jueves, abril 18, 2024

La Liga Femenina de Básquet, otro ejemplo de desigualdad machista en Argentina

Por Joaquín Cirigliano

Mientras los dirigentes de la Liga Nacional de básquet hacen todos los esfuerzos para que el torneo masculino vuelva al parquet, suspendieron la Liga Femenina sin mayores complicaciones. Un nuevo caso de desigualdad e injusticia se dio en el deporte argentino y, otra vez, las perjudicadas son las mujeres.

En el comunicado oficial sobre coronavirus que sacó la Liga Nacional el pasado 29 de abril se ve esta diferenciación: “Se ratifica la decisión de continuar la temporada 2019-2020 de la Liga Nacional. Por este motivo, se convoca al comité de presidentes de la categoría A para avanzar en el acuerdo general y gestionar la forma de definición de la Liga Nacional”, mientras que por otro lado informan que “no comenzará la temporada 2020 acordada de la Liga Femenina”.

Esta fue la gota que rebalsó el vaso para las jugadoras y la que salió a declarar fue Agustina García en una llamada telefónica con Télam. La joven de Deportivo Berazategui contó: “La Liga Femenina refleja la desigualdad machista que hay en la sociedad. Una valora que hace unos años se creó y que nos pasan por televisión para aumentar la difusión, pero lo cierto es que las desigualdades continúan”. También dijo que si bien entienden la suspensión desde el punto de vista de la salud, no comparten que los varones terminen el torneo y ellas no.

Brenda Fontana, jugadora de Velez, está de acuerdo con las palabras de García y aseguró que hay desigualdad tanto en los sueldos como en la cantidad de equipos, las canchas para entrenamientos, los horarios de los mismos e, incluso, el presupuesto que se pone para la liga, por lo que “es evidente que nadie podría estar en desacuerdo”.

Brenda Fontana, jugadora de Vélez. Foto: Instagram.

“Nos afecta a todas las basquetbolistas, no solamente de la liga. Personalmente me genera impotencia y hay muchos casos de jugadoras que se esfuerzan como los hombres y no reciben los mismos reconocimientos”, aseguró la pivot de 19 años. “No estamos al nivel de ellos, pero va de la mano con que una mujer no se puede dedicar solo a jugar porque los ingresos son muy bajos y la seriedad no es la misma. Estamos mucho más atrasadas en esto y el sistema no nos ayuda tampoco”, sentenció quien será la próxima argentina en la NCAA, la liga universitaria estadounidense de mayor prestigio.

Victoria Lara, jugadora del club Corrientes, también está de acuerdo con la de Berazategui y dijo: “Me genera mucha bronca y desilusión por los proyectos que teníamos todas. Muchas dejamos de lado trabajos o estudios para dedicarnos a la liga y esto cambia el eje de muchas cosas extrabasquetbolísticas”. Además, sostuvo: “Nosotras compartimos departamentos, cosa que para un jugador es impensado. Siempre nos tenemos que adaptar a lo que deja el masculino o a cosas que a ellos ni se les plantea”.

Las tres jugadoras concuerdan en que la Liga Femenina ha crecido bastante desde su creación en 2017 pero que todavía falta mucho para ser profesionales: no todas las jugadoras tienen contratos y las jornadas de entrenamiento no son las suficientes para un equipo profesional. En torno a esto, Victoria Lara aseguró: “No nos sirve de nada entrenar dos horas por semana. Tenemos que tratar de nivelar para arriba y no quedarnos en un lugar cómodo”.

Según Agustina García, se enteraron de la suspensión por el comunicado de la liga, es decir que nadie se contactó con ellas para avisarles que no iban a disputar su torneo, y la pandemia fue la única explicación.

Agustina García, jugadora de Deportivo Berazategui. Foto: Instagram.

Si bien es un caso particular y no pasa en todos los equipos, Lara contó: “La relación con el club es por medio de mi representante, a mí nunca me llamaron por nada, ni siquiera por la cancelación de la liga. Nos enteramos por las redes y el único contacto que teníamos las de Corrientes era entre nosotras o por medio de representantes”.

Otro punto de este informe sobre COVID-19 que se lanzó y vale la pena analizar es el que asegura “garantizar que los clubes acrediten el cumplimiento de sus obligaciones contractuales desde el 31 de marzo hasta el 31 de mayo”, pero la ala pivot aseguró que en Corrientes no están cobrando porque nunca se presentaron contratos del plantel en la liga y se escudan en eso para no pagarles aunque trabajaron para el club durante un mes.

El único objetivo es que el básquet femenino crezca. No hacemos esto para poner trabas o para buscar culpables, solo queremos soluciones. Estamos dispuestas a colaborar y creemos que de esta manera y trabajando juntos vamos a lograr lo que todos queremos: el crecimiento del básquet femenino”, cerró García.

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