Por Juan Manuel Aquaro
Mateo Pellegrino es uno de los goleadores de la Liga Profesional del Fútbol Argentino y se destaca en Platense, donde está viviendo el mejor momento de su carrera profesional. A pesar de su temprana edad de 23 años, tiene una interesante trayectoria en el deporte rey de nuestra tierra.
Sus inicios se dieron en España, país donde nació el 22 de octubre de 2001: “Empecé jugando en Cracks, una escuelita de fútbol amateur”. Su padre Mauricio defendía los colores del Valencia, ciudad en la que Mateo vivió hasta los 7 años.
A pesar de que en la actualidad parece un delantero de toda la vida, admite que arrancó jugando de defensor: “Siempre jugué de lateral izquierdo. El 11 sale, me ponen a mi, empecé a hacer muchos goles, llegaba mucho al área y me dijeron que me iban a probar de 9. Me prueban e hice dos goles. Jugué los últimos 6 meses de ese año de 9 y dije ‘esta es mi posición’”.
De niño siguió jugando a la pelota en escuelas amateur, incluso cuando se mudaron con su familia a vivir a Inglaterra. Su progenitor se había retirado como jugador y era el ayudante técnico de Rafa Benítez,en el Liverpool. Posteriormente al paso de su papá por los Reds, se fueron a vivir a Italia, por el laburo de Mauricio en el Inter de Milán.
La primera vez que el joven goleador del Calamar vino al país, fue a sus 12 años de edad, producto de la decisión de su padre de arrancar su carrera como entrenador. “Estuvimos un año, volvimos a Valencia y regresamos a Argentina porque mamá quería estabilidad en un lugar. Papá es contratado por Estudiantes de La Plata donde trabaja dos años y después uno en Independiente. Vivimos todos juntos en el país hasta que papá se fue al Alavés”.
Sí al Fortín, no a Valencia.
-¿Cómo se dio tu llegada a Vélez?
-Se da porque jugaba Santa Bárbara, un club de barrio. Sabía que podía dar el salto por calidad y nivel y me fui a probar a Tigre, estuve dos semanas a prueba y no quedé. Fui a Vélez, club del que soy hincha, y Walter Pico, que dirigía a mi división que venía de ser campeón, me hizo quedar.
A medida que avanzaba de categoría en divisiones inferiores, acompañado de sus buenos rendimientos, pudo haber debutado profesionalmente en un equipo de otro continente. La patria potestad quiso hacerse de otro juvenil del fútbol argentino, historia que se repite en los últimos años, aunque Mateo y su padre fueron los responsables de que esto no haya sucedido.
– ¿Estuviste a punto de concretar un pase a un club que no haya salido a la luz?
–Al Valencia, cuando jugaba en la quinta de Vélez. No había firmado contrato todavía y me querían llevar como agente libre. Me dijeron que me iban a firmar(desde Vélez), pero se demoraban. Lo llamaron a mi viejo para llevarme a entrenar y firmar contrato profesional con el primer equipo, además de jugar en el Valencia Mestalla(equipo filial del Valencia). El entrenador que me había visto fue Miguel Ángel Angulo(ex compañero de su padre).
Los motivos de la no realización del pase fueron su amor por el club: “Priorizamos ser agradecidos con Vélez y no dejarlo con las manos vacías. Hice muchas cosas por Vélez, mi viejo también”.
Llegó el debut.
El sueño de cualquier niño que juega a la pelota desde chico es llegar a primera. Mateo no solo lo logró, sino que además lo hizo con el club de sus amores y con su padre cómo entrenador.
El 31 de marzo de 2021 debutó profesionalmente en la derrota 3 a 2 de Vélez ante Banfield, en un partido pendiente de la Copa Maradona que otorgaba un cupo a la Copa Sudamericana, en el Estadio Bicentenario de San Juan.
-¿Qué significa para vos haber debutado en primera con tu padre como entrenador?
-Hermoso. Hoy miro hacia atrás y veo la foto entrando con mi viejo al lado, es una imagen inolvidable. Es uno de los momentos más lindos que viví, el hecho de haber convivido con él.
-¿Qué significa Vélez para vos?
-Vélez para mí es todo. Es mi casa, el club del que soy hincha. Donde debuté en primera y cumplí el sueño de mi vida, donde metí el primer gol.
Préstamo con destino a La Plata.
Mateo necesitaba sumar minutos y además su padre ya no era más el entrenador del conjunto de Liniers. Mauricio se había ido del club, no tan bien con la dirigencia, y el joven tuvo que lidiar con algunas decisiones que lo perjudicaron.
