jueves, noviembre 21, 2024

Qué dicen las leyes del deporte

Germán Trucchi y Javier López Ezcurra

En noviembre de 2015, a meses del inicio de los Juegos Olímpicos de Río 2016, médicos, científicos, abogados y fisiólogos se reunieron en Lausana, convocados por la Comisión Médica y Científica del Comité Olímpico Internacional (COI). El propósito fue redactar nuevas reglas que les permitieran competir a los atletas transexuales. Los hombres trans, que cambiaron su género biológico, podían participar en Río 2016 sin necesidad de operarse quirúrgicamente, pero no lo hicieron.

Chris Mosier, duatleta estadounidense, se privó de participar en los Juegos Olímpicos de Río 2016 porque el duatlón –correr y andar en bicicleta- no es un deporte olímpico. Mosier a los 4 años se dio cuenta que su identidad de género (masculino) y su sexo biológico (femenino) no estaban en sintonía. En 2009 comenzó su transición con el objetivo de competir con hombres. En junio de 2016, compitió en el Mundial de Áviles de duatlón en el que logró un puesto 26 y el orgullo de haber representado a los Estados Unidos.

Sobre los cambios de la reglamentación del COI, el médico y vicepresidente de la entidad, Ugur Erdener, explicó: “Es necesario garantizar en la medida de lo posible que los atletas transgénero no sean excluidos de la oportunidad de participar en la competencia deportiva”.

Las reglas varían cuando se trata de mujeres transexuales que quieren competir con mujeres. Se impuso la condición de que se compruebe que los que antes eran considerados hombres y quieran competir con mujeres tengan un nivel de testosterona inferior a 10 nanogramos por mililitro de sangre en los 12 meses previo a la competencia. Para ello, deben someterse a tratamientos con estrógenos que frenen la producción de testosterona, la hormona masculina. Otro punto que se destaca en el documento del COI es que, la deportista que declare que su identidad de género es mujer no podrá cambiar de género a lo que concierne al deporte, durante al menos cuatro años.

La decisión del COI marca un antes y un después en el transgénero y los Juegos Olímpicos. Antes, regía una regla aprobada en 2003, en la que se explicitaba que los atletas que hicieran la transición de un sexo a otro no podían competir a menos que se hubieran sometido a una cirugía, seguida por al menos dos años de terapia hormonal.

Hasta el momento no ha habido ningún atleta transexual en los Juegos Olímpicos. Bruce Jenner, quien ganó la medalla de oro en decatlón en Montreal 1976, pasó a ser, luego de re-descubrirse, Caitlyn Jenner. Balian Buschbaum cuando terminó sexto en salto con garrocha en Sidney 2000 no era Balian sino Yvonne Buschbaum.

A continuación, un repaso de cómo se trabaja esta temática a nivel nacional e internacional en las federaciones más representativas:

El rugby siempre vivió bajo el legado como el ‘deporte más inclusivo’. Y no es para menos, porque según el vicepresidente primero de la Unión Argentina de Rugby, Néstor Galán, no existe ningún problema con que un transexual juegue y practique el deporte en primera división. “Si la persona tiene un documento que dice que es mujer, está habilitado para jugar con mujeres. La UAR siempre va a respetar eso”. Mientras que Carlos Araujo, Presidente de la entidad, reafirmó que “hombre o mujer puede jugar en cualquier equipo con el DNI correspondiente”.

Juan Gutiérrez, presidente de la Federación del Vóleibol Argentino, junto con Mariano Céspedes, abogado de la FeVA, admitieron que no hay impedimentos para que un transexual juegue con el género que quiera. “La reglamentación y el cambio de sexo no depende del deporte, sino del Estado”, sintetizó Gutiérrez. Y agregó: “Para nosotros lo que el documento diga es lo que certifica la condición de cada jugador”.

Javier Otero, representante del departamento de prensa de la Federacion Internacional de Baloncesto radicado en Puerto Rico, manifestó no tener información sobre la posibilidad de que un transexual juegue federado en básquet y aclaró: “No recuerdo si existe algún caso particular”. Mientras que Germán Beder, Jefe de Prensa de la CABB, admite que dentro de la legislación del deporte naranja no hay ley que prohíba o permita que un transexual pueda jugar con el género con el que se siente identificado.

En referencia al mundo del fútbol, la FIFA creó en mayo de 2011, el Reglamento para la Verificación de la Identidad Sexual. En él establece que los andrógenos (hormonas sexuales masculinas) intensifican el rendimiento del atleta, especialmente en aspectos como la fuerza física y la velocidad, y podrían proporcionar ventaja e influir en el resultado. El cuerpo médico de cada club es responsable de corroborar la identidad sexual de los jugadores y la Federación Internacional sólo intervendrá, si existen las pruebas necesarias para acusar a un integrante por violar la reglamentación.

“Uno de los principales objetivos que persigue el Reglamento de la FIFA para la Verificación de la Identidad Sexual consiste en proteger la dignidad y la intimidad de las personas. Por eso, la normativa define unos trámites de gestión tipificados para la verificación de la identidad sexual de todos los futbolistas, siempre que exista una duda bien fundada. A cada asociación miembro le corresponde asegurarse, antes del nombramiento de su selección nacional, de la correcta identificación sexual de todos sus jugadores. Para ello, deberá investigar activamente cualquier desviación perceptible en las características sexuales secundarias y conservar la documentación completa de los resultados”, se detalla. Es decir, atribuciones físicas como los pechos, el tamaño de las caderas, el vello corporal, la musculatura, etcétera. Desde hace años la propia FIFA asegura luchar contra la discriminación dentro de las canchas de fútbol. Sin embargo, puertas a afuera esta temática parece tener una postura bien definida. En tiempos de lucha por la igualdad de género y la inclusión, la organización rectora del deporte más importante del mundo no solo continúa marcando una diferencia entre hombres y mujeres, sino que además, juzgará y penará a aquellas asociaciones que no cumplan con las reglas y seleccionen jugadores o jugadoras que no sean “del sexo correcto”.

Tanto a nivel local como regional no existe una legislación que permita la participación de personas transexuales en el fútbol. Ni la Asociación del Fútbol Argentino ni la Confederación Sudamericana han discutido la problemática con seriedad. Por lo tanto, se entiende que avalan el comunicado de la FIFA.

En la Confederación Argentina de Hockey se debe acatar lo que manifiesta la Federación Internacional de Hockey, que a su vez, esta misma debe cumplir lo establecido por el Comité Olímpico Internacional. Es decir, según la Circular Nº 33-2017 de la CAH, las entidades afiliadas a dicha confederación deben respetar lo establecido por el COI mencionado anteriormente: tales lineamientos deben ser respetados para cumplir con la Carta Olímpica.

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