Por Agustín Machinandiarena, Melina Kellmer y Clara Palacio
El coronavirus paralizó al mundo por completo, aunque en el continente europeo, a diferencia de acá, de a poco está volviendo todo a la normalidad con la reanudación de sus ligas. En España, la mayoría de los clubes no conocían lo que es jugar a puertas cerradas ya que allí era muy inusual que los partidos se jugarán sin público. Son muy pocos los encuentros en toda la historia del fútbol de la liga de ese país en los que no se pudo asistir al estadio, sin contar, el compromiso disputado entre Éibar y Real Sociedad jugado en marzo y todos los que se están desarrollando desde su vuelta hace algunas semanas.
El partido más recordado bajo esta modalidad fue el que se jugó entre Barcelona y Las Palmas en octubre de 2017 en el Camp Nou. Tras muchas idas y vueltas en ese momento del club catalán, se llegó a esa decisión por el pedido del club local en modo de protesta por los acontecimientos sucedidos en la ciudad Condal los días anteriores. Las marchas que causaron que se llegara a esa decisión fueron porque los catalanes debían votar por la independencia, o no, de dicha localidad. En las encuestas previas, había una amplia ventaja a favor del sí. Es por eso, que desde Madrid tratando de detener el referéndum, enviaron a la guardia civil para que clausuraran escuelas, lugar donde se hicieron los sufragios. Esta decisión generó enfrentamientos y represiones en las calles. Por estos motivos, el club pidió suspender su partido, pero el reclamo no fue eficaz y Josep María Bartomeu, presidente del club, criticó a la Real Federación Española de Fútbol ya que según informo no apoyó la decisión de la institución de postergar el compromiso ante Las Palmas, y por eso finalmente se llegó a la conclusión de que se jugará a puertas cerradas. El encuentro se jugó de esa manera, y a pesar de los problemas que tenía el club por todo lo que se vivía, vapuleó 3-0 al rival de turno. Este fue el único partido en toda la historia de la liga española que se arrancó sin público.
A pesar de esto, existen otros tres casos que iniciaron normalmente y que por diversos motivos continuaron sin espectadores. El primero de ellos fue en la temporada de 1976 en el juego que disputaron Valencia y Zaragoza. El árbitro Sánchez Ríos había suspendido el partido a los 84 minutos a raíz de serios incidentes que se estaban produciendo en las gradas tras el señalamiento de un penal muy dudoso. El partido se completó otro día, sin público y en el Santiago Bernabéu.
El segundo acontecimiento de este tipo ocurrió doce años más tarde, en la liga de 1988, en el partido que involucró a Osasuna y Real Madrid. Al igual que el caso mencionado anteriormente, la decisión de la suspensión de éste fue tomada por el juez Socorro González por un petardo que explotó cerca de Paco Buyo, arquero de Real Madrid en ese entonces, en el final del primer tiempo. El juego se siguió esa misma semana en La Romareda, estadio de la Real Zaragoza.
El último encuentro que comenzó con gente y finalizó otro día sin público sucedió en la temporada 2011. Los equipos involucrados fueron Granada y Mallorca y el mismo se frenó por un botellazo que recibió el asistente del encuentro. A diferencia de los casos anteriores, este juego se siguió en el mismo estadio, aunque sin la presencia de los espectadores.
Las ligas europeas, en su mayoría, volvieron a desarrollarse. La primera fue la Bundesliga, seguida por la Primeira Liga de Portugal. Luego fue el turno de la liga española, y por último les tocó arrancar a la Premier League y la Serie A de Inglaterra e Italia respectivamente.