-¿Fue una decisión del club o tuya irte a Estudiantes de La Plata?
-Fue una decisión mía pero a consecuencias de cosas que estaba viviendo en el club. Mi viejo se va de Vélez por un problema dirigencial y me bajan a reserva. Sentía que estaba siendo perjudicado por algo en lo que no tenía nada que ver, siempre me había comportado de una forma correcta, estaba pagando los platos rotos por él(Mauricio) y por los dirigentes.
Una buena chance se le presentó al delantero porque Estudiantes de La Plata acordó un préstamo con el Fortín. Sus expectativas eran altas en un principio y sostiene que no lo dudó; consideraba que era un paso hacia adelante en su carrera,que lo iba a ayudar mucho a crecer como jugador.
-¿En qué te marcó Eduardo Domínguez?
-Eduardo me dejó una enseñanza de vida, venía teniendo continuidad y me complicó la estadía en Estudiantes. Entrenaba con el grupo pero apartado, a un lado de la cancha. Eso me fortaleció mucho como persona, se lo agradezco. Me hizo saber que mi esfuerzo estaba valiendo la pena y poco a poco me fue dando más minutos.
Luego de un año y casi dos meses en el Pincha, el atacante volvió a Vélez luego de la no ejecución de la opción de compra. En diciembre, el conjunto de La Plata se consagró campeón de la Copa Argentina, torneo en el que Mateo disputó la victoria en segunda ronda ante All Boys y fue suplente en primera contra Independiente de Chivilcoy.
“Técnicamente soy campeón de Copa Argentina pero no sé si me siento. Cobré el premio que me correspondía por las dos fases que jugué pero no me dieron medalla, es normal”, sostuvo Pellegrino.
En el León jugó un total de 19 partidos en los que no anotó goles y no siempre fue titular: “En base a minutos no fue un buen préstamo, pero en lo personal siento que crecí muchísimo”.
Sin embargo, resaltó la importancia de haber conocido a su novia, quién lo acompañó en un momento en donde sentía que la soledad en la que vivía, repercutía en su fútbol: “Es hincha del club y me vio en la cancha. Era un momento de mucha soledad para mí. Vivía solo, estaba alejado de mi familia, llegó ella y me hizo sentir acompañado. Asocié la soledad a que no jugaba, las cosas no se me estaban dando.”
“¿Puedo poner el partido del Pincha?”, me pregunta durante la entrevista. Es notable el cariño que tiene por su ex equipo, club que le dejó compañeros, amigos y lo construyó como futbolista.
El Titán, el primero en confiar.
Martín Palermo dirigía a Platense y estaba en busca de un viejo anhelo para ser su goleador. Pellegrino había vuelto a Vélez, y así como regresó, se terminó yendo nuevamente a préstamo, en este caso, al conjunto de Vicente López.
-¿Cómo te llegó la oportunidad de Platense?
-La oportunidad llega por él(Martín). Me pidió cuando estaba en la reserva de Vélez para ir a Aldosivi. Después de los primeros seis meses en Estudiantes me vuelve a pedir para Platense, pero decidí respetar el préstamo. Termina mi préstamo y me llama nuevamente; me dijo que tenía ganas de que vaya, que me iba a dar minutos, que sabía que tenía un potencial enorme”.
La influencia de Palermo en la carrera de Mateo se notaba, el joven empezó a amigarse con el arco, y los goles que en algún momento faltaron, se hicieron presentes. El goleador Calamar manifiesta orgullo por haber sido el elegido del Titán, para ser su delantero.
Reconoce que lo marcó porque insistía mucho en los detalles del 9, en su crecimiento y en el cambio de mentalidad de pensar que todas las pelotas que eran de él, podían terminar en gol: “Fue el primer técnico en confiar seriamente en mí, en primera división. Me hizo sentir importante.”
Aquel Platense estuvo al borde de escribir la página más sagrada en la historia del club, a un paso de conseguir la gloria, de salir campeón por primera vez en la máxima categoría del fútbol argentino. Rosario Central lo venció por 1 a 0, con gol de Maximiliano Lovera, por la Copa de la Liga, en el Estadio Madre de Ciudades de Santiago del Estero.
-¿Cuáles fueron las claves de ese equipo de Platense para llegar a una final?
-La unión del grupo. No éramos un equipo virtuoso, no teníamos un estilo de juego definido. Solo sabíamos que cada uno mataba por el compañero que teníamos al lado, era un grupo de hermanos.
