Por Iñaki Urretavizcaya
El “frío” en el fútbol es sinónimo de mala palabra. Tiene relación directa con la derrota, la falta de pasión y toda connotación negativa que exista. Pero hay alguien que viene a dar vuelta el tablero y romper con un concepto instalado y predefinido. Cole Palmer, futbolista inglés de 23 años, es el responsable de la revolución: desde que se convirtió en jugador del Chelsea, es el segundo futbolista con más participaciones por Premier League (37 goles y 20 asistencias). Solo por detrás de Mohamed Salah, del Liverpool, que en la 24/25 rompió el récord de contribuciones en Premier.
Desde que se puso la del Chelsea, Palmer significó la salvación para el dueño, Todd Boehly, quién lidera al club desde mayo de 2022 y su gran acierto fue la contratación del exCity, quién cargó a un club en caída a sus hombros y rompió uno por uno a cada récord.
Palmer, como MVP, llevó al Chelsea en 2025 a alzar la primera Conference League, con dos pinceladas de asistencias, y se convirtió en el primer club de la historia en ganar todas las competiciones de UEFA (Champions, Europa y Conference).
Aunque su segunda mitad de la 2024/25 fue triste, en la que estuvo 19 partidos sin convertir, Palmer no se venció y resurgió en el tramo final que ayudó a Chelsea a clasificar de nuevo a Champions. El pobre rendimiento no afectó a los números bestiales.
El 28 de septiembre de 2024, Palmer convirtió cuatro goles en el primer tiempo ante el pobre Brighton, que sufrió la frialdad de una zurda que tiene helada a toda Inglaterra, y descubrió, una marca sin precedentes en el fútbol inglés. Un optimista Palmer anticipó su obra maestra en las grabaciones de pretemporada, cuando pidió filmar el festejo de cuatro goles. El video de los tres goles no le era suficiente.
Su frialdad es tal que los momentos calientes los enfría con su presencia. Desde el punto de penal superó la marca de 11 penales pateados y convertidos de Yaya Touré, con su doblete el 8 de diciembre de 2024 frente a Tottenham y quedó con 12 de 12. Aunque en 2025 erró el decimotercer penal frente a Leicester y tachó el pleno. De 15 penales totales convirtió 14.
No es ajeno a nadie el clima que caracteriza al suelo británico: apagado, gris, nublado, monótono y frío. Esas propiedades encajan con la personalidad de Palmer, que no demuestra emociones y reacciones propias de la adrenalina que se vive dentro de una cancha. Lejos de ser intrascendente y aburrido, posee una calidad técnica con una zurda prodigiosa digna de muy pocos. Combina un estilo de juego atrapante, atrevido y encantador, con un carisma de frialdad, timidez y tranquilidad absoluta. La rutina de lo extraordinario.
Antes de debutar con el Manchester City, Palmer ya daba de qué hablar en Inglaterra. Pep Guardiola le dio la oportunidad frente al Burnley por la Copa de la Liga el 30 de septiembre de 2020. Un año le costó su bautismo en las redes, el 21 de septiembre de 2021, ante el Wycombe Wanderers, también por la Copa de la Liga.
La calidad de nombres dentro del City no permitía a Palmer lucirse en el puñado de minutos que Guardiola le daba. En tres años disputó 1483 minutos. Palmer se enfriaba en el banco de suplentes. En la temporada 2023/24 cambió de aires al ser adquirido por el Chelsea a cambio de alrededor de 50 millones de euros, precio criticado por la supuesta sobrevaluación.
Aunque el conjunto de Manchester siguió ganando títulos sin Palmer, Guardiola se mostró arrepentido con la marcha del juvenil: “Si le hubiese dado los mismos minutos que a Phil Foden, estaría aquí, pero no lo hice y es mi responsabilidad”.
El chico del City evolucionó al hombre del Chelsea, que generó un impacto inmediato que maravilló a todo Stamford Bridge. Una zurda mágica al alcance de pocos. Fue el director de orquesta de un Chelsea que no le siguió el ritmo. Promedió una contribución de gol por partido de 22 goles y 11 asistencias en 33 partidos por Premier League, que lo llevaron a ser distinguido como el mejor jugador joven del fútbol inglés.
Tan alto fue el nivel que se lo comparó con otra leyenda del Chelsea, el belga Eden Hazard. En su primera temporada, Palmer sumó 25 goles más 15 asistencias, y superó la mejor marca que alcanzó Hazard en siete temporadas (21 goles y 17 asistencias). Palmer tiene mucho camino por recorrer en Chelsea. Su contrato vence en el 2033. Muchos creían que la sensación de Palmer iba a ser fugaz. Incluso fue apodado “Veranito” para demostrar que su nivel no duraría más que una estación. Palmer reconvirtió la ecuación y transformó al clima en un constante invierno.
Sus goles, asistencias, gambetas, excelsa pegada, lujos e infalible manera de tirar penales completan su amplio abanico técnico, que junto a su carácter frío, llevaron a que se lo rebautice como “Cold” Palmer, un juego de palabras entre la similitud de “cold” (frío) con Cole. Combinado a su festejo en el que frota las manos en sus brazos como símbolo de frialdad y picardía. Una marca personal que incluso fue patentada por el negocio deportivo.
En la cima del fútbol hace frío, pero Palmer se siente cómodo y tiene condiciones para mantenerse. Los 50 millones que desembolsó el Chelsea ya quedaron opacados por las actuaciones del futbolista sensación de la Premier League. Stanislaw Lem, escritor polaco, dice que “ningún copo de nieve en una avalancha se siente responsable”, pero Palmer generó un alud que nadie sabe dónde puede terminar.