Por Juan Franco Gomez Sacks
La amputación de su pierna nunca le impidió nada. Desde 2011 se dedica al deporte.
Juega de ala-pívot en la Selección Argentina y en el club CILSA de Santa Fe. Capitana y
emblema del seleccionado que consiguió el sudamericano en Lima tras vencer por
primera vez en la historia a Brasil.
¿Cómo fueron tus años previos a conocer el deporte?
Conocí el deporte de grande, a los 35 años, pero soy amputada desde que tengo 8, y por suerte, no fue un obstáculo para mí, aprendí a vivir con esto. De grande me llegó la invitación de que se formaba una escuela deportiva en Cilsa y me sumé. La curiosidad me llevó a ir a la primera clase y me gustó mucho. Amo esto, realmente. Desde el día uno que me senté en una silla que nunca lo vi como un obstáculo.
¿Qué sensación te generó una convocatoria a la Selección tan rápido?
Llegó ese mismo año, de sorpresa. Fui apenas para conocer el deporte, aprendí a manejar la silla y la pelota, y conocí las reglas del juego. Me metí ahí y supe que si bien me faltaba mucho, quería pertenecer a esto que tanto me gustaba. Así que pensé que para andar tenía que dedicarle mucho tiempo. Y creo que año a año fui superándome. Arranqué en 2011 y en 2017 ya fui capitana por primera vez.
¿Cómo es tu día a día siendo una deportista?
Me levanto muy temprano porque trabajo por la mañana, soy empleada municipal. Trabajo de 7 a 13, salgo y me voy directamente para el club. Ahí hago la primera rutina, hago
pesas y después un pequeño trabajo en la cancha que siempre tengo con la selección. Y después descanso 40 minutos, a veces una hora, y enseguida empiezo a entrenar con el club, que es como mi segunda casa.
¿Creían que podían llegar a competirle mano a mano a Brasil en el Sudamericano?
Ganarle la final a Brasil fue un logro histórico porque la selección nacional nunca jamás le pudo ganar. Pero siempre veía que estábamos cerca y ellas se ponían nerviosas cada vez que jugaban contra nosotras. Jugamos una final soñada, lo más lindo y lo que nunca pensábamos era que podíamos sacarle tanta diferencia de puntos.
¿Cómo analizás tu rendimiento en la competencia?
Desde lo personal creo que fue mi mejor año. Este año me propuse a hacer todo. El gimnasio, la nutricionista, las horas de cancha, las horas con el técnico. Aparte de entrenar sola, entrenaba con el técnico y un chico que me ayudaba también. Y eso hizo de que estuviera más fuerte, más rápida y que entrenara otros recursos que antes no manejaba, con las dos manos, a recibir y tirar. Este año, cuanto más le dediqué, más beneficios obtuve.
¿Podemos decir que tenemos Silvia Linari para rato?
Yo tengo 47 años y soy titular en la selección y muchas veces en el equipo en
la Liga Nacional, Cilsa. Hay una chica a la que yo le digo: “Eva, vos sos mi reemplazo
pero no te la voy a hacer fácil, vos me tenés que sacar”. Me tiene que sacar y yo decir ‘Che, qué pocos minutos. Ya hago mucho sacrificio y no quiero más estar así’. Y ahí me retiraré. Ahora tengo como objetivo ir al Mundial y después calculo que ya no más”.