miércoles, abril 24, 2024

El himno, Messi y un tarareo que es un clásico

Por Micaela Delzart

El famoso canto en las tribunas que llena de emoción a cada persona que lo escuche. Las dos letras que juntas forman un simple tarareo que abarrota de orgullo a la gente. La inocente y hasta incauta tonada “Oh oh oh” no nació con Los Pumas, como se cree popularmente, sino que los hinchas lo hicieron por primera vez en el Mundial de Fútbol del 2006 de Alemania. Una iniciativa que cambió todo.

El himno es un acto de unión entre los y las argentinas, más en tiempos de selección, esa
sensación de emoción y euforia que los caracteriza y los hace sobresalir de los demás países y los representa en todo el mundo, aunque sea tarareándolo.

El Himno Nacional Argentino fue escrito por Vicente López y Planes en 1812 y compuesto por Blas Parera un año más tarde, en una asamblea, el 11 de mayo de 1813. Cualquier persona que resida en Argentina lo escucha desde que va al colegio y lo hacen al izar la bandera, cuando va a algún acto patrio o hasta a las doce de la noche se puede percibir por los canales y las radios que tengan la licencia. Pero uno de los cantos que más se sienten es cuando juega la Selección.

Ejemplos sobran. Diego Maradona, ídolo en Nápoles en ese momento, insultando a los hinchas italianos que lo silbaban en el Mundial de Italia 90; Las Leonas siendo campeonas del mundo en el 2002; Los Pumas y sus lágrimas de emoción en cada competición; las reacciones de los deportistas Sebastián Crismanich o Paula Pareto en los Juegos Olímpicos; los futbolistas en la final del Mundial 2014 o las jugadoras emocionadas en el Mundial de Francia 2019. Todos conmovidos por el contexto y la canción.

El tan conocido y recordado “Oh oh oh” que aparece antes de las competiciones, de cualquier deporte y sin importar el género, sigue causando pasión entre las personas. Esto comenzó porque en el reglamento oficial del Mundial, Artículo 41 Inciso dos, entre otras cosas, explica la duración máxima que requieren las canciones patrias de cada país.

La FIFA determinó que la para la competición más grande del fútbol “las federaciones de
miembros participantes deberán enviar a la FIFA un CD de su himno nacional (duración
máxima: 90 segundos; sin letra)”. Por eso se creó este cántico.

Según se asevera ese canto fue creado por Los Pumas en el Mundial de Rugby de Francia en el 2007 y después los futbolistas lo entonaron en el Mundial del 2010 en Sudáfrica y ese sería el comienzo de una tradición. Pero, en realidad, esa entonada del himno apareció en el deporte en el Mundial de fútbol del 2006 en Alemania, más precisamente el 16 de junio en el estadio Gelsenkirchen. En el partido que Argentina enfrentó a Serbia y Montenegro, cuando era un estado todavía unificado. Fue el segundo triunfo que obtuvo el conjunto después de haberle ganado a Costa de Marfil en el debut por el Grupo C.

Antes, se había escuchado ese tarareo en el ámbito musical cuando la banda de rock Los Piojos estaban entonando el himno para luego cantar su canción “Maradó” en el Pepsi Music de 2005 ante la presencia del mismísimo Diego Armando Maradona. En el momento del pogo, las personas empezaron a saltar y cantar los primeros “Oh oh oh oh” con la canción patria.

En el partido contra los serbios y montenegrinos el conjunto de José Pekerman venció 6-0 al equipo de Ilija Petkovic. Abrió el marcador Maxi Rodríguez a los 6 y después también marcó a los 41 minutos, pero en el medio Esteban Cambiasso hizo el gol más importante de ese mundial con un total de 26 pases antes de terminar en anotación, siguió Hernán Crespo a los 78 minutos, Carlos Tevez a los 84 y Lionel Messi en el minuto 88.

Se puede relacionar el tan buen resultado del equipo con la pasión que dieron las personas
que se encontraban en el estadio. Aunque también se manifiesta que se empezó a tararear
para callar los insultos del otro equipo hacia nuestro canto nacional. “Cuando los serbios que estaban en el estadio empezaron a chiflar el Himno Argentino, la respuesta fue inmediata y espontánea de la hinchada”, explicó un hincha al periodista Pablo Petovel en el diario Día a Día*. Además, agregó: “Respondimos con algo que me llenó de alegría y de emoción”.

Otra particular de ese día es que fue el partido en el que debutó el capitán y diez del equipo en la actualidad, Lionel Messi, quien fue más que criticado por no cantar el himno nacional. Tanto es el rechazo que se le hizo al deportista por este acontecimiento que en el documental que produjo el director Alex de la Iglesia en 2015, fueron invitadas las maestras de lengua y de música que lo tuvieron en la escuela para que en un momento afirmen que le enseñaron la letra.

También, entrevistaron a los niños que salían con él a la cancha para ver qué es lo que hacía el número diez. Hasta que en una ocasión, el delantero comenzó a cantar el himno en la Copa América y, además, lo justificó: “Hoy tenía ganas y por eso lo canté”.

En los mundiales, Messi es sacrificado por ese acto, aun habiendo personas que no se saben las estrofas completas afirman que “no siente la camiseta” por eso. Todavía no está
comprobado si cantar o no el himno te hace jugar mejor. A diferencia de que muchos jugadores sí explicaron que la hinchada es la que más les da la motivación de seguir, con ese criterio tendría que ser al revés el reproche.

Tanto fue la revolución por el tarareo que la empresa de cervecería Quilmes hizo un comercial en el 2010 para el Mundial con tan solo personas diciendo “Oh Oh Oh” mientras entonaban las estrofas. Y así se inició en las publicidades de la Selección Argentina un chip que cuando se escuche esa balada se lo relacione directamente con eso.

Asimismo, el tarareo se originó con el fin de poder tener una manera de expresarse frente a los demás países. Y con tan solo esas dos letras se inventó un himno totalmente nuevo, repudiado por algunos y amado por otros, es una de las cosas que más caracteriza a argentinos y se los espera en cada partido para escucharlos tomar aire y sacarlo a todo pulmón y con orgullo.

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