Por Aramis Sturba
Que la LigaPro de Ecuador ha sido una de las que más evolucionaron en este último tiempo no es ninguna novedad, pero sí es una incógnita conocer cómo se fue dando la consolidación. Ecuador se ha posicionado como una potencia en constante crecimiento gracias a sus apuestas por el proceso formativo que inició en una generación Sub-20 de la mano del entrenador argentino Jorge Célico.
La selección ecuatoriana disputó el Mundial de Brasil 2014 en el que compartió el Grupo E junto a Francia, Suiza y Honduras pero quedó eliminada en primera ronda, con el agravante de ni siquiera haber clasificado a la siguiente edición de la Copa del Mundo llevada a cabo en Rusia cuatro años más tarde. Tras esos dos fracasos continuos, el presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), Miguel Ángel Loor, fue consciente de que debían realizarse diferentes cambios para poder poner a Ecuador dentro de, mínimamente, el plano continental.
En primer medida, Loor (quien asumió como máxima autoridad en mayo de 2018), decidió reivindicar al fútbol ecuatoriano desde su perspectiva de imagen, y para eso decidió firmar un contrato por 314 millones de dólares con la empresa uruguaya GolTV por los derechos audiovisuales del campeonato ecuatoriano de fútbol con una duración de 10 años, pero para 2019 los ingresos tuvieron un aumento de un 5% con respecto al primer año de contrato otorgando 23 millones dólares más, los cuales fueron distribuidos en un 82% entre los clubes de la Primera División. El 18% restante, por su parte, fue ideado para los clubes de las categorías más bajas para potenciar su desarrollo de cara a los próximos años.
Tras solucionar los conflictos económicos y administrativos, Loor además ha dejado en claro en varias ocasiones que la cuestión de la inestabilidad financiera no era el único problema a resolver, sino que aún tenían que construir una liga independiente y profesional para poder competir en los torneos más importantes de la CONMEBOL ya sea a nivel clubes o selecciones.
Con un crecimiento sostenido, los resultados de los conjuntos ecuatorianos se reflejan hacia afuera: Independiente del Valle y Liga de Quito son los últimos campeones de la Copa Sudamericana, mientras que Barcelona de Ecuador ha logrado meterse y competir en instancias decisivas de Copa Libertadores en los últimos años. Por otro lado, la selección ecuatoriana Sub-20 obtuvo el tercer lugar en la Copa del Mundo de la categoría desarrollada en Polonia, con el aliciente de haber potenciado jóvenes talentosos para las temporadas venideras.
Uno de los baluartes de la liga es Independiente del Valle ya que es uno de los grandes exportadores de promesas al viejo continente, con los ejemplos recientes de Kendry Páez y Justin Lerma, quienes fueron vendidos al Chelsea de Inglaterra y al Borussia Dortmund de Alemania en cifras exorbitantes para el fútbol sudamericano que rondan los 20 millones de dólares.
Pero un punto que hay que tener en cuenta también es que si bien los futbolistas ya tienen sus futuros asegurados en Europa, se unirán recién a sus filas cuando cumplan la mayoría de edad con el objetivo de fomentar su madurez como personas y como profesionales, por lo que Páez se sumará a la Premier League en 2026 y Lerma se unirá a la Bundesliga recién en 2027. Otros casos que se pueden mencionar son los de Moisés Caicedo, Ángelo Preciado y Gonzalo Plata, quienes surgieron de las divisiones inferiores del Matagigantes y que en el presente son piezas clave de la selección gracias a sus desempeños en los clubes europeos.
Michel Deller, dirigente de la LigaPro explicó en reiteradas oportunidades las razones de la evolución en la formación de futbolistas jóvenes y aseguró: “Los jugadores que han salido de Ecuador han triunfado en Europa, pero no siempre fue así, y eso tiene que ver con la formación integral con la cual estamos comprometidos. Tratamos de que todos los años todas las categorías jueguen un torneo internacional para que tengan más exposición desde Europa y para que agarren experiencia pensando en el futuro de nuestra selección”.