Por Lucio Distefano
Hay clubes nacidos para ser antagonistas y el caso del SIC y el CASI es uno de ellos. Su contrapunto nació de una particular separación del Club Atlético San Isidro y generó una de las mayores rivalidades de la historia del rugby argentino. Hoy, esa rivalidad se repitió.
Hay enfrentamientos que conmueven a cualquier apasionado del deporte: River y Boca, Ayrton Senna y Alain Prost, Carlos Monzón y Nino Benvenuti. Pegan a cualquier espectador al sillón para mirar el increíble duelo que se viene. Si se habla de rivalidades, la más grande del rugby argentino es la que protagonizan el CASI (Club Atlético San Isidro) y el SIC (San Isidro Club). Ambos conforman el clásico de San Isidro, un duelo con más de 80 años de historia que se repitió este sábado.
El CASI, fundado en 1905 comenzó a especializarse en rugby en 1907, asociándose al River Plate Rugby Union. Sin embargo, fue disuelto al no poder contar con los 15 jugadores requeridos de forma permanente. En 1917, volvió a la competencia bajo el nombre de Rugby Club y salió campeón ese año y los doce siguientes. El 14 de diciembre de 1935, un grupo interno del club, conformado por socios, jugadores y dirigentes, fue expulsado del CASI por discrepancias ideológicas. María Piran fundó el SIC. Desde entonces, la enemistad se intensificó, convirtiéndose en un verdadero clásico histórico.
El primer partido entre ambos se jugó el 9 de mayo de 1937 y terminó con una victoria del SIC por 3-0, gracias a un penal anotado por Felipe Meyer Arana. En su historial, se registran 141 partidos, de los cuales el CASI ganó 73, el SIC 58, y hubo 10 empates. En esta oportunidad la victoria fue para el CASI en un partido apasionante que tuvo como condimento cambios de resultados constantemente, sobre todo en el final con el CASI dando vuelta el partido y llevándose la victoria, y dinamismo que encuentros como estos nos tienen acostumbrados. El CASI se encuentra primero con 72 puntos en 19 partidos jugados de la URBA Top 12, mientras que el SIC se halla tercero con 61.