Por Juan Cruz Albornoz
En 2024 no pudo competir y pensó dejar el tiro deportivo por problemas económicos. Un año después consiguió la medalla de plata en los Juegos Panamericanos 2025. Sin sponsors ni apoyo financiero. La actualidad de alguien que casi lo tira todo por la borda pero que logró recomponerse y posicionarse nuevamente en lo más alto.
Joaquín Cisneros, con apenas 20 años, se volvió a destacar en el ámbito internacional, esta vez en los Juegos Panamericanos Junior de Asunción, donde logró la medalla de plata tras haber cosechado 39 puntos en la modalidad de Trap (disciplina en la que se dispara con una escopeta a pequeños discos de arcilla). Quedó a tan solo 2 puntos del primer puesto, Hussein Daruich.
La conversación se da a través de videollamada, en la que se lo ve como suele andar: chomba polo, bermudas cargo azules por arriba de las rodillas y zapatillas blancas con el tobillo al desnudo (a veces usa alpargatas también). Sereno y con voz pasiva va respondiendo pregunta tras pregunta. Correcto él, pero sobre todo humilde y agradecido. Cada tanto se le escapa alguna risa.
– ¿Qué se te vino a la mente cuando obtuviste esa medalla?
– La verdad me puse muy contento, me cuesta creerlo. Todavía no caigo en que gané la medalla de plata en los Juegos Panamericanos, es un sueño hecho realidad. Se me cruzaban mi abuelo y mi viejo que también son tiradores, y a la vez victorias y fracasos. Eso me terminó haciendo más fuerte en la final. Me acuerdo de las complicaciones que tuve el año pasado y que gracias a dios este año me tocó ganar esta medalla.
– ¿Cuáles fueron esas complicaciones?
– El tiro es un deporte muy costoso y la Federación (FAT) no te ayuda mucho con los gastos, todo sale de nuestro bolsillo. Por eso en 2024 tuve que dejar de competir por problemas económicos. Ese año estuve casi sin disparar, pero a principios de 2025 me llegó un mensaje de la Federación diciéndome que era el elegido para ir a competir al Campeonato de América en Barbados. Allí conseguí la medalla de plata y clasifiqué primero, lo que me dio la plaza para los Juegos Panamericanos.
– ¿Y cómo te preparaste para estas competiciones después de un año sin tirar?
– Más allá de la competencia no tuve mucha preparación. Cada entrenamiento es muy costoso por los cartuchos que se gastan. Además, no siento que sea una situación real de competencia, en los entrenamientos estoy mucho más tranquilo y no tengo presión. Mis entrenamientos fueron la Copa del Mundo en Buenos Aires y en Lima.
– ¿Cómo hacés para mantenerte en ritmo a pesar de no entrenar diariamente?
– No es que no tiro, nada más que no entreno todos los días. Pero cada tanto sí entreno y las competencias también me sirven para mantenerme en forma digamos.
A pesar de no contar con un entrenamiento cotidiano, el nombre de Cisneros sonaba fuerte en el ámbito del tiro deportivo argentino. Tiene un historial repleto de consagraciones: además de la medalla de plata en Barbados y los Panamericanos 2025, fue campeón nacional, campeón sudamericano, campeón panamericano, fue subcampeón mundial y obtuvo la medalla de bronce en el España Gran Prix 2022. En el ranking de la Federación Argentina de Tiro, se mantuvo en la primera posición en 2022 y 2023 hasta 2024, año en el que estuvo inactivo. Sin embargo, antes de finalizarlo y pese a perder algunos puestos, retomó y logró escalar hasta la segunda ubicación. En 2025 volvió a recuperar la punta y se convirtió en el tirador junior con más puntaje del país.
– ¿Qué sentiste cuando subiste al podio?
– La verdad es inexplicable. Como te dije, no lo podía creer aunque estuviera ahí. Cuando salí campeón sudamericano en Perú en 2022 sonó nuestro himno y ahí sentí mucho orgullo. Esta vez sonó el de Brasil pero ya con estar donde estaba y ver la bandera de Argentina me emocioné mucho.
– Con la medalla de plata obtenida, ¿cómo afrontás el año?
– Con mucha felicidad (se ríe). El año no termina, todavía queda una competencia muy importante. En octubre se disputa el campeonato mundial en Grecia. Ya no es Junior, es en categoría Senior. Ese es mi próximo objetivo, aunque tendré que ver si mi familia puede pagar el viaje, sobre todo mi viejo que es quien más me banca económicamente. La Federación no te apoya así que depende de nosotros. Veremos si podemos estar”.
Antes de que acabe el año se enfrentará a un desafío aún mayor en el mundial que tendrá lugar en Malakasa, Grecia, del 8 al 19 de octubre, dado el nivel dispar entre Latinoamérica y países como Estados Unidos o España. “Ya me tocó ir a competir afuera y se nota mucho la diferencia que hay con Argentina. Acá es muy complicado cubrir todos los gastos que se requieren. Allá se le da mucha más bola al deporte y las federaciones apoyan más a los tiradores. El viaje a Grecia lo tendría que pagar yo, por ejemplo. A los tiradores europeos o estadounidenses les cubren el viaje, el lugar donde se quedan, los cartuchos para los entrenamientos, todo. Afuera se puede vivir del tiro, acá no”, reconoce.
– Sabiendo que la diferencia es amplia, ¿cómo hacés para que no afecte tu motivación de cara a este tipo de torneos?
– La verdad, yo voy a competir porque me encanta tirar, ya desde muy pibe lo hago. La primera vez que tiré tuve miedo pero ahora lo disfruto mucho. No pienso demasiado en estas cosas, sé que si hago bien mi trabajo puedo conseguir grandes logros. Además ya tuve la oportunidad de ir a competir afuera. Fue la Copa del Mundo en Alemania. Llegué a las finales pero se me rompió el arma y no pude seguir participando. Quedé sexto pero me quedo con buenos recuerdos de la competencia.
Aún no tiene el lugar asegurado en el mundial de Grecia. Su clasificación depende de cómo le vaya en el torneo selectivo nacional en Córdoba, el cuál por ahora no tiene una fecha definida. El mismo determinará los representantes de Argentina en la competencia. Quienes más resuenan son Nicolás Clady, Federico Martín Ruiz y, por supuesto, Joaquín Cisneros.
– ¿Para el torneo de clasificación planeás llevar adelante un esquema de entrenamiento?
– No sé si un esquema pero sí planeo entrenarme por mi cuenta aparte del entrenamiento que hacemos con la selección, que es en Córdoba. Recién llego a mi casa después de los Panamericanos así que voy a entrenarme solo hasta viajar allá y, si Dios quiere, poder clasificar.
– ¿Qué pasa si clasificás pero no podés costear los gastos del viaje?
– En ese caso termina clasificando el que salió segundo, y si él tampoco puede, el que le sigue.
– ¿No clasifica el mejor sino quien pueda cubrir los gastos para ir entonces?
– Exactamente. En este país hay muy buenos tiradores pero que, lamentablemente, no cuentan con los recursos para competir. Entonces muchas veces no termina clasificando el mejor sino el que puede pagar. A mí me pasó un año de que no pude ir a un torneo por la plata y terminó yendo un compañero. Por eso hago la comparación con el extranjero. Allá sí clasifica el mejor porque la plata no es un problema.