Al poco tiempo de haber iniciado el segundo tiempo, el atacante sufrió la fractura de huesos de la nariz y el malar izquierdo, luego de un impresionante choque con el central uruguayo, Facundo Mallo.
-¿Cómo transitaste la lesión en la final?
-En el momento no te podría decir que fue duro porque no me acuerdo. Mi último recuerdo fue despertarme en el segundo hospital, con el médico de Platense que seguía mirando el partido. Estuve 45 minutos inconsciente. Volví a Buenos Aires todo ensangrentado, con la nariz cocida, a programar una cirugía.
A pesar del dolor físico, reconoce que hasta el día de hoy se pregunta qué hubiese pasado si hubiese jugado el segundo tiempo. Además, sostiene que fue una desgracia del fútbol: “Me dolió más el post, el sentir que no pude ayudar al equipo en la final”.
-¿Qué cambió en el club y en el plantel respecto al año pasado?
-Platense es un club que trae muchos futbolistas a préstamo. Cambiaron muchos jugadores pero la base se sostuvo, en cuanto unión y compañerismo los códigos se mantuvieron porque el capitán es el mismo y sabemos que cosas están bien y mal. Dos técnicos tuvimos este año ya. El equipo fue de menos a más, arrancó el año no tan bien. Es cuestión de conocer a los compañeros e ir creciendo colectivamente”.
-¿Para qué está Platense ahora, en este momento?
-Nuestro objetivo es clasificar a la sudamericana, eso es lo que queremos y creo que somos capaces. Estoy convencido de que lo vamos a conseguir. Tenemos que sumar la mayor cantidad de puntos posibles para a fin de año ver si logramos una hazaña histórica para el club”.
En cuanto a números, Pellegrino vive su mejor temporada en materia de cantidad de goles, sumado a que es uno de los goleadores del campeonato.
-¿A qué le atribuís este momento?
-A la paciencia que tuve, al insistir, el saber que el momento iba a llegar. Al trabajo constante, confiar en mí mismo y creer que era capaz de lograr todo esto y más”.
¿Argentina o España?
Lionel Scaloni tiende a citar a algún joven de otra nacionalidad pero que tenga ganas de jugar para Argentina. Como un recluta de futuros talentos y algunos de gran actualidad, se fija si tienen raíces en nuestro país, ya sea de padres o madres argentinos. Algunos casos resonantes son los de Alejandro Garnacho y Nico Paz, nacidos en otros territorios pero que juegan para La Albiceleste.
-Aunque naciste en España:¿Aceptarías jugar para Argentina?
-Si tengo la opción de las dos y me ofrecen lo mismo, elijo Argentina. Yo me siento argentino. Quiero un montón a España, nací ahí, tengo amigos y pasé muchos años de mi vida , pero me considero argentino”.
Mateo Pellegrino tiene con qué aferrarse a la ilusión, no solo al buen presente que tiene, sino que fue citado al seleccionado juvenil argentino Sub 18, en 2019, por Fernando Batista: “Compartí con Enzo Fernández, Alan Varela, Pablo Solari, Santiago Ramos Mingo, Nicolás Valentini y Lucas Beltrán(entre otros)”.
-¿Qué significó para vos haber sido convocado por Batista en 2019?
-Uno de los mejores momentos de mi carrera. No voy a olvidar jamás la primera vez que me puse la remera de la selección, ojalá no sea la última. Ponerme esa camiseta fue una sensación única.
Respecto a si existió algún llamado de España para convocarlo, reconoce que hasta ahora no hubo ningún intento ni de la juvenil ni de la mayor.
Mauricio, más que un padre
Muchos futbolistas cuyos familiares han sido destacados en el deporte y se hicieron de un nombre, tienen que lidiar, injustamente, con que se los observe con la lupa, por el solo hecho de llevar un mismo apellido.
-¿Alguna vez sentiste la presión de portar el apellido?
-No sentía la presión, era orgullo. No lo veía como algo malo. Llegando a primera, varios hinchas pensaban que estaba ahí por mis viejos, pero ellos me hacían sentir que todo lo que lograba era por mérito propio”.
-¿Cuánta injerencia tuvo Mauricio para que tu decisión sea dedicarte al fútbol?
-Fue el que tuvo la impronta del fútbol en mi familia pero fue una decisión propia. Me encantaba desde chico, de ir a verlo a la cancha o cuando dirigía. Nunca me sentí obligado ni empujado por mi viejo ni por mi vieja, en ningún momento de mi vida. Siempre me dejaron hacer lo que quise”.
