque es lo que merecemos”, remarcó.

Además de ser la pionera del primer colectivo, desde agosto de este año forma parte de la Secretaría de Géneros de la Federación Metropolitana de Voleibol donde allí su rol es representar a las jugadoras y organizar reglamentos internos para marcar cuales son sus objetivos. La ex capitana de Boca confirmó que están como un respaldo por si alguna jugadora atraviesa una situación en particular y su club no tiene el protocolo correspondiente para actuar. “Queremos empezar a meter la perspectiva de género en la Federación que es arcaica, vamos a modificar de a poco la desigualdad que existe. Como por ejemplo que a la hora de redactar un comunicado diga todos y todas”.

En cuanto a la frase machista “el deporte no es cosa de mujeres”, Espinosa cree que es algo culturalmente arraigado y por el hecho de ser mujer practicas alguna disciplina solo por lo social: “Tengo 20 años demostrados que el deporte es cosa de mujeres”.

Para finalizar, la necochense reconoció que los partidos que más disfrutaba jugar eran los superclásicos con River y San Lorenzo porque eran los más picantes y peleados. Es más, se retiró como bicampeona, de local jugando contra el club Azulgrana en la final de la Liga Nacional. “La cancha estaba explotada, fue soñado. Parte de mi familia estuvo en la tribuna visitante porque la gente no entraba. Es difícil exteriorizar lo que viví pero le deseo a todos los deportistas que les toque vivir un retiro como el mío”, celebró.

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