sábado, diciembre 7, 2024

Un economista advierte el inicio de un nuevo éxodo de futbolistas

Tomás A. Seré

El dólar cotizaba 19,36 al 30 de enero de este año, cuando Fernando Gaibor firmaba su contrato en Independiente. Al igual que una gran cantidad de jugadores en el fútbol argentino, el ecuatoriano cerraba un acuerdo con una moneda estadounidense fija al precio de la firma, por lo que su salario se devaluó casi un 100 por ciento -en menos de doce meses-. Lo que a simple vista parece una locura, resulta bastante común en los clubes con mayor poderío del país. En un contexto histórico de constante variación económica, las instituciones que manejan sus contratos en la moneda internacional se aseguran rigurosamente de establecer o un dolár inmóvil o un piso máximo. Y, en el caso de que el futbolista no acepte cumplir esa condición, como sucedió con Gustavo Gómez en Boca, es prácticamente imposible que se concrete el acuerdo.

Ante dicho contexto, Daniel Artana, director de la consultora FIEL y parte del equipo de economistas de la Superliga, aseguró: “Con un tipo de cambio más depreciado a los clubes de Primera División se les va a complicar retener a los jugadores de elite. Los sueldos de Europa van a ser mucho más atractivos de los que se van a poder pagar acá”. De este modo, los clubes “grandes”, que hoy tienen entre 13 y 14 jugadores de elite, el año que viene probablemente puedan tener 8 o 9.

-¿Cómo crees que la crisis económica y la devaluación del peso van impactar en los clubes de fútbol?

-No va a ser tan fácil de acá para adelante. Hay que tener en cuenta que en época de crisis la publicidad merma y eso va a generar una gran complicación para generar ingresos. Serán momentos en los que los clubes deberán ser muy cuidadosos con los gastos. Muchos van a tener que vender a valores más bajos, el que compra sabe también que con menos puede hacer mucho más. Se mueve todo para abajo.

-¿Ves a la inversión en inferiores como la salida?

-Creo que armar y trabajar en las inferiores es un gran método. Tener una buena cantera genera la posibilidad de tener jugadores para vender a futuro y, por ende, de producir una ganancia. Las instituciones que lo hicieron han sobrevivido mucho mejor que otras.

-¿Cuánto pensás que esto puede influir en otras actividades que puedan tener los clubes?

-En general, en la mayoría de los casos el grueso de la facturación van ligadas al fútbol. Las otras actividades suelen ser “secundarias” y es el fútbol quien las suele subsidiar. Entonces, si no pueden generar un sustento propio, van a sufrir la situación. Igualmente, hay que tener claro que en época de crisis se recorta un poco de todos lados.

Sin embargo, a pesar de todas las dificultades, Artana no ve a las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) como la única salida posible. “Creo que lo principal es una administración transparente. Las SAD pueden ayudar al tener una especie de control externo, pero también se podría lograr de otro modo”, afirmó. En este sentido, el director de FIEL se mostró convencido en que los clubes de fútbol deben rendir cuentas a los asociados. Administraciones más profesionales que garanticen el orden y la sostenibilidad, con controles estrictos y prevención para no darse cuenta cuando ya es tarde, son, desde su punto de vista, la clave para lograr una solución.

En cuanto a la recuperación económica del fútbol a futuro, Artana explicó que no dependerá pura y exclusivamente de sí mismo. “El futuro de esta fase depende mucho de cómo avance el país. Yo creo que va a costar, todo el 2019 va a ser de transición y esperemos que mejore en el 2020”, sentenció.

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