Por Facundo Rojas
En un relato de este calibre, los testimonios de los protagonistas nos permiten tener una imagen más clara del panorama que envolvía al logro conseguido. El ex jugador Diego Maggi, que fue uno de los dos objetivos de mercado más importantes de GEPU en aquellos tiempos, junto con Héctor Campana, asegura que la clave de todo el éxito del equipo fue gracias al juego que proponían y que no dependía exclusivamente de las individualidades.
El pívot resalta que la presencia de Campana (que acabó por ser nombrado MVP a fin de temporada) hacía que los momentos más complicados fueran más simples de resolver. “Un tipo como él que te solucionaba los momentos difíciles, era todo más sencillo. Jugábamos todos para él, pero él no podía ganar un campeonato solo. Tenerlo a él era una gran ayuda, pero cuando no podía resolverlo todo solo, el resto del equipo estaba para quitarle la presión. Éramos sus ruedas de auxilio”, destaca el cinco veces campeón de la Liga Nacional de Básquet.
La innovación de juego y gran intensidad que tenían el equipo puntano generaba que los rivales se sintiesen ahogados. Maggi resalta que la compenetración del equipo hacía más fácil la tarea individual de cada jugador. “Defendíamos muy bien en conjunto, con las primeras y segundas ayudas. Negábamos a muerte la recepción del pase y le quitábamos casi todas las posibilidades al atacante. Apostábamos a la defensa uno contra uno y a que el rival cometa un error”, especifica el también ex jugador de Ferro y Peñarol.
La estrella de este plantel histórico de GEPU se muestra enérgico a la hora de darle gran importancia al estilo que poseían y enfatiza que había varios equipos que tenían estrellas en sus filas, pero que lo que los hacía distintos a ellos es que no tenían su mismo nivel de juego.
Maggi también explica que, en su día, el equipo no era bien visto porque los demás los consideraban como un equipo del interior con apoyo político, en razón de que contaban con la presencia del entonces senador nacional Alberto Rodríguez Saá: “Sentíamos que no nos respetaban como equipo. A mí lo político no me importaba, solo me interesaba el equipo. Fue un gran desahogo haber salido campeones”.
El también ex integrante del seleccionado nacional se muestra orgulloso de haber ayudado a hacer crecer, al menos un poco, la importancia de la provincia de San Luis. Comenta que el ir consiguiendo resultados generó que un mayor número de gente se acercara y se sintiera identificada con el club, por lo que progresivamente iban teniendo más visibilidad ante el resto del país.
Sobre la situación actual que atraviesa GEPU, el ex basquetbolista no tuvo más que palabras de lamento por el pobre planteamiento a futuro que tuvo el cuadro puntano. Explica que las acciones dirigenciales se basaron en crear un equipo superficial que tuviera capacidad de pelear por los títulos más importantes de manera casi inmediata, pero esta decisión conllevó el descuido de la cantera. Es decir, este abandono de los equipos de base generó que una vez terminado el período de fuerte dominio en la Liga Nacional, el equipo no tuviera más que decaer en nivel. “Hubo causas políticas en el medio de la disolución de GEPU de la liga. Igualmente, el mayor error fue del club. Tenían un equipo muy fuerte y no se concentraron en los equipos de inferiores. Por eso fue más fácil voltearlos”, expresa ex baloncestista de 2,06 metros. Por último, admite que anhela con un regreso de GEPU a los grandes escenarios: “Ojalá que vuelva a lo que era antes, sería muy interesante que San Luis vuelva a tener un equipo de elite”.