-¿Cómo separás el rol de él como entrenador con lo que es como persona? ¿Te aconseja?
-Como padre es un 10. Es mi ídolo, mi ejemplo a seguir. Tengo la posibilidad de que me de sus recomendaciones desde el aspecto táctico, técnico, lo que puedo mejorar en la cancha. Después como persona, que sea feliz, que haga lo que me gusta”.
-¿Va a volver a dirigir?
-Ahora está libre, seguramente vaya a volver a dirigir.No se cuando ni donde pero estoy seguro que si”.
Futbolista todo el día.
Llevé facturas pero no quiso comer, su argumento fue que jugaba en dos días. Un joven con mentalidad fuerte, profesionalismo y una disciplina como si fuese lo suficientemente experimentado. El valor que le da al cuidado de su físico y mente, termina siendo un reflejo del éxito que logra dentro del campo de juego.
-¿Cuánto tiempo le dedicás al fútbol por fuera de tu trabajo?
-Soy fanático. Uno es futbolista las 24 horas; está el cuidado físico y mental”.
La otra cara de los goles.
No todo es la pelotita. El futbolista es una persona de carne y hueso que también tiene una vida personal. El hecho de que Mateo se cuide por fuera de su tiempo en el club, no quiere decir que no tenga pasatiempos u otras actividades que le guste hacer.
-¿Qué hacés en tu tiempo libre, por fuera del fútbol?
-Tengo hobbies, me gusta mirar series con mi novia, pasar tiempo con ella y mis amigos. Tengo mucha gente que me quiere y aprovecho mi tiempo libre para estar con ellos”.
-Debido a tu alta estatura: ¿Nunca se te dio por practicar otro deporte?
-Jugué a todos los deportes habidos y por haber, no seriamente. Nunca les dediqué clases”.
Lo menos pensado es su pasión y habilidad por tocar la batería. Un talento oculto que desarrolló, en un principio mirando tutoriales, para luego tomar clases. El instrumento que fue un pedido de cumpleaños, lo llevó a formar parte de una banda.
“Me gustaba mucho tocar las canciones de Bon Jovi y Red Hot Chili Peppers. Una persona me dijo que tocaba excelente, que tenía que ir a clases a perfeccionar; fui seis meses y toqué como cuatro años. Después seguí tocando solo, como hobbie. Esos meses que hice clases, formaba parte de una banda”, reveló el goleador.
El futuro es prometedor.
Una vez culminada la Liga, Pellegrino deberá retornar a Vélez, en caso de que Platense no ejecute la opción de compra. Sin embargo, el delantero manifiesta que es un jugador que se centra mucho en el presente y que verá lo que suceda, respecto a su futuro.
-¿Lo trabajás mentalmente con alguien?
-Lo he trabajado con un coach, lo trabajo con el psicólogo del club, pero es propio también. Medito todos los días, me ayuda a la hora de jugar y entrenar, a estar enfocado al 100%”. El trabajo mental es igual de importante que lo físico y no se le da tanta atención.”
Respecto a cómo vivió mentalmente su paso por Estudiantes, sostiene: “No era menos por no hacer goles, no me sentí en ningún momento menos. Sabía de mis cualidades, virtudes y seguí perfeccionando”.
Pellegrino y la postura de meditación para festejar un gol, actividad que realiza todos los días para cuidar su salud mental.
-Le convertiste a 2 de los 5 grandes:¿Te gustaría jugar en alguno?
-Jugar en un grande estaría bueno pero no tengo uno en particular en el que me gustaría jugar. Ya jugué en Vélez que para mí es un grande, campeón mundial. No sé qué más necesitás para ser un grande. Estudiantes también es un club grande”.
En sentido a si alguno de los cinco equipos denominados grandes lo quiso en algún momento, revela que hubo intereses pero nunca una oferta formal.
-A pesar de que aún sos joven: ¿Te gustaría seguir ligado al fútbol en un futuro lejano?
-Hoy te diría que no me gustaría, No sé porque siento que más adelante me va a costar despegarme del fútbol, en algún sentido voy a seguir ligado.”
-¿Cuáles son tus metas como futbolista? ¿A qué aspirás a corto y largo plazo?
-Mi meta es todos los días ser mejor futbolista y persona, es lo que me trajo hasta acá. A corto plazo estar entre los 3 máximos goleadores del campeonato, que me lo propuse a principio del torneo.
En lo que respecta a sus objetivos a largo plazo, afirma: “Ver si puedo dar el salto al fútbol europeo a fin de año. Sueño en grande con jugar un Mundial, para la selección Argentina”.