La afirmación que dice que “todos los partidos se definen en la cancha” es falsa. El fútbol argentino se encargó de ridiculizar esta frase en múltiples oportunidades. Los partidos arreglados, tan chocantes como usuales, destruyeron dos mitos históricos: el primero indicaba que todos los equipos salían a ganar y el segundo, que el hincha siempre iba a la cancha con el deseo de que sus jugadores se quedaran con los tres puntos.
La investigación confirma la sospecha: históricamente, en etapas culminantes de los torneos de Primera División, hubo arreglos de partidos. Los motivos no suelen ser muy variados: la posibilidad de salvarse del descenso, salir campeón, ingresar a una copa internacional y la agradable oportunidad de perjudicar al clásico rival, darán origen al pacto.
El recorrido hace foco en aquellos encuentros en los que fueron protagonistas los denominados “clubes grandes”, que llamativamente son los que suelen dar el presente en la mayoría de los casos. El deseo de perjudicar al clásico rival sobresale como principal motivo para engendrar “el arreglo”, una moneda corriente en el fútbol argentino.
Si viajarámos a la década del 30 podríamos escribir un libro, pero este equipo de investigación seleccionó ocho partidos que tuvieron lugar a partir de los años 90. Este fenómeno pareciera no tener fin y algunos se animan a encasillarlo dentro del grupo de “las cosas que siempre pasan”.
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- Boca – San Martín de Tucumán (Apertura 1992)
- Independiente – Vélez (Apertura 1995)
- Gimnasia LP – River (Apertura 1998)
- Huracán – River (Clausura 2001)
- Banfield – Rosario Central (Clausura 2003)
- Boca Juniors – Newell’s Old Boys (Apertura 2004)
- Gimnasia LP – Boca (Apertura 2006)
- Quilmes- Racing (Torneo Final 2013)
Lleguemos a un arreglo
“Arreglar partidos”. Dicho así suena a mala palabra. Por eso la frase muchas veces es reemplazada por otras: “fueron para atrás”, “jugaron sin ganas”, “no se lastimaron”, “les convenía a los dos” o “hicieron lo que tenían que hacer”. El fenómeno de arreglos parece haberse estacionado en el fútbol argentino hace tiempo y nadie trabaja para erradicarlo.
Puede ser por amenaza de los barras bravas, por conveniencia de resultado, por incentivación, por deseo de perjudicar al rival o por una mezcla de todas estas, pero en ninguno de estos casos que pudimos comprobar los involucrados han recibido una sanción. La Asociación del Fútbol Argentino se acostumbró a convivir con los partidos arreglados, los afrontó y los archivó en las oficinas de Viamonte 1366.
Mitos, realidades, curiosidades e historias negras. Todos estos elementos forman parte de la tradición del fútbol al que se lo considera como “el más pasional del mundo”. Sin embargo, quien haya llegado a estas líneas se retirará con un mensaje positivo: el fútbol argentino sí tiene arreglo y siempre lo tendrá. Mientras existan los torneos argentinos habrá siempre arreglo de partidos. Estos partidos arreglados regresan al baúl de los recuerdos de AFA, mientras tanto, será mejor que el fútbol argentino los tenga en la gloria.
Equipo de investigación: Angione, Capurro, Chariano, Del Mármol, Galluzzo y Seluchi – 3°D 2019