Por Juan Ignacio Alvarez Roson
El Sevilla goleó 4-1 hoy al Barcelona en el Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán por la octava fecha de la Primera División de España. Dos clubes con mucha trascendencia en Europa que comparten el paso de uno de los jugadores más importantes de la historia del fútbol: Diego Armando Maradona.
El desembarco de Diego en España fue con la azulgrana un 4 de junio de 1982; todavía era un pibe y venía de jugar en Boca, aunque su pase le pertenecía a Argentinos Juniors. Su fichaje fue de 7,2 millones de euros, hasta ese momento la transferencia más cara a nivel mundial. En sus dos años por el club jugó 58 partidos y convirtió 38 goles, sufrió hepatitis y una fractura de tobillo que lo dejaron apartado de la cancha por 6 meses. Además, ganó la Copa del Rey, la Copa de la Liga y la Supercopa de España. Su salida del club se debió a la mala relación que mantenía con el presidente José Luis Núñez, la cual terminó de explotar luego de protagonizar una pelea ante los jugadores del Athletic Club de Bilbao apenas consumada la derrota por 1-0 en la final de la Copa del Rey.
De la costa catalana pasó a Nápoles: en el fútbol italiano recibió una suspensión de 15 meses por dopaje y, en 1992, Maradona decidió volver al fútbol español, pero esta vez a Sevilla para ser dirigido una última vez por Carlos Bilardo. El 28 de septiembre fue presentado en un Sánchez-Pizjuán colmado de hinchas, aunque su debut oficial fue 6 días después en un partido contra el equipo que selló su salida del Barcelona: el Athletic de Bilbao. A pesar de que la expectativa era muy alta por el gran fútbol que demostró en temporadas pasadas, las lesiones, los problemas de salud, las suspensiones y el inevitable paso del tiempo hicieron que el astro argentino no desplegara el juego que alguna vez demostró y su vuelta a La Liga duró solo un año, en el que disputó 29 partidos y convirtió 7 goles.
Esta tarde, tras golear 4-1, los sevillanos bajaron de la cima al Barcelona y sueñan con clasificar a alguna competencia internacional. Sin embargo, lo más emotivo del encuentro fue ver tantas camisetas de ambos clubes con el número 10 de Maradona en la espalda. En Argentina y en España, el Diego sigue vivo.