Por Iñaki Urretavizcaya
La Fórmula 1 está en boca de toda la Argentina gracias a las últimas actuaciones de Franco Colapinto. Y hace 27 años, en 1997, cuando él no había nacido, también era el tema del momento, porque otro representante era el que mantenía en vilo al país: Norberto Fontana fue el responsable de ocupar una de las codiciadas butacas, y que, al igual que Colapinto, entró a mitad de temporada por la baja de otro corredor.
Fontana, actualmente corredor de Turismo Carretera, debutó en la máxima categoría del automovilismo en la escudería Sauber a medio semestre en reemplazo del lesionado Gianni Morbidelli, y llegó a disputar cuatro grandes premios. Similar a lo que ocurrió con Colapinto, quien fue confirmado para lo que resta de temporada por el equipo británico Williams, luego de que Logan Sargeant fuera despedido por malos resultados.
La confirmación de Colapinto como piloto oficial fue una alegría para todos, también para Fontana, que no sólo festejó por la llegada del argentino, sino que remarcó el apoyo de Bizarrap y de las empresas que ayudaron a cumplir el sueño del automovilismo argentino, y que espera que sea la puerta para el arribo de otros corredores.
La performance del corredor de Williams sorprendió por su sobresaliente trabajo a pesar de su inexperiencia. “Hace parecer fácil lo difícil. Superó todas las expectativas y logró algo increíble. Es muy agresivo, cuando tiene que arriesgar lo hace y si no, espera. Pensé que iba a tener un periodo de adaptación, pero no, parece un experimentado”, agrega Fontana sorprendido por el nivel de su colega.
Fontana dice que Colapinto llegó hasta donde llegó por sus habilidades al volante y por su personalidad tan marcada, : “Arrancó muy suelto y distendido, incluso más que pilotos que están hace años. Tiene un temperamento fuerte. Cuando no le salen las cosas está con bronca, tiene muchas ganas de triunfar y eso es muy positivo para la mentalidad de un piloto de ese nivel, por eso creo que tiene un gran futuro”.
Desde la época en la que Fontana competía en Fórmula 1, cambió mucho la categoría, en gran parte gracias al avance tecnológico: la mayor distinción está en los autos y la parte aerodinámica, que evolucionó. También que antes corrían con dirección directa y hoy con dirección hidráulica. “Teníamos que mover el auto con toda la carga que daba, era mucho más cansador físicamente que ahora”, recuerda.
Otra diferencia que remarcó son los simuladores, ya que son una ventaja grande que ayudan a mejorar el rendimiento de los pilotos actuales. “En Silverstone para conocer la pista di una sola vuelta en un ciclomotor”, menciona el ex Sauber del circuito en el que consiguió un noveno lugar, su mejor resultado junto al obtenido en Alemania. Silverstone fue el trazado en el que Colapinto dio sus primeras vueltas con el monoplaza de Williams en los entrenamientos.
A pesar del buen desempeño, Colapinto todavía no tiene asegurada su continuidad para la temporada siguiente, ya que no hay butacas disponibles en ningún equipo. Pero de todas maneras, Fontana cree que tiene serias chances de retomar en 2025: “Creo que se le va a abrir una puerta para seguir, porque su debut no fue normal, fue muy bueno, se mostró muy bien y ganó mucha experiencia”.
Y si bien el interés disminuyó con el correr de los días, todavía sigue latente la posibilidad de que Colapinto arribe a Sauber, escudería en la que Fontana supo estar durante 1995 y 1997 como piloto reserva y luego oficial: “Si va coincidiría conmigo y sería el segundo compatriota, es un lindo equipo aunque hoy por hoy no está al nivel de Williams, pero sería bueno que se mantenga en F1”.
Los dos pilotos ingresaron a la Fórmula 1 por una situación similar. Colapinto está a solo una carrera de igualar los cuatro grandes premios que disputó Fontana, y lo único que resta saber es cual es el techo del joven piloto argentino.