viernes, octubre 18, 2024

Un continuo desafío para el deporte: las pruebas antidopaje

Por Candelaria Cavagna

La historia de Mohammed Arjomand Nasehi, un pesista iraní, que fue descalificado de Munich 1972 y el compromiso del COI con los controles de antidopaje en la actualidad. 

El 31 de agosto y tras cinco días de competencia, Mohammed Arjomand Nasehi, quien participaba en levantamiento de pesas representando a Irán en los Juegos Olímpicos de Munich 1972, fue descalificado del certamen tras dar positivo en el control antidopaje. El nacido en Qom el 4 de marzo 1944 concurría por primera vez a la cita olímpica a sus 28 años. 

En un principio no se reveló cuál fue la sustancia que hizo que su sueño olímpico desapareciera tan rápido como llegó, pero luego el Dr. Daniel Hanley, representante estadounidense en la comisión médica del Comité Olímpico y responsable del análisis, confirmó que la sustancia fue efedrina, un broncodilatador adrenérgico que estimula los receptores beta-2 adrenérgicos en los pulmones para relajar el músculo liso bronquial, aumenta la capacidad respiratoria  y reduce la resistencia de las vías aéreas. 

Tras la descalificación, Nesehi nunca más volvió a clasificarse a los Juegos olímpicos y pese a haber obtenido  la medalla de bronce en los Juegos Asiáticos en dos ocasiones, en 1966 y 1970. Su último evento deportivo  a gran escala fue el Campeonato Mundial en La Habana, Cuba, en 1973, en el que finalizó decimocuarto. 

Los controles de antidopaje en los Juegos Olímpicos fueron introducidos en México 1968. El primer atleta que fue descalificado luego de dar positivo por utilizar una sustancia para mejorar el rendimiento fue Hans-Gunnar Liljenwall,​ un pentatleta sueco. El deportista perdió su medalla de bronce por consumo de alcohol quien posterior a la decisión afirmó que solo tomó dos cervezas para calmar los nervios. 

En Munich 1972, además del positivo de Mohammed Arjomand Nasehi, al el ex nadador estadounidense Rick DeMont lo descalificaron luego de conseguir la medalla de oro en 400 metros libre masculinos con 16 años ya que su medicamento para el asma contenía una sustancia prohibida. Aunque el Comité Olímpico de Estados Unidos estaba al tanto de la medicación, nunca la autorizó el Comité Olímpico Internacional, por lo que  además de desafectar de los Juegos también le prohibieron competir en otras disciplinas. 

La evolución de los controles antidoping en los Juegos Olímpicos ha sido significativa a lo largo de los años. Desde sus inicios, cuando las medidas eran menos rigurosas, hasta la actualidad, tras la implementación de tecnologías avanzadas para detectar una amplia variedad de sustancias prohibidas. No solo en términos tecnológicos es el avance, sino también en la especificación de las sustancias que están permitidas y cuáles no con el fin de mantener la paridad entre todos los competidores. También es notorio el cambio en cuanto al alcance; hoy en día los deportistas  pueden ser sometidos a pruebas en cualquier momento, dentro y fuera de las competiciones, mediante un sistema de pruebas aleatorias. 

Para la próxima cita olímpica París, lugar donde se llevará a cabo la edición 33 de los Juegos Olímpicos, desde hace meses se están preparando para controlar a los atletas y más aún luego de la crítica hacia la Agencia Mundial Antidopaje luego de la gestión en el caso de los nadadores chinos que dieron positivo en una competencia previa a los olímpicos de Tokio 2020, disputados en 2021, pero no fueron sancionados. Es por eso que en 2018 se creó la International Testing Agency para controlar los dopajes de los juegos. Ya fueron dos las experiencias: en Tokio y en Beijing, en los Juegos de Invierno en 2022, y esta será la tercera vivencia. Desde mediados de abril están en contacto con las federaciones internacionales y las agencias nacionales antidopaje para dirigir mejor los controles.

La clasificación para los juegos es muy cerca al inicio del mismo por lo que hay que controlar a todos los que puedan conseguir una plaza y los controles previos a los juegos también son muy importantes. 

La historia de Mohammed Arjomand Nasehi en los Juegos Olímpicos de Munich 1972 es uno de los tantos recordatorios de los desafíos y las consecuencias del dopaje en el deporte de alto nivel. Su descalificación destaca la importancia de los controles antidopaje para mantener la equidad entre los competidores. Si bien a lo largo de los años los controles fueron perfeccionándose, la creación de la International Testing Agency refleja el compromiso continuo con la integridad del deporte. 

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