jueves, noviembre 21, 2024

“Los Pumas son candidatos al Mundial”

Por Francisco Cueva y León Lagares

Santiago González Iglesias vivió una Copa del Mundo desde adentro. Hoy, ya como un hincha más de la selección argentina, palpita el Mundial que se jugará en Francia, en el que cree que la selección puede lograr grandes cosas, y revive la edición 2015, en la que fue parte de un histórico cuarto puesto.

-¿Quiénes son los candidatos?

-Francia, indudablemente. No solo por ser local, también por el presente que está teniendo. Creo que son los máximos candidatos. Sumaría a Nueva Zelanda, a Sudáfrica, y además voy a agregar a Los Pumas, que es un equipo maduro y con una muy buena competencia puesto por puesto. 

-¿Cómo ves a la selección de cara al Mundial? ¿Creés que pueden soñar en grande?

-Es importante llegar con una buena base, tener un equipo sólido. Por ahí los partidos más cerrados, donde todo es muy parejo, la diferencia la marcan las individualidades, y hoy Argentina tiene a jugadores de alto nivel en varias líneas.

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Entre esos jugadores capaces de definir partidos, el Rete predijo que Santiago Carreras y Emiliano Boffelli tendrán un rol “preponderante” en la Copa del Mundo, y también destacó a Julián Montoya y Pablo Matera, con quienes compartió plantel mundialista, como los líderes del equipo.

Este último tomó en septiembre del año pasado la decisión de irse al MIE Honda Heat, de la liga japonesa, con el objetivo de tener más descanso de cara al próximo Mundial. A Iglesias le pareció una muy buena elección, sobretodo teniendo en cuenta la experiencia del 2019, año en el que Los Pumas, conformados casi al 100 por ciento por jugadores de los Jaguares, llegaron agotados a la máxima cita rugbística debido a la cantidad de partidos y la exigencia que supuso la participación de la franquicia en el Super Rugby, en donde llegaron a la final.

Puestos a trazar paralelismos entre el combinado argentino actual y los anteriores, el jugador de Alumni comparó a este plantel con el que integró en 2015: “Hay diferencias. A nosotros nos tocó mezclar una generación consagrada con otra sin tanta trayectoria y un técnico nuevo. Hoy la realidad es diferente, todos compiten en Europa y tienen un entrenador que busca cosas distintas”. Igualmente, el ex capitán de los Pampas XV también ve similitudes, ya que para él ambos equipos buscan constantemente el protagonismo y espera ver a una Argentina que vaya por la victoria en cada partido que le toque jugar.

El año pasado Los Pumas consiguieron grandes resultados en el Rugby Championship, donde no solo superaron a Australia, si no que también lo hicieron ante Nueva Zelanda, en lo que fue un histórico partido por tratarse de la primera vez que se venció a los All Blacks como visitante. 

Este año el torneo se disputará previo a la Copa del Mundo, por lo que el rendimiento impactará directamente en el ánimo del equipo, así como en el 2015 lo hizo la victoria ante Sudáfrica en Durban.

-¿Ganarle a Sudáfrica como visitante justo antes del Mundial sirvió para convencerse a ustedes mismos de que podían hacer algo grande en Inglaterra?

-Sin duda. Ese equipo ya venía bien, pero hacía falta un resultado rotundo para terminar de convencerse y llegar con más confianza, y nada mejor que hacerlo con un equipo tan fuerte como Sudáfrica y por primera vez allá. Ahí fue cuando nos dimos cuenta de que el equipo tenía un gran potencial y había que ir por más.

-¿Cuál era el objetivo que se habían propuesto para esa Copa del Mundo?

-La idea siempre fue ir a jugarle de igual a igual a cualquiera. Ya sabíamos que el primer partido sería nada más ni nada menos que ante los All Blacks, sin embargo, nunca se habló de pelear el segundo puesto del grupo. De hecho, ese encuentro estuvimos arriba por bastante tiempo y jugando bien, vos ves nuestras caras después de la derrota y te das cuenta que el equipo estaba para ganarlo. La realidad es que siempre se trató de imponer el protagonismo, y creo que ese año fuimos forjando un estilo diferente a lo que marcaba la historia de Los Pumas, que siempre contaba con una defensa férrea y buena presión, nosotros tratamos de tener herramientas en ataque para sorprender al rival y generar un juego más vistoso e integral.

-Aquel partido fue un indicio de lo que iba a pasar…

-Absolutamente. A los rivales que supuestamente eran de mejor jerarquía que nosotros les impusimos nuestro juego y les ganamos muy bien, sin dejar dudas. El partido ante Irlanda por los cuartos de final era una prueba muy difícil, pero estuvimos muy presentes en la cancha con lo que queríamos y nos llevamos una categórica victoria. En la semifinal con Australia teníamos una confianza bárbara en nosotros, pero cometimos ciertos errores que terminaron inclinando el partido para ellos, aunque también lo podríamos haber ganado. A esos equipos hay que jugarles corriendo ciertos riesgos, hay que saber que contra esas potencias no se logra un triunfo con poco. Fuimos por todo y no se nos dió. Hicimos un gran torneo, pero nos quedamos con la espina clavada, realmente queríamos y sentíamos que podíamos llegar a la final. 

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El del 2015 fue un muy buen Mundial para Argentina, que firmó su segunda mejor participación en el torneo, y el ex Jaguares recuerda a esa selección como “un gran equipo y grupo humano que cambió el paradigma de juego de Los Pumas e hizo una copa casi redonda”

El apertura le atribuye su éxito deportivo, del que el Mundial del 2015 es parte intrínseca, no sólo a su esfuerzo personal, también a su familia, en la que hay otros rugbiers como su padre Eduardo y sus hermanos Manuel y Joaquín, sus amigos y su club. 

Este año vivirá la Copa del Mundo desde el sillón, alentando a la selección y esperando que pueda hacer historia, la misma historia que él hizo cuando la copa la vivió desde el césped.

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